¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 85: Una mentira muy bonita

—No come mucho, ¿verdad, señorita Violette? —comentó Rosette.

—¿Usted cree? A mi parecer, como bastante postre.

La cafetería entera podría haberse congelado. La razón era obvia: dos de las alumnas más famosas, totalmente opuestas entre sí, se sentaban juntas a comer. ¿Había elegido ella los asientos de las esquinas en un intento infructuoso de evitar las incesantes miradas, o lo había hecho Rosette? Cada una lo había percibido en el aire, así que podría haber sido cualquiera de las dos. Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 85: Una mentira muy bonita”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 84: La persona ideal

Violette mantuvo la cabeza gacha hasta que sonó el timbre de clase, pero Rosette no se entrometió. Solo preguntaba si Violette estaba bien, sin esperar de Violette más respuesta que un “lo siento” o tal vez un “estoy bien”. Entonces Rosette la tranquilizaba a su vez con una cálida sonrisa. Al parecer, la chica conocía bien la línea que separa la amabilidad de la imposición. Forzar más allá de las barreras podía resultar eficaz para ciertas personas en crisis, pero viendo que Violette no podía verbalizar sus propias necesidades, agradeció la contención de Rosette.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 84: La persona ideal”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 83: Una pizca de picante

Cuando las dos agotaron un tema, pasaron sin problemas a otro. Pasó bastante tiempo antes de que Violette se diera cuenta de que este ciclo repetido se conocía como “charlar”. Había supuesto que esta chica era su polo opuesto, pero Rosette había callado mientras soportaba penurias como Violette. Cuanto más hablaban, más similitudes sentía Violette entre su yo interior. ¿Quién habría imaginado semejante evolución entre dos chicas que habían asumido que no tenían nada en común? Sin embargo, una vez que Violette lo pensó, tenía bastante sentido.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 83: Una pizca de picante”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 82: Cansada de las emociones

Una súbita calma podría llegar en cualquier momento: en medio de una guerra, en la pausa entre ataques violentos, incluso durante un breve respiro del dolor. Violette sufría hasta el punto de padecer insomnio, pero agradecía cualquier respiro que le permitiera recuperar el aliento. Esta era una de esas oportunidades.

—Es usted la princesa de Lithos, ¿verdad, señorita Rosette? No es de extrañar que tenga un cabello y unos ojos púrpuras tan hermosos.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 82: Cansada de las emociones”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 81: Dos personas solitarias

Violette comprendió por qué las miradas a su alrededor estaban llenas de curiosidad. Tanto ella como Rosette atraían la atención de los demás, pero cuando la abrumadoramente bella Violette y la generosamente digna Rosette estaban juntas, el concepto adquiría un significado distinto. Ambas habían asistido a la academia desde la escuela media, aunque rara vez o nunca se hablaban. Habían intercambiado palabras y eran conscientes de la existencia de la otra, pero su relación nunca había ido más allá de la de conocidas. Eso no había cambiado, al menos en la mente de Violette.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 81: Dos personas solitarias”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 80: Una tormenta de cambios

Cuando Violette se dio cuenta de que no podía dormir, le resultó aún más difícil hacerlo. Cuanto más nerviosa se ponía, más se acorralaba. No sabía si solo había cerrado los párpados o si realmente había dormido; lo único que sabía era que, al llegar la mañana, se sentía más agotada. Si esto continuaba, su cuerpo no podría soportarlo. Dormía cuando perdía el conocimiento, pero eso no contaba como descanso.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 80: Una tormenta de cambios”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 79: Percepción y perspectiva

Mientras Marin escupía maldiciones silenciosas, Maryjun seguía en la academia. Ella era lo contrario de Violette, a menudo se iba directa a casa en lugar de quedarse hasta tarde. Las hermanas habían intercambiado hábitos solo por hoy; a pesar de que la cuarta parte de la sangre que corría por sus venas era idéntica, las dos chicas no podían ser menos parecidas.

Yulan miró el perfil sonriente de Maryjun. Sabía que esa chica nunca le importaría, se pareciera o no a su hermanastra.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 79: Percepción y perspectiva”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 78: Más allá del bien y del mal

Violette nunca había vuelto a casa tan temprano por voluntad propia. No porque quisiera estar allí, por supuesto; en realidad, no se atrevía a pasear por la ciudad sin Yulan. No sería divertido sin él. Le hubiera gustado hablar más con él o invitarle a salir, pero ya era demasiado tarde para lamentarse: ya estaba en casa. Y lo que era más importante, tenía miedo de lo que pudiera decirle después de todo lo que había pasado.

Marin vio su semblante e inmediatamente intuyó que algo iba mal.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 78: Más allá del bien y del mal”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 77: Aliento de leviatán

Cuando se quedó solo, Yulan arrugó la frente y reflexionó en silencio sobre la forma de actuar de Violette, sintiéndose conmocionado y desesperado. A pesar de estar de pie, sintió que podía desplomarse en cualquier momento. Ante su apariencia, dudaba que alguien viera las comisuras levantadas de su boca como una sonrisa. Desde luego, no tenía ninguna posibilidad de convencerse a sí mismo de su sinceridad.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 77: Aliento de leviatán”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 76: Herir más que ayudar

Violette nunca había sido buena evitando a la gente. Por lo general, se consideraría un rasgo digno de elogio, pero en última instancia daba a la gente más razones para mantenerse alejada de ella, por lo que tenía sentimientos encontrados al respecto. Sus escasas oportunidades de relacionarse con los demás la habían ayudado, irónicamente, a aprender el arte de cerrar su corazón. No le importaba demasiado reflexionar sobre ello. A pesar de eso, aprendió a abrirse paso con un mínimo de interacción, bien despejando su mente y dejando que sus palabras pasaran por encima de ella, bien encontrando alguna forma de excusarse. Sus métodos variaban según el momento, el lugar y el objetivo de la charla.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 76: Herir más que ayudar”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 75: La admiración a un ídolo

La primera vez que Rosette se dio cuenta de que algo iba mal fue cuando la separaron de sus hermanos y habló con otras chicas.

Llevaba ropa y accesorios adorables, como le habían ordenado, pero no le interesaban en absoluto. Mientras las otras niñas de su edad se felicitaban encantadas por sus vestidos, ella solo podía esbozar vagas sonrisas, incapaz de seguirles el ritmo. Los muchos volantes y lazos eran bonitos, en su opinión, pero no le gustaba cómo limitaban sus movimientos. En las raras ocasiones en las que un conjunto le llamaba la atención, no le deslumbraba lo suficiente como para elegirlo y ponérselo. Vestirse solo era para ella una obligación.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 75: La admiración a un ídolo”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 74: El ídolo perfecto

En opinión de Rosette, la perfección significaba no desviarse nunca de lo que la gente esperaba de ti. “Pura”, “hermosa”, “adorable”, “maravillosa” e “ideal”: el sinnúmero de cumplidos se acumulaba y la asfixiaba. Aplastaban su verdadera imagen de sí misma. Cuando se dio cuenta de lo mucho que le dolía, su cuerpo ya estaba sumergido más allá del punto de escape. No le molestaba su nombre, que tanto recordaba a las rosas, pero que la compararan con una flor le resultaba terriblemente constrictivo.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 74: El ídolo perfecto”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 73: Estos primeros segundos serán conocidos como “destino”

Violette oyó el familiar crujido de pasos.

—¿Eh? —dijo una voz sorprendida.

Violette se giró inmediatamente al oírlo. Era un error suponer que nadie más vendría aquí. Después de todo, ella misma estaba aquí; tenía sentido que alguien más se escabullera con la esperanza de evitar a otras personas. Se sorprendió mucho más cuando vio la cara del intruso, ya que era una que reconocía.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 73: Estos primeros segundos serán conocidos como “destino””

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 72: La clave del razonamiento

Violette sabía de dos resultados que se derivaban de acaparar a alguien. El primero lo había experimentado ella misma, por supuesto: el final de un convicto. El otro era el de una mujer insensata que amaba y perseguía a un único pretendiente… reduciéndose a una mera sombra de sí misma.

Hasta su último aliento, la madre de Violette había anhelado a un hombre, y no pudo capturar su corazón ni siquiera en la muerte. Esperaba que él regresara cuando ella estuviera postrada en cama y su vida corriera peligro. Sin embargo, él no correspondió ni una pizca a sus sentimientos, y ella había muerto sola.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 72: La clave del razonamiento”

¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 71: Decepción

La mente de Violette era la fuente de sus cinco sentidos: su segundo corazón, el órgano situado por encima de los nervios de su cuerpo. En lo más profundo había un sentimiento suave y delicado, más preciado para ella que cualquier otro, y ahora mismo podía sentir con agudeza cómo lo hacían pedazos.

Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 71: Decepción”

error: Contenido protegido