Boda relámpago – Capítulo 22: Viejos enemigos

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami

Corregido por Meli

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Las vacaciones se acabaron pronto. Mi madre rejuveneció con la granja y la pesca.

Me sentía incómoda por su repentina confesión. Mi padre la había buscado para invitarnos a cenar, por fortuna, ella se había negado porque sabía que yo no estaría de acuerdo.

¡¡Sin duda, no quería verlo!!

♦ ♦ ♦

Los días felices volaron con rapidez. En un abrir y cerrar de ojos, mis vacaciones anuales habían terminado. Las personas que se suponía que debían ir a la escuela, irían a la escuela y las personas que debían ir a trabajar, irían a trabajar.

Después de un largo tiempo, me presenté en la compañía con la mente refrescada. Rebosaba energía positiva, llegué a la oficina un par de minutos antes de lo habitual. Tan pronto como entré en el edificio de la empresa, vi a Li Mingang del departamento de planificación.

Ella era uno de esos empleados recargados de energía, curiosa, con la capacidad de leer la mente. Nada podía escapar de sus ojos, desde cosas importantes como el terremoto de Chile y la tasa de cambio de RMB, hasta los escándalos de los ídolos y por supuesto, los chismes de la empresa.

La saludé con una sonrisa y pasé de ella. Quién diría que la estrella del cotilleo, no solo era elocuente, sino también ágil; me alcanzó con gran facilidad.

—Secretaria Guan, ¿escuchaste? —Una frase misteriosa que sonaba como el preludio.

—¿Qué pasó? —pregunté con las orejas abiertas.

Mi reacción la animó aún más.

—Un nuevo director de marketing ha sido transferido a nuestra compañía y es terriblemente guapo —anunció con ojos brillantes.

No me interesó su noticia, ya que estaba rodeada de hombres guapos que me hacían sufrir. Había comprobado que los chicos guapos eran anormales, homosexuales o sádicos.

—Es verdad, ¡lo vi con mis propios ojos! Además, no es solo un rostro guapo, sino también tiene esa aura gentil y divina. ¡Muy elegante! —juró para convencerme, debió de confundir mi desinterés con incredulidad.

Ella continuó jactándose del nuevo director de marketing hasta que alguien nos interrumpió.

—Secretaria Guan, llegaste temprano hoy.

Me di la vuelta, Wang Kai me miraba. Su sobresaliente apariencia seguía siendo la misma.

—Director Wang. —Li Mingang lo saludó con una dulce sonrisa.

Él asintió con la cabeza y le obsequió su peculiar sonrisa seductora «mata hembras». Cuando llegó el ascensor, Wang Kai y yo entramos hombro con hombro.

—Secretaria Guan, ¿estás celosa?

—Señor Wang, ¿cómo te sientes después de reinstalar el sistema de tu ordenador? —me burlé.

—El truco de principiantes que hizo tu marido, no se puede considerar un gran ataque —dijo con una expresión de enojo y resentimiento.

Sabía que solo eran excusas así que no le respondí.

—Dale esto al gerente de marketing —Me entregó una carpeta de documentos y continuó—: Y de camino pide al nuevo director de marketing que me encuentre en mi oficina.

Obedecí en silencio. Tomé la carpeta y me fui.

A pesar de que los hombres guapos que me rodeaban eran despreciables, tenía curiosidad por el elegante y terriblemente apuesto director de marketing, así que me apresuré hacia la oficina del gerente lo que me hizo tropezar antes de abrir la puerta.

Era la escena en la que un hombre guapo debía detenerme y enamorarse de mí a primera vista, pero como sabía que eso nunca sucedería en la realidad, agarré el pomo de la puerta para evitar caer.

Entonces, alguien abrió la puerta desde dentro y salí expulsada hacia esa persona que por reflejo atrapó al objeto no identificado que se dirigía a él.

Levanté la cabeza, y en cuanto observé al hombre que me sujetaba, las palabras de agradecimiento y disculpa se quedaron atoradas en mi boca. Yu Zhi Fei, que me ayudaba a ponerme de pie, me miró con gran conmoción. Sentí que una ráfaga de viento frío recorría mi cuerpo y mi corazón se paralizó.

—¿YanYan? —murmuró con incredulidad.

—Disculpe —hablé mientras lo empujaba para pararme. Cuando se apartó, le entregué la carpeta al gerente de marketing—. Mmm. ¿Cuál es el nombre del nuevo director de marketing? —pregunté.

—Su nombre es Yu Zhi Fei, él acaba de salir —contestó el gerente y ambos miramos hacia la puerta—. Él sigue aquí…

Mi corazón se estremeció un poco.

Le agradecí y me dirigí a Yu Zhi Fei, que todavía estaba de pie, frente a la puerta como una estatua.

—Director Yu, el vicepresidente Wang le ha invitado a ir a su oficina —dije con la cabeza gacha.

No me contestó así que decidí repetir mis palabras, pero él me interrumpió.

—YanYan —pronunció débilmente.

—Director Yu, por favor llámeme secretaria Guan.

Me retiré sin atreverme a verlo. Escuché sus pasos detrás de mí.

♦ ♦ ♦

Había escuchado que tu alma puede abandonar tu cuerpo, hoy lo confirmé, había entrado en trance, mi mente estaba en blanco, mi cerebro estaba empapado en tinta negra impidiéndole pensar. Incluso cuando Wang Kai me habló, mi espíritu no regresó.

—Secretaria Guan, ¿por qué estás tan fea hoy?

—Um.

—¿No te sientes bien?

—Um.

—Xiao Yan, ¿quieres comer algo especial en el almuerzo?

—Um.

—¿Por qué no vamos a uno de los restaurantes que ofrecen menú especial para parejas?

—Um.

—Xiao Yan, tengo una mejor idea, ¿por qué no reservamos una habitación en algún buen hotel para esta noche?

—Um.

—Guan Xiao Yan, ¿me estás escuchando? —gritó furioso y yo temblé.

—Director Wang, ¿has dicho algo? —Lo miré desconcertada.

—Creo que estás hechizada por un espíritu maligno. —Parecía inquieto.

Bajé la cabeza.

—Oh, no estoy embrujada, solo me siento un poco mal…

—Vamos, te llevaré al hospital. —Me tomó por la muñeca.

—No hay necesidad. —Retiré mi mano con suavidad—. Pero Wang Kai… ¿puedes darme medio día libre hoy?

Wang Kai accedió y se ofreció a llevarme a casa, lo rechacé con amabilidad y me dispuse a salir de su oficina.

—Xiao Yan… En caso de que haya algún problema, recuerde llamar a su jefe.

—De acuerdo, gracias jefe.

♦ ♦ ♦

En cuanto llegué a casa me senté en el sofá, fue como si mi energía hubiera sido succionada.

No quería volver a verlo, ¿por qué el destino se empeñaba en juntarnos? ¿Por qué el mundo era tan pequeño?

Ya lo había olvidado, entonces, ¿por qué mi mente se quedó en blanco en cuanto lo vi? ¿Qué derecho tenía él de llamarme «YanYan»? El otoño había llegado y sentía un poco de frío. La luz del día se filtraba y se extendía por la alfombra de la sala. Lo recordé de pie, alto y firme bajo el hermoso sol de otoño, me llamaba «YanYan» mientras sonreía. Me sentí aletargada, tal vez estaba cansada, me acosté en el sofá y caí en un sueño profundo.

Me desperté por el sonido de la puerta cuando se abrió, pero no abrí los ojos, no quería levantarme.

—Esta tonta —susurró Jian Li cerca de mí.

Lo ignoré. Quería seguir soñando para no enfrentar mi realidad.

Él, en un acto de bondad, me cubrió con su chaqueta. Me froté los ojos y me senté.

—Oh, estás de vuelta —murmuré.

—¿Sabes lo que has hecho? —me reprendió, enojado—. Sin avisarme, saliste temprano de tu trabajo haciéndome hacer un inútil viaje de ida y vuelta a tu oficina.

Miré hacia abajo.

—Lo siento. —Mi voz era débil.

Él levantó mi cabeza y me observó por un minuto.

—¿Por qué estás tan apagada y sin vida? —preguntó sorprendido de mi actitud.

Retiré mi cabeza.

—No es asunto tuyo.

—Entonces… —Se puso de pie y se cruzó de brazos—. Preguntaré algo que es asunto mío, ¿has preparado la cena?

Negué con la cabeza. ¿Cómo podría cocinar si acababa de despertar?

—Guan Xiao Yan, realmente eres demasiado… —Frunció el ceño, furioso.

Estaba a punto de abrir la boca para decir algo cuando, inesperadamente, «ríos» de lágrimas empezaron a fluir y no pude contenerlos.