Creo que mi prometido se ha rendido – La hija del Duque: Capítulo 2


Elisa
Hi … n.n aqui presentandome xd soy su nueva traductora Elisa aquí trabajando con Narumi no me presente en el primer capítulo pero agradezco el buen recibimiento que tuvo la novela n.n espero que la disfruten

Dos semanas después de aquella fiesta nocturna, Christina fue invitada a una fiesta de té en el palacio real. La que la citó fue la reina y la hermana pequeña de Alberto, que cumplió trece años, Ana, ambas con las que tenía una buena relación desde su temprana edad.

——El jardín de rosas está en su mejor momento, así que por favor venid.

Se lo dijo así, no podía hacer otra cosa que aceptar la invitación.

Tanto la reina como Anna siempre la habían tratado bien, y como si fueran una verdadera familia mantenían una conversación amable, por lo general la fiesta del té sería muy agradable.

Sin embargo, el sentimiento de Christina fue débilmente nublado.

Elisa
aquí la traducción varía a veces dice oscurecida pero el mensaje es el mismo que vendría a ser que no se sentía emocionada todo lo contrario, por la situación con Alberto. Pd: Christy te apoyo… xd

Al fin y al cabo, en la fiesta del té de hoy, en el jardín con vistas al lago, al otro lado de la torre oeste, Alberto y su amigo Emil, un miembro de la casa de un Marqués, darían un paseo junto a Clara.

No quiero ver eso…

Sin embargo, Christina del juego los encontró, invitó a Clara y la guió alrededor del jardín de rosas, luego fingiendo un accidente ella le salpicaría el té sobre su vestido. Para la sorprendida Clara, Christina sonreía suavemente y la impulsaba a irse a casa.

Ahh, tan desagradable. Olvídate de salpicar el té, ni siquiera puedo llegar a ver a Alberto-sama y Clara charlando. ¡Podría incluso llorar…!

De repente, con los ojos llorosos, Christina ni siquiera notó la dudosa mirada de la doncella que entró junto con ella.

Christina, que fue llevada al jardín oeste del Palacio Real ── apodado el jardín de rosas, pesimista, alzó su mirada que había estado fijada al suelo desde antes.

[Nota: aquí espero que se entienda que Christy estaba mirando el suelo]

Con un el cabello negro suelto ondeando flojamente y fluyendo sobre su espalda, la figura de una hermosa mujer estaba de pie en el centro del jardín de rosas. Sus largos ojos similares a los de Alberto expresaban vívidamente el hecho de que ella era su madre.

Hoy, la reina también mostró una sonrisa hermosa y gentil.

Encima de la mesa redonda a su lado, los bizcochos estaban alineados, y la criada estaba preparando el té.

De repente, Ana que estaba sentada agitó su mano de una manera amistosa.

—Ah, ¡Chris nee-sama! Finalmente llegaste. ¿No estás un poco tarde hoy?

Ya que era inadmisible devolver el saludo de Anna antes de saludar a la reina que se había levantado para darle la bienvenida, Christina sólo sonrió dulcemente y luego procedió a saludar a la reina.

—Estoy muy agradecida por haber sido invitada el día de hoy. Por llegar más tarde de la hora acordada, expreso mis sinceras disculpas…

Como ella no quería ir, ella tomó inadvertidamente más tiempo en vestirse, lo que le hizo llegar tarde. La reina alzó las cejas por un instante, pero rápidamente mostró una suave sonrisa.

—Está bien, Christina. No era muy tarde. En su lugar, Anna es más descortés, ya que ni siquiera dio sus saludos correctamente. Bueno, creo que debemos tener una charla…

Por un instante la reina con una mirada afilada miró a Anna, mientras que Anna apretó los labios y hizo un puchero.

—Qué hay con eso. ¿No está bien, ya que nos convertiremos en familia después de todo?

¿¡No sería malo si saludo rígidamente a onee-sama cada vez y luego se sienta incómoda sobre ello!?

La criada preparó el té aromatizado con rosas. Por lo general, esta sería una escena en la que alegremente sonreiría por estar cerca de la familia real, pero para Christina, en el momento en que no podía evitar sentir un dolor punzante en su pecho, como si estuviera siendo picado por una aguja.

—Gracias por sus amables palabras, Anna-sama. Sin embargo, sigo siendo una mera prometida. Por favor piensen de mí de la misma manera como lo haría con cualquier otro noble.

Después de que Alberto cambiaría a su pareja de compromiso a Clara, sería impensable para ella evitar ser tratado como un miembro de la familia, así que en lugar de crear un ambiente incómodo, sería mejor corregirle tan pronto como sea posible.

Ana inclinó la cabeza en perplejidad.

— ¿Qué pasó? ¿Tuviste una pelea con onii-sama?

Naturalmente ella se sentiría extraña, ya que Christina que generalmente sólo aceptaría su peculiaridad y como repentinamente le corrigió.

Christina sonrió dulcemente.

—No existe tal cosa. Su Alteza siempre me ha tratado con cuidado. Es solo, que me he dado cuenta de lo inadecuado que es para que mí actuar más allá de mi condición social.

—Eeeeh ~. Verle sólo como una dama de una casa ducal a esta hora me es imposible,ya sabes. No ¿Está bien, después de todo, en el futuro va a ser mi verdadera hermana, ¿verdad? ¿O podría ser, te has cansado de onii-sama?

Bruscamente, su pecho empezó a doler.

Quien se ha cansado no soy yo, pero es Alberto-sama.

Christina mostró una sonrisa fugaz.

—No… Su Alteza es un hombre tan maravilloso que se desperdicia en mí…Para estar cansado de él es…

Imposible. Después de todo siempre lo he amado.

La voz suave, y la sonrisa que me daba sólo hacia mí. Cada vez que hice una travesura infantil, mostraría una cara de preocupación, sin embargo, finalmente me mostraría su sonrisa, a veces me lleva a un lugar con un paisaje hermoso, y me da un beso. Ese tipo de maravillosa príncipe, como podría odiarlo?

A partir de ahora, esa sonrisa, ese amable gesto, esos maravillosos paseos, e incluso ese beso hábil, todo será girado hacia Clara.

Es realmente desagradable…

Christina abatida prefirió mirar hacia abajo mientras tomaba un sorbo del té aromático.

La Reina que estaba mirando Christina silenciosamente, abrió la boca.

—Hoy en día parece estar desanimada, Christina. Cuando mi preciosa hija muestra tal cara triste, la madre está muy preocupada. Si usted tiene algún problema, por favor decirlo.

Al escuchar estas palabras perfectas parecidas a la de una verdadera madre, las mejillas de Christina enrojecieron. Incluso después de negar su propia posición, la reina totalmente lo rechazó y le dijo que ella se siempre la vio como una hija real.

[Nota: en la traducción es pensó pero se le modificó para darle concordancia.]

Anna sonrió alegremente.

— ¡Así es, si tienes algún problema por favor decirlo, onee-sama!

—N.. no … ese tipo de cosas. No soy digna de tales palabras…

Elisa
Dejate querer xd

Casualmente, Anna apoyó la barbilla en sus manos.Ya que no había nadie diciéndole que era algo malo.

—Aah, ¿podría ser esa persona? La hija adoptiva de la casa del Marqués.

Aunque no lo demostró en el rostro, el cuerpo de Christina se enfriaba. La reina levantó su rostro.

— ¿De qué estás hablando?

—Uhhh… Si no me equivoco, la dama que se convirtió en la hija adoptiva del Marqués Schönhausen la cual se rumoraba que es muy hermosa. No he asistido a ninguna fiesta aún, pero era incluso famosa entre mis amigos.  Y sobre que Onii-sama le ofreció su ayuda.

La reina crispó sus cejas, mientras que Christina sólo sonrió irónicamente.

— ¿Me pregunto qué tipo de cosas sucedieron para que las cosas salgan de esa manera?

Ya que Ana no estaba presente en la fiesta por la noche ella no pudo contestar, así que Christina respondió.

—No fue gran cosa. La dama de la casa del Marqués Schönhausen fue recientemente adoptada, por lo que el otro día, fue la  primera vez que asistió a una fiesta nocturna……. Durante los saludos, con su Alteza que tiene un gran corazón, sólo dijo que él siempre estaba dispuesto a darle un Consejo.

Sólo por recordarlo, su cuerpo se sentía como si fuera quemado por una llama ardiente.

Por qué debo yo, dar un seguimiento a mi rival de amor…

[Nota: también se puede traducir como mantenerse al tanto o estar enterada de lo que hace su rival]

Casi resentida por su propia situación y esa chica, Christina negó con la cabeza dentro de su mente.

No, todo es por Alberto -sama.

Sin duda es lo mejor para la persona que amo. Ser feliz con la persona con la cual cayó en el amor, a ser comprometido con una persona que no le gusta e incluso casarse con ella de mala gana, ¿no sería demasiado doloroso?

Sintiendo un poco de dolor, los ojos de Christina comenzaron a humedecerse.

—Es así …… Viniendo de ese niño, fue una especie de promesa imprudente….

[Nota: aquí también se puede traducir como palabra desconsiderada o irreflexiva]

Con una voz que parecía estar meditando sobre algo, la reina volvió su mirada hacia arriba a la dirección de la torre oeste. Como el primer piso era un pasillo abierto, era posible echar un vistazo al lago que cruzaba la torre oeste.

Al seguirle con la mirada, observó que detrás de la figura de Alberto que se dirigía hacia el lago, se encontraba un hombre joven con cabello castaño. Era su amigo, Emil.

Con una voz como si fuera golpeada con una buena idea, Anna propuso una sugerencia.

—Aa, no es ese onii-sama! Nee, Chris nee-sama, ¡Date prisa y ve! Después de todo no sería raro que su querida novia apareciera de repente, estoy segura que onii-sama se pondrá muy contento.

—… Ese tipo de cosas

Si ella iba a ir al jardín con vista al lago, ella se enfrentará con la escena donde Alberto y Clara íntimamente tenían su paseo. Definitivamente no quería ver eso.

Sin embargo, la reina también estuvo de acuerdo con la sugerencia.

—Eso es cierto, por favor vaya. Está bien, incluso si usted dice algunas quejas.

—… No… Es decir…

Alentada por la reina y la princesa, no había nadie que pudiera rechazarlo.

Ahh, así, no tengo más remedio que sufrir este tipo de destino … ..

Incluso mientras estaba cubierta de desesperación, Christina sonrió.

Dirigiéndose hacia el jardín con vistas al lago, Christina cruzó el jardín de rosas donde las flores aromáticas florecieron. Al pasar por el pasillo de la torre oeste, los encontró de inmediato.

El lago donde la luz era reflejada de forma difusa. Caminando alrededor de la orilla del lago manteniendo una conversación agradable un hombre apuesto, Alberto y una belleza cuyo pelo rubio parece estar reflejando la luz. Junto a Emil, que por consideración hacia a los dos, fue y devolvió el caballo que solían usar para llegar allí.

Alberto la miraba fijamente con ojos muy gentiles. Brillando, los ojos de Clara, era exactamente el aspecto de una doncella enamorada, que contemplaba de todo corazón al príncipe de este país.

Estar a punto de casi llorar sólo por mirarlos, ¿por qué me he vuelto tan débil?

Aunque sólo hace un tiempo, ella era una mujer de espíritu libre con voluntad inquebrantable. Fue en su cumpleaños, cuando ella se dio cuenta de que Alberto podría realmente no amarla. Posteriormente después de adquirir recuerdos de ese otro mundo, cayó en la desesperación. Desde entonces, todo cambió.

Quiero llorar y gritar en voz alta.

Dios, esto es realmente malicioso…

A pesar de que sería mejor si lo hubiera sabido antes de quererlo tanto.

Sintiendo una presencia, Alberto quien estaba mirando fijamente a Clara, de repente levantó la cabeza, mientras que Christina se dió la vuelta rápidamente.

Si ella se encontrará con los dos aquí, ella sería definitivamente incapaz de detener el desprecio que sentiria hacia ellos.

A pesar de estar en el Palacio Real, es impropio para un hombre y una mujer que no están comprometidos a pasar su tiempo a solas.

Como si… yo quisiera decir la misma línea, como pasó en la historia.

En la historia, cuando Christina le culpa, Alberto frunce ligeramente el ceño y declara que su amigo Emil estaba también con ellos, mientras que Clara rápidamente se disculpa. Después, fingiendo entender la situación, ella invita a Clara al jardín de rosas y pretendiendo un accidente salpica el té sobre Clara.

Si realmente lo hiciera, podría en realidad sentirme mucho mejor.

Sin mirarlos, Christina se dirigió hacia el jardín de rosas con una mirada indiferente.

Esa jovencita pura e inocente nunca lo comprendería, lo doloroso que es, lo molesto que es que te arrebaten a tu ser querido. Sin saber nada, con una sonrisa inocente, ella me priva de lo más preciado…

Aunque ella quisiera acosarla o hacer cualquier arreglo necesario. Sin embargo, Christina nunca lo haría. Su orgullo no le permitiría ser un obstáculo para este romance.

Un hombre que no me elige me es innecesario.

— ¿Christina…?

Débilmente, oyó una voz llamando a ella por detrás. Sin embargo Christina, fingiendo no escuchar, siguió avanzando en dirección al jardín de rosas a un ritmo más rápido.

No me importa. No actuaré de acuerdo con la historia. Si Clara realmente lo desea, debe hacer un esfuerzo por ella misma

Cubierto en los celos y la aflicción, sólo una vez, Christina miró hacia atrás.

Se mantenía llamándola casualmente con una expresión tranquila.

De pie a su lado, las mejillas de la chica estaban ruborizadas, como si enfatizara la prueba de su agradable conversación.

—Para mí, usted es innecesario.

Christina dirigió una mirada filosa hacia nadie más que Alberto.

—La culpa no es de Clara. El culpable es usted, infiel.

Alberto sorprendido abrió los ojos.

Después de mostrar su insatisfacción y despejar su mente un poco, Christina nuevamente se dio la vuelta y salió del lugar sin decir nada más.

En el centro del jardín de rosas, la Reina y Ana estaban tomando su té tranquilamente. Al ver que Christina regresaba con paso rápido, la reina alzó las cejas.

—Oh querida, Christina. Sobre el asunto con ese niño…

No pudo escuchar la oración de la Reina hasta el final. Era porque desde atrás, de repente, una voz aguda que se asemejaba al sonido de una campana la llamaba.

— ¡Christina-sama…!

Aunque su voz era encantadora, era demasiado fuerte. Levantar la voz dentro del palacio real, era realmente un acto que carece de cualquier sentido común. La Guardia Imperial podría incluso moverse al pensar que algo ha sucedido.

Anna quien escuchó la voz demasiada alta, se estremeció del susto.

[Nota: estremecer significado -. Hacer que una persona tiemble de frío, miedo, emoción, etc.]

Christina se dio la vuelta para hacer frente a Clara y la miró tranquilamente. Ella pensó que al hacerlo, Clara sería capaz de entender cómo debería haberse comportado.

Sin embargo, con una mirada nerviosa pero adorable,Clara que apretó ambas manos delante de su pecho empezó a hablar de manera vehemente y fuerte.

[Nota: vehemente .-Que actúa de forma irreflexiva, dejándose llevar por los impulsos.]

— ¡Err, fue un malentendido, Christina-sama…! Justo ahora, a pesar de que estaba caminando a solas con Albert-sama, definitivamente no hicimos nada vergonzoso …

— ¿Cómo puedes decir eso con una voz tan alta …?

Christina estaba aturdida. Para declarar en voz alta que ella estaba sola junto con el príncipe, Christina no podía pensar en ello como algo más que un desafío para ella.

Como prueba, Anna se puso de pie.

— ¿Qué quieres decir con eso?

De pronto, Clara se dio cuenta de que la reina y la princesa estaban allí. Con un rostro sorprendido, se mordió los labios mientras se frotaba los hombros.

—Ah, no… Eso fue, Christina-sama vio cuando estaba coincidentemente sola con Su Alteza Alberto. ¡Ya que ella me fulminó con la mirada y se veía tan enojada, sentí  que debía explicarle la situación…!

—No tenía la intención de mirar a usted de esa manera sin embargo…

Por otra parte, si hablaba sobre él de tal manera, Christina parecería como un demonio. Se escuchaba como si Christina fuera una persona de mente estrecha que, a pesar que Clara no estaba haciendo nada malo, mientras que Christina se enojo solo por verlos juntos a Clara y Alberto.

La reina y Ana miraban sorprendidas a Christina.

Me pregunto… ¿es esto lo que se llama la rueda del destino…?

Christina, que observaba la situación con un sentimiento frío, simplemente sacudió la cabeza.

—Yo no tenía ninguna intención de mirarte de esa manera. Por favor, estar a gusto. Sin embargo, aunque sea un poco, ¿podría bajar la voz? Dado que este es el palacio real, si usted levanta la voz de esa manera, los guardias podrían preocuparse.

Clara, por alguna razón, se estremeció y su cuerpo se tenso, mientras hacía una mueca como si viera algo aterrador.

Seguramente mi estado de ánimo está en su peor momento, y también siento celos de ella. Aunque no muestro ninguna sonrisa, ¿me veo tan aterradora?

Pensando así, inclinó la cabeza.

Luego, tal vez provocada por la anemia, Clara inestablemente comenzó a caminar y tropezó con la mesa redonda. Con un ruido kachank, el té del cual Christina iba bebido un sorbo fue derramado.

El té cayó completamente en el vestido de color azul claro. Mirando el vestido mojado como si fuera una tragedia, Clara empezó a gritar.

— ¡Kyaaaa…!

De pie junto a ella, Christina detuvo rápidamente la taza que casi se cae al suelo debido al asombro de Clara. De alguna manera Christina logró agarrar la taza antes que chocara contra el suelo, al escuchar pasos acercándose levantó la cabeza.

Alberto en compañía de Emil. Observaron a Clara, que estaba asustada y con el vestido ensuciado, y a Christina que sostenía la taza de té, ambos intercambiaron miradas.

Emil frunció el ceño.

— ¿Christina-sama…?

Christina levantó sus cejas. A su lado, Clara clamaba.

—Aaah…! Yo no puedo demostrar tal apariencia delante de su Alteza…

Yo que tengo en la mano una taza vacía, seguramente parece que fui yo quien salpicó el té a Clara. Sin embargo crear una excusa sólo sería molesto. Está bien, incluso si usted juzga inmediatamente que Christina estaba acosando a Clara sin confirmar la situación.

Ella devolvió la taza a la mesa, y la doncella rápidamente trató de limpiar su mano que iba terminado humedecida con un pañuelo.

Christina la detuvo y le envió una señal a la doncella.

—No quiero que me ayudes, pero a Clara …

La doncella, definitivamente estaba más preocupado por la mano ensuciada de Christina quien había conocido durante mucho tiempo, en lugar de ayudar a una niña que apareció de repente, que hizo un alboroto levantando la voz y finalmente se cubrió de té por su cuenta.

—… Ojou-sama, por el momento por favor venga aquí…

Con el fin de dejar que ella cambiara su vestido, Clara estaba siendo guiada al castillo. La reina y Ana, se ven obligadas a escuchar arbitrariamente la voz fuerte que era imposible en el Palacio Real, todavía estaban en un estado despistado.

[Nota: despistado se refiere que Anna ni la reina entendían que sucedía.]

Emil miraba con duda a Christina.

— ¿Lo que ha sucedido…?

Esos ojos estaban preguntando, ¿podría ser que usted le salpicó el té?

Cuando su mirada casi se volvió fría, de repente recordó su posición como hija de un duque y sonrió tranquilamente

—Ella parecía tener anemia. Cuando ella empezó a caminar de manera inestable, tropezó con la mesa y el té se derramó.

Como ni siquiera se presentó, Christina no tuvo ninguna intención de pronunciar el nombre de Clara.

—Eso es así… Sin embargo, ¿por qué estabas sosteniendo la taza de té?

Parece que Emil también fue cautivado por el encanto de Clara.

Por lo general, el hijo de un noble nunca investigar tales cosas. Incluso cuando lo dudaba, solo mostraria una sonrisa y aceptaría las palabras de la otra parte.

Clara, incluso cuando entró en la ruta de un hombre, era un personaje que hacía que los hombres que la rodeaban se enamoraran de ella a su antojo.

Sin dejar que su sonrisa se desmoronara, Christina respondió.

—Como la taza casi se cae al suelo,la atrapé. Por favor esté a gusto. No importa lo que pase, no soy una persona sin orgullo que acosaría a una mujer.

Implícitamente, ella declaró que incluso si se enojara por los celos, nunca haría algo como eso, sorprendido por aquella declaración no sólo Emil, sino también Alberto, que escuchaba la conversación sonriendo, abrió ampliamente los ojos.

Enfadada por esa reacción, frunció el ceño ante Alberto.

El levanto sus cejas y sonrió.

—Sin embargo, mi prometida parece bastante enojada.

Elisa
De quien sera la culpa

Como era de esperar, él está dudando de mí.

Parecía como si para Albert, Christina no fuera la gentil y apacible novia que ya conocía.

A pesar de sentirse un poco triste, Christina apartó los ojos y dirigió una sonrisa hacia la reina y Anna.

—Incluso después de haber sido especialmente invitada, debo disculparme por crear este tipo de ambiente.

La Reina que se recompuso, de repente, parecía perpleja.

— ¿Christina?

Christina se sostuvo el vestido y se inclinó. Con eso solo, su intención se ha aclarado.

—Por favor, permítame excusarme por hoy. Espero con interés nuestra próxima reunión.

Sin prestar atención a Alberto que era un príncipe, Christina se retiró de ese lugar. Su espalda transmitía sus sentimientos,

No quiero verte nunca más.

17 respuestas a “Creo que mi prometido se ha rendido – La hija del Duque: Capítulo 2”

  1. Me re carga cuando hacen a una “heroina” de esa forma. Como que hechiza a los hombres, es tan dulce e inocente que todos caen por ella y bla bla bla.

    Esta bien, hay hombres y hombres. Pero pensar que sin importar su perosnalidad todos caigan ante un encsnto asi.. molesta.

    1. Amo en serio el hecho de que Christina no culpe tanto a Clara, si no a Alberto, tiene toda la razón, él es culpable por dejar que la otra se meta

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