Traducido por Lucy
Editado por Meli
—Yi’er[1] solo cuando el príncipe heredero sea depuesto, podrás estar tranquilo. Entonces podremos celebrarlo —señaló Lin Ke Xin—. No demuestres tu alegría, finge preocupación y aboga por tu hermano mayor imperial. Deja una buena impresión delante de tu padre emperador. Así entenderá quién es el heredero más apropiado al trono.
—¡Sí! ¡Este hijo súbdito agradece las enseñanzas de la madre consorte!
Wanyan Yi no podía ocultar su felicidad. Wanyan Hong siempre abusó de su condición de príncipe heredero. Era increíble que se hundiera a causa de una relación incestuosa.
Lin Ke Xin estaba preocupada, aunque Wanyan Yi se desenvolvía bien, todavía era algo inmaduro. Cuando se encontraba con cosas inesperadas, era incapaz de mantener la calma.
—Así es. Yi’er, ¿qué ha estado haciendo tu hermano pequeño este último tiempo?
—Como Feng Cang y Feng Qi Qi no han regresado a wangfu[2]. No sale a ninguna parte —respondió con desprecio.
—Madre consorte, siento que la relación de Feng Cang y Feng Qi Qi no es ordinaria. Al parecer, han ido de viaje solos. ¡¿Podría ser que ellos también quisieran cometer incesto?! Si es así, entonces sería genial. ¡Sería suficiente para acabar con ellos de una vez!
Lin Ke Xin no estaba de acuerdo. Aunque la relación de esos dos, era fuera de lo común, el príncipe heredero no podía compararse con Feng Cang.
—Yi’er, no toques a Feng Cang por ahora. ¡No eres su oponente!
Wanyan Yi escuchó, pero no reflexionó sobre el consejo. Salió del palacio y llamó a su confidente.
—Su Alteza, ¿quiere matar a Feng Cang? —preguntó Sun Xing, estupefacto—. ¡Su Alteza, Nan Lin wang[3] no es alguien ordinario! Por no hablar de la tropa águilas bajo su mando. Su Alteza, matar a Feng Cang no es un juego de niños. ¡Pido a Su Alteza que lo reconsidere!
—¡Este príncipe te alimenta, él socava nuestro poder y prestigio! —gritó, iracundo—. No es que necesites hacerlo con tus propias manos. ¡¿Será que no sabes cómo encontrar un asesino?! ¡Usa tu cerebro de cerdo! Este príncipe no está luchando con Feng Cang en un campo de batalla. ¡Este príncipe quiere jugar sucio!
Aunque Sun Xing no estaba muy contento después de ser regañado por Wanyan Yi, pero la otra parte era el maestro. No podía refutarle.
—Su Alteza, si de verdad quiere encontrar un asesino para matar a Feng Cang, entonces sugiero hacerlo la noche del quince. He oído que el poder del demonio Wang es más débil en la noche de luna llena. Matarlo en ese momento tendría más probabilidades de éxito.
—Ya lo sé. ¿Qué organización es la mejor en asesinatos en este jianghu[4]?
—Moyu y Fo Sheng Men son casi iguales. Solo que Moyu es el mejor usando venenos y matando sin dejar rastro; son famosos en todo el jianghu.
—¡Busca a Moyu! Ya que los asesinos de Moyu son los mejores, ¡dales cinco mil teas doradas! Este príncipe quiere la cabeza de Feng Cang!
—Sí…
Sun Xing sabía que por mucho que persuadiera, la mente de Wanyan Yi ya estaba decidida. Él solo podía hacer según sus deseos.
♦ ♦ ♦
Feng Cang y Murong Qi Qi eran como cualquier otra pareja normal. Eran inseparables y veían el amanecer y el atardecer. Por la mañana, iban de la mano a comprar ingredientes. Cuando volvían, ella lavaba las verduras y él cocinaba. Los días pasaban muy ordinarios y sencillos, pero llenos de calidez.
—Señorita, alguien ha pagado mucho dinero por la cabeza de guye[5] —informó Wu Qing—. Desean matar a Feng Cang la noche de luna llena.
—¿Cuánto?
Murong Qi QI se acurrucó con pereza en los brazos de Feng Cang.
—Cinco mil teas doradas.
Murong Qi Qi rió. Levantó la cabeza y miró a Feng Cang.
—No esperaba que el famoso Nan Lin Wang solo valiera cinco mil. De verdad tan… barato. Cang, ¿por qué no me das diez mil teas doradas? ¡Entonces este asunto quedaría olvidado!
Los dedos de Murong Qi Qi saltaron sobre la palma de Feng Cang como alguien bailando ballet.
—¿Y si digo que no? —La besó.
—¡Entonces, es fácil! —Se giró hacia Wu Qing—. Emite la orden. Recompensa de diez mil taels dorados por matar al demonio Wang más el premio del mejor asesino del año.
—Señorita, ¿de verdad?
—Je, je, por supuesto que es real…
—Qing Qing, ¿será que quieres asesinar a tu marido?
—Cang… Si no, ¡¿entonces cómo puedo tener una aventura?!
Feng Cang se enfureció, dejó a Wu Qing y volvió a la habitación mientras sujetaba a Murong Qi Qi.
—Debe ser porque este marido no satisface a Qing Qing, que ella desea a otro. He sido demasiado suave, te mostraré mi verdadero yo, así no saltarás a los brazos de otro.
—No… Je, je… No, estaba bromeando.
Con gran habilidad la desvistió, su desnudez no dejaba de sorprenderlo.
Cuando él salió de la habitación, ya había oscurecido. Wu Qing ya había cocinado y también había preparado vino.
Los dos nombres no se preocuparon por su relación de amo y criado y se sentaron. Comieron grandes bocados de carne y bebieron mucho vino.
Después de unas cuantas copas de vino, Wu Qing se volvió más hablador.
—Cuando la señorita llegó, era reacia a hablar. Todos los días, se limitaba a practicar artes marciales. No descansaba ni un momento. Solo tenía diez años, pero se veía como un adulto. El señor Mozun la quería mucho. Siempre intentaba hacerla hablar. Sin embargo, no importaba que hiciera, la señorita seguía teniendo una expresión fría. Sus ojos estaban vacíos, era lamentable. Solo después de dos años, empezó a hablar. Más tarde, su personalidad también se volvió un poco alegre. Cuando el señor Mozun falleció, la señorita ya estaba a cargo de Moyu.
Feng Cang sintió dolor al imaginar a Murong Qi Qi de esa manera.
—La señorita es el tesoro de Moyu. Cuando oí que la señorita necesitaba casarse contigo, me opuse. Es como mi hermana pequeña. No quería que sufriera el más mínimo agravio. Una vez, incluso pensé en matarte.
Feng Cang admiró su honestidad y lealtad.
—Sin embargo, desde que la señorita empezó a quedarse con ustedes, las sonrisas de su cara son cada día más alegres. Estos años, ella trabajó mucho por Moyu. Nosotros, Moyu se lo debemos a la señorita. Así que, ¡la felicidad de la señorita es más importante que nuestras vidas!
—Lo sé. La cuidaré como cuido mis ojos —prometió.
—Será mejor que recuerdes la promesa de hoy. La señorita se toma las relaciones muy en serio. Si la traicionas, ella no te hará daño. Sin embargo, nosotros no lo dejaremos pasar. Si haces daño, aunque solo quede una persona en Moyu, ¡también te mataría para vengarse!
Wu Qing se bebió la copa de vino de un trago y mostró el fondo de la copa a Feng Cang. Este sonrió y también vació su copa. Después, hablaron en detalle de los recientes sucesos de la capital. En especial, los oscuros movimientos de la familia imperial.
—Sé que no quieres meter a la señorita en estos remolinos. Pero terminapra por afectarlos, espero que cuando te encuentres con el peligro, puedas ser como dijiste y proteger a nuestra señorita… Aunque, puede que la señorita no necesite tu protección.
Cuando Wu Qing se fue, el cielo brillaba.
—Cang, ¿qué pasa?
Lo abrazó por detrás, él le contó todo lo que le había sido informado por Wu Qing.
—Qing Qing, ¿qué crees que deberíamos hacer?
—¿Qué deberíamos hacer? ¡Continuar la luna de miel! Los asuntos de la familia Imperial no tienen nada que ver con nosotros. Ya que al segundo príncipe le gusta dar vueltas entonces dejemos que se busquen problemas. ¡¿Por qué no observamos en silencio y somos los forasteros?
Unas simples palabras de Murong Qi Qi dejaron ver a Feng Cang la gran sabiduría de esta mujer. Conseguir una esposa así, ¿qué más podría pedir?
—¡Ya que Qing Qing lo dijo, solo puedo seguir las instrucciones de mi esposa! El paisaje de esta pequeña ciudad es tan grande. ¡Pasemos unos días más aquí!
♦ ♦ ♦
Dentro del palacio, los oídos de la emperatriz viuda Dongfang Lan habían sido perturbados sin fin por el llanto de la emperatriz.
—¡Emperatriz madre, seguro que a Hong’er le ha tendido una trampa alguien! Emperatriz madre, sin duda debe ser que alguien está celoso de nosotros. Por eso esa persona había tendido una trampa. ¡El propósito es conseguir la posición de príncipe heredero de Hong’er!
Los ojos de Li Bing estaban enrojecidos por el llanto. No se encontraba en su habitual estado digno y decente. Wanyan Hong había sido encarcelado por Wanyan Lie y no le permitía verle, incluso la amenazó con despojarla de su corona de fénix.
—Es inútil que llores aquí en casa de Aijia[6]. El emperador vio esto con sus propios ojos. No fue otra persona la que le dejó ir allí.
Dongfang Lan también estaba muy enfadada. No importa qué tipo de mujeres te gusten, pero hacerlo de verdad con tu propia hermana pequeña… Ay, de verdad una desgracia de la familia imperial.
—¡Emperatriz madre, tienes que ayudar a chenqie[7]! Bao Zhu, esa chica, insistió en que fue Hong’er quien la forzó aquí. ¡¿Cómo podría Hong’er cometer incesto con su hermana pequeña?! Desde el punto de vista de Chenqie, ¡este asunto debe haber sido confabulado por Bao Zhu con aquella de la sala Jingxin!
Li Bing insistía que Lin Ke Xing era la que estaba detrás, haciendo que Dongfang Lan le doliera la cabeza. No pasa un día o dos sin que estas dos mujeres se peleen en palacio.
—Aijia no se entrometerá en este asunto y tampoco podría hacerlo. Aijia ya es mayor. Ha pasado tanto tiempo que Aijia no pregunta por estas cosas…
Dongfang Lan hizo un gesto con la mano para que Qnig Gu despidiera al invitado.
—¡Emperatriz madre, el emperador siempre ha sido filial y sin duda te escucharía! Chenqie solo tiene este hijo Hong’er. ¡Si algo le pasa, chenqie tampoco podrá vivir más!
Li Bing sabía que no conseguiría el apoyo, pero no podía dejar de intentarlo. Se arrodilló delante de Dongfang Lan. Mientras se inclinaba, lloraba.Tenía un aspecto lamentable.
De seguro, todas las madres del mundo serían así. Solo que este asunto estaba relacionado con el trono. Dongfang Lan no podía ayudarla.
Aunque Wanyan Hong era el príncipe heredero, sus palabras y acciones no tenían la postura de un emperador. Si una persona así se convertía en emperador, los que sufrirían serían los ciudadanos. Dongfang Lan no podía despreciar al país y a su gente por el amor a su nieto.
Debían dejar que la persona adecuada se sentara en el trono. Wanyan Hong no lo era.
Los pensamientos de Dongfang Lan eran los mismos que los de Wanyan Lie. Quien visitó a su hijo días después de encerrarlo.
—¿Sabes que estás equivocado?
—Este hijo no sabe en qué se equivocó.
Una venda envolvía le envolvía la herida en la cabeza. Había sido curado y tratado con dignidad. Por lo tanto, su complexión no era tan mala.
—¿Le hiciste tal cosa a tu hermana pequeña y todavía no te equivocas?
Wanyan Lie se enfadó. Debido a la agitación, las venas de sus manos quedaron al descubierto. Una a una, se hicieron más obvias.
—¡Ja, ja, ja!
Wanyan Hong lloró de risa. Extendió la mano para secarse las lágrimas.
—Padre emperador, ¿en qué se parece esa mujer a Bao Zhu? Solo lleva una máscara de piel humana. ¡Ja, ja, ja!
Wanyan Lie envío a Jing De fue de inmediato a la habitación de al lado. Un rato después, este regresó con una máscara de piel humana y se la entregó.
—¡¿Ha visto, padre emperador?! ¡Es una máscara de piel humana! Aunque este hijo súbdito, quería aprender a cometer incesto como el emperador padre; este hijo súbdito no tiene a la belleza número uno del mundo como hermana pequeña, ¡ah!
[1] Er: término cariñoso.
[2] Wangfu: residencia del príncipe del primer rango.
[3] Wang/wangye: príncipe de primer rango.
[4] Jianghu: mundo de las artes marciales.
[5] Guye: yerno, usado por los sirvientes de la familia femenina.
[6] Aijia: Yo, usado por una emperatriz viuda.
[7] Chenqie: este sujeto esposa/yo, usado por las esposas de la familia imperial.