El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 36: Pasé la noche con dos hombres

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki

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Me desperté con la luz deslumbrante de la mañana y los pájaros cantando desde la ventana. Me sorprendió ver que James y Henry estaban durmiendo a mi lado. No importa cómo lo piense, no puedo entender por qué estos dos hombres duermen uno a cada lado. No podía ser que lo hayan hecho porque es una cama grande, esta es pequeña. Entonces, ¿por qué tres de nosotros estamos durmiendo en esta diminuta cama?

Estaban tendidos a ambos lados de mí, por lo que ambos estaban respirando en mis oídos. Sus cuerpos están tocando el mío de pies a cabeza; Debe ser por eso que dormí tan cómodamente. Pero, ¿cómo voy a salir de esta situación ahora? ¿escalar sobre James o escalar sobre Henry?

Me volví hacia Henry y me fasciné con sus perfectos rasgos hermosos. Sus suaves labios bien formados, su nariz recta. Aunque era tan encantadoramente guapo cuando sonreía, solo me mostraba su rostro severo y enojado.

Una mano me apretó por la cintura y me dio la vuelta para encontrarme frente a frente a James, que debería haber estado profundamente dormido.

—Buenos días, Julia —susurró —, estoy feliz de despertarme a tu lado. ¿Cómo te sientes? ¿Te gustaría comer?

Se acercó a mí, de modo que su cara estaba cerca de la mía; sus labios casi tocan los míos. Su cabello castaño claro cayó sobre su cara adormecida, también era muy bonito. Sus moretones habían disminuido ligeramente, tenían un tono rojizo pero no hinchado. Estaba aliviado.

—¿Por qué ambos duermen a mi lado, no hay otras camas?

—Las hay, pero James estaba durmiendo a tu lado cuando volví del castillo. No puedo permitir que un hombre y una mujer solteros y jóvenes duerman solos en una cama, así que decidí quedarme y ser chaperón —Expresó Henry irritado detrás de mí.

También estaba despierto.

Nos saludamos, me levante y lava en el baño.

Como no había cambio de ropa, bajé a la sala de estar con la camisa y la sábana. El desayuno estaba listo. Pan, sopa caliente enlatada y agua. Me lo comí rápidamente. Estaba hambrienta. No había comido nada desde nuestra fiesta de té ayer por la mañana, sentí que estaba a punto de morir de hambre.

James y Henry ya estaban vestidos con ropa formal. Henry debió de conseguirlos cuando fue al castillo la noche anterior. James llevaba una camisa blanca y fresca debajo del traje gris de tres piezas de la mañana. El duque llevaba un extraño traje oscuro de cuello alto. Me pregunté si era su uniforme de caballero o no.

Los dos estaban sentados lado a lado a la luz de la mañana con un aspecto increíblemente fresco. Sentí como si estuviera empañando el ambiente fresco en mi sábana fantasma.

Cuando terminamos de desayunar, el duque me regaló un vestido.

—El tamaño del vestido debe estar bien, desafortunadamente no pude preparar nada debajo de él. Pero, deberías poder manejarte hasta que regreses a la casa de los Bourbon. Mientras consigo el carruaje, vístete, por favor.

— ¿De dónde es? —le pregunté un poco nerviosa. Una vez le eche una mirada supe que era un vestido caro. Es muy bonito, color crema con muchos adornos.

Henry se encogió de hombros como si no fuera un gran problema.

—Es de la reina. Fue preparado durantes sus días de juventud, antes de casarse, así que ella dijo que no tienes que devolverlo.

¡¿Qué?! ¡¿La Reina?!

James se rió de mi expresión de asombro,

—La reina es la tía de Henry. Ella siempre se queja de que Henry no viene a visitarla, especialmente después de que él se haya vuelto tan misógino. ¿No lo sabías, Julia?

—No me había interesado en el duque de Magnaria, así que no pensé en analizar su historia familiar. Sabía que existía una conexión real, pero no me di cuenta de que era tan inmediata como la Reina.

No me había dado cuenta de que pertenecía a una línea tan noble, además es muy guapo; tenía sentido que las mujeres acudieran a él, incluso si no le gustaban las mujeres y tenía una boca terrible.

Sería de mala educación devolver el vestido a la reina, así que decidí enviarle una carta de agradecimiento más tarde.

Rápidamente volví a la habitación y me cambié. Si encajaba bien conmigo, como si estuviera hecho a medida para mí. La cortina del vestido era hermosa, me paré frente al espejo admirándome, pero mis manos vendadas se arruinaron.

—No podré salir hasta que las lesiones hayan sanado —me dije a mi misma. Si no tuviera otra opción, supongo que podré usar guantes, pero si no es asi, tendre que quedarme en la mansión.

 Miré de nuevo a la habitación. Fue en la que pasé la tarde lluviosa con el duque.

James había dicho que Henry no sentía lujuria por una mujer, pero creía que su confesión era cierta en ese momento. Pero cuando veo su actitud fría, sentí que todo había sido un error. No podía imaginarlo.

James me lo había propuesto, pero para ser honesto, no podía decir si había sido serio o estaria bromeando. Y actualmente, la situación con la familia real y el Reino de Basseterre es inestable. No es realista estar atada a él de ninguna manera.

Si me preguntan si amo a James, solo puedo decir que no. No como un amante. Incluso ser su amigo, requería mucha energía y paciencia para mantenerse al día con él y su molesto carácter retorcido.

Pronto cumpliré veinte años y me gustaría casarme con un hombre que pudiera salvar las finanzas de mi familia de inmediato si es posible. Sería mejor no involucrarse más con estos dos hombres nunca más. La diferencia entre nosotros es demasiado grande.

Para una hija aristocrática empobrecida de una provincia remota, el tercer hijo de algún aristócrata me convendría mejor.

Tomé mi decisión ante el espejo.

Llegó el carruaje y salí de la casa. James no soltó mi mano hasta que me senté en el carruaje, pero Henry tenía su rostro frío habitual y no me miró a los ojos cuando me fui.