Elección Absoluta – Capítulo 131: ¿Puedes ser un poco más rápido?

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


Si fuera cualquier otro novato, solo con oír a Hisith mencionar que el verdadero juego se celebraría en el Inframundo seguro se quedaría pálido del susto. La razón por la que él era conocido como el Rey del Inframundo era porque poseía uno. Y como el nombre sugiere, era un mundo al que iban los muertos.

¿Cuáles eran las posibilidades de sobrevivir si uno jugaba un juego en el mundo de la muerte?

Por desgracia, Shi Xiaobai no sabía nada de esto. No conocía el peligro, y aunque lo supiera, no sentiría miedo por ello.

Por otra parte, con Hisith dirigiéndose a sí mismo como “Este Rey” delante de él, le dio la comprensión de que esto ya no era un simple juego, sino una competición entre “Reyes”. Como Rey de reyes, ¡acogió esto con gran satisfacción!

Como resultado, entró en la puerta compuesta de cartas de poker sin ninguna duda.

♦ ♦ ♦

¿Qué clase de mundo era el Inframundo?

¿Sería como la tierra, con tierras desoladas, vastos cielos estrellados y brillante luz de luna?

Después de que atravesara la puerta, bajó la cabeza y vio que estaba de pie sobre un suelo duro y sólido de color negro. Mirando hacia arriba había un cielo púrpura oscuro y tres lunas de color carmesí de diferentes tamaños. Al girar la cabeza, vio una procesión que se extendía de un horizonte a otro.

Estaba formada por hombres y mujeres, jóvenes y viejos. Tenían los ojos vidriosos, como si fueran zombies andantes. Caminaban en orden a una velocidad uniforme. Era como si el horizonte les atrajera, o podría decirse que algo les impulsaba hacia el horizonte.

Shi Xiaobai tuvo que decir que esto era muy apropiado para un Inframundo.

Esperó en el mismo lugar por un momento antes de que una figura apareciera en el cielo a lo lejos en la distancia. Esa figura volaba muy rápido hacia él.

Tenía un par de gigantescas alas de murciélago. Cada parte de su cuerpo estaba casi envuelta en vendas blancas. Los pocos parches de piel que quedaban al descubierto eran de color púrpura oscuro. Parecían algo arrugadas, como si hubieran sido quemadas.

Era uno de los siete sirvientes de Hisith, el demonio de la calamidad “Nueve de Diamantes”, el murciélago, Mos.

Batió sus alas y agitó un ciclón antes de aterrizar frente a él.

Shi Xiaobai ya era consciente de que aparecería, así que no se sorprendió demasiado. Mientras lo miraba, plegando poco a poco sus alas, dijo:

—Rápido, dile a Este Rey las reglas del juego.

Hisith le había dicho antes de entrar por la puerta del Inframundo que Mos le contaría las reglas específicas del juego después de entrar.

Cuando escuchó sus palabras, sus ojos escarlata brillaron con frialdad. Como sirviente, a menudo oía al Rey del Inframundo Hisith dirigirse a sí mismo como “Este Rey” en el “Inframundo”. Al ver que una gentuza de cuarto nivel del Reino Psiónico Mortal se atrevía a dirigirse a sí mismo así, un tinte de brutal tendencia violenta surgió en su corazón. Sin embargo, la suprimió rápido después de recordar las instrucciones de su amo.

—Sígueme.

Su voz ronca era fría y seca. Después de decir eso, se dio la vuelta y caminó hacia delante. La velocidad a la que caminaba no parecía rápida, pero de hecho, consiguió abrir una gran distancia desde su lugar original casi al instante. En pocos segundos, había alcanzado los confines de la visión.

Mos se detuvo donde estaba y giró la cabeza, preparado para esperar al enclenque humano.

—¿Por qué te has detenido?

Una voz desconcertada entró en sus oídos mientras miraba hacia abajo. Sus pupilas se contrajeron al ver a un enclenque humano cuya altura solo le llegaba al abdomen detenerse frente a él. Ni siquiera sabía cuándo había ocurrido.

Su mirada parpadeó. No esperaba que fuera capaz de seguir sus pasos. Aunque solo había utilizado el 10% de su velocidad, esto ya superaba con creces sus expectativas.

Se dio la vuelta en silencio y volvió a avanzar. Esta vez utilizó el 20% de su velocidad.

♦ ♦ ♦

Un minuto después, Mos se dio la vuelta.

Aquel humano seguía detrás de él y parpadeaba, como si le estuviera diciendo que no se detuviera.

Las comisuras de sus labios esbozaron una rígida mueca de desprecio. Volvió a darse la vuelta y empezó a correr. Esta vez, utilizó el 30% de su velocidad. Para un enclenque en el Reino Psiónico Mortal, era una velocidad que se consideraba abrumadora. Le preocupaba un poco que el débil humano quedara muy atrás, muy lejos de su vista.

Dos figuras atravesaron con rapidez las llanuras negras y planas. Bajo la fría luz carmesí de la luna, una estaba delante de la otra, pero la distancia no se abría. Cuanto más corría, más se sobresaltaba. Las gruñonas palabras “¿hemos llegado ya?” seguían resonando en sus oídos, haciéndole experimentar la ilusión de que corría muy despacio.

Un minuto más tarde, Mos aumentó su velocidad al 40%. No había razón para que tal velocidad no pudiera dejar al débil humano a su paso.

Sin embargo…

—¿Puedes ser un poco más rápido? ¡Este Rey tiene prisa!

La voz apremiante de Shi Xiaobai hizo que Mos mirara mucho. Se dio la vuelta para verlo agotado por completo, en cambio, Shi Xiaobai parecía enfadado, lo que hizo que Mos apretara el puño sin notarlo.

Parecía que no era descabellado que su maestro, Hisith, le hubiera prestado a este humano una “atención tan seria”.

Una mueca de desprecio se dibujó en los labios de Mos, que volvió a acelerar. Esta vez, ¡aceleró hasta el 70% de su velocidad máxima!

Al 70%, la velocidad de Mos era como la del rayo. Se detuvo de inmediato después de correr durante treinta segundos. Al darse la vuelta, el débil humano que corría tan rápido ya no se veía.

Mos se quedó en su sitio y esperó. Ser capaz de obligarle a utilizar el 70% de su velocidad era algo de lo que el humano debía sentirse orgulloso.

Después de esperar otros treinta segundos, Mos por fin se dio cuenta de que algo iba mal cuando no vio a Shi Xiaobai.

¿Podría haberse perdido aquel humano después de haber sido arrojado muy atrás?

En llanuras tan oscuras e interminables, era fácil perderse.

Pero… ¿era posible equivocarse de dirección corriendo en línea recta?

Mos batió sus alas de murciélago con desgana mientras volaba hacia el cielo, volviendo sobre sus pasos en busca de rastros de Shi Xiaobai.

♦ ♦ ♦

Shi Xiaobai, no fue en la dirección equivocada. Después de que Mos usará el 70% de su velocidad, Shi Xiaobai todavía era capaz de mantenerse a duras penas usando los [Pasos de Cangrejo] con toda su fuerza. Sin embargo, mientras corría a medio camino, escuchó una voz que le llegó al alma.

—Salva… Salva… Salva…

Era una voz vaga e imperceptible, pero no dejaba de repetir la palabra “salva”. Sonaba muy débil, pero parecía que tenía un deseo ardiente.

Shi Xiaobai no pudo evitar detenerse. Se dio cuenta de que no podía ignorar la llamada de esta voz. Era como si pudiera sentir la tristeza y el desamparo de la voz. Sonaba como una súplica de ayuda después de haber estado encarcelado durante eones.

Shi Xiaobai fue incapaz de ignorarlo. Apretando los dientes, dejó que Mos se adelantara mientras cambiaba de dirección a mitad de camino. Podía sentir de dónde procedía la voz.

Shi Xiaobai corrió rápido hacia ahí, mientras la voz que gritaba “salva” se hacía más fuerte y clara, como si estuviera llena de alegría.

Acercándose, acercándose…

Alcanzado…

Entonces, Shi Xiaobai vio… ¡una espada!

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