Traducido por Selena
Editado por Meli
—¿Quién es él?
Murong Qi Qi se mordió los labios; pintó la apariencia del hombre y les recordó la estatura. Feng Cang se sorprendió por la imagen de la máscara de muñeca.
—¡Esta es una máscara de muñeca de polvo que mi padre me compró cuando era un niño!
El ama de llaves corrió al estudio para revisar; lo único que faltaba era la máscara de muñeca.
¡Parecía que esta persona estaba muy familiarizada con el lugar! ¿Quién es él?, ni Feng Cang ni Murong Qi Qi tenían idea de quién era.
Se registró toda la villa sin éxito. Se reforzó la vigilancia y el intruso no volvió a aparecer. Era como si se hubiera evaporado del mundo.
No obstante, Murong Qi Qi no lo olvidó, sobre todo el hecho de que la había llamado «Ming Yue».
¿Se refería a la princesa Ming Yue? ¿Qué sentimientos tenía hacia ella que había fallecido hace tanto? ¿Podría ser él un seguidor?, formuló en su mente estas preguntas.
Decidió no contarle a Feng Cang sobre las preguntas y posibles respuestas. ¡Si vuelve, ella lo atraparía e interrogaría hasta que todo se aclare!
♦ ♦ ♦
Llegó el 30 de diciembre. Debido al torneo de los cuatro países, Feng Cang y Murong Qi Qi pudieron pasar el año nuevo en la villa Fengyu; ambos estaban felices. El animado banquete anual del palacio y la engorrosa etiqueta de la corte no se podían comparar con pasar tiempo con su amada.
Por la noche Feng Cang anunció que todos sin importar su estatus, no se irían a casa antes de emborracharse. Todos estaban contentos. Wanyan Kang sostuvo una calabaza y bebió vino con Ruyi y Jin Mo. En cambio Su Mei, Su Yue y Ji Xiang, charlaron. Feng Cang y Murong Qi Qi se acostaron en la cama de ladrillo caliente y se rieron de los demás.
—¡Príncipe! —El ama de llaves les llevó vino a Feng Cang y Murong Qi Qi—. Este sirviente, como representante de la villa Fengyu, brinda por el príncipe y su esposa. ¡Deseo que se amen para siempre y estén juntos por cien años!
—¡Bien! —Feng Cang con una amplia sonrisa levantó la cabeza y vertió la copa de vino en su boca—. ¡Premiad a todos con medio mes de salario!
—¡Gracias príncipe! ¡Gracias príncipe!
El premio los entusiasmaron y se unieron al brindis por la pareja.
En pocos días se habían dado cuenta de la personalidad de Murong Qi Qi. Una princesa consorte de buen humor y fácil de tratar era lo mejor. Aunque no irían a menudo, era seguro que se alojarían en la villa Fengyu a final del año. Si el maestro estaba de buen humor, entonces era fácil de servir, haciendo que la gente se ahorrara muchos problemas.
—¡Príncipe, es hora!
A la media noche Feng Cang sostuvo a Murong Qi Qi, y salió, escoltado por la multitud. La gente encendió los fuegos artificiales; la villa Fengyu estaba muy iluminada.
Con un sonido de explosión, hermosos fuegos artificiales florecieron en la tranquila noche. Fue como si un pincel se moviera y pintara el cielo oscuro con colores vivos.
¡Uno tras otro siguieron retumbando en el cielo los fuegos artificiales, se abrieron como si fuera un festival de flores y se encontraron con la llegada del año nuevo!
—¡Tan hermoso! ¡Señorita, mire, esa es muy hermosa!
Su Mei se veía alegre, le gustaban los fuegos artificiales.
—¡Aquí! —Wanyan Kang se le acercó y le dio dos fuegos artificiales.
—¡Gracias! —Tomó los fuegos uno en cada mano y bailó.
—¡Hermoso! Oh… —rugió Wanyan Kang, con fuegos artificiales en las manos, bailó con Su Mei.
Con los fuegos artificiales como armas «lucharon» toda la noche. La luz que emitían los hizo verse hermosos.
—¡Tan hermosos! ¡Su Yue, ven a jugar! Jixiang, Ruyi, ¡Ustedes también vengan a jugar!
La vivacidad de ambos, mejoró el humor de Murong Qi Qi. Todos encendieron un fuego artificial y jugaron en el patio.
—Señorita, es la hora. ¡Pida un deseo, pida un deseo! ¡Rápido, pida un deseo! —Su Mei gritó.
Murong Qi Qi juntó las manos, cerró sus ojos y pidió sus deseos a Buda, cuando terminó abrió los ojos. Un rostro diabólicamente hermoso había aparecido frente a ella.
—Príncipe…
—Qing Qing, ¿tu deseo de año nuevo me incluye?
Feng Cang estaba ansioso por escuchar la respuesta, suprimió la excitación de su corazón por miedo a que Murong Qi Qi se riera de él.
—¿Qué has dicho? —Murong Qi Qi le guiñó un ojo coquetamente y luego le dio una respuesta ambigua.
Feng Cang, se puso nervioso por su comportamiento: la tomó en brazos y los envolvió a los dos en su capa para aislarse y poder persuadirla.
—Qing Qing, si no me respondes, ¡entonces te besaré!
—¡Oh!
Su acto atrajo la atención de todos.
—Primo hermano, ¿qué estás haciendo? —Preguntó Wanyan Kang exageradamente.
La gente que estaba cerca se rió.
—Príncipe… —Murong Qi Qi se sonrojó por la acción inesperada de Feng Cang.
—Qing Qing, respóndeme o déjame besarte.
Dentro de la capa, el calor era muy fuerte. Feng Cang podía sentir que su cara se había enrojecido. Sin embargo, no tenía la menor intención de dejar ir a Murong Qi Qi tan fácilmente.
—Responde…
El aliento cálido se acercaba a Murong Qi Qi. Ella podía sentir la temperatura caliente del cuerpo de él. Su cara ardía. Estaba a punto de responder cuando los labios de Feng Cang ya estaban sobre los suyos.
—Qing Qing, te amo…
La voz de Feng Cang había sido tragada por los labios de Murong Qi Qi. La palabra «amor» también estaba en su beso y se extendió a su corazón.
Aunque este beso aún no era hábil, él ya no temblaba como la primera vez. Su lengua exploró la fragancia de su boca. Ni muy profundo, ni muy superficial; justo lo que se necesitaba.
Feng Cang tiró de la capa con una mano y los bloqueó de la vista de los demás. La otra mano sujetaba la delgada cintura de Murong Qi Qi, forzándola a acercarse más a él.
Los labios de Murong Qi Qi se abrieron como flores y se encontraron con la dulzura de Feng Cang. Sus dedos también dejaron gradualmente el suelo. Fuera del manto, los fuegos artificiales continuaron disparándose. Dentro, los dos se besaban más rápido.
Cuando sus alrededores se habían calmado, Feng Cang liberó poco a poco los labios de Murong Qi Qi. Este beso llevó mucho tiempo; tanto que se habían olvidado que afuera había una multitud mirando con diversión. Cuando bajó la capa, el silbido de Wanyan Kang sonó de inmediato.
Los labios rojos e hinchados de Murong Qi Qi les dijeron a todos los que había pasado con exactitud.
—¡El primo hermano es poderoso! Esperamos desde este año hasta el próximo, ustedes dos casi se besaron durante un año —Wanyan Kang gritó sorprendido.
El rostro de Murong Qi Qi ardía, se puso rojo como si estuviera en llamas. Escondió su cuerpo en los brazos de Feng Cang y se negó a levantar la cabeza.
[Nota del autor: “El 30 de diciembre aquí se refiere al calendario lunar chino. En el calendario gregoriano, está en algún lugar entre finales de enero y principios de febrero”].