Al límite – Capítulo 36: Él es un hombre normal

Traducido por Ichigo

Editado por Ayanami


¡Hijo de puta…! Sigue siendo muy arrogante.

Hàn Dŏng se levantó del suelo. La temperatura en el corredor y la oficina estaban muy lejos de ser normales. Llevaba solo una bata y hacía frío afuera.

Tuvo que presionar el timbre de nuevo.

Wang Zhong Ding vio la cara de Hàn Dŏng en la pantalla del intercomunicador de la entrada y preguntó fríamente;

—¿Qué quieres?

—Hace mucho frío afuera. Puedo congelarme hasta la muerte de esta manera.

Wang Zhong Ding era indiferente.

—¿No eres bueno corriendo desnudo?

—¿De qué mierda estás hablando? —La expresión de Hàn Dŏng se mostraba claramente en el intercomunicador—. Tal vez, quieras jugar trucos en tu corazón… pero no lo digas enfrente de mí, ¿ok?

Wang Zhong Ding no dijo nada. Se alejó para continuar con lo que estaba haciendo.

—Señor Wang, si no he adivinado incorrectamente, ¿no deberías tener un niño en tu casa?

El corazón de Wang Zhong Ding casi se detiene… aparte de Wan Li Qing, no le había mencionado este problema a nadie, eso incluía a Feng Jun y Er Lei.

Después de que la puerta se abriera, Wang Zhong Ding le preguntó a Hàn Dŏng:

—¿Qué es lo que quieres?

—No es una actitud muy agradable… quiero entrar, cambiarme de ropa e irme.

Wang Zhong Ding dejó que Hàn Dŏng pasara.

Como resultado, Hàn Dŏng estaba muy feliz al convencerle y no perdió más el tiempo. Diez minutos después, Wang Zhong Ding observó nuevamente la puerta del dormitorio. El cuerpo de Hàn Dŏng todavía estaba en una bata.

—El material es muy bueno, pero este modelo es un poco anticuado. Estos pantalones son livianos tanto que no puedes ver nada sucio de un vistazo. Este par de zapatos es fácil de usar, ¿verdad?

Después de cinco segundos, Hàn Dŏng fue forzado a una esquina por dos hombres fuertes, uno por los hombros y otro por los pies. Después de tres segundos, estaba “vestido” limpiamente y fue arrojado fuera de la oficina.

Sin embargo, después de que mencionó lo de antes, ¿piensas que será tan fácil que te dejen ir? ¡No, no…!

Hàn Dŏng fue llevado directamente a la Casa Negra por dos guardaespaldas.

La persona bajo investigación era Guan Quan, el mánager del departamento de supervisión, y había dominado mucha información de primera clase de artistas. Bajo sus ojos afilados, nadie se atrevía a decir nada más que la verdad.

—Bueno, ¿qué sigue? —Guan Quan Sheng preguntó fríamente.

Hàn Dŏng preguntó: —¿Qué… te refieres al principio?

Guan Quan Sheng dijo, conciso, —¿Quién trabaja detrás de ti?

—Hay muchas personas que me dan órdenes. ¿A quién exactamente te estás refiriendo?

Con el uso incrementado de palabras sin sentido por Hàn Dŏng, la presión de la atmósfera en la habitación seguía bajando y enfriando el ambiente. La cara de los dos hombres después de pararse se volvió más y más negra, además, había pocas maneras de leer la postura del joven.

Guan Quan dijo con una expresión blanca: —Sobre Wang… dime todo lo que sepas.

Hàn Dŏng recordó su comentario acerca “Wang Zhong Ding teniendo un niño”, y Hàn Dŏng se puso furioso.

En ese momento, estaba parado afuera de la oficina. El muestrario electrónico de la pared solamente saltó con la cara de Wang Zhong Ding. Desde que Hàn Dŏng vio lo del posible emparejamiento de ambos, nunca quiso ver su rostro de nuevo. Hoy, en un capricho, había tratado de calcular los obstáculos de su relación (con Wang), ¡los resultados eran que él predijo a un niño interponiéndose entre ellos!

¿Qué está mal con mi visión especial? Hàn Dŏng lloró amargamente, primero, dices que mi boda perfecta es con un hombre, ¡y ahora me dices que tengo que volverme un amo de casa!

—Hey, ¡te estoy preguntando! —Guan Quan golpeó la mesa.

Hàn Dŏng dijo honestamente:

—Me di cuenta.

—¿Te diste cuenta? —Se mofó Guan Quan—. Entonces, dime algo más de lo que te hayas dado cuenta.

Hàn Dŏng dio un vistazo rápido a la derecha… y después se inclinó a su oreja y susurró:

—Manager Guan, tienes una mascota que es un tigre blanco.

El rostro de Guan Quan, instantáneamente, se tensó, y sus ojos revelaron el shock del encubrimiento.

—¿No es verdad? —Hàn Dŏng se rió fuertemente.

—¡Estás loco! —Chilló Guan Quan—. ¿De qué culto eres?

—¡Soy del culto del loto blanco! ¿No es esa la compañía que firmó Rong Hao? Puedes dejar que ella venga y me até, ¡Ja, ja, ja…!

Guan se levantó y movió ansiosamente su mano hacia los dos guardaespaldas.

—Ve y llama al doctor directamente.

El psiquiatra y el psicólogo le dieron a Hàn Dŏng un chequeo que duró cinco horas… y el resultado final fue enviado a Wang Zhong Ding.

—En el proceso de hablar con Guan Quan, su actitud fue sincera y lo que dijo fue verdad. Después de inspeccionar, no encontramos ninguna señal de enfermedad mental y no hay ningún desorden psicológico que se manifieste en él.

En conclusión, ¡es un hombre normal!

2 respuestas a “Al límite – Capítulo 36: Él es un hombre normal”

  1. Las cosas sobrenaturales en este mundo son interpretadas con frecuencia como enfermedad mental, pero este chico nació con habilidades sobrenaturales, tendrás que creer
    Por otro lado, el niño ¿será de verdad suyo? o, como pasa en otras novelas chinas, es el hijo nacido de un hermano o amigo pero criado como propio
    Gracias por su esfuerzo, muchas gracias

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido