Traducido por Lugiia
Editado por Freyna
Alrededor de Violette, se escuchaba el roce de las telas, las respiraciones nerviosas y las puntas de las plumas arañando el papel. Aunque todos los sonidos eran débiles, llevaban un rato rechinando en sus oídos, haciendo que sus nervios estuvieran a punto de romperse. Su corazón latía tan fuerte en sus oídos que le preocupaba que los demás pudieran oírlo. Nadie podía, por supuesto.
—Vio, tu mano se detuvo. ¿Estás atascada? —preguntó Yulan.
—¿Eh? Oh, no, estoy bien.
Así es, no hay problemas aquí.
Más bien, se sentía bastante a gusto con las cosas. De hecho, pensó que sería capaz de obtener una puntuación aún mejor esta vez.
Él asintió con la cabeza y mostró su característica sonrisa.
—Entiendo.
Siempre se tomaba sus palabras al pie de la letra.
Aunque ella no tenía problemas con el material, tenía un problema mucho mayor. Las cosas no estaban, de hecho, bien. Se preguntaba si Yulan era demasiado denso para darse cuenta, pero ella creía en él, así que supuso que este problema suyo desaparecería pronto. Tenía que ver con las personas a su alrededor.
—Oh, señorita Violette, este enunciado probablemente cambiará —dijo una voz familiar—. Creo que el profesor a cargo ha…
Un cabello dorado colgaba delante de ella. El dueño de ese cabello señaló la hoja que Violette estaba abordando en ese momento. Más concretamente, era una hoja del examen del año pasado.
Violette comprendía a la perfección la situación en la que se encontraba. Aun así, una pregunta surgió desesperadamente en su mente.
¿Cómo han acabado las cosas así?
♦ ♦ ♦
Todo comenzó cuando Yulan invitó a Violette a estudiar para sus exámenes. En ese momento, ella no sospechó que algo anduviera mal: era natural que estudiaran juntos, teniendo en cuenta que ella le prestaba su antiguo examen. Violette ya no necesitaba el examen, así que intentó dárselo para que se lo llevara a casa, pero Yulan era tan testarudo que acabaron empujando el documento entre ellos. Si Yulan no lo tomaba, esas míseras hojas de papel solo estarían ahí sin usar en la academia; a Violette le preocupaba que él no las tuviera a mano cuando repasara en casa.
Al final, resultó no ser un problema, ya que Yulan solo pretendía estudiar con Violette. Por ello, habían ido a la biblioteca durante varios días.
Hoy, Violette buscó algunos asientos vacíos como de costumbre, pero Yulan tenía otras ideas.
—He logrado que un alumno de tercer año traiga su examen del año pasado, así que estudiaremos allí —le dijo.
—¿Qué?
Violette tardó lo que parecía una eternidad en procesar lo que había dicho. Él le sonrió todo el tiempo, y aunque no la presionó, tampoco se molestó en explicarle. En cambio, se quedó allí como un perro fiel, esperando que ella hablara. Al darse cuenta de que no iba a dar más detalles, Violette soltó un suspiro entre asombrado y resignado.
—Veo que conoces a algunos de tercer año.
Violette sabía que tenía conocidos, pero no se imaginaba que Yulan tuviera una relación estrecha con ninguno de ellos. Siempre se mostraba apacible con ella, pero sabía que la cara que le mostraba no podía ser todo lo que había en él.
Ella sabía que Yulan no se llevaba bien con Klaude. De hecho, toda la academia se había dado cuenta de la complicada relación entre ambos. Por ende, Yulan probablemente querría evitar a los compañeros de Klaude, es decir, a los demás alumnos de tercer año. Al menos, eso era lo que ella creía hasta ahora. Al parecer, estaba equivocada.
Cuando pensó en ello, se dio cuenta de que no era tan extraño que alguien con su personalidad se relacionara con otros fuera de su propio curso.
—Se podría decir que sí.
Su críptica respuesta la desconcertó.
—Vamos, Vio. Creo que él ya está allí.
—De acuerdo… No queremos hacerle esperar.
La expresión de Yulan se ensombreció por un momento, pero enseguida se recuperó. Fue un cambio tan sutil que cualquier otra persona lo habría pasado por alto, pero ella estaba lo suficientemente cerca de él como para notarlo. Sabía que si le presionaba para que le diera respuestas, él no cedería. Una vez que conocieran a la persona en cuestión, todo se revelaría, así que no había necesidad de preocuparse.
Pero en el camino, Violette empezó a darse cuenta de hacia dónde se dirigían. Su vaga suposición se convirtió en creencia, y miró a Yulan sorprendida varias veces; no obstante, él no dijo nada. Ella caminaba casi a su lado, quedándose un poco atrás, por lo que él debería haber sido capaz de percibir sus sentimientos. En otras palabras, él lo sabía y no le daba explicaciones a propósito. Finalmente, se detuvieron.
Habían llegado a la sala del consejo estudiantil.
Ahora, ambos se encontraban en el salón del presidente del consejo estudiantil, y Klaude, la última persona que Violette había esperado ver, estaba revisando sus estudios.
De verdad, ¿cómo han acabado las cosas de esta manera?
NoOoo. Gracias por el cap. Voy a esperar la próxima actualización!
Gracias por leernos! ♥