Traducido por Ichigo
Editado por Dimah
Unos días después de la fiesta nocturna de la Casa Flantheim, Cordelia se recluyó en su laboratorio y pensó en aceites esenciales.
Una fragancia que le gustaría a la marquesa Sara..
Tres días después de la fiesta de cumpleaños, la condesa Nirupama se llevó a Cordelia, como si la hubiera secuestrado, y visitaron de nuevo la mansión Flantheim. Los marqueses las recibieron con muchos dulces, así que Cordelia los disfrutó primero. Estuvo atenta a la conversación entre su tía y la señora Sara, y luego le mostró a la marquesa los aceites esenciales que tenía, aparte del de rosa.
—Todos huelen bien.
—¿Hay alguno que te guste?
—Bueno, quiero probarlos todos, pero no sé por dónde empezar.
—Igualmente, he traído diferentes perfumes y bálsamos. Espero que los pruebes también.
—Gracias. Estoy muy contenta.
Sara parecía tan feliz como había dicho. Pero entonces, Cordelia se dio cuenta de algo.
Probablemente a la señora Sara no le gustaran todas las fragancias de aquí, simplemente no ha encontrado algo que le llame la atención.
Meditó al respecto y concentró su magia en los ojos, observó el color mágico que rodeaba a Sara, memorizó el tono y pensó en qué mixtura funciona mejor para ese tono de magia.
Por supuesto, estoy segura de que la marquesa estaría contenta incluso si no hace una mezcla específica para ella, pero vale la pena si la hace feliz.
Por ahora, la dama solo podía usar las cosas que Cordelia le había dado. Ésta seguía pensando en una combinación que satisfaciera a Sara, pero tal vez sería más rápido si pudiera escuchar sus impresiones acerca de las que había usado. Sin embargo, si seria y realmente pensaba en mezclas, entonces necesitaba otros tipos de aceites esenciales. ¿Debería buscar más hábitats de hierbas en la biblioteca? Cordelia estaba realmente inquieta por dónde empezar.
Analizándolo atentamente, esto no tiene nada que ver con las fragancias, pero podría ser bueno cambiar los simples frascos de color marrón rojizo por algo más bonito.
Para evitar una afectación en la calidad, puede que el color no sea fácil de modificar, pero hay muchas formas de hacer la etiqueta. La botella actual es fácil de usar, pero es un poco aburrida.
Cordelia lo pensó mientras levantaba una pequeña botella de la mesa.
—Escucha, señorita…
—¿Qué pasa Ronnie?
—¿No te estás esforzando demasiado? Estás pasando más tiempo de lo normal en esa silla. ¿Por qué no te tomas un pequeño descanso?
Ronnie le habló al respecto y Cordelia inclinó la cabeza. Ella no tenía la intención de esmerarse demasiado.
Pero, al mover sus hombros los sintió un poco tiesos. Aparentemente, lo que Ronnie había dicho no estaba equivocado.
Me pregunto si, debido al encuentro con el joven príncipe, estoy más distraída de lo que pensaba.
No interactuaron tanto, y pretendió sentirse aliviada después de re-confirmar que lo había evitado, pero al parecer, estaba más pendiente de él de lo que había creído.
Pero, no puedo evitarlo, mi vida está en juego.
¿Me veré reflejada ante los ojos del príncipe como “una dama normal”? Estaba un poco preocupada por eso, pero la actual ella, no tenía forma de saber la reacción del joven monarca. Por supuesto, hasta cierto punto, puede encontrar la respuesta si le pregunta a Vernoux, pero entonces eso causaría malentendidos y no podía indagar cuando sabía que posiblemente se burlaría más de ella.
—Señorita, voy a preparar un té. Así que por ahora por favor descansa .
—Disculpe, señorita Cordelia.
—¿Emina? Entra.
Un golpe sonó en la puerta, interrumpiendo lo que Ronnie tenía que decir, y Cordelia invitó a la persona a entrar.
—Tienes un invitado esperándote.
—¿Un invitado? ¿Para mí?
—Sí. La señorita Aisha está aquí.
Cordelia se levantó rápidamente al oír esas palabras. Era la segunda vez que Aisha la visitaba sin cita previa. ¿Tan urgente es que ni siquiera tuvo tiempo de enviar una carta? Se dirigió al salón sintiéndose ansiosa.
En la habitación, Aisha no estaba sentada en una silla, sino que miraba por la ventana.
—Siento haberla hecho esperar, señorita Aisha.
—Ha pasado un tiempo, joven Cordelia.
—¿Qué ha pasado?
Pensó que era un poco precipitado preguntar inmediatamente después de los saludos, pero estaba muy inquieta, así que preguntó. Aisha abrió los ojos con sorpresa y dijo con una mirada muy seria.
—Sí, ha ocurrido algo grande.
—¿Qué en la tierra…?
—Bueno… pude comprar la limitada tarta de natilla en la tienda que tiene las filas más largas de la Capital Real. Así que, ¿te gustaría que lo comiéramos juntas?
—Eso sí que es un gran negocio.
Cordelia pensó que iba a tropezar allí por un segundo, pero eso era ciertamente una gran cosa.
Los pasteles tenían una corta vida útil. Era inevitable que Aisha viniera sin cita previa si había conseguido el pastel tan repentinamente. Cordelia también escuchó a Ronnie hablar del pastel y quería comerlo, pero no creía que pudiera hacerlo.
Por desgracia, la fila era demasiado larga. Aunque es primavera, los rayos del sol eran duros, y Cordelia no podía decirle a sus sirvientes: “Vayan a hacer cola y compren esto para mí”.
Por cierto, Ronnie sabía lo del pastel porque sus mayores del ala de los magos le habían ordenado que fuera a comprarles un poco. Entonces, se enteró de la fila y salió corriendo usando a Cordelia como excusa.
—Tendré el té preparado. También haré que corten la tarta.
—Muchas gracias.
Cordelia habló y le dio el pastel a Emina. Tenía muchas ganas de comerla. Me pregunto si estará deliciosa.
—Señorita Cordelia, ¿podría escuchar algo más mientras esperamos que el pastel esté listo?
—¿Qué pasa?
—La razón principal por la que vine a verte hoy fue por el pastel, pero hay algo más. A decir verdad, me han confiado una carta de padre dirigida a la señorita Cordelia.
—¿El señor Zeke me ha escrito una carta? ¿De qué se trata?
—Ni siquiera yo sé lo que escribió. No me molesta, eres libre de leerla en este momento, si quieres.
—Entonces, lo haré.
Cordelia cortó el sello y sacó la carta dentro del sobre. Había dos hojas de papel, pero todo estaba escrito básicamente en una sola página. La misiva, que empezaba con saludos, estaba llena de letras fuertemente escritas.
Siguió esas letras con la mirada y entonces dejó de respirar.
Los mercaderes que anteriormente compraron trigo en la aldea Caina, parecen estar conectados a un Gremio Oscuro. Los propios comerciantes son piezas desechables para ellos, así que no tenemos ninguna información, pero probablemente no tengas que preocuparte por la aldea. Por si acaso, he enviado algunos soldados allí. Hasta este momento, aún no está claro si tomarían represalias porque la aldea ha dejado de venderles trigo. También es muy probable que no hagan nada a la aldea. Quieren dinero, así que es posible que no corten el árbol de ganancias ellos mismos.
Sin embargo, tienen la tendencia a eliminar a quienes consideran una amenaza. He recibido un informe en el que se afirma que uno de sus camaradas está tratando de reunir información sobre ti en Ertiga. Esta información sólo fue transmitida a un número selecto de personas para no despertar sospecha. Pero el señor Elvis me ha dado el permiso para informarle de esto señorita. No hay ninguna amenaza real aquí en este momento, pero por favor, tenga cuidado.
—¿Señorita Cordelia? ¿Ha escrito mi padre algo grosero?
—No, no lo hizo. Solo quería volver a visitarme ya que hace tiempo que no voy.
Aisha parecía preocupada, así que Cordelia sonrió para engañarla.
Gremio Oscuro…
Ya había oído hablar de su existencia.
Eran lugares donde se reunía la gente que dejaba su moral para poder vivir según sus deseos. Escuchó sobre ellos de su hermano mayor, Isma. Era el término general para distinguirlos, ya que había muchos grupos diferentes. Afortunadamente, ella nunca los había conocido.
También había oído que, en el pasado, levantaron una revolución con el pretexto de un golpe de estado. ¿Qué es una revolución cuando utilizan fondos ilegales y engañan a la gente?
Sin embargo, en ese momento, Cordelia no tuvo mucho tiempo para pensar.
Eso fue porque el pastel y el té, de aspecto extremadamente delicioso, volvieron a entrar en la habitación.
—¡Vaya! Mire señorita Cordelia. Puedo ver los frutos donde ha sido cortado. Se ve delicioso.
—Entonces, comamos hermana.
—Sí. ¡Comamos mucho!
Cordelia hablaba con Aisha de cosas insignificantes mientras disfrutaban del pastel.
Sin embargo, el contenido de la carta estaba metido en su cabeza y no podía concentrarse en la conversación.
Luego, el tiempo pasó y era ahora de que Aisha se fuera a casa, así que Cordelia la acompañó a la entrada.
La gente que hace cosas desagradables aparece en todas partes.
Ella no hizo nada malo y lo único que podía hacer era aceptar su desafío.
Mi padre debe querer que piense en una forma de manejar esto si estaba dispuesto a permitir que me enterara.
¿Qué debo hacer y a quién debo pedir ayuda? Tenía que pensar más en ello cuando tuviera información más fiable.
Cordelia dio un largo suspiro ante la posibilidad de problemas tras su encuentro con el príncipe y volvió al salón. Entonces, se dio cuenta de que un pendiente que pertenecía a Aisha estaba sobre el sofá.
Puede que aún logre alcanzarla, pensó Cordelia mientras se dirigía rápidamente a la puerta. Le pediré a alguien que lo entregue si no la alcanzo… Pensó y continuó, pero entonces escuchó el grito de un niño.
Actualmente, solo había un niño en la Casa Pameradia y no había forma de que ella oyera el chillido de ese niño, pero ciertamente escuchó un alarido cerca de la puerta.
¿Qué será? pensó, y Aisha ya no estaba allí cuando llegó a la entrada.
En el lugar, había una niña que parecía tener su misma edad. Era de cabello castaño oscuro y un corte hasta los hombros.
Ese es un peinado poco común.
Las jóvenes de este reino generalmente tienen el pelo largo y las chicas nobles lo tenían más largo que las plebeyas. Sin embargo, aún para los pueblerinos, era extraño tener el cabello a la altura de los hombros. Incluso los niños tenían el pelo lo suficientemente largo para atarlo.
Empero, además de pensar que es “extraño”, también pensó que era “nostálgico”. Y lo importante en ese momento no es el peinado de la niña. Cuando se acercó, se dio cuenta de que la agitación la había causado esta chica.
La joven estaba discutiendo con el portero de la Casa Pameradia.
—Como he dicho ¡Esta es una casa tan grande! Así que debería haber algo que pudiera hacer, ¿no?
—Te digo que no lo hay. Si lo hubiera, el Maestro nos ordenaría hacer los arreglos.
—¿Estás diciendo que estás completo con la cantidad de gente que tienes trabajando aquí?
Parece que la chica quería trabajar en la Casa Pameradia.
Sin embargo, Cordelia analizó honestamente que es natural que el portero la tomara a la ligera. La niña es demasiado joven para ser contratada como sirvienta. Además, estaba gritando en un lugar donde vivían nobles. Los sirvientes no eran aceptados si no tenían una carta de presentación, o al menos algo de etiqueta.
Parecía una chica muy testaruda, pero realmente no tenía más remedio que rendirse. Podría molestar a los demás si armaba un escándalo durante mucho tiempo, así que Cordelia se acercó a ellos para ayudar al criado. Entonces, se dio cuenta de algo.
Qué chica tan extraña…
Lo sabía por su peinado y su actitud, pero la fuerte magia que la rodeaba sólo puede decirse que era rara. Su maná parecía como si aún no se hubiera asentado en su cuerpo y estuviera fluyendo desde su interior.
Es extremadamente extraño que alguien tenga tanto poder mágico aunque no sea un noble… Ronnie también entra en esa categoría.
Sin embargo, había una trampa. La magia se arremolinaba alrededor de la chica. Probablemente no desplegaría su poder de esa manera si solo fuera alta. A Cordelia le pareció que no podía controlar su magia.
—¿Puedo tomar un poco de tu tiempo?
—Estoy ocupado ahora mismo… ¡Señorita Cordelia!
—Gracias por tu trabajo duro. Parece que ha venido un invitado no invitado, ¿no?
—L-lo siento mucho.
En contraste con el portero que estaba actuando un poco incómodo, la chica habló alegremente.
—¡Eres la señorita de esta mansión!
Cordelia, que estaba siendo señalada enérgicamente, sonrió.
—Es un placer conocerla jovencita. ¿Quieres trabajar en mi casa?
—¡Sí, eso es! Soy pobre, así que dejé el campo… Esta es una mansión muy grande, ya sabes. Debería haber trabajo para mí, ¿no?
Cordelia se encontró con la mirada de la chica y la observó fijamente. La joven esperó inmóvil la respuesta de Cordelia.
—De acuerdo. Te aceptaré en período de prueba durante un tiempo. Sin embargo, tienes que ser aceptada por mi padre.
—¡Sí!
—¿Eh, señorita Cordelia?
»Sin embargo…
—Entonces, ¿puedes hacer que esta jovencita se vaya tranquilamente?
El portero parecía perplejo y serio ante el comentario de Cordelia. Probablemente no se le había ocurrido nada.
—Está bien. Hay alguien que la cuidara, ¿no es así?
El guardián frunció el ceño y finalmente dijo:
—Aah.
—Jovencita, primero ven aquí un segundo. ¿Puedo preguntarle su nombre?
—Soy Carla. Encantada de conocerla, señorita.
»Entonces, acompañaré a la señorita.
Cordelia caminó con el portero y Carla. Luego, miró hacia el invernadero y mientras abría la puerta del laboratorio, declaró magníficamente.
—Ronnie, te he traído un asistente.
—¿Perdón?
Cordelia sorprendió a Ronnie quien estaba tratando de prepararse una taza de té. Aunque el té milagrosamente no se derramó, el portero, quien lo vio, se llevó una mano a la frente asombrado.
♦️ ♦️ ♦️
Esa noche, Cordelia intentó contarle a Elvis lo que había pasado, como le dijo al portero que haría.
Cuando le preguntó al mayordomo Hans cuándo estaría libre Elvis, la guiaron al estudio enseguida. Su padre ya se había enterado de lo sucedido.
Elvis empezó a hablar en el momento en que entró en la habitación.
—He oído que contrataste una criada.
—Lo hice. Ella estaba haciendo un escándalo en la puerta. Sin embargo, puse las condiciones de que era un período de prueba y que necesitaría la aprobación de padre para trabajar aquí. Estoy pensando en dejársela a Ronnie.
Elvis se giró finalmente para mirar a Cordelia después de que ésta hablara; se puso nerviosa bajó su mirada.
—He oído que Aisha vino hoy, pero ¿me han informado erróneamente?
—Recibí una carta del señor Zeke…
Ella sabía lo que él quería decir. Aunque estuvieran en tiempos de paz, no era una decisión sabia dejar entrar en la mansión a alguien de origen poco claro. Pensó que ella había hecho una elección tonta si entendía todo esto y seguía invitando a Carla a entrar de todos modos. Por si acaso, pensó que no se podía evitar aunque Elvis hubiera dicho: “¿Tu cabeza es solo para mostrarla?”
Sin embargo, también sabía que él no rechazaba esta idea solo porque se lo preguntaba. No podía dejarse llevar por el humor.
—Esa niña… se llama Carla, y esconde una magia extremadamente fuerte, pero no puede controlarla. Quieroa vigilarla un poco, porque si su magia se desboca, afectará a los que la rodean.
—Yo también sentí su magia… Pero probablemente no afectará a otras personas aunque se desborde. No tiene sentido aceptar a alguien que puede convertirse en tu enemigo.
Elvis ya había visto a Carla.
—¿La persona en sí tiene alguna influencia?
Elvis no respondió. No, Cordelia no estaba segura de si no respondía, o si no podía responder porque no estaba seguro. Pero de cualquier manera, la decisión de Elvis posiblemente no cambiaría. Por lo tanto, esto no alteraba el hecho de que ella quiere que él acepte a Carla.
—No me sorprendería que estuviera conectada con el Gremio Oscuro. Pero, creo que si eso fuera cierto, entonces habría tenido una mejor manera de infiltrarse en nuestra mansión.
—¿Y?
—Me informaron que el señor Zeke no ha atrapado su cola todavía. Por lo tanto, si es alguien del Gremio Oscuro, ¿no sería una especie de oportunidad? Esta es la Casa Pameradia; tenemos la ventaja. Pero, estaría muy contenta si no tuviera nada que ver con ellos.
Por supuesto, la gente que trabajaba en la Casa Pameradia seguramente se preocupa por el hecho de que invitara a Carla a trabajar allí; tendrían que vigilarla. Aparte de Ronnie, necesitaba que los otros magos también monitoreen a Carla.
La razón más importante era que estaba preocupada por la niña… Aunque dijera esas cosas basándose en su aspecto exterior.
Cordelia no creía que él lo aprobaría si decía que era por su intuición. Por lo tanto, había preparado algunas razones para respaldarlo. Ambos se miraron en silencio durante un rato.
—La dejaré trabajar aquí a prueba… Sin embargo, los informes sobre ella no solo los darás tú, sino también otros.
—Muchas gracias.
Los pensamientos de Cordelia fueron probablemente transmitidos a Elvis.
Una respuesta le fue dada después de un largo intervalo y Cordelia hizo una profunda reverencia.
♦️ ♦️ ♦️
Al día siguiente, Cordelia fue a su laboratorio después de terminar de desayunar.
Primero, se paró frente a la puerta y escuchó atentamente lo que sucedía adentro. Los dos en el interior estaban discutiendo por algo… O más bien, sonaba como si Carla estuviera enojada con Ronnie por algún motivo. Cordelia abrió la puerta sin llamar, mientras pensaba que había mucho ruido.
—¿Por qué discuten a primera hora de la mañana? Sus voces se oyen desde afuera, ¿lo saben?
—Oh, señorita. Buenos días. Por favor, escuche. ¡Este insignificante me dijo que trabajara tan temprano! ¡Todavía es tan temprano en la mañana! ¡¡Sabes!!
—¡Señorita, escúcheme! ¡Nunca he oído que Ronnie trabaje si no se toma su té!
—¿Perdón?
Cordelia ladeó la cabeza confundida porque no podía predecir que dirían esas cosas. Luego, miró el reloj. No era tan temprano como Ronnie decía que era, pero no era lo suficientemente tarde como para que alguien se enojara con él.
—Es bueno que estés tan entusiasmada, pero no me importa que te relajes un poco más Carla, todavía no es hora de que Ronnie empiece a trabajar; esto es normal.
—Pero…
—Ronnie, ¿podrías también hacer una taza de té para Carla? ¿Y puedo tomar una?
—Entendido. Por favor, espera un momento.
Ronnie dejó su taza de té y se levantó. Luego, sacó cuidadosamente algunas tazas del armario. Carla parecía realmente incómoda mientras lo observaba.
—Oye, ¿realmente también voy a beber té?
—Vaya, ¿odias el té?
—Yo no…
Cordelia sonrió a Carla quien murmuraba.
—Entonces, eso es bueno —respondió ella.
Ronnie, quien escuchó su intercambio, se encogió de hombros y sonrió mientras tomaba las hojas de té.
—Insignificante, no es que quisieras trabajar desde primera hora de la mañana, solo querías encontrarte con la señorita lo antes posible, ¿verdad? Puedes relajarte ahora que se encuentra aquí.
—¿Qué…? ¡Eso no es cierto!
Carla lo negó en voz alta. Fue tan fuerte que Cordelia quiso burlarse de ella.
—Oh, qué mal. ¿No querías verme?
—Oye Carla, ¿qué tipo de trabajos puedes hacer?
—Puedo limpiar. Nunca he hecho la colada, pero creo que puedo hacerlo si me enseñan.
—¿Limpiar y lavar la ropa, no? Pero por desgracia, Ronnie no hace limpieza ni lavandería. Serás su ayudante así que… Ronnie, ¿hay algo que puedas pedirle que haga?
Cordelia le preguntó al joven mago mientras éste vertía agua en la olla.
Ronnie pensó seriamente antes de responder. —¿Algo como registrar los resultados de la investigación personal?
Se dio cuenta de por qué había hecho una pausa tan larga.
La verdad era que no había nada para que Carla hiciera.
Ordenó que la niña fuera la asistente de Ronnie, pero las tareas de éste no eran lo suficientemente fáciles para que las hiciera un aficionado. En primer lugar, no puede permitir que Carla se entere de lo que hace Ronnie. Sus tareas normales son confidenciales e incluyen la defensa de la mansión y varias investigaciones mágicas; así que no podían dejar que Carla las viera tan fácilmente. Cordelia se la confió a Ronnie porque lo sabía y se sorprendió un poco de que le hubiera propuesto algo.
Sin embargo, Carla frunció el ceño ante la respuesta del mago.
—Se leer pero no escribir. ¿No puedes ponerme a hacer otra cosa?
—Entonces… Oh, claro. ¿Qué tal si la dejamos encargarse de regular las herramientas mágicas? Si es un calentador de agua, entonces podría usarlo para lavar o limpiar. Mi reputación también subiría.
Cordelia estaba interesada en la segunda propuesta de Ronnie. Sin embargo, Carla parecía descontenta.
—Anteriormente, nunca he utilizado algo como la magia. Así que no puedo usarla… ¿Qué? ¿Qué pasa con tu cara?
—No, solo estaba pensando que haces una expresión increíble.
—Sinceramente, ¿qué pasa?
—Mi culpa, mi culpa.
Ronnie agitó las manos ligeramente, pero no parecía que lo sintiera en absoluto. Por supuesto, no era como si él estuviera jugando por ahí… O así lo pensó Cordelia pero, ¿a qué diablos estás jugando? Cordelia ciertamente pensó que Carla tenía una gran expresión en su rostro, pero no estaban llegando a ninguna parte así.
Cordelia se interpuso entre los dos y dijo:
—Cálmense.
»Ronnie, esta es mi propuesta. ¿No quieres enseñarle magia y a escribir a esta niña? Como puedes ver, tiene mucho maná, ¿no?
—Señorita, he venido aquí a trabajar. ¿De qué me serviría aprender algo como la magia?
Carla, quien inmediatamente adoptó una postura que decía que se negaba, protestó infelizmente ante Cordelia. Pero Ronnie le dio una palmadita en la cabeza.
—Insignificante, esto también es trabajo. Esto es trabajo para recordar tu trabajo.
—¡Insignificante, insignificante, deja de llamarme así! En primer lugar, no necesito magia para cuidar de la señorita, ¡¿verdad?! Así que no tengo que hacer algo como…
—Ella tiene criadas para cuidar de sus necesidades diarias, así que no requiere que hagas eso. Y, si hablas así, entonces no sabes nada de la vida de la señorita. De todos modos, no puedes trabajar si no estudias, así que también podrías aprender magia.
Carla bajó la cabeza avergonzada. No puede discutir si no entiende la situación. Por el momento, Cordelia se sintió aliviada de que hubieran decidido un trabajo para ella.
—Entonces, está decidido. Ronnie, a partir de hoy, serás el profesor de Carla por un tiempo. Usarás la mitad del día para hacer magia y el resto para practicar la escritura.
—Si eso es lo que desea la señorita, entonces haré lo que pueda.
Las palabras de Ronnie tenían el mensaje oculto de “Esto es problemático”, como siempre, pero también estaba mirando a Cordelia. ¿En qué estás pensando?, eso era probablemente lo que estaba meditando.
Eso era lo que Cordelia sentía de todos modos, así que sonrió irónicamente. Solo obsérvala un rato, parecía decir.