Traducido por Herijo
Editado por Lucy
Azuza terminó de desayunar y regresó a su habitación para prepararse para la escuela. Aún le quedaba una hora antes de tener que salir. Sin nada mejor que hacer, decidió aclarar algo que le había estado intrigando durante un tiempo, y miró con intensidad su diccionario.
—Tener… ganas de algo… veamos…
—¿Pasa algo, Azuza? ¿Por qué estás mirando un diccionario? ¿Vas a empezar tus deberes ahora?
—No, estaba tratando de buscar algo que me ha estado intrigando. Ichy.
—Toqué. No respondiste, pero sentí que estabas dentro, así que me tomé la libertad de entrar sin permiso. ¿No debería haberlo hecho?
—No, no hiciste nada malo. No hay problema ahí. De hecho, llegaste en buen momento.
Aunque se sorprendió por la repentina aparición, Azuza le extendió el diccionario.
—¿Podrías ayudarme a buscar la expresión ‘tener ganas de algo’?
—Lo siento, no entiendo a qué te refieres.
—Verás, uno de mis compañeros de clase me preguntó una vez: ‘Escuché de mis padres que el Akaoni tiene ganas de alguien. ¿Es cierto?’ En ese momento no sabía qué significaba la expresión, y luego fue algo que quedó en el olvido con la repentina aparición de Tsukiharu, dejándome con la duda de qué quería decir mi compañero de clase… Pensé que debería usar mi tiempo libre ahora para buscar la expresión, pero no sé cómo usar un diccionario físico para buscar frases. Me está costando encontrarlo. Akaoni se refiere a Kouya, ¿verdad? No me gustaría que se propagaran malos rumores porque no puedo refutarlos… En realidad, sería más rápido si te pregunto a ti. ¿Sabes qué significa que alguien tenga ganas de otra persona? No tiene relación con el dinero, ¿verdad?
—Lo siento. No estoy muy instruida, así que no sé lo que significa la expresión. Sin embargo, puedo ayudarte a buscarla en el diccionario.
—¡Gracias! Eso sería de gran ayuda.
Ambas comenzaron a hojear el diccionario. Para su sorpresa, lo encontraron sin mucho problema.
Ganas: Un sustantivo. Tener un antojo; anhelar. Desear en secreto algo o alguien.
—De seguro esta sea la que queremos si descartamos la definición monetaria.
—Si él anhela en secreto a alguien, ¿eso significa que está enamorado?
—¿Qué? ¿Quién está enamorado?
—¿Kouya?
—¿Kouya está enamorado de alguien?
—¡¿QUÉ?!
Exclamaron ambas chicas, soltando el diccionario como si estuviera infestado de insectos. El diccionario cayó sobre el suelo de madera.
—No es posible. ¿Cómo podría Kouya enamorarse de alguien? Ese hombre es el menos adecuado para el amor y todo lo relacionado con el mismo. Es la persona menos propensa del mundo a apegarse a alguien.
—Eres bastante dura con Kouya, ¿no, Ichy? Esto es solo una situación hipotética, ¿sabes? Como si él estuviera enamorado. ¡Oh Dios mío! ¡Tienes razón! ¡Tampoco puedo imaginarlo! ¿Qué tipo de persona le gustaría incluso a él?
—¿No crees que estaría en una relación madura? Como si ambos mantuvieran una distancia adecuada y nunca perdieran la cabeza por su amor.
—¡Exacto! Entiendo lo que quieres decir. No pensé que te interesarían las conversaciones sobre el amor y las relaciones.
—Eso es muy grosero por tu parte, Azuza. ¡Aunque no lo parezca, soy una mujer! ¡Mi revista favorita para leer es Shoujo Beets!
—¡Oh, Dios mío! ¡No me digas! ¡Podríamos tener los mismos intereses! Déjame ver tu ejemplar en algún momento. ¡No he leído ningún manga ni novela ligera desde que llegué a este pueblo! ¡Ni siquiera sabía que aquí se podían conseguir revistas!
—¡Por supuesto que se puede! Traeré mi ejemplar más tarde. Oh, pero, ¿estás bien?
—¿Bien con qué?
—Azuza, te gusta Kouya, ¿verdad?
—¿Perdona?
—Te gusta Kouya, ¿verdad? Parece que estás feliz de que Kouya sienta afecto por alguien, pero ¿estás bien con eso?
—¿Yo?
—Sí, tú.
—¿Me gusta Kouya?
—¿Estoy equivocada?
—Uh…
Azuza se quedó congelada como si se hubiera convertido en piedra.
Él me ha ayudado innumerables veces y ha salvado mi vida en varias ocasiones, pero nunca pensé en él de esa manera. No negaré que me siento segura con él y que me siento emocionada cuando sonríe. Pero lo mismo se aplica a Ichy y Subaru.
—¿Por qué crees eso?
—Parece que te diviertes más cuando estás con Kouya.
—¡Me divierto contigo y con Subaru también!
—¿Quieres negarlo? Por favor, intenta pensarlo de esta manera entonces. Imagina que Kouya de verdad está enamorado de otra persona y un día viene a decirte que quiere anular su contrato contigo para hacer un contrato con ella en su lugar. ¿Cómo te sentirías al respecto? Además, te dice que ya no puede ser tu guardaespaldas porque quiere protegerla para siempre en su lugar. ¿Cómo te sentirías? Si aún estás bien, mi declaración anterior fue un malentendido por mi parte. Bueno, si la expresión en tu rostro es indicio de algo, no fue un malentendido.
—¿Qué expresión tengo?
—Te ves triste y solitaria.
—Ya veo…
Incluso Azuza era consciente del terrible estado de su rostro después de imaginar la situación como algo real. Se sentía con ganas de llorar después de imaginar a Kouya y a alguna mujer bonita alejándose con intimidad tomados de la mano, dejándola atrás.
—¿Crees que me gusta Kouya?
—Así lo creo.
Azuza se dio cuenta de sus sentimientos después de que se los señalaran. Su cuerpo se calentó, como si toda su sangre estuviera hirviendo, y sus oídos se pusieron rojos brillantes. Al darse cuenta, tuvo la corazonada persistente de que todas sus acciones hasta ese momento estaban fundamentadas en esos sentimientos.
El calor se desvaneció al instante en que recordó la conversación que había tenido con Ichy: los rumores sobre él estando enamorado de alguien.
Si Kouya está enamorado de alguien, el día en que me di cuenta de que lo amo será el día en que me encuentre con un amor no correspondido. Podría luchar contra cualquiera que esté enamorado de él, pero no hay forma de vencer a la mujer a la que él ama. Lo máximo que puedo hacer es esforzarme para que él me note más que a ella.
—¿Crees que Kouya está enamorado de alguien?
—¿Te refieres al rumor de ‘el infame Akaoni tiene ganas de alguien’? Creo que no es más que un rumor. Él atrae rumores extraños. El rumor esta vez es un poco único, pero ¿por qué no le preguntas si te preocupa?
—¿Qué le preguntó?
—¿No está bien tomar el enfoque simple y preguntar: ‘¿Amas a alguien en este momento?
—No puedo preguntar eso.
—¡Por favor, inténtalo! —animó Ichy con los puños apretados.
Azuza se sintió mal por Ichy, que estaba animándola, pero no tenía el valor para hacer una pregunta tan audaz. Y, de todos modos, acababa de darse cuenta de sus sentimientos. Tenía la corazonada de que todo era un malentendido. Es cierto que tenía sentimientos por él, pero todavía no sabía si eran de amistad o hacia alguien del sexo opuesto.
Hubo un suave golpe en la puerta.
—Oh, ¿quién será?
—¿No es Kouya? Hablando del rey de Roma y aparece.
—No puede ser él. Todavía faltan treinta minutos para nuestra hora habitual de salida. No es Kouya…
—¿Me llamaste?
Azuza se congeló en el momento en que abrió la puerta y sus ojos se encontraron con los de él, el mismo hombre en el que no podía dejar de pensar. La temperatura de su cuerpo se disparó cuando él la miró, su expresión no era diferente a la habitual.
—K-K-Ko-Kou-Kouya. ¿Qué necesitas?
—¿Estás bien?
—¡Sí! ¡Estoy bien! ¡E-Estoy s-súper bien! ¡Como un silbido! —exclamó Azuza, levantando ambos puños en una pose de lucha.
Algo frío tocó de repente su frente. La temperatura de su cuerpo estaba a punto de explotar cuando se dio cuenta de que era su mano.
Sin prestar atención a su reacción, Kouya acarició sus mejillas entre sus manos y ladeó la cabeza.
—Te sientes un poco caliente. ¿Tienes fiebre? Preferiría que sí. ¿Quieres quedarte en casa hoy?
—¿Preferirías que tuviera fiebre?
—Sí. Así puedo pasar el día sin perder tiempo preocupándome por Tsukiharu. Puedes quedarte conmigo todo el día hoy.
—¡Estoy escuchando cosas!— gritó Azuza.
—¿Eh?
—No me hagas caso. Ahem. Me disculpo por perder la compostura. ¡Estoy en perfecto estado de salud! ¿Ya vamos a la escuela? ¡Hoy temprano, ¿eh?!
Dios mío, no puedo creer que haya pensado que escuché algo como “puedes quedarte conmigo todo el día hoy”. ¡Una chica enamorada da miedo! ¡Un cerebro enamorado da miedo! ¡Un cerebro confundido por el amor da miedo!
—Es un poco temprano, pero pensé que sería agradable ir caminando despacio. Dudo que haya mucha gente a esta hora y quiero hablar contigo sobre algunas cosas.
—¡JA, JA, JA! ¡Suena como una cita!
¿¡Qué diablos acabo de decir?! ¿¡DIJE ESO!?
Azuza movió frenética los brazos para distraerse de lo que había soltado debido al calor que subía a su cabeza, pero Kyouya no mostró signos de estar molesto por ello. Sus ojos se abrieron un poco, seguidos de una expresión pensativa.
—Buena idea. ¿Quieres salir en una cita conmigo?