Elección Absoluta – Capítulo 148: Apreciar la vida. Mantenerse alejado de Shi Xiaobai

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


En el momento en que Shi Xiaobai sacó la espada negra, ¡todos los murciélagos del Inframundo empezaron a lanzar al mismo tiempo un grito estridente! Las tierras empezaron a temblar con violencia. El cielo púrpura oscuro comenzó a derretirse como una pintura al óleo, y una de las tres lunas escarlata comenzó a vibrar como un adorno de bola de Navidad.

Sonidos ensordecedores sonaron desde todos los rincones de las tierras negras. Rugidos, siseos, gritos llenos de miedo, locura e ira…

Cuando las decenas de miles de murciélagos voladores empezaron a gritar en ese momento, empezaron a caer en picado al suelo mientras se estremecían de gran dolor.

—¡Rápido, vuelve a clavar la espada!

Mos lanzó un grito horrorizado.

¡Las leyendas eran ciertas! Una vez que la Espada de Supresión del Mundo fuera extraída, ¿de verdad ocurriría el apocalipsis del “Inframundo”?

¿Por qué este humano fue capaz de sacar la Espada de Supresión del Mundo? 

Los ojos de Mos estaban llenos de ira y miedo mientras batía su ala izquierda y cargaba contra Shi Xiaobai.

El dragón giró la cabeza y lo miró. Una corriente sagrada de luz salió disparada mientras él retrocedía de inmediato con una mirada furiosa.

—¡Rápido, vuelve a clavar la espada!

Rugió furioso una vez más. Los demonios de la calamidad ya habían saltado de las espaldas de los murciélagos convulsos, y estaban empezando a rodear al dúo con una creciente intención asesina.

—No hay forma de que escapen. Vuelvan a clavar rápido la Espada de Supresión del Mundo, o de lo contrario…

Sus palabras furiosas y ansiosas se detuvieron de forma abrupta porque el dragón ya había arrojado a Shi Xiaobai sobre su cuello una vez más. Con un aleteo de sus alas, había vuelto a volar hacia el cielo.

Observó su entorno y se dio cuenta de que todos los murciélagos se convulsionaban y lloraban en el suelo. No reaccionaban por mucho que los demonios de la calamidad los golpearan o regañaran. Si no eran capaces de montarlos, este grupo de bajo nivel era incapaz de surcar los cielos.

El dragón sagrado giró la cabeza y escupió un chorro de luz sagrada hacia él, haciéndole retroceder más de una docena de pasos, asustado. Al mismo tiempo, se afanaba en batir sus alas hacia el cielo “derretido”. Pronto, desapareció en el lejano horizonte.

¿Escaparon así como así? ¿Escaparon de una forma tan sencilla? 

Su cara se puso lívida. El único que podía perseguirlos volando era él, pero…

Se acordó del poder sagrado que le aterrorizaba por completo y de Shi Xiaobai, que siempre le daba un susto abrupto. Se dio la vuelta y echó a volar. El inframundo estaba a punto de ser destruido y seguro su maestro, Hisith, haría algo él mismo. La mejor opción para él era apresurarse hacia la salida y esperar ahí, por si acaso.

En ese momento, una impresionante voz llena de deseos pecaminosos rugió desde debajo de los terrenos en constante ruptura.

—Comida… comida… comida…

De inmediato, Mos sintió un horror infinito, pero su cuerpo se había vuelto rígido, impidiéndole siquiera mover un músculo. Los murciélagos seguían convulsionándose y gritando de dolor, mientras que todos los enturbiados demonios de la calamidad podían sentir un miedo que salía del fondo del corazón. Gritaban de miedo, pero eran incapaces de moverse.

En ese momento, la segunda luna escarlata del cielo explotó. El cielo púrpura oscuro seguía derritiéndose como una pintura al óleo, y más de la mitad del cielo se había convertido en un frío gris. Rayos negros empezaron a aparecer en el cielo gris, produciendo fuertes truenos que parecían resonar sin cesar.

Las fisuras del suelo se hicieron más y más grandes a medida que cientos de murciélagos y demonios de la calamidad caían al abismo.

De repente, una pequeña figura salió flotando del oscuro abismo.

Tenía forma humana, pero su tamaño se había reducido diez veces. Una luz negra la envolvía e impedía ver su rostro. No se sabía si era hombre o mujer. Ni siquiera se sabía si era humano. Solo la forma de su cuerpo parecía humana.

Esta pequeña persona de luz negra flotaba mientras succionaba a todos los demonios de la calamidad y a los murciélagos del suelo.

—¡Comida!

La diminuta persona de luz negra abrió la boca mientras los demonios de la calamidad y los murciélagos lanzaban aullidos desgarradores, pero eran incapaces de poner resistencia. Al instante, volaron hacia la pequeña persona iluminada de negro.

Se produjo una escena extraña cuando fueron arrastrados ante la pequeña persona de negro. Sus cuerpos empezaron a contorsionarse de repente y a girar sin parar, mientras se convertían poco a poco en pequeños puntos negros. A continuación, fueron succionados por su boca abierta.

Todo esto sucedió en un instante, mientras innumerables demonios y murciélagos giraban y se contorsionaban, convirtiéndose en pequeños puntos negros en un instante. Fueron succionados uno tras otro por la pequeña persona de luz negra.

—¡No, por qué las cosas resultaron así!

Mos gritó horrorizado. Era incapaz de resistirse a la succión de la pequeña persona. Mientras veía cómo los demonios de la calamidad y los murciélagos eran succionados uno a uno, la desesperación parecía dirigirse hacia él.

—¡¡¡No!!!

En este momento, si Mos se le dio la oportunidad de rehacer las cosas. Si, poseyera el sistema de [Haz tu elección, Demonio de la Calamidad], entonces, habría matado a Shi Xiaobai desde el principio. Incluso si hubiera fallado matándolo, también habría huido lejos, manteniéndose lejos de ese odioso humano.

¡Aprecia la vida, mantente alejado de Shi Xiaobai!

Pero todo era demasiado tarde.

Nada podía hacerse de nuevo.

En el quinto lugar de los siete sirvientes del Rey del Inframundo, habiendo introducido una vida “dichosa” después de que los primeros cuatro sirvientes fueran destruidos por Kali, era desafortunado que este fuera el momento en que cayera el telón.

—¡Ah!

Mos gritó mientras se distorsionaba en un diminuto punto negro. Fue succionado por la boca de la diminuta persona junto con decenas de miles de murciélagos y demonios de calamidad.

En unos instantes, ¡todos los murciélagos y demonios habían desaparecido por completo!

El cuerpo de la pequeña persona de luz negra parecía aumentar un poco de tamaño, parecía pasar del 10% del tamaño de un humano al 11%.

—Comida… comida…

La diminuta persona no parecía saciada, ya que abrió la boca una vez más, ¡mientras grandes franjas de la tierra rota eran lanzadas hacia arriba y absorbidas por la oscuridad!

Momentos después, en un radio de diez kilómetros, no quedaba ni un trozo de tierra, solo oscuridad, oscuridad sin fin.

La pequeña persona iluminada de negro había vuelto a crecer en tamaño, pero no era evidente. De repente se volvió y miró al cielo gris envuelto en sombras, y la única luna escarlata que quedaba temblaba y se hinchaba, como si fuera a estallar en cualquier momento.

—Comida…

La pequeña persona abrió la boca mientras miraba a una luna escarlata.

De repente, la luna escarlata vibró como si se resistiera a algo, pero fracasó y cayó en picado al suelo. Cuando la luna escarlata se acercó al suelo, su gran superficie cubrió más de la mitad de la franja de oscuridad. Todas las especies oscuras que temblaban de miedo en las tierras del Inframundo expresaron su completa desesperación en ese momento.

Cuando la luna escarlata estaba a punto de golpear el suelo, empezó a encogerse, encogerse, encogerse… ¡hasta que se redujo al tamaño de un pequeño punto negro y fue succionada por la boca de la pequeña persona!

El cuerpo de la pequeña persona aumentó un poco de nuevo, pero todavía no era muy obvio.

—Comida…

Los deseos insatisfechos se expresaron en su grito una vez más. Observó su entorno, como si estuviera considerando en qué dirección había más comida.

—¡Comida!

Soltó de repente una voz ansiosa, como si hubiera descubierto un tesoro y no pudiera esperar más.

Flotó hacia una dirección concreta a gran velocidad. Mientras se movía, el suelo empezó a romperse y a elevarse antes de ser absorbido por la boca de la pequeña persona, convirtiéndose en una oscuridad infinita.

Y en ese momento, hacia dónde se dirigía, ¡resultaba ser la dirección hacia la que Shi Xiaobai y el dragón sagrado blanco dorado estaban volando!

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