El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 7: Duque desconcertado

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki

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Esto  es perfecto. Estaba esperando este momento. Hice mis amenazas mientras acariciaba suavemente el bulto con mi mano. Si él se marchita debido al shock, destruiría mi plan. Lo acaricié lentamente, manteniéndolo firme y luego me incliné y le lamí el cuello.

—Nnn 

Un gemido agradable y sensual surgió de los labios del Duque. Por alguna razón, mis sentimientos se elevaron al escuchar ese sonido. El hombre que me había estado amenazando hace un momento se estaba ahogando en el placer que le estoy dando, se encuentra totalmente indefenso ante mí. Oh mi Dios está elevando su tono. Si lo dejo continuar, esto podría terminar muy mal para ambos, aunque he llegado a un punto de no retorno. 

—Alguien te oirá si gimes tan fuerte. Y si la gente te ve así, ¿qué harás, qué dirás? —, bromeé.

Estaba siendo malvada; este lugar está lejos del salón de baile que está siendo usado para la fiesta en este momento. Obviamente, nadie estaría por aquí en este momento, ahora más que nunca estoy segura que fue Isabel quien eligió este lugar, nadie descubriría sus intenciones.

Le desabroche el cinturón, el no me detuvo. Expuse su miembro al aire frío de la noche. Era la primera vez que veía la intimidad de un hombre; es fascinante que crezca aún más mientras lo acaricio y que esté caliente aún con este clima.

He visto el pene de los caballos muchas veces, pero es la primera vez que veo el de un hombre. Es bastante grande para su cuerpo delgado y la forma es muy diferente al de los caballo.

—¿Qué te gustaría que hiciera? —, Le susurré perversamente al oído. Acaricie su oreja con mi lengua. Tengo toda la intención de ganar en esta situación, Quiero que este hombre caiga ante mi. Se sentiria genial poder derrotar a un hombre tan poderoso que está acostumbrado a mandar y ser obedecido, el único pensamiento en mi cabeza es verlo a mi merced.

—Ah~ ¿cómo… te atreves a… preguntar tal cosa…? — gimió.

Tan testarudo…

Me arrodillé ante él y lamí la punta de su miembro caliente con mi lengua. Tenía diecinueve años y quizás tengo demasiado conocimiento sobre el sexo para mi edad. ¿O quizás me interesaba este temas más que las chicas mi edad? Me escondí en la habitación de Hanna, mi doncella y leí esos libros con una etiqueta para adultos, por lo que mi conocimiento es abundante.

Soplé mi aliento caliente sobre su virilidad, y lo acaricie con mi lengua varias veces. Miré la cara del Duque que estaba distorsionada por la emoción. Tenía ambos brazos apoyados contra la pared. Es interesante ver esa expresión.

Lamí su miembro varias veces y me dedique a mirarlo mientras lo hacía, le dedique una sonrisa sensual.

— ¿No me vas a decir lo que quieres? ¿Termino aquí entonces? 

Me aparté y fingí que le subía los pantalones. Apartó su mirada de la mía; Parecía que ya no podía soportarlo más. 

—Por favor… quiero que lo chupes… —expresó con un tono de voz muy bajo, quizás se deba a que está recibiendo esta humillación.

¡Waa, Si!

Un sentimiento agradable recorrió mi espalda. En realidad no planeaba hacer esto, pero ya no podía detenerlo. Quería ver más sobre ese atractivo rostro, distorsionado a causa del placer.

—Como soy una dama de buen corazón, te daré una recompensa —, Dije y tomé su miembro dura y caliente en mi boca.

¡Él gimió ruidosamente! Estaba fuera de sí, quizás era demasiado placer. La saliva se aglomero en mi boca, así que lo moje con ella utilizando mi lengua. Se supone que la boca y la vagina son parte que están mojadas por algún tipo de mucosa, y se supone que en estos actos se quiere que reproduzca lo mismo que sucede en la vagina. Lo introduje lentamente en mi boca y me moví hacia arriba y hacia abajo de su miembro mientras mi lengua ondulaba a su alrededor. 

Sus gemidos se hicieron más fuertes. Me sentí extasiada por su tono sensual y aumente los movimientos de mi lengua.

— ¡Se siente tan bien! Nnn ~ No puedo soportarlo! ¡No puedo soportarlo! —, gritó mientras agarraba mi cabeza con ambas manos y me sostenía, mientras su pene temblaba y un fluido turbio se vertía en mi garganta. Me sorprendió el sabor del semen de un hombre, pero de alguna manera me las arreglé para tomarlo todo en con mi boca.

Entonces, ¿qué debo hacer con esto…?

Estoy en contra de tragarlo, pero si lo escupo, la persona que limpia vendrá y lo encontrará en la mañana. Si bien no es raro que algo como esto suceda durante los bailes, pero no quiero dejar marcas de un acto tan vulgar en una terraza del Castillo Real. 

El duque todavía respiraba con dificultad, me miró. Su expresión se estaba enfriando de la emoción. Ambas manos todavía sostenían mi cabeza, pero él comenzó a acariciar mi cabello suavemente.

Qué tonta soy por no pensar en que debo hacer ahora con esto. Me pregunto si este chico… lo tomará por mí. Bueno, nunca he leído algo sobre un hombre bebiendo su propio líquido. Me pregunto que bebería un hombre. Bueno, esto es suyo, ¿no? Creo que está bien devolverlo al propietario.

Me levanté y besé al duque, cuyos labios aún temblaban por las consecuencias de mis actos. Suavemente sostuve su cabeza y cuello con ambas manos para que no pudiera escapar. Enredé mi lengua para asegurarme de que no se resistiera. 

Pareció darse cuenta de mis intenciones y trató de alejarse. Tomé su media erección en mi mano derecha. Él gimió y se relajó. Y tomó todo lo que le di. Nuestro primer beso tuvo un sabor dulce, pero este beso fue bestial, socavado por el sabor acre del semen que se extendía de mi boca a la suya.

Como el sabor era malo, continué besándole, bueno mas bien queria enjuagar mi boca con su saliva. El duque una vez más intentó resistirse, pero lo acaricié nuevamente y su poder lo abandonó rápidamente. Estaba a mi merced, tragando mi saliva.

Poco a poco me vi encorvada sobre el duque besándolo. Parecía que sus piernas se habían debilitado por el placer. Se desplomó en el lugar. Por fin nos separamos y nuestro jadeo mutuo dominó el silencio de la noche.

Estaba arrodillado, a mis pies con el pene expuesto. Su hermosa apariencia febril de placer es malditamente erótica. Una sensación extraña me llenó con esta vista, y estaba embriagada con el poder y el placer. Limpie el líquido en el borde de mis labios con mis dedos y le sonreí al Duque, quien todavía estaba inmerso en la reverberación del placer, al punto de no poder podía hablar. 

—¿Dirás gracias la próxima vez que nos veamos? Me pregunto si eres una criatura que se encuentra por debajo de los animales y no tratarás de devolver la bondad. Bueno, yo no soy como tú; Soy lo suficientemente inteligente como para saber que no todos los hombres son criaturas que están por debajo de los perros a diferencia de ti y tu opinion de la mujeres. Voy a encontrar un buen hombre esta noche. Buenas noches, Marius.

Con una sonrisa satisfecha, dejé al Duque en un estado de aturdimiento en la terraza. 

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