Traducido por Ichigo
Editado por Dimah
Pasaron diez días desde entonces.
Ronnie estaba enseñando magia y escritura a Carla en el segundo piso del laboratorio. Inicialmente, Cordelia pensó que no le importaría que dieran sus clases en la primera planta, pero fueron demasiado ruidosas, así que decidió trasladarlas al piso superior.
El segundo piso consistía en una sola habitación y no tenía puertas; las escaleras eran lo único que lo separaba de la primera planta. Se sentía un poco preocupada porque de vez en cuando escuchaba las voces fuertes de Ronnie y Carla. Eso la inquietaba, así que, silenciosamente, subió las escaleras y echó un vistazo a lo que estaban haciendo.
Su rincón de estudio se compone de un pequeño juego de mesa ubicado cerca del lado de la ventana. Ronnie se encontraba sentado frente a Carla.
—Como dije, la magia no es algo por lo que se rece en silencio. Si no la sientes fluir por tu cuerpo, entonces no serás capaz de producirla.
—¿El poder mágico fluye a través del cuerpo? ¿Qué estás diciendo? No comprendo nada de lo que dices.
—(Sonido de indignación) Mira, la magia circula a través de tu cuerpo como lo hace tu sangre, ¿correcto?
—No sé a qué te refieres. Ayer dijiste, “agua que fluye en el río”. Eso era más fácil de entender.
—No, no entendiste nada, ¿verdad? Me gustaría que al menos pudieras manipular herramientas mágicas. Ni siquiera puedes usarlas en absoluto.
—Bueno, ¿qué puedo hacer? Odio la magia. Ah, pero eso no significa que vaya a aflojar, ¿sabes?
—Lo sé, no hace falta que me lo digas otra vez.
Al parecer se encontraban en plena práctica de magia.
Carla todavía no puede usar herramientas mágicas, ¿verdad?
Cordelia tenía la impresión de que la pequeña maga sería capaz de utilizar herramientas mágicas si se la dejaba a Ronnie durante unos días y se sorprendió al enterarse de que no era así..
Probablemente no es una mentira. Las herramientas mágicas, dependiendo del poder mágico del usuario, varían según el tiempo de funcionamiento y el alcance; las personas que no podían utilizarlas ni por un segundo eran raras. Por lo tanto, no había necesidad de mentir a propósito.
Cordelia miró a los ojos de Ronnie durante un segundo, sonrió y volvió a bajar las escaleras. Ella no quiso importunarlos.
Carla no es irresponsable. Era completamente ignorante en cuestiones relacionadas con la magia, sin embargo, era capaz de escribir después de diez días de estudio. Por supuesto, seguía cometiendo errores, pero podía transcribir cartas sencillas. Cordelia pensó que eso era estupendo, incluso si originalmente sabía leer.
Al principio parecía que odiaba aprender, pero hace su trabajo con seriedad.
También aparentaba odiar la magia, Aún así, no se saltaba sus lecciones.
Probablemente era una niña muy diligente.
Meditó en ello mientras escuchaba las discusiones que se daban en el piso superior. Pronto debo discutir esto con Ronnie, pensó mientras apoyaba la barbilla en sus manos.
Cuando Carla terminó sus lecciones, volvió a las habitaciones de los sirvientes como lo hacían los demás. La niña aún no tenía una alcoba, así que se quedó en la de una maga como gorrona. Sin embargo, no es que pudieran prepararle un cuarto; no le habían dado una habitación porque todavía estaba en período de observación. Otra razón era que podían apoyarla en todo lo que necesitara, ya que posiblemente no estaba acostumbrada a su nuevo estilo de vida. La pequeña parecía desconcertada al principio, pero habían pasado diez días desde entonces y ya aparentaba estar acostumbrada.
Entonces, mientras Carla se alejaba del laboratorio, Cordelia llamó a Ronnie quien estaba recostado en el escritorio.
—Buen trabajo hoy, Ronnie.
—No tienes que decirme eso. ¿Por qué tengo que cuidar a una niña?
—Oh, yo también soy una niña, ¿sabes? Has estado conmigo desde que tenía ocho años, ¿no es así?
Cordelia dijo eso mientras preparaba una mezcla de té de lavanda y rosa para Ronnie antes de dársela. Ella también le puso una pequeña galleta en su platillo.
—Señorita, no eres para nada como una niña, ¿verdad? Ah, no estoy diciendo que seas vieja ni nada por el estilo.
—Haré como si no hubiera oído la segunda parte.
—Estoy diciendo que me estás malinterpretando. Bueno, da igual. Pero, ¿qué piensas señorita? Me refiero a Carla.
Tomó la taza en su mano y miró el líquido oscilante mientras le preguntaba a Cordelia.
—He oído que Carla es básicamente como una buena chica, incluso de las damas en el ala de los magos. Pero, dijeron que siempre se muestra inquieta, parece tener miedo a la oscuridad y que tiene una gran lesión en el brazo izquierdo.
—¿Lesión en el brazo izquierdo?
—Sí.
Miró a Cordelia, quien seguía de pie, y se llevó la mano a la barbilla. ¿Recordaba algo? Pensó y respondió:
—Sinceramente, creo que Carla está como (meditó un momento antes de continuar hablando) trabajando en la mansión porque tiene un motivo. Pero no ha hecho nada desde que llegó aquí. Si no hace un movimiento en absoluto, entonces creo que es un poco demasiado fácil.
—No es porque no quiera, es porque no puede. Si fuera un espía, ni siquiera yo me movería mientras la seguridad es tan estricta.
—Entonces, la historia sería otra si ella tuviera espacio para moverse, ¿correcto?
—Sí, así es. ¿Estás diciendo que quieres intentarlo?
—Solo no quiero pensar que Carla es una niña mala. También deseo saber la respuesta. Y de todos modos Ronnie, tú tampoco quieres sospechar de Carla, ¿verdad?
—¿Por qué…?
—Oh, Dios. Porque pones una cara muy desagradable mientras haces las preguntas. Tampoco quiero sospechar de ella, ¿sabes?
Cordelia dijo eso y ladeó la cabeza.
Ronnie abrió los ojos y parpadeó muchas veces. Su expresión se rompió un poco ante la inesperada reacción de Cordelia.
—Sólo una pequeña corrección: Lo que odio no es que la señorita desconfíe de ella, odio que tenga que enseñarle mientras yo sospecho de ella. Al fin y al cabo, soy el que más la cuida en la mansión —dijo él, por lo que Cordelia se encogió de hombros.
Es muy propio de Ronnie responder así.
Pero, Ronnie inmediatamente retiró su mirada suave.
—Oye, señorita. Me acordé de algo cuando me enteré de la herida en su brazo izquierdo.
—¿Qué es?
—Es posible que Carla…
Ronnie parecía generalmente rígido antes de bajar su tono de voz. Cordelia se sorprendió y al mismo tiempo pensó, tampoco podemos tomárnoslo con calma. Ronnie continuó.
—Voy a la biblioteca. No sé si encontraré alguna pista aunque.. Señorita, por favor, vuelve a tu habitación.
—Te acompaño.
—Señorita, si me tomo toda la noche entonces por favor vete a dormir. Prométeme eso. Tengo miedo de lo que pasaría después.
Ronnie tuvo una especie de predicción de que Cordelia no volvería a sus aposentos incluso si él se hubiera negado. El mago suspiró, se levantó y bebió su té de hierbas de un solo trago. Luego se dirigió rápidamente a la biblioteca. Cordelia también trotó detrás de él.
Se estaban portando mal, pero por suerte ninguno de los otros sirvientes los vio.
♦️ ♦️ ♦️
Dos días después de haber pasado un tiempo en la biblioteca con Ronnie buscando libros.
Cordelia, acompañada por el joven mago y Carla, se dirigió a Wiene, un bosque cercano a la Capital Real.
La dama Pameradia iba a horcajadas en su caballo favorito mientras usaba su traje de montar, que a veces se podía ver en Ertiga. Eso empezó cuando inició sus clases de equitación; Isma le había recomendado: —¿Por qué no pruebas a ponerte un traje de plebeya, ya que de todas formas va a montar a caballo?. El traje de vasallo que le regaló Isma estaba cuidadosamente bordado con un patrón geométrico y a Cordelia le gustó mucho. Llevaba un cómodo top de cuello alto y una chaqueta, y la parte inferior parecía algo que llevaría un integrante de una tribu ecuestre, que consistía en una falda plisada bastante corta. La ropa le facilitaba la tarea de montar a caballo.
La joven señorita comprendió que no tenía la posibilidad de usar el traje a menos que estuviera montando y enseguida informó que quería ponérselo. Era más fácil soltarse al caminar por las montañas con ese atuendo, que con un vestido, y es fácil elegir los zapatos para acompañarlo.
—Hoy hace muy buen tiempo. El viento también es cálido.
Cordelia dijo eso y Ronnie respondió, ligeramente pálido.
—Espero que también sea agradable cuando volvamos a la mansión. Me preocupa que el amo haga una ventisca o algo así.
—¿Qué? ¿Por casualidad, la señorita vino al bosque sin avisar al maestro?
Carla, que iba en el caballo de Ronnie, miró a Cordelia y preguntó eso. Cordelia se llevó el dedo índice a la boca respondiendo sólo con sus acciones. Carla parecía un poco sorprendida.
—De todos modos, Carla, el bosque de Wiene es un lugar muy tranquilo, ¿no?
—Sí. Da un poco de miedo porque es demasiado tranquilo.
Carla dijo eso mientras observaba el bosque, y Cordelia entrecerró los ojos.
El bosque de Wiene, del que se decía que estaba habitado por muchos espíritus del agua, tenía un río que lo atravesaba. Estos espíritus protegían a los que descansaban y eran un símbolo de curación; en la capital real se fabricaban amuletos con su imagen.
Por otro lado, no mucha gente visitaba este lugar que se llamaba Tierra Santa. Esto se debía a los monstruos. Los engendros aparecían más en los bosques donde vivían los espíritus en comparación con otras arboledas. Por lo tanto, no era posible viajar allí con seguridad, incluso si tenías guardias.
Cordelia llevaba entrando y saliendo del bosque desde los diez años. Se había encontrado con monstruos muchas veces durante sus visitas, pero no ocurría nada preocupante porque Ronnie o Isma siempre estaban con ella. No era que aparecieran criaturas fuertes sólo porque aparecieran más engendros en ese bosque. Por lo tanto, le era posible practicar la lucha y Cordelia había logrado cultivar sus habilidades de combate contra los monstruos, aunque fuera un poco. No tenía destreza con la espada, ni podía usar la magia para aniquilar a los monstruos como podía hacerlo su hermano, pero alcanzó grandes progresos en el uso de la magia de las plantas para inmovilizar a sus oponentes. Eso se convirtió en su fortaleza.
Bueno… No planeo ser una Doncella de Batalla.
Sin embargo, la autodefensa era importante. Así que estaba muy contenta de haberla adquirido.
Por cierto, mantuvo en secreto su visita a Elvis, pero le dijo que saldría, así que probablemente pensó que estaba visitando el bosque al que solía ir.
Sopló un viento agradable y Cordelia le habló a Carla mientras le sujetaba el pelo.
—La magia es más abundante en este bosque que en la ciudad. Así que podría ser más fácil para ti encontrar tu magia.
Sin embargo, Carla no respondió. O más bien, parecía que las palabras de Cordelia no le llegaban.
La niña se limitó a mirar el agua con sorpresa.
—¿Es la primera vez que ves una piedra transparente?
—S-Sí. ¿Son todas cristales?
Carla preguntó mientras saltaba del caballo de Ronnie y se acercaba a la orilla del agua. Luego, tocó las piedras una y otra vez para comprobarlo. Cordelia la vio hacer eso y también desmontó su caballo.
—Son todas piedras. Las rocas de este bosque se vuelven más transparentes cuanto más cerca están del agua. Es causado por la magia de esta arboleda. Por ejemplo, si traes una piedra transparente a la Capital Real, entonces volverá a ser una simple piedra opaca. Así que esto es algo que sólo puedes ver si vienes al bosque.
—¿Esto también es magia?
—Sí. No puedes ver esta escena si no tienes magia.
—Así que la magia puede ser así de bonita…
Carla recogió el agua con las manos y comprobó que se le caía de los dedos.
—No tengo una buena impresión de la magia.
—¿Por qué?
—Porque en los cuentos solo hay brujas malas. También, en los cuentos hay brujas que son buenas, pero siempre aparece una bruja mala para oponerse a ellas.
La maga habló y puso una expresión agria. Cordelia sonrió irónicamente porque no podía negar eso, pero sí podía cuestionar la afirmación de Carla.
—Entonces, ¿por qué querías trabajar en la Casa Pameradia donde utilizan la magia?
—Porque tienen dinero. Y no pensé que tendría que aprender magia en absoluto. Ronnie es bueno enseñándome letras, pero no es un buen profesor de magia.
Cordelia se preguntó si estaba bien estar de acuerdo con Carla, ya que lo había hecho sin dudar. Sin embargo, continuó sonriendo irónicamente: si decía algo más que eso, el objetivo mismo se vería perturbado.
—Carla, ¿no puedes elegir tus palabras con cuidado y leer el estado de ánimo que te rodea?
—¿Por qué debería hacerlo? No estoy actuando muy diferente a ti, Ronnie.
—Por eso me regañan mis mayores del ala de magos. Dicen que estoy siendo un mal modelo a seguir.
El mago entró en la conversación mientras presionaba la punta de su nariz y Carla respondió sin piedad. Por supuesto, ella no tenía intenciones de copiar a Ronnie, pero su actitud podía confundirse con la de él. Carla volvió a recoger el agua con ambas manos y la lanzó al cielo.
—Pero, creo que lo entiendo un poco. La señorita y la gente de la casa no son malos magos en absoluto.
—¿Pensaste eso al principio?
—Desconfiaba porque me habían aceptado tan fácilmente… Más bien, hubiera preferido que la señorita fuera un poco más como una bruja mala.
—Oh, ¿por qué?
—Si es así, entonces, bueno, pensé que iba a ser intimidada por la bruja. Estoy aprendiendo a escribir y a hacer magia; a este paso sólo soy un ladrón de dinero.
Cordelia se rió en voz baja ante esas palabras. Carla se encogió de hombros.
—Queridas señoras, ¿han terminado su conversación? Tenemos que cumplir nuestro propósito aquí.
—Oh, Ronnie. Lo siento. Carla, mira eso.
Cordelia habló y señaló la flor blanca que flotaba sobre el agua. La flor parecía transparente por la luz del sol y la luna en la superficie del agua. No, una parte de la flor era en realidad tan transparente como el cristal. Estaba fuertemente influenciada por la magia del lugar, al igual que las rocas.
—Señorita, ¿cómo se llama esa flor?
—Es un lirio de agua. Se dice que esta flor refleja la inocencia de la gente. También tiene una fuerte vitalidad.
—Lirio de agua…
—Las cosas de este bosque son un poco diferentes a las normales. Es muy bonito, ¿verdad?
Cordelia continuó ya que parecía que Carla nunca había visto u oído hablar de ella.
—Esa flor, ya sabes, cambia de color dependiendo de la magia que recibe.
Cordelia dijo eso y lanzó ligeramente su magia a la flor. Entonces, la flor cambió a un color rosa claro.
—Asombroso.
—¿Tú también quieres probarla?
—Pero, no sé cómo.
—Tu maestro está aquí. ¿Ronnie?
—Sí, de acuerdo. Entonces, ¿empezamos nuestra clase extracurricular? Bueno, es imposible que Carla haga magia avanzada como la magia de disparo, así que empecemos con tus manos.
Ronnie alcanzó el lirio de agua que estaba cerca de él y lo enrolló. Entonces, él quitó la flor en el tallo, y se la dio a Carla.
—¿Sabes de alguna manera que estás siendo rodeada por una esencia de luz?
Ante las palabras de Ronnie, Carla no empezó inmediatamente a mover la cabeza de arriba a abajo o hacia un lado. En cambio, parecía estar pensando. Ella estaba actuando diferente de antes.
—Bueno, creo que debería estar bien si sólo puedes cambiar el color del borde de la flor hoy.
Ronnie propuso algo que parecía posible, y sus palabras casi significaban que iba a velar por ella durante mucho tiempo.
Sin embargo, Carla no fue capaz de cambiar el color de las flores, incluso hasta que llegó el mediodía. Por supuesto, no es que no haya ganado nada con eso, sino que sus sentidos se iban agudizando poco a poco.
—Oye, es hora de comer.
—¡Hey Ronnie, cállate! ¡Siento que estoy recibiendo algo!
—Eh, ¿otra vez? También dijiste que antes…
Carla había estado practicando sin almorzar y Ronnie le hacía compañía. Cordelia los observaba mientras comía un sándwich.
—¿Acaso puedes hacerlo, Ronnie?
—Oye, ¿dudas de tu profesor? Mira este nenúfar.
—¡¿Qué?! ¡No puedo creer que Ronnie pueda hacerlo!
Carla probablemente pensaba en Ronnie como algo parecido a un rival más que a un tutor. Ella lo observó fijamente como si él, cambiando el lirio de agua en un color azul claro, hubiera encendido su espíritu.
Cordelia los llamó desde la sombra del árbol.
—Carla, es bueno concentrarse, pero deberías tomar un pequeño descanso, no podrás seguir enfocándote si continúas así.
—¿Eh? Sólo un poco…
—Muy bien. Ves, es una orden de la señorita. Vamos, Carla.
Cordelia sonrió irónicamente porque eran completamente opuestos. Ronnie estaba feliz de poder llenar su estómago vacío y Carla parecía que estaba echando humo. Era interesante verlos.
—Oye, Carla. Tú también puedes sentir la magia aquí. Este árbol realmente me da mucha magia. ¿Lo sabías?
La niña puso sus manos sobre el gran árbol y se sentó con la espalda sobre él.
—El árbol es cálido.
—Lo es. Deberías comer tu sándwich rápidamente mientras lo sientes. Ronnie podría comérselo todo, ¿eres consciente de eso?
Carla giró rápidamente la cabeza hacia él al oír las palabras de Cordelia, y luego miró a Ronnie y a la cesta que estaba a su lado. Ella agarró un sándwich de jamón y huevo de la canasta.
—Digamos, ¿por qué no tomamos una siesta después del almuerzo?
—¿Perdón?
—Dormir es la mejor manera de liberarse del cansancio. Yo también me echaré una siestecita.
Cordelia se revolcó en la hierba en cuanto lo dijo. Fue un movimiento audaz, impropio de una dama. Ronnie se sorprendió por sus acciones, pero se limitó a cerrar los ojos y a sentir tranquilamente la magia del bosque. Luego, volvió a abrir lentamente los párpados.
—Ronnie, Carla, deberían descansar cuando terminen de comer. Tenemos mucho tiempo antes de que se ponga el sol.
—Bueno… Descansaré después de comer tres más.
Ronnie también se apoyó en el árbol, pero no tenía intenciones de acostarse. Cordelia lo miró fijamente y cerró los ojos una vez más.
El viento se sentía cómodo y ella había terminado de hablar.
Por eso es un desperdicio, pensó y concentró su magia en la mano que tocaba la tierra y rezó con fuerza.
『ESTIRAMIENTO』
En ese momento, las plantas a su alrededor brillaron con fuerza. La hierba creció rápidamente y agarró el cuchillo que estaba encima de Cordelia y capturó a Carla, que estaba blandiendo el cuchillo hacia ella.
Ronnie tenía una daga corta en el cuello de Carla.
—¿Realmente pensaste que iba a dormir?
—(Gemido)
—Los monstruos aparecen en este bosque, ¿sabes? No haré algo tan descuidado como dormir aquí.
Cordelia habló brevemente y movió lentamente su cuerpo.
—Tú… ¿Realmente estás tratando de matarme?
Cordelia no se sorprendió. Ella había predicho que esto sucedería, pero no quería que realmente pasara.
—Así que, después de todo, estás en el Gremio Oscuro. Me pregunto si eres uno de los que se llevaron el trigo de la aldea Caina.
—Así es. ¿Cuándo te diste cuenta?
—No confié en ti desde el principio. Tus pasos habituales son demasiado silenciosos y tu forma de moverte es muy ligera. Probablemente no lo haces a propósito, pero cuando te sientes relajada, no emites ningún sonido al moverte. ¿Te enviaron a mí porque supusieron que un niño sería lo mejor?
»Pero, creo que honestamente no querías hacer esto.
—¿Por qué lo crees?
—Dudaste durante mucho tiempo cuando estabas encima de mí. Pero me pregunté si no eres capaz de hacerlo por tu brazo —dijo Cordelia, antes de agarrar el brazo izquierdo de Carla.
La maga mostró que lo odiaba, pero no podía moverse en absoluto porque su cuerpo había sido tomado por la planta.
—Ronnie, ¿qué piensas?
—Es ciertamente una maldición fuerte… Normalmente sería complicado para ella entrenar su magia con esto, pero también le sería difícil permanecer consciente.
Carla no contestó; sólo se mordió los labios como si estuviera enfadada. Entonces, Ronnie murmuró mientras le miraba el brazo.
—Me pregunto si podemos disiparla.
El brazo de Carla tembló ante las palabras de Ronnie.
—¿Qué estás diciendo, Ronnie? No es “me pregunto si podemos”; lo haremos, ¿verdad? Fue tu idea venir aquí para que lo lográramos.
—Bueno, sí. No creí que un mago poco hábil la manipulara tanto, así que es increíble que aún conserve su salud. No sé qué pasaría si agrego una cantidad inesperada de poder en este…
—Lo haremos, ¿no?
—Bueno, sí, pero…
No es que la maldición no pueda ser disipada.
Mientras estaban en la biblioteca, Ronnie buscó el tipo de maldición que le habían lanzado a Carla e investigó si se podía desvanecer. Ronnie sabía el poder que tenía como mago y llegó a la conclusión de que podría desaparecer la maldición… O al menos, según los libros.
Miró a Carla directamente a la cara.
—No puedo decir que el porcentaje de éxito sea del cien por ciento, pero si no quieres, no la disiparé.
—¿Qué tan seguro estás?
Carla preguntó tranquilamente sin retirar el contacto visual con Ronnie. Pero, él rompió el ambiente como si los pillara desprevenidos.
—(gimoteo) No se me ocurre una situación en la que pueda fallar, pero el porcentaje es… bueno…
—¡Oye, te estás jugando la vida en esto! ¡¿no?! ¿Qué es ese tono tímido?
—No, bueno… Entonces, ¿qué piensas? Haré lo que pueda, pero te dejaré la decisión a ti.
—Inténtalo. No sé qué me pasará si no vuelvo con la cabeza de la señorita de todas formas.
Cordelia y Ronnie se miraron y asintieron.
La joven Pameradia sacó un poco de agua con la hierba aún enredada alrededor de Carla. Ella caminó lentamente atrás sin derramar el agua y lo puso en el brazo izquierdo de la niña.
—Me pregunto si esto ayudará un poco.
—Muchas gracias, señorita. Entonces, voy a empezar.
Habló mientras agarraba el brazo de Carla. Entonces, respiró profundamente y liberó rápidamente su magia. Era como si el viento bailara, pero nada se movía realmente.
Ronnie apretaba los dientes y la pequeña maga parecía desconcertada mirando su brazo.
Cordelia los observó desde cerca y luego arrancó una hierba que crecía allí.
—Esta salvia tiene mucha magia.
Otro nombre para la salvia era Hierba de alivio. Tenía un efecto antioxidante muy fuerte. Por eso, en su vida anterior, se decía que “La gente no muere en una casa que tiene salvia”. Y, también era apropiado llamar a la salvia de este mundo “alivio” porque estaba cubierto de una magia pura y poderosa.
—Señorita, parece que esto sería útil.
—Sí. La salvia de aquí es realmente mucho mejor que la que tenemos en la mansión.
Cordelia volvió a donde estaban los dos magos, y frotó la salvia en el brazo de Carla. También concentró su poder mágico en ella. Su magia era la más apropiada para amplificar el poder de las plantas.
—Ah, ah. No puedo fallar, ¿verdad? Si fallo, entonces la señorita y yo seríamos atrapados por la maldición de Carla.
—Ronnie, deja tu charla sin sentido y termina rápidamente. Hazlo antes de que nuestra magia se agote.
Ronnie no estaba parloteando, se estaba concentrando mucho. La razón por la que le temblaba la voz no era porque estuviera asustado, sino porque quería evitar que le cayera la maldición.
—(quejido) Carla gritó dolorosamente por un segundo. Luego, rápidamente mordió y se tragó sus palabras.
El sudor corría por la frente de Ronnie mientras trazaba la fórmula mágica con sus dedos. Probablemente estaba haciendo progresos en la disipación de la fórmula. Ambos respiraban con dificultad. Entonces, el aliento de Cordelia también se aceleró, y las puntas de los dedos comenzaron a dolerle.
No puedo pensar en cosas innecesarias, pensó al momento que una mala imagen empezaba a aparecer en su mente. La “Cordelia” del juego había muerto porque su magia se había desbocado, y el motivo era una maldición.
No, no pienses en ello, se ordenó Cordelia.
Podría morir como “Cordelia” si esto fallaba.
No puedo dejarme atrapar por la maldición y definitivamente no puedo ser tragada por la maldición de Carla.
Al momento siguiente, el grito de Carla sonó en toda la zona y, al mismo tiempo, la maldición desapareció de su brazo izquierdo.
Parecía que había pasado mucho tiempo desde que empezaron a disipar la maldición, pero no duró mucho tiempo en absoluto. Ronnie rodó sobre la hierba y respiró mientras movía los hombros como si hubiera estado corriendo. Cordelia también hacía lo mismo. Puso las manos en el suelo y respiró con fuerza.
—Se acabó, ¿verdad?
—Se acabó… Estoy tan cansada… Carla, tú también estás cansada, ¿no?
—Si… S-Sí…
Carla era la única que no parecía entender lo que había pasado. Cordelia se levantó lentamente, caminó hacia el río y tomó un nenúfar.
—Carla. Ahora deberías poder cambiar el color del nenúfar.
—S-Señorita. Mm…
—Ah, pero el nenúfar es un extra. Tengo algo más que darte.
Cordelia dijo eso mientras se cortaba el pelo con su propia magia. Luego, puso su pelo y el nenúfar en las manos de Carla.
—Señorita, esto es…
—Oye, Carla. Hay algo llamado intercambio equivalente en este mundo. Por eso quiero que cooperes un poco conmigo como recompensa por dispersar tu maldición. Y… Oh, sí. ¿Me dirías tu verdadero nombre a cambio de que te enseñe a cambiar el color del nenúfar?
—Señorita… Eso no es un intercambio equivalente, es casi como un contrato vicioso. Pedirle que acepte algo a posteriori.
El tono de sorpresa de Ronnie no llegó a Carla, pero siguió murmurando.
—Bueno, mi trabajo real comienza ahora.
♦️ ♦️ ♦️
【Punto de vista de Carla】
En un puerto de montaña a poca distancia de la Capital Real.
Después de la medianoche, caminé hacia el escondite del Gremio Oscuro con el cabello de la señorita.
La mujer que me maldijo. La bruja que me empleó estaba allí. Se encontraba de espaldas a la entrada apoyándose en una silla.
Me dirigí al centro de la sala sin decir nada y puse un manojo de pelo de la señorita Cordelia en la mesa del centro. La magia se quedó en su pelo y fue suficiente para que alguien que pudiera sentir la magia lo notara.
—Parece que has hecho el trabajo… Puedo sentir una rara ola de magia en este pelo. Tardaste tanto que pensé que tus emociones finalmente se interpusieron.
La bruja habló sin mirarme. No respondí.
—Pero no tienes más remedio que estar aquí. Los niños son importantes, ¿lo sabes? Hay lugares en los que es más fácil que entren los niños y quiero que sigas siendo una buena pieza de ajedrez para mí.
»¿Qué? Ni siquiera te alegras aunque te felicite.
Se rió con ganas y finalmente se dio la vuelta. Entonces, pareció que se había dado cuenta de que había dos personas encapuchadas detrás de mí. Frunció el ceño mientras se cubría de un aura asesina.
Pero, escuché un suspiro exagerado que venía de atrás hacia la actitud de la bruja.
—Me preguntaba qué clase de idiota se complacería en utilizar a una niña como ésta, pero, no eres como me imaginaba. Además, aunque nuestra presencia se haya ocultado, ni siquiera te has dado cuenta de que la gente ha invadido este lugar. Entonces, ¿soy superior a ti?
La bruja alzó las cejas ante esas palabras.
—Carla, nunca te dije que estuviera bien traer gente aquí. A estas personas, las maldeciré tanto… (grito de sorpresa)
Una daga se acercó a su garganta antes de que pudiera terminar de hablar. La figura que había saltado repentinamente hacia ella. La capucha de Ronnie había caído detrás de él.
—Incluso aplasté dos lugares antes de venir aquí como calentamiento, pero, eres realmente desagradable. Bueno, el daño ni siquiera se notó en tu cara.
El rostro de Ronnie, que ya no estaba cubierto por la capucha, se notaba más frío de lo que nunca había visto, y sus ojos también estaban más afilados.
Entonces, su superior le gritó:
—Mira, Ronnie. Estás asustando a la pequeña señorita.
Sin embargo, su superior se encontraba en pleno modo de batalla, y no tenía intenciones de dejar escapar a la bruja.
—Por favor, déjeme libre por hoy, ayudante. ¡En este momento estoy enfadado! Utilizaron a una chica tan joven como Carla, e incluso dirigieron su malicia hacia la señorita, y además dañaron a la Casa Pameradia. No se puede racionalizar con alguien así.
—Eso es cierto, pero si te dejo hacer lo que quieres, entonces ella morirá.
—Por eso estoy haciendo todo lo posible para no usar mi magia. Sólo estoy utilizando las artes marciales, ¿no es así? No tengo la confianza para contenerme si uso la magia.
La bruja, quien aún tenía la daga en la garganta, chasqueó la lengua ante el intercambio que se estaba produciendo entre los dos. Sin embargo, de repente se mostró provocadora.
—¿Puedes usar la magia, pero no lo harás? Qué tontería. Estás bajando demasiado la guardia.
—¿Quién es el tonto? Apenas pudiste lanzar una maldición prohibida, y ni siquiera te diste cuenta cuando se disipó. Eres una tonta incompetente que sólo sabe usar maldiciones. Eres exactamente como las brujas de los cuentos de hadas.
Ronnie sacudió la cabeza con decepción. La bruja probablemente vio esto como su oportunidad, porque ella trató de activar una maldición con una sonrisa malvada en su cara. Pero, Ronnie la hizo tropezar en el momento siguiente y ella cayó hacia el frente. Ronnie ejecutó suavemente su siguiente movimiento mientras ella caía.
—Incluso los nuevos magos saben que es inútil usar la magia a corta distancia, ¿sabes? No tienes talento. ¿Creías que podías lanzar una maldición tan fuerte sin un sacrificio? —murmuró Ronnie mientras ataba las manos de la bruja con cadenas mágicas.
»Estoy agradecido de que tu base tenga la menor cantidad de gente, pero son más idiotas de lo que esperaba. Aunque no sólo hay gente buena en el mundo, esto es indignante.
—Has estado hablando como si hubieras derrotado todos nuestros escondites desde hace tiempo. ¿Sabes?
—Lo hicimos. La señorita nos lo ordenó. Mis superiores deberían estar dirigiéndose a su lejano escondite ahora. Bueno, no parece que tengas una forma de comunicarte más rápido que mis superiores.
—¿Piensas que voy a creer algo así? Vendrán inmediatamente a salvar…
Ronnie se rió con desprecio mientras miraba a la bruja quien seguía diciendo esas cosas.
—¿Quién te crees que somos? Somos los magos de la Casa Pameradia, ya sabes —respondió.
♦️ ♦️ ♦️
Al mismo tiempo, Cordelia se encontraba redactando un informe.
—Sinceramente, le contaré a mi padre la verdadera información… Me pregunto si solo debo escribir “Destruimos una parte del Gremio Oscuro gracias a la información de una chica que vino pidiendo ayuda”. Mi trabajo está completo si sólo menciono los sucesos apropiados. Pero, me quedaré callada sobre el hecho de que fui al Bosque de Wiene.
Cuando regresaron a la mansión, Carla les informó a Cordelia y a Ronnie todo lo que sabía. La niña respondió a las preguntas una tras otra cuando Cordelia le mostró una lista de las recompensas. Por supuesto, les recordó que no lo sabía todo, pero que tenía mucha información desde dentro. La bruja probablemente pensaba que Carla estaba bajo su control directo, por lo que era capaz de conocer muchos datos.
—Enviemos las recompensas a Ertiga. Podrían convertirse en fondos para los planes de la escuela.
A Cordelia no se le permitió entrar en terrenos enemigos en la operación de búsqueda y destrucción. Ella le había dicho a Ronnie que también quería ir, pero éste le rogó que no lo hiciera, mientras la miraba como si se acabara el mundo. Incluso le dio una razón a posteriori: “¡Nos llevamos tu pelo, así que sería raro que tu presencia mágica también estuviera allí!”. Así que esa era la razón por la que ella estaba terminando el informe correctamente a la vez que ellos trabajaban.
—Aunque usaran una maldición prohibida, no eran un Gremio Oscuro a gran escala. Tal vez termine… Pero, probablemente se contengan hasta cierto punto ahora.
No sabía cuánto se les transmitiría si esto lo hacía un niño. Sin embargo, al menos sería bueno que se dieran cuenta una vez más de que no se tendrá piedad con ellos si ponen una mano en la Casa Pameradia.
Cordelia no sabía si iban detrás de Elvis, o si sólo buscaban información, pero al menos comprendía que los magos solían ahuyentarlos. Sin embargo, no se verían muy limitados si sólo se enfrentaban a ellos.
—Creo que es bastante atrevido por su parte si ponían como objetivo a una señorita.
En primer lugar, si tenían algún poder para empezar, entonces deberían saber que no era rentable atacar la Casa Pameradia. Pero teniendo en cuenta este ataque… Probablemente no era un obstáculo para ellos si una parte empezaba a odiar a la Casa Pameradia. Tengo que estar agradecida a los magos que limpiaron todo esto en una noche.
Cordelia recordó lo que Ronnie le había dicho en el laboratorio.
“Es posible que Carla esté siendo manipulada por una maldición”.
Fue capaz de disipar una maldición que sólo había visto una vez, aunque no se diera a conocer al público… Ronnie realmente no tenía límites.
—Me alegro mucho de que Ronnie sea tan excelente.
Cordelia murmuró eso, mientras dejaba la pluma y miraba por la ventana.
—Carla… No, me pregunto si debería involucrar a Lara en la mejora de la papelería.
Haré que Lara prepare el té mañana por la mañana. Estoy segura de que no saldrá bien, pensó y no pudo evitar reírse.