Felicidades Emperatriz – Capítulo 2: La venganza

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Hua Jin Lan una asesina profesional del siglo 21 había tenido éxito en cada misión en su vida anterior y la forma en que murió era….simplemente humillante. Para empeorar las cosas estaba su situación actual.

Desde el momento en que había llegado al inframundo, Hua Jin Lan utilizo su destreza contra los diablillos, obligándolos a que ella reencarnara en una vida mejor. En un lugar tranquilo rodeado de montañas, ríos y nacer en una familia fuerte y adinerada. Lo más importante era tener una belleza comparable a la de una Diosa.

Sin embargo, debido a su descuido, se vio forzada por los diablillos, y tuvo que vivir la situación actual, es decir, el error causado por el huésped anterior, quien tenía el mismo nombre que ella.

Hablando del huésped anterior…era toda una historia trágica. A pesar de todos los esfuerzos que puso, todo fue en vano, ni si quiera cuido de ella misma en lo más mínimo. Sin embargo, ella trato de casarse en una familia rica, pero nadie estaba interesado en ella y la trataban como si fuera basura. En tres ocasiones, ni siquiera pudo pasar la puerta principal de la familia. Hubo una ocasión donde la dejaron pasar, pero la echaron en cuestión de segundos con una escoba. Finalmente la última opción que le quedaba era el Jefe del Pabellón Ti Tou, Wen Zhao Yi, pero en realidad no era lo que ella deseaba.

Era un espiral de desesperación sin fin para ella. Quería ser amada, pero fue rechazada. Esto se estaba transformando lentamente en ira y desesperación. Por fin, había dado con una poción de amor. Pero ella fue atrapada y sin ninguna razón más para vivir, ella se suicidó.

Esa fue la vida de la huésped anterior, de los fragmentos que podía recordar. No podía ver más que eso. A parte del número de hombres a los que se propuso y al hombre a quien le iba a dar la poción de amor y causo su muerte, no podía recordar sus caras. Solo podía recordar a los miembro de su familia.

Hua Jin Lan sonrió. Parece que sus antepasados se  centraban en los beneficios y evitaban los problemas. Solo se iba a centrar en los aspectos positivos e ignoraría los negativos. Por lo tanto, se va a olvidar de todo lo que no valga la pena recordar.

—Joven ama, ¿esta bien? —Yu Jia se pone enfrente de los ojos de Hua Jin Lan—Por favor, no sonría de esa manera, me da miedo…

Hua jin Lan se quedó sin habla, ya que era lo más cálido y amigable que tenía, su sonrisa.

—Yue Jiao, ¿Cuánto tiempo estuve durmiendo? —Pregunte.

Desde que llego del Pabellón de Ti Tou, que fue hace un día. El medico vino y dijo “no puede ser salvada” —Yue Jiao se detuvo para limpiar sus lágrimas y sonrió—Al menos esta bien ahora, la joven ama volvió de las puertas del inframundo.

Hua Jin seco sus lágrimas de la esquina de su ojo y le dijo amablemente—Ya que todo está bien, por favor deja de llorar.

—Joven… ama—Jia Yue la miro con una expresión en blanco, olvidando que estaba llorando.

—¿Qué pasa? —Hua jin salio de la cama y Chu Yun vino inmediatamente a ponerle los zapatos.

—Es solo que….¡Su humilde servidor está feliz por usted! —Jiao Yue sacudió la cabeza feliz.

Ambos sirvientes ayudaron a Hua Jin a ponerse su ropa, podia sentir el frío que penetraba dentro de sus huesos.

Es hora de algún tipo de entrenamiento.

—Joven Ama, usted acaba de despertarse, así que ¿A dónde va?

Hua Jin fue a dar vueltas sonriendo mientras el viento soplaba a través de su pelo, formándose una ola negra que fluia con el aire a su alrededor —¿Dónde preguntas?¡A vengarme por supuesto!.