El Secreto de la Belleza – Capítulo 17: Concesión de Honores

Traducido por Akatsuki

Editado por Sharon

Corregido por Tulskas


El ejército especial ganó contra el reino Lakshurusu e hizo un regreso triunfal a la capital real.

Sin embargo, los soldados que fueron reclutados del norte no regresaron, sino que volvieron a sus respectivos feudos. Así que, no todo el ejército hizo un regreso triunfal.

La gente fue informada de la victoria gracias a un mensajero que había llegado con la información y rápidamente se alinearon en las calles tratando de mirar a los héroes que habían salvado a este reino. La calle principal de la capital real estaba repleta de gente.

Los nobles estaban tan emocionados como los plebeyos.

La persona más notable fue, por supuesto, la persona que derrotó al comandante supremo en una batalla uno a uno, Julius Rosenberg.

La mayoría de las chicas, incluido el escuadrón de protección estaban detrás suyo.

No era irrazonable ya que siempre había sido popular y además obtuvo un gran logro durante la guerra.

Los juglares ya cantaban sobre el éxito de Julius y lo anunciaban felizmente en las calles.

La gente gritó de alegría cuando vieron su figura entrar en la capital real.

En el frente estaba el duque que participó como comandante supremo, junto con sus ayudantes y guardias cercanos.

Detrás de ellos estaba el marqués Evryac, el comandante de la fuerza separada.

El resto del ejército no recibió un gran aplauso como el primero, pero hubo un momento en que un gran grito de alegría se escuchó una vez más.

Por supuesto, fue porque Julius había aparecido. La persona que los llevó a la victoria.

Su apariencia sonriente sobre su caballo era deslumbrante, como la imagen de un héroe.

Aquellos que vieron su figura majestuosa, sin importar su edad o género, quedaron fascinados mientras suspiraban por él.

Especialmente las señoritas que, abrumadas por sus emociones, se desmayaron causando un alboroto.

El ejército se dirigió lentamente hacia el castillo real mientras la multitud hacía un escándalo.

♦ ♦ ♦

Todos los soldados marcharon triunfalmente hacia el castillo real, pero solo a aquellos con estatus noble se les permitió entrar.

Ellos recibieron su recompensa en frente del castillo antes de retirarse.

Las personas que ingresaron al castillo real eran las que recibirían los honores.

Normalmente, a los nobles se les entregaría territorios, por lo que no se resolvía en tan poco tiempo. Pero el propósito de esta guerra fue solo para defenderse contra la invasión del reino Lakshurusu y no para obtener nuevos territorios.

Se decidió desde el principio que las recompensas dadas fueran principalmente medallas o dinero, por lo que era posible resolver las cosas en un corto período de tiempo.

Pusieron sus caballos en el establo y se dirigieron a la sala del trono.

Cuando entraron, todos los altos funcionarios estaban alineados a ambos lados de la sala y en el frente, al lado del trono, donde estaba el príncipe heredero, Dudrick.

Los soldados caminaron hasta llegar donde se sentaría el rey. Se dividieron en tres filas por orden de rango, siendo el líder el comandante supremo y el marqués Evryac, y así sucesivamente.

Julius, que era un conde, estaba en un rango más alto en comparación con el resto de la gente presente, por lo que estaba parado cerca del frente.

—Su alteza ha llegado —Se anunció en voz alta y se abrió la puerta de la derecha.

La gente en la habitación se arrodilló y bajó la cabeza.

Un hombre en la flor de la vida, vestido con un atuendo de lujo y una corona, entró en la habitación y se sentó en el trono. Las personas en la habitación no podían ver esto porque tenían la cabeza baja.

—Todos, levanten la cabeza.

La gente postrada obedecieron la orden y levantaron la cabeza.

Ellos enfocaron su atención en el trono.

La persona sentada allí era la máxima autoridad en el reino Aullène, Dimitri Arc Aullène.

Siendo el padre de Dudrick, tenían rasgos faciales similares, excepto que el rey parecía mayor.

—Su victoria en esta batalla realmente ha impulsado una gran causa. Nuestro reino puede mantener la paz duramente ganada gracias a sus heroicos esfuerzos. No tengo suficientes palabras para expresar mi aprecio por tus logros.

—Estamos muy honrados de recibir tales elogios. —El comandante supremo expresó su agradecimiento en nombre de los soldados ante las palabras de agradecimiento de Dimitri.

—Está bien.

Dimitri asintió con satisfacción y frunció el ceño cuando pensó en lo que tenía que informarles a continuación.

—Normalmente les otorgaría territorios y títulos según los méritos, pero esta vez la batalla fue para defendernos. No obtuvimos nuevos territorios ni ocuparemos otros. Se establecerá la paz con el reino Lakshurusu, pero el asunto probablemente se resuelva con solo reparaciones. Por lo tanto, me temo que su recompensa se hará solo con dinero. Espero que lo acepten —El rey habló en tono de disculpa, pero no había nadie que pensara mal de él en este lugar.

La mayoría de los que se arrodillaron ante él pensaron que el prestigio era la mejor recompensa.

Aun así, no fue porque tuvieran un espíritu desinteresado y noble, sino porque el obtener prestigio les generaba ganancias.

Julius, que había tenido la intención de casarse con Emilyn usando su prestigio, se sentía igual.

—Bien entonces, comencemos la entrega de honores.

Los soldados se tensaron ante la declaración de Dimitri.

Leería el nombre de todos los soldados y el rey mismo los premiaría, pero eso llevaría mucho tiempo, así que sólo llamaría a quienes obtuvieron logros mayores.

Por el contrario, era un gran honor escuchar su nombre dentro de la sala del trono.

Serían llamados en orden desde el mayor logro. Todos esperaban ansiosamente que los nombraran lo más rápido posible.

No obstante, el primer nombre que se llamaría sería el del comandante supremo.

En la mayoría de los casos, los comandantes del ejército ocupaban los tres primeros puestos, y los que comandaban los pelotones tomaban los lugares a partir de entonces.

Como muchos pensaban esto, se sorprendieron al escuchar las siguientes palabras de Dimitri.

—El hijo mayor del conde Rosenberg, Julius Rosenberg.

Julius, el Comandante de un pequeño pelotón, había sido el primer nombrado para ser reconocido en lugar del comandante supremo.

Sin embargo, solo se sorprendieron por un momento y pronto entendieron el por qué había sido elegido.

Incluso el comandante supremo, que debería haber sido elegido primero, consideró sus propios méritos y asintió con la cabeza desde el principio.

Julius fue el hombre que superó al señor Hedwing von Lakshurusu, el comandante supremo del enemigo, famoso por su esgrima, en una batalla uno a uno. Fue el factor decisivo en esta guerra y no era extraño para él recibir los más altos logros.

—¡Sí!

Julius mismo se había congelado por la sorpresa, pero rápidamente corrigió su postura y respondió brevemente. Caminó hacia adelante y se arrodilló.

Dimitri se levantó del trono, caminó por la plataforma y se detuvo frente a donde estaba arrodillado Julius.

—Fue un acto encomiable poder derrotar al señor Hedwig, el comandante supremo del ejército del reino Lakshurusu. Te presento la medalla de la cruz de la rosa profunda en honor a este logro —Este anuncio causó un revuelo dentro de la habitación una vez más.

La medalla de la cruz de la rosa profunda era una medalla que solo se otorgaba a aquellos que habían traído enormes beneficios al reino Aullène.

Las personas que habían recibido esta medalla podían ser fácilmente contadas, ver a alguien obtener una, era realmente raro.

—Gracias mi Señor, estoy muy honrado.

Dimitri le sonrió a Julius, que estaba siendo humilde, y tomando la deslumbrante medalla del sirviente principal, se la entregó a Julius.

Él la recibió con gracia, y lo miró profundamente conmovido.

—Además, recibirás monedas de oro y un caballo blanco —Dimitri le informó y Julius saltaba de alegría en sus adentros.

La mayoría de los caballos en el reino Aullène eran castaños, y los caballos blancos eran muy raros. Las personas deseaban tener al menos uno, pero solo un número limitado de personas podían poseerlos.

Las atenciones de todos se enfocaron sobre él cuando escucharon que montaría un caballo blanco.

Julius deseaba casarse con Emilyn gracias a solo sus logros, pero fue bueno que hubiera recibido un premio extra así.

Recibió la medalla y una certificación. Se dio la vuelta y recibió una gran ronda de aplausos cuando regresó a su lugar.

Incluso Dudrick, que lo consideraba su rival, aplaudió ruidosamente mientras parecía estar amargado.

Y luego la ceremonia procedió en el orden correcto con el comandante supremo y el marqués Evryac recibiendo sus recompensas y la concesión de honores llegó a su fin.

Todos salieron del castillo real, algunos encantados de que el rey los reconociera y otros decepcionados.

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