El emperador y la mujer caballero – Capítulo 53

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


—Ainno ni siquiera tiene prometida, y todo es porque estaba demasiado ocupado sirviéndome —rogó Lucius I a Pollyanna.

Más bien, Sir Ainno era un idiota, por eso ninguna mujer quería casarse con él, pensó Pollyanna en secreto.

Estar ocupado y comprometerse eran dos cosas distintas. La mayoría de las veces, los matrimonios de nobles y mujeres los arreglaban sus padres. Sir Ainno no era un caballero o un noble humilde; era el primogénito del marqués Seki. Era obvio que no estaba comprometido porque Sir Ainno no quería estarlo.

Sir Ainno tenía una reputación bastante desagradable. Los hombres lo odiaban por ser demasiado perfecto y demasiado confiado, y tampoco les agradaba a las mujeres. Tenía sentido solo por cómo trataba a las mujeres que lo rodeaban.

Quizás sería un marido aceptable debido a su posición, pero definitivamente no era un caballero al que las criadas quisieran regalar sus pañuelos.

Pero el emperador le explicó con seriedad a Pollyanna que sir Ainno simplemente no sabía cómo tratar a las mujeres. Lucius I insistió en que Sir Ainno era un hombre de pocas palabras y por eso las mujeres lo confundieron con un rudo.

Pollyanna finalmente asintió y, vacilante, entregó a Sir Ainno uno de sus pañuelos.

—Solo te estoy prestando uno. En realidad no te lo voy a dar, ¿de acuerdo?

—Bien.

—Tienes que prometerme que me lo devolverás.

—Bien.

—Solo estoy haciendo esto por su alteza. En realidad, no quiero hacer esto.

—¡Sólo dámelo! —Sir Ainno tomó el pañuelo de Pollyanna y lo metió dentro de su camisa. Refunfuñó en voz alta, pero parecía que también era supersticioso después de todo.

La mayoría, si no todos, los hombres del norte lo eran, incluido el emperador.

De repente, los ojos de Sir Ainno se movieron a la cabeza de Pollyanna. Ella sabía por qué estaba mirando porque había estado sucediendo todo el día. La mitad de las personas que conoció hoy le dijeron que se veía bien con el pañuelo en la cabeza, mientras que la otra mitad le dijo que se lo quitara.

Lucius I, Sir Howe y Sir Rabi pensaron que le sentaba bien. Los señores Baufallo y Aeke pensaron que se veía ridícula.

—¿Finalmente te diste cuenta de tu género? —le preguntó Sir Ainno con frialdad.

—Sir Ainno, he sabido que era una mujer toda mi vida. Incluso sin el pañuelo, incluso con la armadura puesta y mientras yo sostenía mi espada, el hecho de que soy una mujer nunca cambiará.

Ésta era la verdad. Pollyanna nunca se había considerado a sí misma otra cosa que una mujer. Había vivido como mujer y moriría como tal. No importaba lo que se pusiera, no importaba lo que hiciera para ganarse la vida, Pollyanna Winter fue y siempre será una mujer.

Podría estar peleando en la guerra, o podría estar cosiendo en casa. Puede que no tenga un cabello hermoso como su hermanastra, y puede que tuviera una habilidad especial para patear las bolas de los hombres, pero a pesar de todo, Pollyanna Winter era mujer. Nadie podía negarlo, nadie tenía derecho a negarlo.

—Sir Ainno, también me vio desnuda, ¿no es así? Siempre he sido una mujer —agregó Pollyanna.

Incluso si sufría una lesión interna grave y ya no podía tener hijos.

Incluso si le cortaran los senos durante una batalla.

No importaba qué, su género nunca cambiaría.

Ella fue por siempre una mujer.

Hasta la muerte.

Sir Ainno parecía incómodo y confuso al mismo tiempo. Había personas en este mundo que consideraban “diferentes” a ciertos tipos de personas. Por ejemplo, niños, eunucos y mujeres como Pollyanna.

—¿Sir Ainno pensaba de esa manera?

En ese momento, asintió con la cabeza y respondió:

—Cierto. Incluso las mujeres más feas siguen siendo mujeres, supongo.

Bastardo.

Sir Ainno vio el rostro de Pollyanna y se escapó rápidamente, temiendo que ella pudiera quitarle el pañuelo.

El campo del torneo estaba muy limpio y ordenado. No tenía las estructuras lujosas o extravagantes, pero aún tenía los asientos adecuados y el podio para el campeón.

Debido a que este juego era una ocasión especial, se proporcionaron dos asientos VIP; uno para cada emperador. Lucius I se sentó en este asiento y miró a Gali el Tercero, que estaba sentado al otro lado del campo frente a él. El rey de Bikpa era un hombre de mediana edad que llevaba una corona dorada. Parecía normal.

Pero los caballeros de Acreia estaban acostumbrados al emperador más bello, lo que significaba que eran duros en su juicio. Llevar ropa y una corona caras no cambiaba el hecho de que Lucius I era mucho más hermoso.

—Nuestro emperador es definitivamente el hombre más magnífico del mundo.

—Gali III se ve aún más feo que el rey de Bebero.

Pollyanna no sabía cómo era el emperador de Aehas. Escuchó que era un anciano gordo con una barriga enorme. Sus hijos, según el rumor, eran lindos, pero de nuevo, todos los niños eran lindos.

Pollyanna sabía lo suficiente como para no juzgar a alguien por su apariencia, pero hasta ahora, la mayoría de las personas que conocía parecían tener personalidades que coincidían con sus apariencias. Por ejemplo, Pollyanna vio que los miembros reales de Bebero y su apariencia coincidían con su falta de carisma.

El rey de Bikpa, Gali III, también parecía demasiado normal. Quizás se veía especialmente peor porque lo compararon con Lucius I, pero aun así, la costosa tela que vestía se veía llamativa y fea.

Por supuesto, si el emperador acreiano usara la misma ropa, sus caballeros lo habrían elogiado por ello.

Pero la chica sentada junto a Gali III era bonita. ¿Era su esposa o su hija? Parecía estar en su adolescencia. Sus mejillas estaban rosadas y sus ojos brillaban como las estrellas. Su cabello largo y liso estaba trenzado con un hilo de seda.

Tenía que ser la hija de Gali III, ya que parecía mucho más joven que él. Si ella era su esposa, probablemente el rey de Bikpa sería peor de lo que todos esperaban. La princesa miraba a Lucius I con los ojos muy abiertos, y eso hizo que Pollyanna se sintiera orgullosa.

El moderador anunció los nombres del líder de cada reino. Los dos hombres saludaron al público y a los caballeros.

Luego llamaron a los caballeros que participaban en el torneo. Cuando fueron llamados por sus nombres, cada hombre entró al campo con la bandera que tenía bordado el escudo de su familia. La bandera de Sir Ainno era de un rojo brillante y era la más notable de todas. Que se le permitiera tener un color tan profundo significaba que su familia, Seki, debe haber sido muy poderosa en Acreia.

Antes de este día, Lucius I hizo que los caballeros se reunieran para decidir el orden de su participación. La regla de este torneo era simple; el ganador era seguir luchando hasta que fuera derrotado. Esto significaba que podía ser 1:10, 2:10 o 10:10.

Lucius I estaba obviamente preocupado por que sus caballeros se lastimaran. Todos los caballeros de Bikpa eran campeones con grandes habilidades. Si los caballeros de Acreia, que no tenían experiencia en este juego, se caían del caballo y eran apuñalados, podrían resultar gravemente heridos o incluso muertos.

Era un juego, pero muy peligroso. Después de todo, los caballeros debían sostener lancetas largas y afiladas y cabalgar unos hacia otros a caballo.

Sir Ainno quería ser el primero en participar en el torneo. Estaba decidido, pero Lucius I no pensó que fuera una idea inteligente. ¿Qué pasa si envían a su caballero más fuerte hacia el final del torneo?

Así que Lucius I lo contempló detenidamente antes de tomar la decisión basándose en las experiencias y consejos de los caballeros.

Y finalmente, se decidió quién era el primer caballero acreiano en ser enviado.

Sir Rabi.

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