Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 21

Traducido por Haru

Editado por Susibet

Corregido por Sharon

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Cuando regresé a la terraza después de la charla con Su Alteza, ya era demasiado tarde y la fiesta de té estaba por llegar a su fin.

Parece que la conversación tomó mucho más tiempo de lo esperado.

Su Alteza no tenía la intención de hablar durante tanto tiempo, por lo que continuaremos de nuevo en otra ocasión. Volví a mi asiento con rapidez.

En cualquier caso, me sentí muy agotada escuchando discusiones complicadas.

Hay muchas cosas que me gustaría preguntarle a mi padre cuando regrese, pero hoy no era el momento, así que decidí apresurarme e ir a casa.

♦ ♦ ♦

Cuando llegué a la residencia, en la entrada había una gran cantidad de carruajes alineados uno al lado del otro.

¿Qué es esto…? Me pregunto si hay algún evento hoy.

Cuando descendí del vehículo tirado por caballos e ingresé, me encontré con Sisie en la entrada.

—Bienvenida a casa, señorita. ¡Esto es serio!

—Estoy en casa, Sisie. De alguna manera, parece que han venido muchos invitados… ¿Había algo hoy?

Era inusual que Sisie, quien suele comportarse con compostura, tuviera tal pánico.

—Nos inundaron los pedidos de zapatos de equilibrio… Y por alguna razón, dijeron que si ordenan algo hoy obtendrá un segundo par gratis. Desde las Casas Ducales hasta barones, e incluso comerciantes de la ciudad… Todos ocuparon la zona de entrada hasta llenarla.

—¡Oh!

—Los señores también están lidiando con eso y hemos llamado a Ed, el artesano del calzado, para que se encargue del excesivo número de pedidos…

Sisie tenía los ojos llorosos. Acaricié su hombro con suavidad para calmarla.

—Pregunta el nombre y pedido de los invitados, y dejemos que regresen por hoy. Más tarde escucharemos su orden. Iré con mis padres una vez que me cambie de ropa.

—¡Entendido!

Sisie rápidamente dio la vuelta y se retiró.

—Se ha convertido en un asunto serio. Tengo que pensar en las solicitudes futuras.

Corrí hacia mi habitación.

Una vez que la recepción terminó y se calmó por fin, la mayor parte de la noche ya había pasado. Parece que mis padres estaban exhaustos, así que se fueron temprano a dormir.

Me sorprendió la gran cantidad de pedidos de zapatos de equilibrio que hasta ahora no podía vender. Estaba muy contenta porque el calzado en el que había puesto mi confianza fue reconocido por todo el mundo.

Sin embargo, la escala comercial era cada vez más grande. Signora, que hasta ahora fue manejada por Sisie y Ed, no podría seguir funcionando de ese modo.

—¡Sisie! ¡Estableceré una compañía! Así que comercializaremos el calzado de Signora.

—Una compañía… Eso es… ¡Estamos salvados! —jadeó Sisie por falta de aire, ya que tuvo que correr detrás mío mientras lidiaba con los clientes.

Cuando me senté en el sofá y me recosté contra el reposa brazos, ella me lanzó una mirada fría de envidia.

Lo siento. 

—¿E-Estás bien? ¿Tomamos un poco de té?

—No, deténgase, señorita… Que me sirva té…

Lo serví mientras ella dudaba. Uno no pensaría que fuera una dama.

—No te contengas. Ahora estamos solas en esta habitación, ¿no quieres tomar el té conmigo?

—Yo también estoy aquí…

—¡Waah!

No me di cuenta. Ed parecía un cadáver tirado en el suelo en la esquina de la alfombra de la habitación.

—Ed… ¿Fue… ?

—Sí… El informe quedó… Estoy agotado.

—Buen trabajo. Por el momento, sería bueno regresar después de beber té. Con respecto al establecimiento de la compañía, Ed también tendrá que perseverar Vamos a tener esa discusión mañana.

Rápidamente preparé el té, junto con los dulces que estaban escondidos en el armario.

—Para esconder dulces en un lugar así… Este té, es delicioso.

Oops. Los bocadillos de medianoche ocultos quedaron expuestos.

—Es verdad, eres buena para hacer té —me elogió. Aprovechando la oportunidad, cambié el tema.

—Fu, fu, está hecho con hierbas del jardín que tienen efectos relajantes.

Lo descubrí con el abuelo Bob mientras jugueteaba en el jardín. En este mundo, tuve que hacer este té negro yo misma ya que no se consumía con hierbas.

Mi interior era el de una ama de casa, por lo que hacer té era una tarea sencilla.

—¡Señorita! ¿Esto tiene hierbas? ¡Algo como esto se puede vender bien! Es muy sabroso.

—¿De verdad? En ese caso, hagamos de esto un producto básico de la compañía.

—Entonces, después…

A medida que los tres elaborábamos el concepto para la empresa, se hizo muy tarde y decidimos finalizar la conversación para arreglar los detalles mañana.