Dinero de consolación – Capítulo 70: Fiesta de despedida

Traducido por Hime

Editado por YukiroSaori


Después de retocar mi maquillaje y el labial, nos unimos a la fiesta. Como sea, su alteza ha llevado su brazo alrededor de mi cintura todo este tiempo y no parece que me vaya a dejar ir.

—Rud, me gustaría bailar con la señorita Julia, así que por favor déjela ir.

—De ninguna manera.

—¿Eres un niño?

Su Alteza me sonrió con dulzura cuando lo miré.

Sentí que la temperatura de mi cuerpo aumentaba debido a la suave atmósfera que él provocaba.

—Rud, puedes ver a la señorita Julia cuando vuelvas a tu país, pero yo no podré verla durante un buen tiempo. ¿No puedo bailar con ella?

—No quiero que nadie toque a Julia, mucho menos si tienen interés en ella.

—Serás odiado por ser tan celoso.

Su Alteza me miró con consternación después de escuchar las palabras de Yufa.

—¿Me odiarás por eso?

Incliné mi cabeza tiernamente como la Princesa Pao, pero al notar lo embarazoso que era, me cubrí la cara con ambas manos y dije mansamente:

—N-No lo haré…

Dulce.

Su manera irrazonable de ser, era dulce.

—Creo que estoy derramando azúcar de mi boca.

—El azúcar no sale de la boca de las personas.

Lo que quise decir no se entendió bien.

—Su Alteza es demasiado dulce.

Antes de continuar, el príncipe Yufa intervino con sorpresa:

—Oh, mi cara se está calentando.

—Sientes envidia, ¿no?

El Príncipe Yufa gruñó ante la cara engreída de Su Alteza.

—C-Como sea, por favor permítame bailar con Julia.

—Su alteza, volveré enseguida.

La expresión de Su Alteza se volvió reacia.

Al ver su expresión, mi vida cruzó frente a mis ojos debido a una abrumadora felicidad.

De alguna manera me sentí segura al verlo renuente de dejar ir su brazo de alrededor de mi cintura.

Me sujetó de nuevo y me depositó un suave beso en la cabeza.

Mi cara debe haber quedado de un rojo brillante después de eso.

—No estés tonteando

—N-No lo haré.

Su Alteza sonrió y me confió al príncipe Yufa.

—¿Cuándo se convirtió en un hombre tan celoso?

—Me preguntaba exactamente lo mismo

Bueno. Sucedió hace solo un momento.

Miré a lo lejos mientras me perdía en mis pensamientos.

Como sea, estaba más sorprendida sobre lo excitante que era su obsesión con conmigo.

—Oh, Rud es rodeado de mujeres tan pronto como lo dejas, Julia.

La primera vez que llegué a Laofan, me deprimía al ver a su alteza rodeado por mujeres. Ahora, no fui consciente hasta que el príncipe Yufa lo mencionó.

Estaba calmada, y disfruté el baile con él mientras hablábamos sin ninguna consciencia de nuestro entorno.

—¿Volverás a Laofan?

—Sí. Aún me quedan muchas cosas que sería bueno vender.

Yufa sonrió con alivio cuando escuchó mi respuesta.

—Me gustas. ¿Aún puedo pensar que tengo una oportunidad contigo?

Al ver la expresión del príncipe, sonreí con ironía.

—Mi respuesta no ha cambiado. No creo que haya una oportunidad, excepto para los negocios.

—Bueno, odio decirlo pero Rud siempre está rodeado de mujeres como ahora. ¿Puedes confiar en un hombre así?

Me reí.

—Príncipe Yufa, no se trata de que “confíe” o no en él, sino de que “quiero confiar”.

Él suspiró al oír mi respuesta.

—Ya veo. Realmente envidio a Rud.

—Estoy segura de que encontrará una maravillosa compañera algún día.

—Pero deseaba que tú fueras mi compañera. Que desafortunado.

Ahora entendía que sus palabras eran ahora algo de lo que estar agradecida. Que la otra persona correspondiera tus sentimientos era casi un milagro. Pensé que era maravilloso, ya que los sentimientos de las personas no podían ser fácilmente controlados por otros.

Después del baile, el Príncipe Yufa me escoltó de vuelta a donde estaba Su Alteza.

—Preferiría bailar contigo por siempre.

Quería que dejara de mirarme tan apasionadamente.

—La próxima vez, quiero hablar de negocios.

—Ja, ja, ja. Ya veo.

Príncipe Yufa, por favor perdóname por no poder corresponder tus sentimientos.

—Rud, lo pasé bien. Gracias.

El príncipe Yufa cruzó el mar de mujeres y me llevó de vuelta al lado de Su Alteza.

Su Alteza me sonrió gentilmente y extendió su mano hacia mi.

—Bienvenida de nuevo, Julia.

Me sentía realmente avergonzada de que Su Alteza fuera tan dulce.

—H-He vuelto

Cuando me acerqué a él con timidez, él me acercó a su cuerpo y sujetó mi cintura.

—S-Su alteza…

—¿Qué sucede?

—¿No deberíamos estar menos pegados al otro?

Con una mirada acomplejada, su alteza replicó:

—Al final entendemos los sentimientos del otro. Sería un problema si la gente a nuestro alrededor pensara que aún estás disponible porque me estoy conteniendo.

¿Qué estaba diciendo con tanta calma?

—¿No estás malentendiéndome?

Su alteza me miró con seriedad.

—He estado enamorado de tí desde el momento en que lloraste porque yo caí de las escaleras… No, fue incluso antes de eso. Desde la primera vez que te vi. Y ahora pienso que es un milagro que mis sentimientos te hayan alcanzado.

Sus palabras me sorprendieron, porque nunca pensé que llevaría tanto tiempo enamorado de mí…

—Julia, por favor, solo quédate a mi lado.

La sonrisa amable de Su Alteza se convirtió en una mirada acomplejada después de su petición.

—Además, cuando volvamos, estoy seguro de que Roland y Miger no me dejarán tocarte un cabello, así que déjame ser yo mismo ahora.

No pude hacer nada más que huir riendo después de escuchar su lamentable súplica.

—¡Ah! ¡Hermana mayor Julia!

El príncipe Schnei me llamó desde el costado.

Noté que el príncipe Inzu miraba secretamente al príncipe Schneider desde la distancia, pero decidí fingir que no veía nada.

—¡Esto es delicioso, hermana mayor Julia!

El príncipe Schnei lucía tan adorable sosteniendo un plato lleno de comida y masticando. Tenía salsa esparcida por toda su boca.

Le pedí un pañuelo a un mesero y le limpié la boca.

—Gracias, hermana Julia, ¿entonces….? ¿Por qué el hermano mayor Rud está molestando a la hermana Julia?

—¿Eh?

Estaba nerviosa, pero su alteza le respondió a Schnei con una mirada seria.

—Porque somos una pareja.

—Bueno, no se puede hacer nada si es por eso.

La habilidad de su alteza para convencer al príncipe Schnei era sorprendente.

—Por cierto, ¿Estás bien, Schnei? ¿Te ha estado acosando el príncipe Inzu?

El príncipe Schnei se recostó sobre el costado de su alteza y dijo con una voz suave.

—Está bien porque solo me mira desde lejos.

Mya, quién estaba junto al príncipe Schnei, respondió con una sonrisa acomplejada.

—Si intenta hacerle algo al príncipe Schnei otra vez… Lo romperé.

¿Romperlo?

Me pregunté si debería pedirle que me explicara a qué se refería. Pero cuando miré a su alteza, vi que su expresión palideció.

¿Qué pasó?

Si miraba desde cerca, la cara del príncipe Yufa se había vuelto pálida también.

Decidí que no preguntaría nada.

—Le diré a la señorita Julia más tarde, ¿de acuerdo?

Mya me tranquilizó al verme intranquila.

Era mejor ser ignorante sobre muchas cosas en el mundo, ya que eran cosas sobre las que acabarías pensando en el futuro, pero esa sería una historia diferente.

—Príncipe Schnei, ¿volverá a su país después de esto?

—¡No! ¡Iré a la ceremonia conmemorativa del Reino Palacio!

—¡Ah!

Su Alteza y yo respondimos al unísono.  Al parecer, ambos olvidamos el Día de la Fundación Nacional.

—Su Alteza, ¿Qué tanto hemos avanzado en las preparaciones?

—Eh, ¿creo que la mitad, quizás?

—¡Eh! —exclamé con horror, mientras la mirada de su alteza se perdía en la distancia.

—¡Seremos asesinados por Roland!

—Volvamos a casa a primera hora de la mañana de mañana. Me siento mal por el capitán Bähr, pero es una emergencia. Traigámoslo. El Conde Knocker definitivamente terminará las preparaciones a tiempo.

—Tan confiable —contestó su alteza.

Sujeté el hombro del príncipe Schnei y dije:

—Príncipe Schnei, nosotros nos iremos mañana. Pero ya que eres terrible para despertar por la mañana, me gustaría que esta noche durmieras en el barco.

—¿Eh?

—Señorita Mya, ¿están listas las preparaciones para la partida del príncipe Schnei?

Mya respondió rápidamente:

—Ya están hechas.

Sonreí.

—Maravilloso. Príncipe Schnei, ¿tienes suficiente para comer?

—S-Sí.

—¡Fantástico! Señorita Mya, por favor, escolte al príncipe Schnei al barco.

—S-Si. Príncipe Schnei, ¿Entiendes que habrá problemas si no haces lo que ella dice, verdad? Vamos.

Escoltado por Mya, el príncipe Schnei dejó el salón con una sonrisa amarga.

—Príncipe Yufa. Gracias por tan grato tiempo. Debido a varias razones, deseo regresar a casa tan pronto como sea posible. Le deseo lo mejor. Su hospitalidad es sin duda sumamente apreciada.

Su alteza sostuvo la mano del príncipe Yufa con firmeza.

—Por favor discúlpenos, ya que es una emergencia. Le escribiré una carta luego. Gracias.

Después de que Su alteza se despidiera, nos fuimos juntos.

Nos quedamos despiertos toda la noche para preparar nuestra partida. Después de dejar nuestro equipaje a bordo, agarramos al capitán Bähr quien estaba teniendo un buen momento divirtiéndose. Tuvimos todo listo justo antes del amanecer.

Su alteza y el capitán Bähr (con resaca), estaban desesperados usando magia de viento, y lograron llegar al puerto del reino Palacio a la medianoche del mismo día. Ambos, su alteza y yo pensamos que fue un milagro.

Por supuesto, Palacio estaba sumamente atareado por las preparaciones del Día de la Fundación Nacional.

No había necesidad de decirlo, pero ambos recibimos un gran regaño.


YukiroSaori
Ayudaré un poco con esta novela, espero no haber pasado nada por alto. Un saludo a todos los lectores, espero disfruten su lectura.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido