Traducido por Selena
Editado por Meli
Murong Qi Qi suspiró y caminó hacia las hermanas. Sujetó la mano de Su Mei con la mano izquierda y con la derecha la de Su Yue.
—¡Ustedes dos tontas! Con mi habilidad ¿cómo no voy a poder cuidar de mí misma? Los hombres y las mujeres deben casarse una vez que han alcanzado la mayoría de edad. ¡¿Qué voy a hacer si pierden toda su vida por quedarse a mi lado?! ¡Ustedes son mis hermanas mayores! ¡Si no son felices, entonces yo tampoco lo seré! —Las miró son seriedad—. Así que, si están interesadas en alguien, deben dejarse llevar y amar con valentía. Si pierden su destino, entonces se arrepentirán toda su vida. No quiero verlas sentadas lamentando el pasado cuando sean viejas…
—Señorita… —musitaron conmovidas ante la indulgencia de su maestra. Se sintieron orgullosas de estar a su lado.
—¡Prométanme que si encuentran su felicidad, la perseguirán con valentía! —Juntó las manos de las tres—. No será suficiente si solo yo fuera feliz. ¡Las tres tenemos que ser felices!
Nalan Xin observó como las hermanas, con los ojos humedecidos, asentían a las palabras de su maestra.
¡Parecía que la princesa no era una persona ordinaria! Incluso en una sociedad donde el sistema jerárquico era muy importante, ¡era capaz de llevarse con sus criadas como si fueran hermanas!
Él había estado investigando a Guanghua gongzi, pero era como un dragón sagrado sin cola. Aún no encontraba algo de él.
Creía que se comunicaba con Murong Qi Qi, que casi nunca salía de la residencia o acompañada del príncipe, a través de una de sus criadas. Por eso las observaba.
—¡Señorita, mire, Nalan Xin está mirando secretamente a Su Yue otra vez! Como dije, Nalan Xin se encaprichó de Su Yue.
Su Yue se volvió a sonrojar, era cierto que luego de la boda de Murong Qi Qi, se habían encontrado, pero solo intercambiaron saludos con la cabeza. Él no le desagradaba, pero tampoco sabía si le gustaba.
Murong Qi Qi se rió. Parecía que había una oportunidad. ¿Por qué no jugaba un poco a la casamentera?
—Su Yue, ve a Tong Bao Zhai para ver si la joya que había diseñado para el cumpleaños de la emperatriz viuda está hecha. Tengo a Su Mei para servirme aquí, no tienes que preocuparte… —dijo con descaro, esperando que ella se demorara en volver.
—Señorita… —Su Yue habló de forma tímida.
—¡Ve por regalo para el cumpleaños de la abuela! Normalmente, es Su Mei quien hace los recados. Pero hoy necesito hablar con ella sobre Wanyan Kang. Es mejor que vayas tú.
Nalan Xin estaba lejos y no escuchó la conversación, pero siguió a Su Yue cuando se fue.
Murong Qi Qi y Su Mei intercambiaron una mirada y se rieron. ¡Realmente había una oportunidad!
♦ ♦ ♦
Su Yue fue directamente a Tong Bao Zhai. Dentro de tres días, sería el cumpleaños de la emperatriz viuda y Murong Qi Qi había diseñado un conjunto de joyas llamado: «Fénix rojo frente al sol» que debía ser elaborado con el mejor jade rojo.
Nalan Xin vigiló a Su Yue y cuando entró a Tong Bao Zhai, confirmó sus pensamientos: Murong Qi Qi se comunicaba con Guanghua gongzi a través de su criada. Pero aún le faltaba lo más importante, encontrar al hombre.
Él sabía que su maestro estaba ansioso, aun cuando en la superficie parecía tranquilo. Presumiblemente, todos los enamorados eran así.
—Maestro Nalan, ¿qué está haciendo aquí? —preguntó Su Yue.
Se distrajo solo un poco y la joven ya estaba frente a él. Se sintió nervioso. Era hermosa y cuanto más la veía, menos podía apartar la mirada de ella. Los ojos de la joven, parecían que en cualquier momento podrían hablar. Si los ojos eran la ventana del alma, el corazón de la chica también era muy hermoso.
—S-Solo pasaba… —No podía respirar, se sentía asfixiado, era muy incómodo.
¿Podría estar poseído?, se acarició la frente como un tonto.
—No tienes fiebre… —Ella le tocó la frente.
La calidez, suavidad y fragancia de su mano, hicieron que la cara de Nalan Xin se pusiera roja. Y, como si evitara la peste, dio un paso atrás.
—Eso, yo me iré primero. Todavía tengo algo que hacer. —Huyó de la escena como una ráfaga de viento.
Su Yue se sintió un poco herida. ¿Podría estar equivocada la señorita y a lo mejor no le gustaba a Nalan Xin? Si no era eso, ¿por escaparía tan rápido?
Nalan Xin también se sorprendió. ¿Cuándo había actuado así? ¿Por qué cada vez que veía a Su Yue se le aceleraban los latidos del corazón y ni siquiera era capaz de decir una frase completa?
Escuchó que la gente de Moyu era buena con los venenos. Tal vez, Su Yue también era una experta. Solo que, ¿cuándo lo envenenó? Parecía que en el futuro, ¡tendría que mantenerse alejado de Su Yue! Ya no la seguiría más, en cambio,secuestraría a la gente de Tong Bao Zhai y Jue Se Fang para obligar a Guanghua gongzi a salir. Era wangye quien tenía razón; ¡cuando era necesario, usar la violencia era la solución más rápida al problema!
♦ ♦ ♦
El cumpleaños de la emperatriz viuda Lan llegó como estaba previsto. Durante los últimos años, ella había permanecido en el templo. Era la primera vez que celebraba su cumpleaños. Originalmente, la anciana no quería involucrar a tanta gente y ser demasiado extravagante. Sin embargo, cuando Wanyan Lie dijo que podían aprovechar esta oportunidad para presentar a la princesa Zhen Guo, ella aceptó la celebración.
Como la única persona que tenía una relación de sangre con ella, Murong Qi Qi era muy respetuosa con su abuela. Llegó temprano al palacio Jinxuan. Los últimos días, además de quedarse en el wangfu, había ido al palacio Jinxuan para acompañar a la emperatriz viuda.
—¡Tía Qing, buenos días! —Saludó con una sonrisa a Qing Gu.
—¡Princesa, hoy has venido muy temprano! —Devolvió el saludo con entusiasmo, ella había criado a la princesa Ming Yue y ahora, había transferido todo su amor a su hija Murong Qi Qi.
—Tía, ¿la abuela ya despertó?
—Acaba de despertarse y preguntó por la princesa. ¡No esperaba que vinieras tan pronto!