Estimada esposa del Príncipe – Capítulo 111

Traducido por Naremi

Editado por Sakuya

Corregido por YukiroSaori


En el pasado, Li Yuyue siempre había vivido sin cargas ni dificultades aparte de la confrontación de ayer con Baili Hongzhuang. Hoy, su rostro había cambiado así, era demasiada coincidencia.

Li Yuyue estaba sorprendida, pero no quería pensar en eso. Todo lo que ella quería era una razón para culpar a Baili Hongzhuang.

—¡Así es, debe ser Baili Hongzhuang! —Li Yuyue asintió repetidamente con la cabeza—. ¡Padre, debes hacerme justicia!

—¡Quédense tranquilas, si esto realmente lo hizo Baili Hongzhuang, definitivamente la haré pagar el precio! —La cara de Li Chengqian era sombría mientras hablaba.

¿Acaso olvida su estatus? ¡Se atrevía a moverse contra su hija, Baili Hongzhuang debe estar cansada de vivir!

El doctor pronto vino. Después de examinar la cara de Li Yuyue, negó con la cabeza.

—Realmente lo siento, mi humilde persona es incapaz de decir la causa de las repentinas pecas de la señorita Li. Eso es algo de lo que nunca había oído.

—¿No hay nada que pueda hacer? —Li Chengqian no estaba dispuesto a perder la esperanza.

Si la cara de Li Yuyue se quedara así para siempre, ¿cómo podría salir y saludar a otras personas?

—En mi opinión, este tipo de situación es solo algo que la señorita Baili del hospital del Doctor Divino y Justo podría curar. Otros médicos, me temo que las posibilidades de curar a la señorita Li son mínimas.

Las tres caras se pusieron feas. Ahora, todos sospechaban que esto era obra de Baili Hongzhuang.

Si fueran y le pidieran un favor como ese, ¿no sería solo una broma?

Después de que el doctor se fue, Li Chengqian una vez más invitó a otros doctores a echar un vistazo. Pero al final, la conclusión de todos fue la misma que la del primero.

Aparte de Baili Hongzhuang, nadie más podría curarlo.

—Señor, creo que deberíamos intentar pedirle un favor a Baili Hongzhuang. Mientras el señor lo desee, creo que ella definitivamente nos dará la cara. —Zhao Wenqiang reflexionó.

—¿Ir y pedirle ayuda a esa mujer? ¿Por qué deberíamos? —Li Yuyue se opuso de inmediato.

Todavía estaba pensando cómo llevarían a Baili Hongzhuang al suelo. Si le pedía ayuda ahora, Li Yuyue temía no tener la oportunidad de hacerla caer en esta vida.

Zhao Wenqiang frunció el ceño elegantemente, su voz tenía un rastro de culpa.

—Mi niña, Baili Hongzhuang no es lo suficientemente importante como para que estés tan enojada. Piensa un poco, mientras te conviertas en la princesa heredera, ¿cuántas oportunidades no habrán para tratar con ella, como la emperatriz?

—¡Las palabras de tu madre son correctas, lo manejaremos así! —Li Chengqian asintió levemente.

Al ver la firme resolución de Li Chengqian y Zhao Wenqiang, Li Yuyue tuvo que estar de acuerdo con ellos sin importar su descontento, después de todo, era de mayor importancia proteger su rostro.

Sin embargo, la persona que su padre envió al hospital Doctor Divino y Justo para pedir una cita con Baili Hongzhuang, descubrió que el hospital estaba temporalmente cerrado, y la razón era que, por sorprendente que fuera, el príncipe y la princesa Chen habían ido a una cita.

¿Un viaje a las montañas?

También envió a algunas personas al palacio del príncipe para preguntar por su paradero, pero solo les dijeron que no sabían cuándo regresarían.

La noticia sorprendió a la familia Li, no estaban preparados. Baili Hongzhuang se fue en un momento tan crucial, ¿realmente no quedaba camino?

En comparación con el desastre de la familia Li, Baili Hongzhuang y Dibei Chen se sentían muy cómodos.

Hei Mu condujo el carruaje mientras los ojos de Baili Hongzhuang y Dibei Chen miraban por las carreteras y los paisajes concurridos a través de las ventanillas.

—Ahora que dejamos la Ciudad Imperial, ya no hay necesidad de que actúes —dijo Baili Hongzhuang lentamente.

Para una persona común, actuar como lisiado todo el día sería extremadamente incómodo.

Dibei Chen sonrió débilmente.

—Si nos topamos con alguien dentro de la cordillera, nuestra identidad sería expuesta.

Por esa razón, todavía era necesario continuar siendo un lisiado. Si dejaran alguna pista, actuar durante tanto tiempo habría sido en vano.

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