Traducido por Maru
Editado por Freyna
Lucius I parecía infeliz pero Pollyanna aceptó agradecida la invitación de los caballeros. Ella levantó su copa y les anunció:
—¡Si alguna vez vuelvo a decir que me casaré, deberíais detenerme!
—¡Lo haremos!
Los caballeros vitorearon con entusiasmo, pero el emperador no pudo hacer lo mismo. Quería casarse con ella, pero parecía que ahora Pollyanna estaba decidida a evitarlo.
Hace solo unos días, se emborrachó y ocurrió un incidente inesperado. Sin embargo, Lucius I observó cómo Pollyanna seguía vaciando su vaso junto con los otros caballeros. Se sintió ansioso y se acercó a ella con nerviosismo:
—Pol, ¿vas a beber mucho hoy?
—Es solo agua, su alteza.
Pollyanna respondió con determinación y le mostró su taza. De hecho, dentro de su taza había agua clara y fría. Iba a ser muy difícil evitar beber en una fiesta que se celebró en su honor, por lo que el emperador preguntó:
—¿Entonces los otros caballeros no te presionan para que bebas?
—Cuando les dije que lloraría si bebo, en su lugar me dieron agua para beber.
Esta fiesta era para consolar a Pollyanna, pero era obvio que los caballeros no se sentían cómodos con su llanto. Qué buenos amigos…
—Solo beberé agua fría. Juro que nunca más me emborracharé y perderé el control sobre mí misma. Si vuelvo a beber, daré mi apellido —le dijo al emperador.
Lucius I le dio su apellido “Winter”. Era algo que ella atesoraba más en su vida, así que realmente debió haberlo dicho en serio cuando dijo que nunca volvería a beber.
En un principio, solo estaban en la fiesta los muy cercanos a Pollyanna, pero pronto llegó más y más gente. Sir Ainno, que se unió más tarde, vino primero a comprobar la salud de Lucius I. Como el emperador parecía molesto, Sir Ainno sonrió solo para molestarlo. Y cuando el caballero vio a Pollyanna Winter, que estuvo muy cerca de ser atrapada por un buscador de oro, se echó a reír a carcajadas.
—¿P-Pudiste lidiar con ese buscador de oro? —preguntó Sir Ainno.
—Me aseguré de que nunca más pudiera hacer algo así.
—¡Jajajaja! ¡Estoy seguro de que lo hiciste!
Sir Ainno, que rara vez mostraba emociones, se rio a carcajadas. Todos en la sala pensaban lo mismo:
Qué idiota.
La vida amorosa de Sir Ainno iba muy bien. Cekel ya no huía tan pronto como lo veía. De hecho, hoy en día charlaban juntos a menudo. El emperador ya no tenía esposas. Aunque los caballeros y los soldados todavía estaban muy ocupados, las doncellas ahora tenían mucho tiempo de sobra. Sir Ainno, que debería haber estado demasiado ocupado para tener tiempo libre, se aseguró de hacer tiempo para visitar a Cekel y hablar con ella.
El tema principal de su conversación había sido Pollyanna y Frau. Tan pronto como supo la verdad sobre Frau, Cekel se sintió aliviada al saber que el emperador se involucró para arreglar la situación. Sir Ainno pudo utilizar el tema del problema actual de Pollyanna para acercarse a Cekel y hacer que ella se sintiera menos cautelosa con él. De alguna manera, fue Pollyanna quien lo ayudó con Cekel, razón por la cual Sir Ainno no intentó molestar más a Pollyanna.
Sir Ainno se volvió hacia el emperador. Lucius I debería haber estado feliz de evitar que la mujer que amaba se casara con un buscador de oro. Pero, extrañamente, el emperador parecía molesto. Sir Ainno le susurró el por qué, pero Lucius I simplemente negó con la cabeza. No quería responder y Sir Ainno no lo presionó más.
Le preguntaré más tarde.
Sir Ainno no conocía los detalles, pero el estado de ánimo del emperador debía haber tenido algo que ver con Pollyanna. ¿Qué otra cosa podría ser? Y dado que tanto Pollyanna como Lucius I estaban vivos, Sir Ainno asumió que las cosas eventualmente funcionarían de alguna manera.
Mientras tanto, Pollyanna hacía otra declaración decidida:
—¡Viviré sola para siempre! ¡No vale la pena casarse! ¡Yo también voy a tener un perro!
Pollyanna ha estado bebiendo solo agua, pero parecía estar pasando un buen rato como si estuviera borracha.
Lucius I se preguntaba cuándo debería proponerle matrimonio, así que cada vez que Pollyanna gritaba en voz alta que nunca se volvería a casar, le dolía el corazón.
¡Lo juro, nunca más me voy a involucrar con un hombre!
Iba a dejar de beber a partir de ahora, e incluso si tomaba un sorbo de alcohol, nunca bebería con un hombre a solas. Su mala costumbre era quedarse dormida allí mismo cada vez que se emborrachaba; ella iba a tener que arreglar esto.
En esta sociedad, era imposible evitar beber por completo. Habrá ocasiones en las que deberá participar en la bebida. Hoy tuvo suerte, pero la próxima vez, estos mismos caballeros, que estaban siendo tan comprensivos, probablemente la presionarán para que beba.
Pollyanna no pensó que fuera injusto ya que hacía exactamente lo mismo con los demás. Esta era la forma de vida en el ejército.
—¡Viviré sola para siempre! —volvió a gritar.
Hace mucho tiempo, Sir Baufallo le dijo que viviera sola si quería seguir siendo un caballero. En ese momento, Pollyanna no podía decirle con certeza que nunca amará. Sabía lo suficiente como para que nadie pudiera decir lo que deparaba el futuro. También pensó que sería una pena vivir toda su vida sin saber cómo se sentía el amor.
Ahora, diez años después, Pollyanna cometió un gran error al enamorarse de un hombre. Iba a ser el mayor error de su vida. Entonces, se repetía a sí misma que nunca se casaría y cada vez que lo hacía, Lucius I se enfadaba más y más.
♦ ♦ ♦
Así que el rumor de cómo se canceló la boda de la marquesa Winter se extendió rápidamente. Esta historia se difundió mucho más rápido que la de su boda. La reacción de la gente fue muy diferente a la anterior. Cuando supieron por primera vez que Pollyanna se casaba con Frau, la gente se negó a creerlo. Sin embargo, cuando se enteraron de que la boda estaba cancelada, todos asintieron. Todos esperaban esta noticia, por lo que no se sorprendieron en absoluto. Después de todo, la diferencia de estatus entre Pollyanna y Frau era demasiado grande. Pollyanna tenía todo que perder con este matrimonio, mientras que Frau no tenía nada que perder.
La generación mayor todavía sentía que era necesario que todos se casaran, pero la mayoría de los nobles mayores estaban encarcelados o tenían amigos o parientes en la cárcel ahora. Los nobles de alto rango estaban demasiado ocupados lidiando con sus situaciones que no tenían mucho interés en lo que le estaba sucediendo a Pollyanna.
La gente, que estaba interesada, asumió que Frau no regresó a Jaffa porque estaba molesto por la ruptura. La gente adivinó que Frau de alguna manera molestó a Pollyanna lo suficiente como para obligarla a dejarlo. Algunos incluso creyeron que el poder del marqués exilió a Frau para que nunca pudiera regresar a la capital. Una cosa así no habría sido difícil para la marquesa Winter, ya que Frau no era nadie en comparación con ella.