Elección Absoluta – Capítulo 140: Este Rey te necesita

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


—¡Mis pelotas se han hecho añicos!

¡La voz desconsolada de Hua Pengju resonó por todo el campo!

Todos los novatos que miraban a Tu Dahei, que estaba siendo rodeado por las cinco personas, revelaron expresiones de confusión. Cuando Hua Pengju y compañía atacaron a Tu Dahei, vieron el cuerpo de Tu Dahei parpadear un poco antes de aparecer detrás de Hua Pengju. Los cinco no consiguieron replegar sus ataques y de inmediato acabaron golpeándose entre sí.

Hua Pengju fue el más desafortunado. Su ingle había recibido una fuerte patada, ¡que le destrozó las pelotas!

Sin embargo, en ese momento, lo que más desconcertó a todos no fue el trágico encuentro de Hua Pengju, sino la dirección en la que se dirigió Tu Dahei tras aparecer detrás de Hua Pengju. Corría hacia el límite del campo a una velocidad asombrosa. En pocos minutos, estaba fuera del campo, llegando delante de Yama Minamiya y Riko.

Todos miraron hacia donde estaba Tu Dahei.

Así como Yama Minamiya estaba siendo sorprendido por el repentino uso de Shi Xiaobai de los [Pasos de Cangrejo], primero se sobresaltó cuando vio a Shi Xiaobai correr delante de él, antes de mirar sin poder evitarlo las piernas de Shi Xiaobai.

Riko también se llevó un susto por los [Pasos de Cangrejo] de Shi Xiaobai, pero al verlo salir del campo en unos pocos pasos, de inmediato tuvo un presentimiento ominoso mientras bajaba la cabeza para mirar las piernas de Shi Xiaobai.

—¡Xiao… Dahei, has cruzado la línea!

A Riko se le saltaron las lágrimas. Las piernas de Shi Xiaobai acabaron de salir del límite del campo. De acuerdo con las reglas del “todos contra todos”, salir del campo significaba la eliminación. Esto significaba que Shi Xiaobai había sido eliminado desde el principio del “todos contra todos”.

—¡Riko!

Una voz profunda, que sonaba como si hubiera sido suprimida, salió de la boca de Shi Xioabai. Era una voz que sonaba tan solemne que era imposible pensar a la ligera en ella.

Riko se sorprendió un poco mientras miraba a Shi Xiaobai. Esta era la primera vez que se dirigía a ella por su nombre. Después de echar un vistazo a la expresión de Shi Xiaobai, se quedó de inmediato aturdida.

—Tú….

Riko no podía describir la expresión de Shi Xiaobai con palabras. Era como si estuviera reprimiendo algo de dolor en ella, o podría haber sido ira. Estaba muy ansioso por algo, pero también tenía una calma inquebrantable. Era como si tuviera que hacer algo. No podía esperar ni un segundo, sino que tenía que hacer todo tipo de preparativos.

Su par de ojos negros era como el vasto cielo estrellado lleno de numerosas estrellas. Los diminutos trozos de luz parecían iluminar la oscura  noche, como si uno mirara siempre hacia la luz mientras está inmerso en la oscuridad.

—Este Rey te necesita.

Shi Xiaobai clavó sus ojos en Riko y le comunicó con seriedad su deseo y necesidad.

—¿Ah? —Riko primero se sobresaltó antes de darse cuenta de lo que él quería decir y dijo alterada—: ¿Aquí?

Antes de que Riko terminara su frase, la mano derecha de Shi Xiaobai ya se había extendido hacia su pecho.

Los novatos que se habían detenido a observar esta escena se quedaron boquiabiertos. Esta conversación, con ese movimiento…. Los novatos tradujeron la escena en sus mentes.

Tu Dahei: “Quiero tocar tus pechos.”

Riko: “¿Tocar aquí?”

Tu Dahei estiró las manos para tocarle las tetas.

¡No, esta trama estaba mal!

Santos cielos, Diosa Riko recházalo rápido. ¡Dale una bofetada en la cara!

Los novatos rugieron furiosos en sus mentes.

Pero en este momento, Shi Xiaobai había extendido sus manos de forma estable frente al pecho alegre de Riko. Estaba a solo un centímetro de tocarla de verdad.

El corazón de Riko se llenó de inmediato de emociones muy encontradas. Aunque no la tocó, la actuación bien practicada de Shi Xiaobai no pudo evitar hacerla recordar el trágico encuentro de anoche. Sin embargo, con tanta gente mirando, aunque no hubiera contacto, las posturas que tenían eran demasiado ambiguas.

—¡Date prisa! —dijo Riko con timidez.

Si hubiera sido en cualquier otro momento, aunque no le hubiera mandado una bofetada, la habría esquivado de inmediato. Pero, por la expresión y los ojos de Shi Xiaobai, ella no podía soportar rechazarlo. Podía sentir con claridad que Shi Xiaobai necesitaba su poder.

Riko no sabía que sus dos simples palabras sonaban como un rayo caído del cielo para los demás.

Desde su punto de vista, esa distancia de un centímetro era invisible. Todo lo que veían era a Tu Dahei usando sus despreciables manos para tocar los amplios terrenos sagrados. Esto era algo que merecía que le cortaran las manos. ¿Por qué se convirtió en… “¡date prisa!”?

Varios novatos ya estaban cerrando los ojos en silencio.

En principio creían que Tu Dahei no era más que un tonto perdedor como ellos, pero nunca esperaron que se hubiera enrollado en secreto con una verdadera diosa que incluso había rechazado al Joven Maestro Loto Rojo.

La única persona que quería enviar a Shi Xiaobai volando con una bofetada era, como se esperaba, Yama Minamiya. Era la primera vez que se encontraba con alguien que tenía las agallas de molestar a su hija delante de él. Sin embargo, siempre fue una persona serena y conocía muy bien el carácter de Riko. Si Riko no estaba dispuesta, nunca accedería aunque le pusieran una espada en el cuello.

Por fortuna, Shi Xiaobai no la tocó de verdad, permitiéndo a Yama Minamiya dar un leve suspiro de alivio. Pero de inmediato, se sintió desconcertado.

¿Qué intentaban hacer estos dos jóvenes? ¿Estaban solo haciendo una “muestra pública de afecto”?

La respuesta se reveló de inmediato.

Una puerta circular de luz azul púrpura floreció de repente sobre el pecho de Riko, mientras Shi Xiaobai introducía su mano en ella.

Riko gimió un poco mientras su rostro se sonrojaba.

Cuando Shi Xiaobai sacó su mano de la luz circular azul púrpura, el viento giró alrededor de sus brazos mientras cristales azul púrpura salían disparados de la puerta. Se adhirieron al brazo de Shi Xiaobai, formando un pilar de piedra con los cristales.

Después de que Shi Xiaobai sacara el pilar de piedra de la luz circular azul púrpura, lo elevó hacia el cielo mientras un haz de luz dorada salía disparado hacia el cielo, atravesando las nubes. Un claro zumbido de espada reverberó por todo el campo.

Copos de cristal se desprendieron, transformándose en puntos de luz que se dispararon en el suelo.

Una espada azul oscuro apareció del pilar de piedra. El cuerpo de la espada era como agua ondulante. Brillaba y tenía un estilo magnífico. Hizo vibrar los corazones de muchos.

—¡¿Superpoder?!

Todo el mundo se sorprendió. No se sabía quién había gritado, pero todos consiguieron reaccionar despacio ante la escena que tenían delante. Esta escena mágica y acientífica solo tenía una explicación científica: ¡un superpoder!

Tu Dahei podía usar un superpoder.

Esto significaba que no solo era un Psíquico, ¡sino que también estaba al menos en el cuarto nivel del Reino Mortal Psiónico!

En ese momento, Shi Xiaobai levantó de repente la espada azul oscuro hacia atrás y se la clavó en el pecho. Lo hizo tan rápido como un rayo, haciendo que todo el mundo se quedara mirando horrorizado.

Cuando la espada azul oscuro se clavó en el pecho de Shi Xiaobai, formó una columna de luz azul oscuro. Momentos después, toda la espada se hundió en el pecho de Shi Xiaobai.

Riko se sobresaltó primero por las acciones de Shi Xiaobai antes de volver en sí. Se dio cuenta de que Shi Xiaobai podía almacenar los poderes de otros en su cuerpo.

Pero en el momento en que Shi Xiaobai clavó la espada en su pecho, Riko sintió de inmediato la piel de gallina por todo su cuerpo. Esa sensación se sentía como si estuviera siendo abrazada de manera intima por Shi Xiaobai.

Riko de inmediato sintió el fuerte impulso de resistirse.

—¡Ten paciencia!

Riko escuchó la ferviente voz de Shi Xiaobai. Se quedó aturdida, pero oyó a Shi Xiaobai decir con suavidad:

—Necesito tu poder, ¿puedes aguantar un poco?

Riko levantó la vista y miró a Shi Xiaobai a los ojos durante unos segundos. Sus ojos se volvieron de a poco suaves antes de decir con rostro serio:

—¡Date prisa!

—¡Gracias!

Shi Xiaobai asintió con la cabeza, mientras se daba la vuelta para salir de campo a una velocidad muy rápida.

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