El emperador y la mujer caballero – Capítulo 12

Traducido por Maru

Editado por Michi


Cuando la cara de la mujer caballero cayó, Lucius I  pensó en lo que acababa de decir. Después de unos segundos, lo descubrió. No era un gran problema, era simplemente una diferencia en sus culturas y el emperador sabía que este tipo de malentendido ocurriría a medida que conquistara más naciones en el futuro.

—Acreia es la tierra de los cazadores. La mayoría de los hombres cazan o luchan como soldados, y muchas veces, hay varios miembros de la misma familia que sirven en la misma base. Para evitar confusiones, que ocurrirán si llamamos a las personas por su apellido, llamamos a los caballeros por sus nombres en Acreia —explicó Lucius a Pollyanna.

Pollyanna se sintió aliviada. Aún sonriendo, Lucius I señaló a los otros caballeros y se los presentó.

—Planeaba hacer las presentaciones después de que mejoraras, pero creo que este también sería un buen momento. Saludaos unos a otros. Todos os veréis a menudo a partir de ahora.

Pollyanna no sabía a qué puesto o división se le asignaría, pero era muy probable que uno de estos hombres se convirtiera en su futuro superior.

—Soy Pollyanna Winter de Aehas —se presentó correctamente.

No tenía sentido mencionar su tierra natal frente a los hombres que planeaban conquistar el mundo. En el futuro, Pollyanna esperaba que ella, y todos los demás en la sala, se olvidaran de las pequeñas naciones de las que provenían y se unieran bajo algo que era mucho más grande.

Lucius sonrió, ya que parecía gustarle su presentación. Él le informó el nombre de todos los hombres de la tienda en orden de su antigüedad y, una vez hecho, los ojos de Pollyanna brillaron.

Aehas y Acreia tenían diferentes estructuras militares. En Aehas, veinticinco soldados de a pie formaban un pelotón, que era dirigido por un líder de pelotón. Cuatro líderes de pelotón eran dirigidos por un comandante de la compañía, y cinco comandantes por un capitán.

En Acreia, sin embargo, era muy diferente. Un grupo básico estaría compuesto por solo diez soldados. El que lideraría a esos diez se llamaría décimo líder y el caballero encargado de liderar a diez  líderes se llamaría  líder centenario. Un comandante de la compañía lideraría cincuenta soldados de infantería y solo algunas unidades tenían esta posición.

La estructura era tan diferente que sus posiciones sonaban y le resultaban desconocidas. Pero una cosa era segura, el hombre que tenía el rango más bajo en esta tienda, un líder centenario, en realidad era considerado como un oficial de alto rango.

Esta reunión consistió en personas muy importantes, entonces, ¿qué significaba invitarla aquí y presentarla a estos hombres?

Pollyanna no tenía muchas ambiciones políticas y conocía muy bien su posición.

Una mujer.

Pero también conocía su propio talento y sabía exactamente en qué era buena. Ella no era luchadora y su utilidad estaba dentro de una tienda de campaña.

Estrategias y tácticas.

¿Debería hacerlo?

Pollyanna lo contempló. Sus presentaciones habían terminado, lo que significaba que ahora todos esperaban que ella se fuera para poder comenzar su reunión, pero ella dudó. Sintió que no podía salir de la tienda.

Un buen sujeto sabría lo que el emperador necesitaría incluso antes de poder darse cuenta él mismo.

Pollyanna miró al emperador que sonreía amablemente. ¿Podría atreverse a adivinar lo que el emperador quería o necesitaba?

Lucius llevó a Pollyanna a la tienda del comandante y él le presentó a sus hombres de más alto rango.

Después de dudar por un momento, decidió su curso de acción. No importaba si la llamaban grosera y estaría bien si la echaban por su insolencia.

No le importaba el nombre con que quisieran llamarla.

Pollyanna rápidamente estudió los mapas frente a ella. Eran de Aehas dibujados por acreianos. Lo más probable era que se dibujara en función de la información que les trajeron sus espías.

Era una representación decente, pero no era 100% precisa. Los datos que recopilaron de sus espías no se podían comparar con la información de un ciudadano de Aehas real.

Los ojos de Pollyanna se agudizaron y comenzó a hablar con confianza.

—Me gustaría ofrecer una sugerencia.

—¿Qué es?

ÉL no la amonestó. De hecho, su sonrisa se hizo aún más amplia como si estuviera disfrutando de esta situación.

Si era genuino o no, a este emperador ciertamente le gustaba sonreír mucho y a Pollyanna le gustaba.

—Antes de comenzar, ¿hay un mapa de Kukda aquí?

Esta reunión era para discutir su plan de conquistar Aehas, por lo que cuando Pollyanna mencionó el tema de Kukda, los rostros de los hombres se cayeron. Las únicas dos personas que se veían tranquilas en la tienda eran Pollyanna y Lucius I.

Los caballeros no tuvieron más remedio que sacar el mapa ya que el emperador parecía muy interesado. Pollyanna respiró hondo y mientras miraba el mapa, continuó:

—Sugiero que Su Alteza conquiste Aehas y Kukda al mismo tiempo.

La idea no era un farol. Pollyanna estaba segura de su plan. Aehas y Kukda habían estado luchando durante tanto tiempo que se debilitaron gravemente. Y como todos los caballeros Aehas lo habían hecho, Pollyanna también había pensado mucho en derrotar a Kukda. Su plan estaba bien pensado y se basaba en su extensa investigación y experiencia.

Pollyanna ofreció a los hombres su mejor plan de ataque. Terminar con Aehas iba a ser pan comido, y conquistar a Kukda parecía ser solo un premio extra.

Ella conocía las debilidades, las estructuras militares, las principales figuras del ejército de Kukda, y sabía cómo hacerlo de la manera más eficiente.

Después de exponer su plan, Pollyanna se sonrojó de emoción y orgullo.

Era una estrategia de guerra perfecta.

Por supuesto, el problema era si estos hombres estaban dispuestos a aceptarlo. Si no lo hacían, entonces toda su planificación sería inútil.

Y como ella esperaba, los hombres protestaron:

—¡Su Alteza! ¡Esto podría ser una trampa!

—¡Su Alteza, no puede confiar en esta chica! Incluso si no planea sabotearnos, sigue siendo una simple mujer y, por lo tanto, su plan debe ser defectuoso.

—¡La estrategia de una mujer! ¿Por qué la estamos escuchando?

—¿Ves cómo está traicionando a su país? ¿Cómo podríamos confiar en un traidor?

—¡Está sugiriendo que dividamos nuestra fuerza militar en dos y ataquemos dos países diferentes! ¡Está intentando matarnos a todos!

—¡Eso no es verdad! Los dos países son mucho más débiles de lo que parecen. La moral de estos soldados es tan baja que, si están arrinconados, ninguno de los hombres de Aehas y Kukda luchará. Si promete ser justo y no saquear las ciudades, no se interpondrán en su camino y una vez que ingrese a la capital, todo habrá terminado. Todos sus mejores caballeros y soldados están en la frontera. Las capitales de ambos países son débiles e indefensas —dijo Pollyanna tratando de defender su plan.

Vinieron más protestas de los hombres y parecía que el emperador no tendría más remedio que escuchar a sus caballeros. Después de todo, Pollyanna era una caballero recién nombrada y una mujer. Tenía sentido que el emperador respetara y escuchara a sus hombres de confianza desde hacía mucho tiempo, incluso si le gustaba el plan de Pollyanna.

Lucius I se tocó la barbilla lentamente y preguntó:

—Caballero, ¿realmente te sientes segura acerca de tu plan?

Pollyanna tragó saliva y respondió:

—Por favor, Su Alteza. Debe confiar en mí. Será pan comido.

—Entonces tomaré tu palabra por ello.

—¡Su Alteza!

Lucius sonrió dulcemente, y todas sus preocupaciones se desvanecieron. El emperador no perdía el tiempo. Tomó a sus soldados y se fue de inmediato. Pollyanna estaba demasiado herida para seguirlo en las batallas, por lo que se quedó para estudiar las leyes y culturas militares de Acreia.

También comenzó a planificar futuras batallas con otras naciones. Estaba segura de la caída de Aehas y Kukda. Sabía que iba a ser fácil, pero incluso una guerra fácil llevaría tiempo. Ella esperaba que esta conquista continuara alrededor de la primavera. Esto significaba que Acreia debería abastecerse y descansar por el resto de las estaciones y comenzar su conquista nuevamente en invierno.

La siguiente nación en invadir era Bebero. Estaba ubicada en el sur de Aehas y Kukda. Aehas y Kukda eran separadas de Bebero por un río llamado Koemong, que era el río más ancho y profundo del continente norte.

Para llegar a Bebero, tenían que cruzar este río. Pollyanna nunca había peleado en el agua, lo que significaba que tenía que estudiar una táctica diferente al respecto.

Tener un objetivo y hacer un esfuerzo para lograrlo era algo hermoso. A Pollyanna la hacía muy feliz. Le daba el propósito de despertarse todas las mañanas.

Ese invierno, antes de que llegara la primavera, Lucius I pudo hacer que esos dos reinos se rindieran. El emperador de Aehas se arrodilló frente a Lucius I en abandonar su país, mientras que el emperador de Kukda se arrodilló frente a Sir Bentier, el jefe del ejército de Acreia que fue enviado a invadir Kukda.

Lucius el primero sonrió satisfecho. Como prometió su caballero, las cosas sucedieron rápida y eficientemente. Su plan le permitió conquistar las dos naciones unos meses más rápido de lo que había previsto en comparación con su plan original.

—Voy a tener que recompensar a Sir Pollyanna.

Lucius I tenía veintidós años y parecía que podía dominar dos países antes de cumplir veintitrés. No podía dejar de sonreír.


Maru
Y esto solo es el principio, querido emperador. Pollyanna vale millones.

6 respuestas a “El emperador y la mujer caballero – Capítulo 12”

  1. No hay nada más grato que tener un motivo para continuar y no necesariamente debe ser algo glorioso; para unos tu motivo puede ser tan insignificante como un microbio, pero para Ti, es tu motivo más grandioso e importante, no cedas ante nadie. Manténganse sanos. Abrazos

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