Estimada esposa del Príncipe – Capítulo 136

Traducido por Naremi

Editado por Sakuya

Corregido por YukiroSaori


Al escuchar que en realidad era Baili Hongzhuang, la cara de Shao Zifan se volvió difícil.

Finalmente había visto un rayo de esperanza en la encrucijada entre la vida y la muerte, pero no pensó que quien había venido era Baili Hongzhuang.

Al verla aparecer, uno de los civetas de llama la reconoció como un blanco de ataque e inmediatamente corrió hacia ella.

—¡Princesa Chen, tenga cuidado! —Shao Zifan le advirtió de inmediato.

¡Qué calamidad! Aunque no era muy cercano a Baili Hongzhuang, todavía no quería verla morir por su culpa.

Sintiendo a la civeta corriendo rápidamente hacia ella, sus ojos brillaron con frialdad. ¡Sacó su espada a la velocidad de un rayo!

Solo un destello de plata fue visible antes de que Baili Hongzhuang retirara su espada.

Tumbado en el suelo, la civeta ya no podía emitir ningún sonido.

Al ver lo que sucedió, Shao Zifan y Zhao Yunqian se quedaron impactados. La miraron con los ojos abiertos de par en par, ¡no podían creer que todo lo que pasó frente a ellos hubiera sido real!

Esa era una civeta de llama, poderosa como un cultivador de la misteriosa tierra intermedia… ¡Increíble!

¿Acaso Baili Hongzhuang acaba de matar a una civeta con un solo movimiento?

Incluso antes de que los dos pudieran ver claramente sus movimientos, todo ya había terminado.

La boca de Zhao Yifan se abrió por el asombro. ¡Baili Hongzhuang era tan poderosa!

Si no fuera por el hecho de que todavía estaban siendo atacados por las civetas de llama, Zhao Yunqian quería frotarse los ojos para asegurarse de que lo que estaba viendo fuera real.

Las civetas, al ver a su compañero ser asesinado por Baili Hongzhuang, comenzaron a aullar y cargaron juntos hacia ella.

La cara de Baili Hongzhuang era indiferente mientras agitaba su espada. ¡Rayos de luz centellearon y todas las civetas de llamas fueron decapitadas!

Uno a uno, los tres cadáveres de civetas cayeron al suelo. De principio a fin, Baili Hongzhuang siempre estuvo tranquila.

Ella podía matar bestias de etapa intermedia de tierra misteriosa como si estuviera matando a un gato ordinario.

Agitando su espada de nuevo, Baili Hongzhuang retiró hábilmente los cristales demoníacos de las civetas de llamas, estos tenían muchos usos.

Shao Zifan y Zhao Yunqian se miraron antes de caminar hacia ella.

—Muchas gracias princesa Chen por deshacerse de las bestias y venir en nuestra ayuda. —Shao Zifan ahuecó sus puños en señal de gratitud.

Baili Hongzhuang los miró con indiferencia, no reconocía a los dos frente a ella.

En realidad, las únicas personas que conocía en la competencia de caza eran Baili Yuyan y Xuanyuan Huan.

—No me agradezcas.

Baili Hongzhuang rápidamente se dio vuelta, para ir a descansar.

Originalmente no tenía intenciones de ayudarlos, y solo decidió hacerlo cuando escuchó a Shao Zifan gritarle que tuviera cuidado.

Al menos Shao Zifan tenía un buen corazón. Ella estaba dispuesta a gastar un poco de energía por ello.

Al ver la apariencia indiferente de Baili Hongzhuang, Shao Zifan se sintió un poco incómodo. Gritó cuando la vio irse.

—¡No importa qué, gracias por salvarnos!

—No enciendas ningún fuego por la noche.

La figura de Baili Hongzhuang se desvaneció en el bosque, sus cálidas palabras fueron como una brisa fresca.

Shao Zifan sonrió un poco. Antes no conocía a Baili Hongzhuang en absoluto, pero ahora pensaba que era una persona muy buena.

—No esperaba que la fuerza de Baili Hongzhuang fuera tan grande—Zhao Yunqian dijo aturdido—. Solo usando un golpe para matar a una civeta de llama, ¿cómo podría ser tan poderosa?

Shao Zifan negó con la cabeza. Solo sabía que la fuerza de Baili Hongzhuang sobrepasaba la de ellos, pero no tenía idea de hasta dónde.

—Parece que el juicio de todos fue incorrecto, la princesa Chen no es basura en absoluto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido