Escapó otra vez – Capítulo 18

Traducido por Naiarah

Editado por Narumi


— ¡Hahaha! Así es como se vé una gatita mostrando sus garras. Tengo que darle el mérito, mira cuán fea es la expresión del Príncipe Rui.— Yan Ran fue el primero en recuperarse. Cubrió su boca con sus manos para esconder su sonrisa. Casi se parte de la risa.

Shao Zitang centró su cabeza en tomar algo de té. Él no respondió, pero sus ojos bailaban con alegría. Estaba claramente soñando en rosa por la cenicienta expresión del Príncipe Rui todavía sin palabras.

Después de que Yan Ran acabó de reírse, sus ojos estaban rojos. Bebió más vino. —Como pensé, ella es un hermoso rollo de canela demasiado buena para este mundo. — murmuró con admiración.

Leng Ruofeng le miró. —Yan Ran, no cometas adulterio.— expresó calmadamente.

Tos tos tos —Yan Ran casi se ahogó con el vino que estaba bebiendo. Miró a Leng Ruofeng agraviado.—Cara de zombi, ¿podrías no decir esas cosas que pueden inducir a un ataque al corazón? ¿Cuándo la he tocado?

Shao Zitang se giró hacia él. Se rió mostrando todos sus dientes, —Cuando no lo has hecho.

Yan Ran impactado por esas alegaciones. Se mantuvo en silencio. Bueno. No es como que la haya tocado de esa forma. Estoy seguro que al dueño de la gatita no le importará, suspiro.

— ¿Quién dice que la tocó? —interrumpió una simple y perpleja voz.

—Los tontos no deberían interrumpir cuando los expertos están hablando. Sólo se bueno y come tu cerdo asado en salsa de soja.

He Wenzhong había estado sentado junto a ellos desde quien sabe cuando. Yan Ran le golpeó en la cabeza y empujó el cerdo asado que había estado entre ellos desde siempre hacia el hombre grizzly.

—… Vale.

Todos miraron a Xia Yuqing con asombro cuando acabó de hablar. Incómoda bajo las miradas, estaba a punto de hablar cuando escuchó un bang. Un hombre de aspecto fuerte tras el Príncipe Rui golpeó la mesa y saltó sobre sus pies con furia. Ella saltó impactada y retrocedió mientras él rugió, — ¡Como se atreve una mera princesa extranjera a hablar a Su Alteza así! Esta mujer es sólo una cantante de burdel. ¿Cuál es tu intención al empujar a una mujer que Su Majestad no quiere hacia Su Alteza?

El silencio cayó de nuevo.

Xia Yuqing miró con compasión al tipo todo músculo y nada de cerebro. Efectivamente, los alimentadores hacen el mayor daño a tu equipo. Él sólo exclamó los traidores pensamientos que nadie tenía el valor de decir. Tu señor, ¡no eres un genio!

El que rompió el silencio esta vez fue Feng Tingye. Elevó sus cejas y rió fríamente, descansando su barbilla en una mano. —Así que el General Wang es consciente de que Miss Jiang es una cantante.

—Hehehe. Lo siento primo, me demoré en casa. —dijo una voz femenina como una campana desde fuera. Captó la atención de todos.

Liu Yixiang estaba radiante mientras caminó pasando a Jiang Zhaorou, su afilada mirada parecía inocua al pasar por ella. La expresión de Jiang Zhaorou cambió. Ella retorció el pañuelo en sus manos.

Cuando él vió a Liu Yixiang entrar, Feng Tingye se rió entre dientes, —Prima, debes de haber perdido el paso del tiempo mientras visitabas a Madre. Ella nos regañará si te culpamos.

Liu Yixiang sonrió calmadamente, —Al menos no me perdido este espectáculo.

Entonces se giró hacia el tipo nervioso, General Wang Feng, y sonrió de forma glacial, —General Wang Feng, permíteme advertirte. Con quien estabas hablando ahora no era alguna princesa extranjera sino la consorte de mi primo imperial. Su Majestad es tu soberano, y la Consorte Qing es la única concubina del palacio. No sólo eso, ella posee el rango de tipo cuatro, y es sólo segunda a la emperatriz. Con eso en mente, ella también es considerada tu señora. ¿Qué está haciendo un mero general como tú, gritándole a tus lords?

—Yo… —Wang Feng quería responder, pero Liu Yixiang no le dió oportunidad de explicarse. Ella continuó. —General Wang, también ha dicho que esa mujer es una prostituta, ¿y no es digna de Su Alteza?

Wang Feng miró a la cara pálida como la muerte de Jiang Zhaorou. —Sí…— dijo, sólo para ser reprochado por Liu Yixiang de nuevo, —Tu sientes que una cantante no es digna de su Alteza, pero ¿no siente Su Alteza que esa cantante sea digna de Su Majestad? Con esas palabras, General Wang está cuestionando a Su Alteza o burlándose de él… Bueno, ¿cuál de ellas es su intención?

—Yo no estaba… Su Alteza, yo…— la expresión de Wang Feng se transformó. Desesperadamente quería explicar, pero estaba perdido con sus palabras cuando vió la expresión del Príncipe Rui volverse cada vez más fea.

—Bien entonces, no estabas. Entonces tengo una última cosa que decir. General Wang, has dicho que empujar a una mujer que mi primo imperial no quiere hacia Su Alteza, es insultarle. Permíteme recordarte; Su Alteza es un súbdito, Su Majestad es un soberano. Si Su Majestad otorga una mujer a Su Alteza, eso está fuera de crítica. Su Alteza debería sentirse agradecido. La indignación que el General Wang siente, ¿es propia o es en favor de Su Alteza? Si es eso, entonces ¿debería tomar ese descontento que Su Alteza siente como un signo de su descontento con el emperador?

La agresiva charla de Liu Yixiang intimidó a Wang Feng.

Xia Yuqing miró con ojos brillantes a la mujer delante de ella. Woah. Señorita, ¡señorita! ¡Señorita, por favor empújame abajo, por favor permítame mirar sus pies! Comparada con una tigresa de nacimiento noble de una familia militar, ¡esa bonita perra de ahí no es nada!

La cara del Príncipe Rui se oscureció incluso más. La copa en su mano se agitó. Se estabilizó y se levantó. —Por favor perdóneme, Su MAjestad. El General Wang ha estado demasiado tiempo en el ejército, y los laxos estándares han permitido su indiscreción. Su grosería hacia Su Majestad hoy no fue intencional, así que espero que su Majestad le permita irse por mí. Y por Miss Jiang, tomaré en serio la consideración de Su Majestad y Milady, y desde ahora yo… tendré buen cuidado de Miss Jiang.

—Nosotros también sentimos que fue un desliz de la lengua por parte del General Wang. Sólo parece que el General ha asustado a mi querida. Ella es muy tímida. Si nosotros sólo dejamos ir al General Wang, me temo que ella tendrá pesadillas sobre su grosería. Nuestro corazón dolerá. — Feng Tingye rodeó con sus brazos a Xia Yuqing. Su mano derecha se deslizó hasta su cintura y apretó, fuerte.

Xia Yuqing derretida en el abrazo de Feng Tingye con ojos llorosos. Sollozos, Seme-sama, tu bruto, ¡no aprietes tan fuerte! Duele…

La expresión del Príncipe Rui se endureció. Tosió ligeramente y miró a Wang Feng. La cara del general se hundió. Una brizna de resentimiento brilló en sus ojos. Bajó su cabeza hacia Xia Yuqing y juntó sus manos, diciendo, —Fue un desliz de mi lengua. Consorte Qing, por favor perdóneme por esta ofensa.

Xia Yuqing asintió gravemente. No era porque estuviera actuando altiva, era porque estaba sin habla. La mano de Seme-sama se había deslizado detrás de su espalda, y estaba lentamente… 囧 Sollozos, Seme-sama, ¡deja de actuar tan salido! ¿¡No podemos jugar bien!?

6 respuestas a “Escapó otra vez – Capítulo 18”

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