Dama a Reina – Capítulo 89: Sin fuego, no hay humo

Traducido por Kiara Adsgar

Editado por Yusuke


Este capítulo entra en detalles con el abuso físico y psicológico, leer bajo su propio riesgo.

—Obtendré una confesión esta tarde. Rosemond será juzgada por intentar asesinar a un miembro de la familia real.

—¿La condenarán a pena de muerte?

—Si no sucede nada inusual, sí —dijo Patrizia con una mirada pensativa—. Cuando el escándalo se haga público, el duque Ephreney no tendrá razón para aferrarse a Rosemond. Nadie se opondrá.

—También lo creo —acordó Petronilla.

—¿Cuándo volverá la duquesa Ephreney?

—Esta tarde. Como a las cuatro en punto si no pasa nada más.

—Muy bien, Nilla. —Patrizia exhaló—. Será bastante caótico si todo sucede al mismo tiempo pero… si prefieres terminarlo rápido, está bien.

—¿No es ese el plan? Que bueno sería si todo fuera en orden. El problema es que el mundo no funciona de esa manera —dijo Raphaella y Petronilla asintió con la cabeza.

—Será mejor que termines con esto, Rizi. El castigo es corto, pero la recompensa es larga.

—Así es —dijo Patrizia con un suspiro—. Pero aun así, me gustaría hablar con Su Majestad solo después de tener pruebas de los pecados de Rosemond.

Está vez no dejaría nada al azar, en esta ocasión tendría éxito.

 ♦ ♦ ♦

La duquesa Ephreney miró por la ventana de la cabina con la tristeza marcada en su rostro. Las olas azules y cristalinas chocaron contra el casco del barco. Una gaviota giró cerca y lanzó un grito.

Era un paisaje marino tranquilo, pero la duquesa Ephreney solo podía mirar por la ventana con la cara pálida. Era como si hubiera perdido todo placer en la vida, y no quedarán emociones dentro de ella, de pronto alguien la llamó.

—Mi señora…

Ella permaneció en silencio. La oradora era una de las viejas damas de compañía de la duquesa Ephreney, pero no tenía esperanzas de obtener una respuesta.

—Pronto llegaremos a ese Imperio Mavinous —anunció la dama de compañía.

Una sola palabra sería suficiente respuesta, pero la duquesa Ephreney permaneció en silencio. La dama de honor respiró hondo y salió sin hacer un ruido más de la cabina. La puerta se cerró con un golpe y la duquesa se quedó sola. Seguía mirando el mar con sus ojos desenfocados. Después de un tiempo, las lágrimas corrieron por sus mejillas.

 ♦ ♦ ♦

Una hora después, el barco que transportaba a la duquesa Ephreney ancló en un gran puerto en el Imperio Mavinous. La dama de compañía se acercó a la duquesa para escoltarla.

—Hemos llegado, mi señora. Vamos, por favor.

La duquesa movió su cuerpo en silencio. Todos los que conocían sus circunstancias le dedicaban miradas comprensivas. Normalmente estaba prohibido mirar a una duquesa de alto rango, pero las reglas fueron ignoradas por el momento. Ni la duquesa Ephreney ni sus sirvientes hicieron el esfuerzo de detener las miradas de todos modos.

Pronto, un carruaje de la residencia se detuvo frente a la duquesa Ephreney. No se movió al ver el carruaje familiar que venía a recogerla. Era como si su alma se hubiera ido lejos y solo quedará su cuerpo vacío como un caparazón sin dueño. La dama de honor tiró de ella hacia el carruaje sin recibir ni una sola palabra de queja.

En el camino a la residencia, la duquesa se quedó quieta, sus labios no se movían ni un milímetro. Ella había permanecido en este estado desde la semana anterior.

Su amado hijo, su única descendencia ya no estaba y la duquesa sentia que no habia nada mas que pudiera hacer en esta vida.

 ♦ ♦ ♦

Mientras tanto, Petronilla tenía previsto reunirse con lady Trisha, la hija del duque Vasi, por la tarde. La dama le había enviado una invitación a un evento anterior, y Petronilla la había pospuesto. Ahora era un buen momento para una visita.

—Saludos, lady Trisha.

Petronilla entró en el jardín del duque Vasi con una elegante sonrisa social. Lady Trisha tenía un gran interés en la jardinería, y se veía tan hermosa como las flores a su alrededor. Llevaba un vestido de color verde claro y marrón, que la hacía parecer estar vestida como un elegante roble que se mantiene en pie a pesar de la circunstancias, se puso de pie y saludó a Petronilla.

—Bienvenida, lady Petronilla. No puedo creer que haya venido en un momento como este —dijo notablemente sorprendida—. ¿No está el palacio al revés en este momento? Pensé que no podrías asistir.

—No, en absoluto, mi lady. De hecho, debido a toda la conmoción, Su Alteza lamenta no haber podido invitarla en los últimos tiempos.

—Lamento que Su Majestad tenga tanto trabajo —dijo Trisha, y tragó saliva nerviosa—. Espero que capturen a quien se atrevió a intentar dañar a la Madre Imperial.

—Por supuesto —respondió Petronilla con calma—. Muchas personas en la prisión están trabajando duro en este momento para obtener una confesión.

—Espero que todo salga bien. Escuché que lady Ethylaine es la principal sospechosa.

—Es una pena. ¿No ha estado bajo sospecha de haber intentado asesinar a la reina recientemente? Quizás las sospechas no eran infundadas como se creía —dijo Petronilla.

Por supuesto, Rosemond había sido liberada en aquel momento, pero era obvio que se trataba de ella. Petronilla aceptó una taza de té traída por la criada.

—¿Es el conde Grey?

—Sí, mi señora. ¿Te gusta?

—No me gusta —respondió Petronilla, y tomó un sorbo. Todavía hacía un poco de calor, pero pensó que debería beber más.

—Entonces, ¿qué pasaría si lady Ethylaine resulta ser la culpable?  —preguntó lady Trisha.

—Bueno… nada fuera de lo común. La ley Mavinous establece que una persona que intente asesinar a un miembro de la familia real será ejecutado, independientemente de la razón. No es muy diferente de otros países. La marquesa no puede escapar de la ley, aun siendo hija de la familia Ephreney.

—Entonces, si eso sucede… bueno, no sé si la familia Ephreney podrá protegerla.

—También lo creo. —Petronilla esbozó una sonrisa suave, luego cambió de tema—. ¿Hay alguna otra historia interesante en estos días? No he estado muy cerca del entorno social en estos dias y siento que me estoy quedando atrás.

—Ah, ahora que lo pienso, has estado muy ocupada —dijo lady Trisha asintiendo—. Bueno, debe haber una historia interesante o dos por ahí. Quién tuvo una aventura con quién… ¿ese tipo de escándalo?

—Pero entre esos… debe haber algún rumor interesante.

—¿Rumor? Bueno… veamos. —La joven dama reflexiono por un momento, y luego su rostro se iluminó—. Bueno, no sé muy bien sobre esto… ademas dicen que puede que no es un completo rumor.

—Oh ¿qué es? —preguntó Petronilla con evidente interés.

—Como sabes, la familia Ephreney ha pasado por mucho en estos días. No son cosas buenas, por supuesto —dijo Trisha, pero de repente parecía que había cometido un error—. Oh, ahora que lo pienso, eres cercana a la duquesa Ephreney.

Petronilla esbozó una pequeña sonrisa.

—Bueno, de alguna manera termine haciendome cargo del hogar en su ausencia, pero es el mayordomo quien hace la gestión real.

—Pero no es fácil dejárselo a alguien más, ¿verdad? Eso significa que la duquesa confía en ti —murmuró Trisha—. Sí, pero quizás sea preferible dejarlo a otra persona que a una amante.

—No parecen estar en buenos términos —señaló Petronilla.

—Por supuesto, con todo lo que la duquesa Ephreney le ha dado al duque. Pensar que el duque alguna vez traería una amante. ¡Pero entonces, está concubina dio a luz a un hijo! —Ahora que el príncipe Ephreney falleció, las heridas de la duquesa Ephreney serán aún mayores.

—También estoy preocupada por eso. Espero que sea capaz de superarlo… —dijo Petronilla con la cantidad adecuada de dolor, luego volvió al tema original—. Entonces, ¿cuál es el rumor?

—No le digas esto a nadie más. Es… es un secreto, ¿de acuerdo?

—Por supuesto —dijo Petronilla con una sonrisa. No había secretos en esta área. Todos supuestamente tenían un secreto que nadie más sabía, pero en algún momento lo contaban a alguien más y ese alguien a sus conocidos. La frase “Eres el único que lo sabe” no tiene sentido.

Lady Trisha comenzó su historia.

—Cuando la duquesa todavía era la princesa Ephreney, se hablaba mucho sobre su matrimonio con el duque Ephreney, que en ese momento era un humilde barón, ¿verdad?

—Sí.

El actual duque Ephreney no era un sucesor directo de familia de duques como la familia Ephreney, sino que provenía de una familia de barones. Fue solo después de casarse con la única hija de Ephreney que su posición aumentó. Tal unión no tenía precedentes en ese momento y suscitó muchas conversaciones, pero Petronilla no lo sabía en ese momento.

Lady Trisha continuó.

—Bueno, se rumorea que el duque violó a la duquesa, y cuando quedó embarazada, se vio obligada a casarse con él.

—Oh Dios mío. —Petronilla ya sabía lo que Trisha estaba a punto de decir, pero fingió estar sorprendida. El rumor era cierto. El duque Ephreney, barón en esa época, violó a la duquesa Ephreney y luego se apresuró a casarse con ella cuando se descubrió que estaba embarazada. La pobre duquesa por el shock olvidó todo recuerdo de la noche en que fue violada y creyó firmemente que se había enamorado de él. El hombre con su lengua viperina la había seducido a la mañana siguiente con dulces palabras. Sería una tragedia si la duquesa descubriera esto.

—De ninguna manera. Tiene que ser solo un rumor —jadeó Petronilla.

—Eso espero. De lo contrario, me da lástima la duquesa. Si fuera real, pronto se establecería el divorcio y el duque sería castigado por engañarla.

—¿Todos conocen este rumor? —preguntó Petronilla, y Trisha bajó la voz a pesar de que no había nadie más cerca.

—Es un rumor que ha estado circulando de las bocas de las damas durante varios días. Con un poco más de tiempo y todos en el Palacio Imperial también lo sabrán. No sé quién comenzó el rumor.

—Bueno, ¿habría humo si no hubiera fuego?

—Solo las partes involucradas saben la respuesta.

—Solo los que lo saben correctamente, pero la duquesa Ephreney no puede recordarlo bien.

—¡Dios mío, si es verdad, lo siento mucho por ella! —Trisha exclamó con un movimiento de cabeza, y Petronilla sonrió suavemente. La duquesa Witherford era buena en su trabajo. A este ritmo, los rumores pronto llegarían a oídos del duque Ephreney. ¿Cómo reaccionaría él?

Petronilla sonrió interiormente al imaginar la mirada de aquel desvergonzado duque.

31 respuestas a “Dama a Reina – Capítulo 89: Sin fuego, no hay humo”

  1. jajaja la Duquesa Witherford si que tiene una lengua muy larga le fue muy util a su marido para acabar con su rival y volverse mas aliado de la reina, a todo esto pobre duquesa perder a su hijo y tener que lidiar con el violador de su marido y su zorra

  2. Que retorcidos llegan a ser algunos personajes por tener poder e influencia, no les importa el sufrimiento de los demás; de ejemplos tenemos a Rosemund y al Duque Witherford.

  3. Bufff pobrecita… Pierde a su hijo y seguro que ahora se acordará de que el @#@##@## de su marido la violó para tener más poder. .. Me gusta esta novela pero la verdad es que muestra como de miserables somos los seres humanos por poder celos envidia etc….

    1. Ese duque me da tanto asco…..Realmente me da vergüenza porque si pasa en la vida real no así creo pero por poder los seres humanos suelen hacer cosas muy sucias.

  4. Probablemente con eso lo chantajea rosemond seguramente tiene pruebas de que el duque abuso de la duquesa espero se descubra pronto y tanto el como rosemond paguen 😣😣 muchas gracias por el capítulo muahahha

  5. Gracias Kiara por estas actualizaciones, como siempre estoy a la espera por lo que cuando me encuentro con capítulos nuevos los leo en seguida.

  6. Wow me quedé en shock, me quedé loca.
    Gracias por el cap estuvo impresionante la verdad no me imaginé eso del duque y la duquesa si que pasa de todo en esta historia. Me encanta.

    1. Muchas gracias por su hermoso trabajo, se queda en la mejor parte, espero que reciba su merecido el duque. Amo esta novela tiene de todo.💖💖💖💖

      1. Me siento mal. Por la duquesa 😥😥😥
        Quiero la venganza contra ese HDP!.
        🤬🤬🤬🤬
        GRACIAS POR TRAER UN NUEVO CAPITULO!!!😁

  7. A pesar de ser un plan, a la vez siento pena y mucha por parte de la duquesa, es muy triste su historia 🤧🤧 gracias por la actualización 💕

  8. Duque, que harás ahora. Tomates a la fuerza algo que nunca te perteneció y aún así no lo valorastes.
    La mentira nunca es fácil de ocultar. Duquesa, es momento de enseñarles cual es su lugar, y iniciar una nueva vida, es difícil superar la pérdida de hijo, pero de una a otra es el punto de inflexión para ver el mundo de otra manera.

    1. Ay no, la duquesa se me hace una señora amable, por qué ha tenido que pasar por tanto… Espero por leer que pasa. Gracias por las actualización.

  9. Gracias por la traducción❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️. Ojalá sigan con maaas❤️😍🙌 se pone interesante cada vez maaas

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