¿Hay posibilidad de un final feliz? – Capítulo 17: Almas gemelas

Traducido por Kiara

Editado por Sharon

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Y así, la boda real se desarrolló sin problemas. La austera ocasión progresó sin contratiempos hasta el final, con lo cual los recién casados ​​salieron al balcón del castillo en medio de vítores ensordecedores de la gente del pueblo abarrotada en el jardín de abajo.

—Ese artículo no estaba bromeando. ¡Realmente se cortó el pelo! Pobrecita.

—Ella es muy valiente también. No creo que pueda sonreír si me hubiera pasado a mí.

—¡Sin embargo, todavía se ve bastante encantador! ¡Tan glamorosa y juvenil! Un peinado muy femenino, si me preguntas.

—Sabes, nunca había pensado en usar mi cabello corto, pero ahora que Su Alteza lo está haciendo, ¡no se ve tan extraño! ¡Es bastante lindo!

De pie al borde de la multitud, sonreí para mis adentros. Claro que es un peinado encantador.

A mi alrededor, los dragonantes simpatizaron con el sufrimiento de Patricia, impresionados por su fortaleza. Además, definitivamente estaban interesados ​​en su nuevo corte de pelo.

—Espera… También tienes el pelo corto —comentó una de las mujeres cuando me vio—. ¡Se ve tan natural que apenas me di cuenta!

—Gracias. De hecho, soy la estilista personal de la princesa, y cortar el pelo es mi trabajo. Aquí, este es su peinado, y este es el mío.

Le entregué un volante de la gruesa pila que llevaba en mis brazos. Contenía una guía práctica para el peinado nupcial de Patricia, así como el mío, además de algunos otros peinados de muestra adecuados para el cabello liso de los dragonantes, todo preparado en caso de que las mujeres de Vaxwald estuvieran buscando experimentar con su cabello.

—Si alguna vez decides cortarte el pelo, puedes llevar este volante contigo a la peluquería para mostrarles lo que quieres. Ah, y si conoces a alguien que se va a casar pronto, te recomiendo que les muestres el peinado de la princesa Patricia.

—¡Oh, mi Dios! ¡En realidad me voy a casar el año que viene! Por eso vine, para ver el cabello y el vestido de la princesa, ya sabes, como referencia. No estoy seguro si daré el paso y me cortaré el pelo todavía, pero… ¡oh, me encanta tener un buen cambio de ritmo de vez en cuando! —respondió la dama con una sonrisa.

Asumí que las mujeres mayores serían más resistentes a la nueva tendencia, pero vaya, me equivoqué. Una de las mujeres de mediana edad que tomó mi volante dijo:

—Sabes, siempre pensé que sería bueno tener el pelo corto. Después de años y años de usar mi cabello en una cola de caballo, las puntas de mi cabello comenzó a maltratarse, y no importa cuán bien trate de cuidarla, siempre se ensucia y pierde su brillo. Todo este tiempo, tuve miedo de lo que otros pensarían de una mujer que llevara el pelo corto… pero ahora que Su Alteza lo está haciendo, ya no tengo que preocuparme. ¡Voy a cortarlo todo a primera hora mañana!

Al final, la multitud tomó ansiosamente mis volantes hasta que no quedó ninguno.

Patricia y Darius habían recibido la bendición de sus súbditos reales. Estaba claro que la gente de Vaxwald había elegido confiarles a los dos el futuro de su país. Como resultado, el amor y la alegría se habían extendido por todo el país en honor a su día especial.

En cuanto a mí, miré hacia el cielo azul claro.

—Ahora es el momento de atender mis asuntos.

♦ ♦ ♦

Al día siguiente, estaba caminando por el patio con mi sombrilla cuando Raye me llamó desde atrás.

—¡Maya! ¿Estás paseando? El clima todavía es muy caluroso durante las tardes. Debes tratar de permanecer en el interior tanto como sea posible.

—Está bien. No estaré aquí por mucho tiempo. ¿Todavía no estás en el trabajo?

—Estoy en mi hora de almuerzo. —Mientras hablaba, tomó mi mano y me llevó a un lugar sombreado.

—Pero quería mirar las flores… Oh, está bien. Sabes, eres realmente bueno para encontrarme. ¿Cómo sabías que estaba aquí?

—Acabo de tener suerte —respondió a toda prisa—. De todos modos, después del incidente con Kirion, parece que tendremos que contratar a un nuevo aprendiz, ¿no?

—No tenemos que hacerlo. Quiero decir, si alguien realmente quiere estudiar bajo mi tutoría por alguna razón, estoy más que feliz de hacerlo, pero no hay prisa real por encontrar mi reemplazo. Veras, ayer estaba hablando con Su Alteza, y ella me dijo… —Hice una pausa para poner mi voz más refinada y elegante—: “Sé que te dije que eras libre de irte a casa una vez que me adaptara a Vaxwald, pero la idea de perderte me duele mucho, especialmente después de todo lo que pasó. ¡Significaría mucho para mí si aceptaras permanecer permanentemente!”

Me erguí hacia adelante con orgullo, pero Ray frunció el ceño.

—¿Entonces te vas a quedar aquí? ¿En Vaxwald? ¿Para siempre?

—Estoy pensando en eso. A diferencia de Su Alteza, soy libre de visitar Myulan en cualquier momento, por lo que puedo pedir un tiempo libre para hacer un viaje cuando lo desee. Además, me inclino a escuchar cuando hay alguien me dice que quiere que me quede. Solo desearía que cierta persona dejara de molestar a la princesa con el asunto.

—¿A qué te refieres? —Raye arqueó una ceja como si sinceramente no estuviera seguro de quién estaba hablando.

Cerré mi sombrilla y lo señalé con ella.

—¡Tú, obviamente! ¡Sé que solo estás tratando de hacer que me vaya porque estás preocupado por mi salud! Admito que tu comportamiento errático realmente me dejó sin aliento al principio, pero ahora te tengo resuelto. He leído cuentos de romance de Tribal, ya sabes.

En la historia que leí, los dragonantes y las floseides fueron representados como polos opuestos. Sin embargo, el protagonista descubrió que su alma gemela era una floseides, y los dos se enamoraron.

Después de que se mudaron juntos, la fuerza del dragonante resultó ser demasiado para la floseide y a menudo la lastimó inadvertidamente. Ni siquiera podía sostener su mano sin ser consciente de su agarre; tuvo que manejarla como si ella fuera literalmente una flor. Ni siquiera las hadas de las flores son tan frágiles.

Pero el mayor problema era la extrema sensibilidad de la floseide a las estaciones distintas de Vaxwald, que fueron muy estresantes para ella; A menudo se desplomaba por el agotamiento por el calor en verano y estaba prácticamente postrada en cama en invierno. En la historia, Vaxwald sufrió una ola de frío que rompió los récords y enterró a toda la nación en una gruesa capa de nieve. Todos los dragonantes estaban acostumbrados y podían salir de sus casas perfectamente, pero la joven floseide no tuvo tanta suerte.

Preocupado por la seguridad de su alma gemela, el protagonista mantuvo la chimenea encendida a todas horas del día y de la noche. Cada día, advirtió a la mujer que se quedaran adentro mientras salía a recoger leña. Pero un día, mientras estaba comprando víveres, una repentina tormenta de nieve azotó la ciudad y retrasó su viaje a casa. Al darse cuenta de que llegaba tarde, la floseide se preocupó y salió para encontrarlo… pero los vientos de invierno eran tan fuertes que rápidamente se enfrió demasiado para moverse.

Cuando el protagonista finalmente regresó a casa, encontró a su amada floseide muerta a un lado de la carretera. La historia concluyó con él sosteniendo su cadáver y sollozando abiertamente. En total, es una historia trágica.

—No quieres que esté aquí cuando llegue el invierno. Quieres que regrese a Myulan, donde el clima es templado. —Enmarcado en este contexto, el comportamiento hostil de Ray tenía mucho sentido—. Mira… “Cuentos de Romance de Tribal” es un libro de ficción. No es real. Me dije a mí misma que, siendo un dragonante, debías de saberlo. La idea de que realmente creyeras que me iba a morir de frío es tan ridícula que estaba convencida de que tenía que ser algún tipo de malentendido. Pero cuando pensé en cómo actuaste cuando tuve un golpe de calor… o tu comportamiento hacia Kirion.. todo comenzó a señalar que estabas siendo extremadamente sobreprotector conmigo. En ese caso, es posible que comenzaras a ver la historia de Tribal como una historia de advertencia.

Le eché un vistazo. Fue un poco embarazoso, ya que básicamente lo estaba acusando de estar enamorado de mí, pero tenía que hacerlo. Estaba harta de que sacudiera mi corazón todo el tiempo; necesito llegar al fondo de este misterio.

—Mayna… yo… —Raye dudó, su expresión en conflicto.

—No estoy preguntando porque quiero que salgas conmigo o algo así —continué—, solo quiero que sepas que si crees que puedes echarme de Vaxwald por algo como eso, tienes que buscar otra excusa. No soy tan débil como la floseides de la historia. No moriré congelada tan fácilmente. Y puedo tomar de la mano a cualquiera. ¡Quiero decir, míralas! ¿Estas manos te parecen tan frágiles?

Levanté mis manos perfectamente ordinarias.

—Sí, lo son —respondió sin dudarlo.

—¡Solo lo dices por mi lesión!

—Incluso si no estuvieras herida, apuesto a que podría romper tus dedos si las aprieto demasiado.  Además, ¿cómo puedes decir con certeza que puedes soportar nuestros inviernos cuando ni siquiera sabes cómo son? Admito que este capítulo de cuento de romance de Tribal se desarrolló en el norte de Vaxwald, pero todavía recibimos una buena cantidad de nieve aquí en la capital… y las flores no pueden florecer en la nieve. Pero aparte de eso, simplemente no puedo aceptar tu palabra. ¡No después de que ya has sucumbido al golpe de calor una vez!

Evidentemente, era su turno de ir por una tangente apasionada.

—Solo recibí un golpe de calor porque estuve trabajando mucho con fuego y rizadores durante varias horas seguidas —murmuré.

—Bueno, nunca deberías haber aceptado hacerlo en primer lugar —espetó Raye—. No me importa si fue una petición de la reina; con tu talento, deberías haber encontrado otra forma de satisfacer sus demandas. No tienes conciencia de ti misma cuando se trata de tus propios límites físicos. Crees que puedes hacer cualquier cosa que un humano haga. Eso es lo que me preocupa. ¡Nunca puedo confiar en ti cuando dices que estarás bien!

No pude responder a eso.

—Y no solo tendrás que preocuparte del verano y el invierno. El ochenta por ciento del año las temperaturas son extremas en Vaxwald. Y tendrás que soportarlo una y otra vez. Cada día del año. ¿Lo entiendes?

Sin forma de defenderme, me enfurruñé en silencio. ¿Cómo se convirtió esta conversación en un regaño? ¿Qué había hecho para merecerlo? ¡Esto no es para nada lo que quería!

Finalmente, no pude soportarlo más.

—¡Oh, por el amor de Dios! Sé que los veranos serán calurosos y los inviernos fríos. Sé que las estaciones se repetirán cada año. ¡Estoy preparada para eso! ¡Me voy a cuidar sola! Y sé que no soy tan fuerte como un humano en algunos aspectos. ¡No me voy a sobreestimar! ¡¿Contento?! —Luego reiteré mi punto—. Como dije, si crees que puedes expulsarme de Vaxwald‘ por mi propia seguridad, ¡lamento decir que no va a funcionar! ¡Tengo una buena razón para quedarme aquí!

—¿Para apoyar a la princesa Patricia?

—En parte, pero hay más que eso —invocando toda mi esperanza y determinación, confié—. Quiero peinar no solo a Su Alteza sino también para los plebeyos. En el futuro, veremos un aumento en las mujeres que querrán usar su cabello corto, y quiero darles un buen corte… así que estoy pensando en abrir mi propia tienda cerca del castillo. Quiero preguntarle a cada uno de mis clientes qué quieren, y luego quiero hacerlo realidad. ¡Quiero ayudar a pulir a las mujeres de Vaxwald hasta que brillen!

Mientras hablaba, podía sentir alegría brotando en mi pecho hasta que prácticamente estaba brotando.

—Y sé que el trabajo es demasiado grande para una sola persona, por lo que quiero capacitar a uno o dos aprendices y quiero forjar conexiones con otras personas en la industria, artesanos que hacen adornos para el cabello y otros peluqueros, y quiero crear un manual lleno de instrucciones prácticas para cortar, trenzar y peinar.

Mi voz se hacía cada vez más fuerte.

—Sé que la tienda y el manual todavía son solo sueños, pero planeo trabajar hacia ellos, poco a poco.

Lleno de emoción ante mi futuro futuro, miré a Raye directamente a los ojos.

—Así que ya ves, todavía tengo muchas cosas que quiero lograr aquí en Vaxwald. No te pediré que lo apoye, pero por favor no pelees conmigo en esto. Me niego a volver a Myulan. Todavía no —terminé con una sonrisa orgullosa.

Raye me miró con sorpresa con los ojos muy abiertos por un momento, luego se tapó la cara con la mano y se quedó quieto. Los segundos pasaron.

 —Uh, ¿Raye?

Cuando finalmente bajó la mano, después de lo que pareció una eternidad .. sus ojos brillaban con la misma emoción que yo sentía.

—Nunca puedo competir contigo —suspiró, su sonrisa en conflicto—. ¿Cómo puedo decirte que no cuando suenas tan ilusionada? —Envolviendo sus brazos a mi alrededor, continuó—: Siempre eres tan rápida para tirar todo mi trabajo duro por el desagüe, ¿lo sabes? ¿Sabes lo difícil que fue decirte que no eras mi alma gemela? ¿Dejar tu lado? No… Era tan hostil contigo, por que no quería que los supieras.

—¡Así que soy tu alma gemela!

—Por supuesto que lo eres —admitió Raye, por fin—. Tenías razón, cuando me dijiste por primera vez que eras una floseides, inmediatamente pensé en el capítulo del libro. Por mucho que quisiera llevarte a casa conmigo en Vaxwald, simplemente no me sentí bien. No quería poner tu vida en peligro.

Estaba dispuesta a reconocer mi incapacidad para manejar temperaturas extremas, pero no importa qué, me niego a creer que el simple hecho de existir en Vaxwald durante el invierno me vaya a matar. Tal vez si deambulara afuera por horas y horas sin un abrigo o algo así, pero nunca haría eso. Además, el castillo venía equipado con chimeneas.

—Eres tan paranoico —murmuré.

Ante esto, Raye se apartó un poco, luego me miró directamente a los ojos.

—Estaba preocupado por que murieras congelada —explicó—. Como dije antes, en Vaxwald el clima es duro de una forma u otra durante la mayoría del año, y tendrías que soportarlo durante años. Cuando pensé en lo miserable que te haría al tener que vivir aquí, simplemente no podía soportar hacerte eso.

—Lo entiendo —respondí, medio molesta—. Confía en mí, no pasará.

—Entonces pensé en mudarme a Myulan para estar contigo… pero vengo de una familia noble y como hijo único, se espera que heredé el legado familiar. Nuestra línea de sangre ha servido a la familia real durante generaciones, no puedo tirar todo eso. Además, así como tienes lealtades con la princesa, yo también deseo servir a Su Alteza. Será un gran rey algún día, y quiero estar allí para verlo.

—Puedo entender eso. —Esta vez mi respuesta fue sincera. Además, nunca podría pedirle que abandone su carrera, mucho menos su herencia, especialmente por alguien que apenas conoce. Si lo hubiera hecho tan temprano en nuestro noviazgo, me habría hecho sentir muy incómoda.

—Además, si hubiera abandonado tus metas y sueños para venir aquí desde Myulan, me sentiría demasiado avergonzado como para enfrentarte. Tal vez podrías encontrar un trabajo diferente lo suficientemente pronto, pero incluso entonces… no quería estar avergonzado de verte si puedo evitarlo—. Me atrajo de nuevo a sus brazos, esta vez con más fuerza—. No puedes imaginar lo mucho que me dolió obligarme a dejarte. Tenía que decirme a mí mismo que era por tu propio bien o de lo contrario no podría haberlo logrado. Y sin embargo… a pesar de mi noble sacrificio, apareciste en Vaxwald como parte de la dote de Su Alteza… —gruñó Raye.

—¡Esa no fue mi elección! ¡Me pidió que viniera con ella! —argumenté.

—¿Te envío de regreso a Myulan o apoyo tu sueño…? Simplemente no lo sé —murmuró, enterrando su rostro en mi hombro. Pronto, sin embargo, se hizo evidente que había encontrado su respuesta—. En mi cabeza, sé que lo correcto es enviarte a casa, pero te ves tan feliz cuando estás hablando de tus sueños aquí en Vaxwald… y no puedo simplemente hacer la vista gorda a los sentimientos de mi compañera. No puedo.

Me quedé callada y dejé que lo resolviera solo.

—Cuando dejé Myulan, fue más fácil. No sentías mucho por mí, así que mi ausencia no te dolió.

—Si hubiera llorado y suplicado que no te fueras, ¿te hubieras quedado?

—Bueno, si hablaras en serio, entonces sí, imagino que lo habría hecho. Probablemente habría dejado mi apellido y mi título a personas en las que podía confiar. Del mismo modo, tampoco puedo ignorar tus deseos esta vez. Sé que te tomas en serio hacer realidad tus sueños, y mi única opción es apoyarte.

—Gracias —le dije con una sonrisa.

Él se rió y se enderezó.

—Cuando te diviertes, yo me divierto. Cuando eres feliz, yo soy feliz Y si soy honesto, haría cualquier cosa por ti.

—¿Y si quisiera subir una montaña nevada? —bromeé

—Te detendría, obviamente —respondió con una sonrisa—. Pero si quieres ir con desesperación, entonces estoy seguro de que terminaré aceptándolo eventualmente. Y si terminamos yendo, tomaría todas las precauciones para asegurarme de que no mueras de frío.

—Bueno, por suerte para ti, no tengo un deseo ardiente de subir una montaña nevada en este momento.

A menos que escuche rumores de que los habitantes de las montañas tienen un cabello especialmente saludable o peinados únicos o algo así. De no ser así, la idea no está en mis planes.

—De todos modos… solo desearía que hubieras sido sincero conmigo desde el principio. Deberías haberme dicho que te preocupaba cómo le iría a una floseide en Vaxwald. Entonces no me habrías molestado como lo hiciste. —Fruncí el ceño ligeramente—. ¿Y qué si termino en Vaxwald? En lugar de decirme que me fuera, deberías haberme advertido contra las condiciones climáticas extremas para que pueda tomar mi propia decisión informada.

—Incluso si lo hubiera hecho, ¿hubieras elegido irte?

—Bueno, no…  Vine aquí para apoyar a la princesa —murmuré.

—Sabía que no debía hablarlo contigo porque sé que no eras plenamente consciente de tu débil constitución —explicó Raye con sus brazos todavía rodeándome—. Incluso ahora, piensas que soy un paranoico. Si hubiera sido sincero contigo, te hubieras reído.

Ante esto, me quedé en silencio… porque sabía que tenía razón.

—Y solo mentí acerca de que no eras mi compañera porque sentí que era lo correcto. Si continuara haciéndote pensar que era un buen hombre, podría haberte dolido más cuando te dejé.

—Alguien es demasiado consciente de sí mismo —gruñí… pero él solo sonrió como para sugerir que sabía exactamente lo guapo que era.

—Oh por favor. Sé honesta: después de cinco días juntos, ya estabas interesada en mí, ¿no? Cada vez que me acercaba a ti o te sonreía, siempre te ponías roja… incluso ahora —sonrió cuando sus dedos rozaron mi oreja.

—¡Grrr! ¡Deja de molestarme! —gruñí, avergonzada y sonrojada,  pero en realidad no estoy molesta con él.

—No te estoy tomando el pelo. Es lindo, eso es todo—. Entonces su tono se volvió serio—. Lamento haberte molestado. Pensé que sería mejor si me convertía en el malo antes de dejar Myulan. Y lo admito, he estado actuando con frialdad hacia ti aquí en Vaxwald porque esperaba que te animara a volver a casa. Quería molestarte lo suficiente.

—Lástima para ti, no soy del tipo que se deja llevar por la ira. Soy mucho más profesional que eso.

—Tienes razón. Era ingenuo y subestimé tu devoción por tu trabajo —su expresión cambió a una sonrisa confiada—. Entonces, viendo que iniciaste esta conversación, ¿puedo entender que estás listo para lo que sucederá después?

—¿Qué quieres decir…? —Su brillante sonrisa me puso en guardia.

—Me hiciste admitir que eres mi alma gemela. Luego me hablaste de tus ambiciones para el futuro y me pediste que no peleara. Por lo tanto, mi única opción es aceptar que eres mi compañera destinada, amarte con todo mi corazón y apoyarte mientras trabajas hacia tu sueño.

—Quiero decir, esa no es la única opción —murmuré tímidamente.

Una gran sonrisa apareció en su rostro.

—Te advierto ahora: el amor de un dragonante por su compañera es bastante intenso. Y he me he cansada de contenerme.

De repente, sentí como si hubiera despertado inadvertidamente a un dragón dormido… y mi sonrisa se volvió rígida al darme cuenta de que no habría escapatoria…

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