Dinero de consolación – Capítulo 48: Mi prometida (POV del Príncipe Rudnik)

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné

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Yo soy el Príncipe Heredero de esta nación. Mi nombre es Rudnick Reino Palacio.

Mi recientemente electa prometida, Julia Knocker, siempre se ha dirigido a mí como Su Alteza. Nunca me ha llamado por mi nombre.

No… hubo una vez en que me llamó Rudy, pero ese apodo casi me dio un infarto. Era como si alguien estuviera apretando mi corazón. En ese momento, creí que esta era la prueba de que realmente estaba enamorado de ella.

Al principio, no sentía el más mínimo sentimiento de amor hacia ella, pero era como si me fuera imposible resistirme a sus encantos. Si ella también hubiera albergado los mismos sentimientos que yo, entonces nuestra historia de amor hubiera florecido espléndidamente.

Pero esperar tal cosa de esa chica era imposible. No conoce ni necesita el amor… Aunque, creo que por fin está desarrollando sentimientos por mí. Después de todo, terminó accediendo a convertirse en mi prometida a pesar de su duda inicial.

Sin embargo, sólo parecía verme como su mejor amigo, además, creía que ese sentimiento era más que suficiente para engendrar un hijo conmigo. Cuando entendí eso, deseé que también pudiera experimentar este sentimiento de desesperanza que me había estado asediando últimamente.

¿Qué podría hacer para que se enamorase de mí?

—Me preguntaba qué debería hacer para que Julia se enamore de mí. ¿Se les ocurre algo?

Por el momento, les hice esta pregunta al hermano mayor de Julia, Roland y a mi hermano de crianza, Michael, quienes habían venido a mi oficina para ayudarme con mi trabajo.

Los dos me miraron fijamente al escuchar mi pregunta. El primero que abrió la boca fue Michael.

—Si supiera cómo, ya lo habría puesto en práctica yo mismo.

Bueno, lo que Michael había dicho era verdad. Porque él también era uno de los muchos admiradores de Julia.

— ¿Qué tal si haces algo de dinero para ella? —respondió Roland desinteresadamente.

—Roland, ¿no crees que es importante para la felicidad de tu hermana si ella se enamora de mí?

—Si tuviera que decirlo claramente, fue descarado de tu parte convertirte en el prometido de Julia, es más, fue una imprudencia que siquiera pensaras en querer robarle el corazón.

Roland era un siscon, por lo que dijo esas palabras sin siquiera intentar ocultar su hostilidad hacia mí. Aunque estaba totalmente de acuerdo con él.

—Entiendo lo imprudente que fui, pero de verdad deseo hacer feliz a Julia.

Al escuchar mis sinceras palabras, Michael abrió la boca.

—Yo también deseo la felicidad de mi señorita.

—Michael, no te dejes engañar por las palabras de Su Alteza. El único que terminará feliz al final será él porque recibirá el amor de Julia.

— ¡Wah! ¡Qué cobarde malicioso eres, hermano!

Mis sentimientos eran puros, sin embargo, si lo pensabas con cuidado, lo que decían era verdad. Todo era por el bien de mi propia felicidad.

En ese momento, se escuchó un golpeteo en la puerta. Cuando di permiso para que entrara la persona, se abrió la puerta y quien apareció fue Julia.

—He traído algunas provisiones.

Julia sonreía mientras me entregaba la canasta que traía en sus manos.

Cuando miré dentro de esta, encontré un montón de deliciosas galletas. Me eché una a la boca y… Las galletas eran difíciles de masticar.

—Está dura.

—Así es. Estas galletas son excepcionales debido a que pueden almacenarse durante mucho tiempo y hacer que te sientas satisfecho al comerlas.

— ¿Quién debería escribir un informe al respecto…?

—Sería más rápido y útil si pudiéramos obtener las opiniones de la expedición militar.

La razón por la que sentía que esta sonriente Julia se veía tan linda, probablemente se debía a que estaba enamorado de ella.

— ¿Está realmente bien que sean tan duras?

—Sí. Porque estas galletas duras pueden darte una sensación de saciedad con solo comerlas.

—Ya veo… ¿Cuáles recomiendas?

Mientras intentaba terminar de comer la galleta en mi mano, Roland me preparó una taza de té. Estoy salvado. Además, los trozos dentro de mi boca parecían aumentar con el líquido. Estas galletas pueden terminar siendo bastante buenas.

—Recomiendo las de chocolate.

Julia tomó una de las galletas de chocolate de la canasta y la acercó a mi boca. Hizo esto porque yo tenía las manos ocupadas con la taza de té y la galleta a medio terminar.

—Su Alteza, diga ah.

—No, eso…

Julia acercó la galleta a mi boca mientras sonreía. Qué incómodo es esto.

Abrí la boca para darle un mordisco, pero la galleta era tan dura que no pude sacarle pedazo alguno.

Wah, qué embarazoso. Esto no puede ser, ¡necesito llamar a alguien para que me ayude!

Pensando en eso, volteé hacia Michael y Roland solo para recibir una mirada asesina de su parte.

¡¿En serio?! ¡No hay nadie en esta sala que sea lo suficientemente confiable para ayudarme!

Después de que finalmente pude darle un mordisco a la galleta, lo que encontré ante mis ojos fue a una Julia que me miraba ligeramente sonrojada.

— ¿Q-Qué?

—Nada, es sólo que no pensé que realmente lo haría.

Entonces, después de todo, era mejor que me negara. Por favor, llévate lejos la nube negra que me acecha.

Cuando estaba a punto de abrir la boca para quejarme, Julia sonrió.

—Le daré de comer más la próxima vez.

—Dar de…

—Es bastante interesante que al ser su prometida tenga el privilegio de alimentarlo con mis manos.

¿Cómo puedes decir cosas tan adorables con esta linda cara tuya? ¡Esto es malo para mi corazón!

Mientras la miraba, Michael se arrodilló frente a ella.

—Señorita, yo también quiero. Ah ~

Ante esto, Julia lo golpeó en la frente con uno de sus dedos.

—Michael tiene las manos libres, ¿no?

— ¡Un golpe en la frente! ¡Gracias por el regalo!

— ¡Ah! Calculé mal… Obviamente este tipo de acto le agradaría a un masoquista.

Era algo bueno que los ojos de Julia estuvieran actualmente fijos en Michael. Ya que lo más seguro es que mi rostro en estos momentos se encontrara realmente rojo.

Roland me dio un vaso de agua y pude sentir cómo me empezaba a calmar de a poco.

—Roland.

— ¿Qué?

— ¿Crees que le gusto a Julia? Lo de recién, ¿puedo asumir que fue por eso? O, ¿tal vez haya un significado oculto en sus acciones?

— ¿Asumir que fue por eso? Ciertamente podría pensar que fue por esa razón, pero… ¿Te gustaría que lo comprobara por ti?

—Bien, cuento contigo.

Roland se acercó lentamente a Julia mientras esta hablaba con Michael.

—Julia, ¿puedes darme una también? Ah.

Julia soltó una risilla mientras ponía la galleta dentro de la boca de Roland.

Me sentí derrotado. ¡¿Cómo podía poner una expresión tan adorable?! Antes cuando me daba de comer no había mostrado ese tipo de sonrisa. ¿Cuán arduamente debería trabajar para que tal sonrisa fuera dirigida a mí?

Mi camino a seguir parece cubierto por una densa niebla. En este momento sólo puedo sostener mi cabeza de la frustración.

Michael pareció darse cuenta de mi dilema ya que dejó escapar un profundo suspiro mientras me miraba.

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