Traducido por Lucy
Editado por Sakuya
Kevin empezó a fantasear por un momento. Cuando vio una tienda de ropa delante de él y por la dirección en la que caminaba la chica, comprendió de inmediato que estaba ahí para comprar.
Sintió que no podía esperar más.
Corrió hacia allá y, justo cuando ella estaba a punto de entrar por la puerta, se plantó delante.
Fingió que le faltaba el aire, giró la cabeza y clavó los ojos en la mirada interrogante de la joven. De inmediato, su rostro se sonrojó un poco.
Le parecía demasiado linda.
—¿Puedes… puedes decirme… tu nombre?
Tartamudeó un poco al decir esas palabras. No era una actuación sino porque estaba muy nervioso.
Ella frunció el ceño y con una sutil astucia que brilló en sus ojos, dijo con suavidad:
—Mozzie.
Kevin se quedó de piedra.
¿Mozzie?
¿Así se llamaba?
¿De dónde lo había oído?
Las instrucciones de “Lord Dios” destellaron en su mente mientras se apresuraba a enderezar sus pensamientos. Se armó de valor y dijo:
—Un nombre muy lindo… Hola, soy Kevin.
Él lanzó un suspiro de alivio en su corazón. Le parecía sorprendente que solo decir su nombre necesitara tanto valor.
—Sí, ¿qué pasa? —Ella parpadeó y preguntó con curiosidad.
La mirada tierna fue como un golpe fatal para Kevin. De inmediato se sonrojó y bajó la cabeza, pero cuando recordó las palabras de “Lord Dios”, apretó los dientes y luchó por armarse de valor antes de levantar la vista. Miró a sus ojos y dijo en voz alta:
—¿Podemos ser amigos? ¿Podemos disfrutar juntos de la felicidad y la tristeza, amigos que comparten sus delicadezas y asuntos interesantes?
Sus ojos parpadearon con un auténtico deseo. Había cumplido las instrucciones sin actuar. Era emoción verdadera, superior a cualquier técnica de actuación.
Ahora, todo dependía de su respuesta.
¿Asentiría con la cabeza y diría que sí?
¿O sacudiría la cabeza y lo rechazaría con educación?
¿O solo lo rodearía en silencio?
—Lo siento, no me gusta compartir delicadezas con los demás… Eso no está bien. Hay una persona con la que estoy dispuesta a compartir la mitad.
Ella dijo la primera mitad de la frase con frialdad, pero después de pensar en algo, dijo la segunda con una sonrisa radiante en sus ojos.
Kevin se sintió como alcanzado por un rayo al quedarse petrificado en el sitio.
Ella lo ignoró y caminó a su alrededor, y pronto, entró en la tienda de ropa.
Él se esforzó por respirar hondo y de inmediato sacó su móvil. Empezó a teclear a una velocidad super rápida, mientras su cara tenía una expresión de estar demasiado hundido para las lágrimas. Era como un niño agraviado que se queja a los adultos para pedir ayuda.
Después de enviar el mensaje, Kevin sintió como si hubiera pasado un año por cada segundo de espera.
Y parecía como si “Lord Dios” estuviera perplejo ante un problema difícil. Era raro que no respondiera al instante. Solo después de más de diez segundos respondió.
Lo miró de inmediato.
[Lord Dios: Relájate, cálmate, no te preocupes. Puede que las cosas no vayan tan mal como crees.]
Los ojos de Kevin brillaron con un destello de esperanza antes de calmarse un poco.
[Lord Dios: En primer lugar, tengo que disculparme. En efecto, no logré anticipar su respuesta. Esto se debe a que su respuesta no es del tipo “cortante”. Tiene una resistencia intensa que por lo general no se daría a un extraño. Pero como lo ha hecho, hay dos posibilidades. En primer lugar, su personalidad es tan abierta que es descuidada con sus palabras, o en segundo, tiene cierta resistencia contra ti desde el principio. Haz memoria y recuerda si le causaste una mala impresión cuando te vio en algún lugar o en algún momento antes de hoy.]
Se quedó atónito y respondió de forma afirmativa. [Imposible. Nunca la había visto antes.]
[Lord Dios: Sí, entonces asumamos que es la primera posibilidad. Esto significa que sus palabras no fueron intencionales. Solo es directa con sus palabras y soltó sus pensamientos más íntimos. Entonces, continúa describiendo. ¿Cuál fue su expresión cuando dijo las palabras “hay una persona con la que estoy dispuesta a compartir la mitad”?]
Él recordó de inmediato la expresión de la chica y tecleó: [Sonrió muy feliz…]
[Lord Dios: De acuerdo, sonreír tan feliz demuestra que la persona ocupa una posición muy alta en su corazón. Puede tratarse de un amante, una amiga íntima, un pariente… Todo es posible. Por lo general, si la persona fuera un amante, se sentiría algo avergonzada. Sin embargo, como la personalidad de la chica es del tipo abierto, no se puede eliminar la posibilidad de uno.]
La respiración de Kevin vaciló mientras se apresuraba a responder: [Entonces, ¿qué hago?]
[Lord Dios: Tienes que estar preparado para lo mejor y lo peor de todo. La mejor situación es que la persona a la que se refería sea una amiga o un familiar. La peor es que sea una persona de la que ella esté enamorada. Si es lo primero, tienes que pensar en hacer una “estratagema de familiaridad”. Cada mañana, te esconderás en los alrededores del restaurante y utilizarás diferentes medios para aparecer en su punto de mira. Sonríe y saludala, o tómale el pelo con amabilidad diciéndole que no es de extrañar que no quiera compartir sus manjares con los demás porque es una gatita glotona. En resumen, primero tienes que machacar la mala impresión que le has dejado hoy. No puedes hacerlo con prisas y sólo puedes aprovechar el paso del tiempo para hacerlo. Cuando la conozcas mejor y consigas sus datos de contacto, podrás volver a ponerte en contacto conmigo.
Si es esto último, es mejor que desistas. Robar el ser querido de otros es una desvergüenza. No te ayudaré a hacerlo. Deberías darle en silencio tus bendiciones. Siempre puedes estar a su lado como un amigo que puede ser confidente. Si un día se desenamoran, puedes volver a intentarlo. Recuerda que el compañerismo es la mejor búsqueda. Dejar ir es el verdadero amor. Sin embargo, más allá de si es lo primero o lo segundo, hoy tienes que contenerte. Sal rápido de la tienda de ropa. No dejes que te vea cuando salga. Después de eso, puedes seguirla en secreto y después de saber dónde se aloja, puedes investigar en secreto si tiene novio o no. Es mejor si puedes obtener más información. Si es de verdad imposible, intenta trabajar con sus amigas. Después de entenderla bien, puedes pedirme una estrategia eficaz dirigida a ella.]
Mientras leía los constantes mensajes, poco a poco fue calmando su corazón. Con un pensamiento, salió de la tienda de ropa y se escondió en un rincón apartado.
[Gracias], respondió.
Si no fuera por él, seguro habría regresado abyectamente fracasado en esta búsqueda de coquetear con la chica. Ni siquiera le quedarían fuerzas para luchar después de la terrible derrota. Aunque la situación era grave, con la guía de “Lord Dios”, parecía que aún le quedaba luz por delante.
[Lord Dios: Xuan’er me pidió que te saludara. Me dijo: “En aquel entonces te rechazó porque tenía a alguien en su corazón, pero en un momento de timidez, utilizó a los académicos como excusa. Siento mucho no haber podido rechazarte como es debido.]
Kevin se quedó estupefacto por un momento y no supo qué responder. De repente, sus ojos se humedecieron de amargura.
En ese momento, envió otro mensaje.
[Lord Dios: Jaja, te he ayudado a darle una lección. Esta chica es tan insensible. ¿Cómo puede ni siquiera darte una tarjeta de buen chico? Viejo compañero de clase, relájate hombre. Algún día te invitaré a comer.]
Kevin se quedó atónito. Recordó cómo ni siquiera le habían dado una “Tarjeta de buen chico”, antes de ser rechazado con la excusa de “centrarse en los estudios”.
Joder, ¿Este Genio era de verdad tan terrible?
[Lord Dios: En aquel entonces, después de confesarse con ella, de repente se armó de valor para confesarse conmigo. Sí, en ese entonces estaba muy aturdido. Ahora, que sé la verdad, hermano, ¡eres de verdad un buen tipo!]
Kevin casi cometió un asesinato.
¿Qué tarjeta de chico bueno estás intentando repartir?
[Kevin: Estás intentando enfurecerme a propósito, ¿verdad?]
Envió un emoji de una persona levantando dos botellas de aceites medicinales con las palabras: “Gran Hermano, ¿quieres ir al cielo?”, pero la comisuras de sus labios no pudieron evitar esbozar una sonrisa.
[Lord Dios: ¿Por qué? ¿No puedes aceptarlo? Si no puedes hacerlo, ¡entonces toma a ese pollito y abofeteame en la cara!]
Lord Dios envió un emoji con una cara pícara con las palabras en inglés “Interesting”.
Kevin se quedó de piedra y respondió de inmediato.
[¡Solo espera! Cuando Este Genio la conquiste, te enviaremos fotos. Es mucho más linda que Xuan’er.]
[Lord Dios: De acuerdo, estoy esperando.]