Boda relámpago – Capítulo 62: La respuesta de Jiang Li

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami

Corregido por Meli

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Llegué a casa sintiéndome muy agotaba, tan pronto como cerré los ojos me quedé dormida.

Me desperté por una sensación de picazón en mi rostro. Jiang Li me besaba con suavidad.

Me sonrió y comenzó a desabrochar los botones de mí pijama .

—Guan Xiao Yan, ¿me extrañabas?

—Jiang Li, estoy muy cansada. —Cerré los ojos.

—Entonces descansa. —Se acostó a mi lado y me abrazó.

—Jiang Li, ¿con que estás ocupado?

—Recientemente la compañía tuvo un problema, pero no tienes que preocuparte. En cuanto lo resuelva volveré a tu lado.

—Mmm.

Después de ese día, evitaba a Jiang Li. No sabía cómo enfrentarlo, ni siquiera tuve el coraje para preguntarle si estaba teniendo una aventura, porque tenía miedo de que su respuesta fuera un «Sí».

Las palabras de Xue Yun Feng:«Jiang Li te eligió, eso significa que su gusto es malo», me hacían pensar que nunca le gusté y que solo había estado jugando conmigo.

Eso me hacía sentir como si una gran piedra presionara mi pecho, dificultándome respirar.

Xue Hong, era bonita, sexy, audaz y rica, su padre era un empresario nacional muy conocido.

He Zi dijo que Jiang Li podría estar hipnotizado por su belleza o su dinero. Sea cual fuera, él había sido atrapado.

No entendía porque Xue Hong y yo siempre estábamos en desacuerdo, ¿podría remontarse a tiempos ancestrales? ¿Por qué siempre quería arrebatarme algo?

Mientras lo pensaba, no podía evitar entristecerme. De todos modos, no tenía sentido culpar a nadie, excepto a mí misma por no ser capaz de mantener a Jiang Li.

♦ ♦ ♦

El clima primaveral era impredecible, en los últimos días, había sido similar a mí estado de ánimo: nublado y triste.

Hoy era sábado. Luego de desayunar, Jiang Li propuso dar un paseo juntos.

Caminamos un rato por el parque del lugar y nos sentamos en las sillas hechas de bambú junto a un arbusto de flores para descansar.

Hacía frío, temblando, me encogí dentro de mí abrigo.

—Guan Xiao Tan, ¿tienes frío? —Mis dientes sonaban, pero negué con la cabeza. Él se rio—. Si tienes frío ven a mis brazos.

Incliné la cabeza y no me moví, él me tomó entre sus brazos y me abrazó con fuerza.

—Guan Xiao Yan. —Acarició mi cabello—. ¿Tienes algo que decirme?

Mi corazón se hundió, mientras me congelaba entre sus brazos.

—A pesar de que somos marido y mujer, ¿debemos seguir adivinando lo que piensa el otro? ¿Crees que no me di cuenta de que has estado actuando de manera extraña estos días?

—¿No eres tú quien está actuando de manera extraña? —repliqué con enojo.

—¿De verdad?

—Jiang Li, te vi con Xue Hong.

Su agarre se hizo más fuerte.

—¿Me seguiste? —Mi silencio confirmó su pregunta. Él se rio, apartó mi flequillo de mi rostro y me besó en la frente—. Así que durante los últimos días has estado celosa, ¿eh?

Me sonrojé y asentí con la cabeza. De hecho, no era tan simple como estar celosa.

—Guan Xiao Yan, aunque me siento un poco preocupado, me gusta verte celosa. No te preocupes, eres la única mujer en quien estoy interesado. —Hizo una pausa y agregó—: Eres especialmente intrigante.

Aturdida por sus dulces palabras, mis mejillas se enrojecieron.

—Entonces, ¿por qué estaban cenando juntos? Explícame.

—Es porque nuestra compañía tuvo un problema. Y su padre es el accionista principal de Ai Rui con quién nuestra compañía tiene algunos negocios.

—Incluso si sus compañías tienen negocios entre sí, no era necesario darle mi número.

—¿Darle tu número? —Me miró desconcertado—. ¿Cómo es eso posible? ¡No quiero que nadie tenga tu número, excepto yo!

—Ella dijo que tú se lo diste.

Se disgustó y me pellizcó la cara.

—Teniendo en cuenta su carácter, ¿le crees?

Lo que dijo era cierto.

—Pero… ¿cómo obtuvo mi número?

—Mi tonta esposa. Su padre es el accionista principal de Ai Rui, si ella quisiera tu número, ¿crees que le sería difícil obtenerlo? ¿Por qué no cambias tú número? De ese modo, yo sería la única persona en saberlo, ¿te agrada la idea?

—Olvídalo, no es realista.

—Está bien. Si ella te busca de nuevo, puedes regañarla o maldecirla utilizando el lenguaje que quieras. No me importa que mi esposa se comporte como una perra.

Comencé a reír, la bruma que se había cernido sobre mí, había desaparecido.

—Ese día, cuando nos viste cenar juntos, podrías haber interrumpido y lanzado el vino tinto sobre su ropa.

Negué con la cabeza.

—Ella me hubiese golpeado, es cinturón negro.

—No te preocupes. Me tienes a mí, te protegeré. — Conmovida por sus palabras, me acurruqué entre sus brazos—. Te prometo que ella no podrá tocarte, pero tú si a ella.

—Jiang Li, eres tan malo. Pero me gustas mucho…