Después de escuchar las tres palabras, “Hua Jin Lan”, fue sólo entonces que la multitud se dio cuenta de lo que estaba pasando.
En primer lugar, un Decreto Real que le otorgaba el matrimonio, fue una de las 10 mayores imposibilidades que ocurrieron en la Ciudad Gloria.
En segundo lugar, esta mañana se estaba propagando un rumor sobre Hua Jin Lan nacida bajo la estrella de la desgracia por el Gran Abad en el Templo Qing Quan, lo cual fue probado por la muerte de una de las concubinas en la mansión del Príncipe.
Finalmente, ahora, durante la noche, ¿qué estaba haciendo Hua Jin aquí?.
Pensando en ello, fue debido a que ella era insensible, lo que permitió que el príncipe incluso la mirara y después de tal rumor, ella puede temer que su matrimonio podría ser cancelado… Sin embargo, ¿qué era lo que estaba tirando? Todos estaban interesados en los últimos rumores, y estaban emocionados por la discusión entre Yu Yan y Hua Jin.
Hua Jin pateó a Zhui Feng que estaba a su lado
—Hoy he pillado a un ladrón en mi patio y lo he traído aquí para que puedas manejar este problema.
Zhui Feng y Zhou Yu estaban empapados de sudor frío, este último llevaba una pequeña esperanza y le hizo una sugerencia al príncipe.
—Los ladrones deben ser llevados a los funcionarios feudales…
—¿Quién hizo que esta Mansión estuviera tan cerca?
Hua Jin lo interrumpió.
Incluso el público ignorante lo sabía, la distancia entre la Mansión de los Hua y la Mansión del Príncipe eran alrededor de 8 calles y había una oficina feudal entre estos dos lugares.
—¡Obviamente estás aquí para causar problemas! —Zhu Yu abrió mucho los ojos.
Hua Jin, usando su mano para cubrir su boca, actuó como si la hubieran atrapado y se rió. Estaba claro que ella vino aquí con la intención de causar problemas y no había nada que Zhu Yu pudiera hacer.
—¡Zhu Yu!
Yu Yan indiferentemente abrió la boca y Zhu Yu rápidamente retrocedió con la cabeza agachada.
Yu Yan miro a Hua Jin y sonrió.
—Jin Er, el cielo se oscurece, ¿por qué no continuamos adentro?
La multitud se llenó de decepción, no pudieron oír ninguna jugosa noticia antes de que el Príncipe quisiera cerrar la puerta y mantenerlo en privado.
—No hay problema, ¡Jiao Yue, pásalo!
Jiao Yue vio que Hua Jin ni siquiera la miraba cuando dijo eso, así que ella calladamente y apretando sus dientes, sacó un rollo de tela y usando sus dos manos se lo presentó al príncipe
—Príncipe…
—Oh, no es mucho. Todo lo que necesito que hagas es que escribas unas palabras
Hua Jin lo miró fijamente.
—¡Solo 4 palabras! “¡Primera, bajo los cielos” solo estas 4 palabras a cambio de tu sirviente. ¿No es un buen negocio o sí?.
Después de decir eso, Hua Jin extendió su mano y le dio una bofetada al culo de Zhui Feng.
—De lo contrario, venderé a este pedazo de carne al Pabellón Ti Tou por algunos taels.
La muchedumbre estaba aturdida: ¿Molestar al sirviente del príncipe en frente del príncipe? Podría ser… ¿Que el príncipe estaba teniendo una aventura con el sirviente?
Como Zhui Feng estaba siendo azotado, él mismo estaba pensando en cómo no estaba preparado para ir en contra de Hua Jin. Incluso aunque él había pensado en muchas formas, al final siempre consideraba que sería asesinado y luego violado.
Nunca pensó que resultaría así.
¡Príncipe! ¡Nos veremos de nuevo en la próxima vida!
—Bien…
Yu Yan sonrió levemente mientras miraba a Zhu Yu y dijo.
—¡Trae los Cuatro Tesoros del Estudio!
Prefiero que sea violado y luego asesinado.