Elección Absoluta – Capítulo 120: Este Rey está equivocado

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


Cinco minutos después de comenzar la batalla campal, cinco personas fueron eliminadas. El anciano, que era el supervisor, escoltaba a los novatos eliminados cuando no podían aguantar para evitar que recibieran heridas irreparables.

El juicio del anciano era muy oportuno y preciso, por lo que, en esta batalla campal, se volvió crítico a la hora de controlar la situación.

Gracias a él, los novatos podían dejarse llevar y participar en la batalla de todo corazón, incluso aquellos escurridizos que seguían huyendo, se habían unido al tumulto de la batalla.

Por supuesto, los novatos se dieron cuenta de algo debido a la presencia del anciano; el anciano no intervino en el abuso de la banda de Hua Pengju y compañía desde el principio hasta el final. Hasta el momento, no parecía tener ninguna intención de escoltar a Tu Dahei lejos de la escena.

¿Qué significaba eso?

Significaba que el daño de Hua Pengju y compañía no era suficiente para causarle a Tu Dahei ninguna herida interna grave.

Maldita sea, ¡¿ese pequeño zorro, Tu Dahei, era tan bueno aguantando golpes?!

Los novatos que querían pescar en aguas turbulentas, haciendo algo malo en secreto durante el abuso unilateral del equipo de cinco hombres contra Shi Xiaobai, desecharon en silencio sus ideas.

En cuanto a Hua Pengju y compañía, se dieron cuenta de que algo andaba mal. Aparte de Hua Pengju, que todavía estaba haciendo esfuerzos incansables, los otros cuatro comenzaron a detenerse.

Joder, ¿por qué golpear el cuerpo de Tu Dahei se sentía como si estuvieran golpeando una placa metálica?

—Jefe Pengju, hay algo extraño en este chico.

—Así es, hay algo extraño.

—Estoy un poco cansado, es un cansancio que viene del alma.

—¿Tomamos un descanso?

Los cuatro novatos se detuvieron mientras miraban a Shi Xiaobai, que hacía todo lo posible por poner mala cara, pero no podía ocultar su sonrisa radiante. De repente, sintieron que habían hecho la cosa más estúpida del mundo.

Al ver Hua Pengju que los otros cuatro se detenían, su rostro se ensombreció. Cuando vio la expresión irritada de Tu Dahei, la indignación en su corazón creció aún más. ¡No estaba dispuesto a rendirse!

Hua Pengju respiró hondo y miró a los cuatro lacayos que le quedaban.

—¿Están dispuestos a rendirse así como así? —Hua Pengju dijo en voz alta—: ¿Han olvidado como el Jefe Song Xiao se marchó con tan inmensa pena que olvidó tomar los cigarrillos que había escondido? ¿Han olvidado lo miserable que fue el día después de que te robaran todo el dinero en efectivo, obligándote a buscar una pequeña tienda y huir después de comer? ¿Han olvidado la lucha cuando entregó el voto de eliminación a Ah Tres y Ah Cuatro? Ah Uno, Ah Dos, Ah Cinco, Ah Seis, ¿de verdad pueden olvidar eso?

Hua Pengju apretó los puños mientras las venas de su cara se hinchaban. Su tono estaba lleno de indignación, haciendo que sus cuatro lacayos inclinaran sus corazones.

Hua Pengju se golpeó el pecho con el puño y dijo:

—Nunca podré olvidar todo eso, por eso estoy indignado. Nuestra oportunidad de venganza está justo delante de nosotros, así que ¿cómo podemos renunciar a ella? ¿Cómo podemos dejarlo a medias? ¿Todavía recuerdan… nuestra fé común?

Los cuatro lacayos levantaron la cabeza mientras el espíritu de lucha se reavivó en sus ojos. Dijeron al unísono:

—¡Insistir en robar a las embarazadas sus asientos en los autobuses públicos, no ayudar nunca a una abuelita a cruzar la calle, hasta un céntimo en el suelo hay que meterlo en nuestros bolsillos, queremos ser los héroes más bohemios, beber el licor más fuerte, perseguir a las chicas más sexys y llevar las mejores vidas!

Hua Pengju asintió con la cabeza, satisfecho, y dijo en voz alta:

—Entonces, díganme, ¿están dispuestos a renunciar a nuestra venganza?

Las cuatro personas se miraron a los ojos mientras roncaban sus gargantas gritando:

—¡No estamos dispuestos!

Hua Pengju estiró el puño y dijo:

—Entonces, ¿qué hacemos ahora?

Los cuatro lacayos se apresuraron a extender sus puños y, juntándolos, fue como si aplastaran sus fe en la más firme de las convicciones.

—¡A la mierda Tu Dahei!

Gritaron las cinco personas al unísono mientras se dedicaban una sonrisa alentadora. Así eran los hermanos y compañeros de armas. ¡Tenían que actuar juntos mientras se divertían!

—¿Eh? Jefe, ¿por qué Tu Dahei… Tu Dahei desapareció?

En ese momento, Ah Seis se dio cuenta de que Tu Dahei, al que habían rodeado, ¡había desaparecido sin que supieran cuándo había ocurrido!

Hua Pengju se quedó atónito mientras inspeccionaba sus alrededores. Estaba encantado.

El bastardo estaba aguantando a duras penas. ¡No pudo resistirlo y se escapó!

—Le he encontrado. ¡Está ahí!

¡Ah Uno de ojos penetrantes encontró la figura de Shi Xiaobai en la caótica batalla!

—¿Por qué corrió ahí?

Hua Pegnju estaba sorprendido. En este momento, Shi Xiaobai se dirigía hacia el punto más caótico del campo donde había el mayor número de novatos reunidos.

Ahí, la columna vertebral del Equipo Azul, liderada por Wang Lin, se enzarzaba en una intensa y caótica batalla grupal con los miembros principales del Equipo Rojo, ¡dirigidos por Han Feng!

Esa era una zona prohibida en la batalla campal, ¿por qué Tu Dahei se dirigía ahí?

—¡Olvídalo, persigámosle! Debe estar asustado y tratando de escapar. Hermanos, nuestra oportunidad está aquí. ¡Síganme!

Hua Pengju agitó su mano con gran ánimo e hizo el primer movimiento para perseguir a Shi Xiaobai. ¡Sus cuatro lacayos le siguieron con entusiasmo!

♦ ♦ ♦

Shi Xiaobai, no tenía miedo de salir del cerco de Hua Pengju y compañía.

Si se revelaba, haría vomitar sangre a Hua Pengju y compañía; solo buscaba un “abuso” más intenso y brutal.

Después de ser rodeado y golpeado por Hua Pengju y compañía, con el paso del tiempo, los atributos de su cuerpo fueron creciendo a un ritmo más lento. Después de subir a 10, cada incremento era cada vez más lento, y para cuando llegó a 14, casi permanecía estancado.

Shi Xiaobai sintió que su defensa física había pasado de ser una mierda de tofu a una pequeña placa metálica. El daño de Hua Pengju y compañía hacia él era mínimo y ya no podía ser efectivo en su templado corporal.

Esto era un problema muy serio. ¡Hua Pengju y compañía ya no podían satisfacer a Shi Xiaobai!

Por lo tanto, cuando el insatisfecho Shi Xiaobai vio que Hua Pengju y compañía se detenían, comenzó a buscar la zona más caótica de la batalla campal mientras se volvía inconstante.

En resumen, después de haberse entretenido con ellos, Shi Xiaobai ahora quería abandonarlos para buscar su propia felicidad.

De hecho, las acciones de Shi Xiaobai eran observadas por la mayoría de la gente. Cuando los miembros del Equipo Azul y Rojo, que estaban enfrentados, vieron a Shi Xiaobai pavonearse después de haber sido golpeado por Hua Pengju y compañía durante varios minutos, se quedaron atónitos.

Cuando se dieron cuenta de que Shi Xiaobai entraba en la zona donde los miembros principales del Equipo Rojo y Azul estaban peleando, Wang Lin, Han Feng, Xiang Wu y compañía se detuvieron. Todos los demás tampoco pudieron evitar detener sus peleas.

Sin embargo, todos miraban a Shi Xiaobai con una mirada alerta, pero hostil.

¿Qué intentaba hacer este pequeño zorro?

Shi Xiaobai vaciló un poco porque nunca esperó que los novatos se detuvieran y le prestaran atención. Al principio se preguntaba qué tenía que hacer para que todos se fijaran en él.

Shi Xiaobai estaba muy satisfecho de que todos los novatos le hubieran mirado. No quería desperdiciar esta oportunidad dada por el cielo.

Shi Xiaobai caminó hacia el centro de la zona de batalla en grupo y miró a todos los novatos a su alrededor. Con una expresión solemne y seria, respiró honda y dijo en voz alta:

—Este Rey quiere disculparse con todos ustedes. Este Rey se equivocó.

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