La Emperatriz se volvió a casar – Capítulo 46: La propuesta del duque

Traducido por Usagi

Editado por Sakuya


Las palabras de Soviesh seguían en mi mente, la mañana estaba helada y eso me provocó escalofríos en la piel, pero no enfriaba el fuego en mi interior, el sonido de los pájaros me recordaba a Reina y solo me hacían deprimirme más.

Un hijo de concubina no podía ser príncipe o princesa, y Soviesh había sugerido que si no tenían un hijo quizá podrían adoptarlo…

—No me gusta.

Es preferible adoptar a cualquier otro bebé, que uno nacido de Soviesh y Rashta, no importa cuánto lo pensara, no podría amar a ese bebé, no, estaba segura que no lo haría.

—Su majestad.

La voz de la condesa Elisa rompió mis pensamientos, y me alejé de la ventana, estaba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta que ella estaba cerca.

—¿Qué sucede?

Traté de lucir lo más neutral posible y ella habló para mí en susurros.

—El gran duque Kapmen está aquí.

—¿Aquí?

—Sí.

Caminé al recibidor y encontré al Gran Duque de Kapmen de pie con su sombrero en una mano, era la primera vez que nos veíamos desde que golpeó a Soviesh, lo miré a las manos para ver si estaba bien, pero no se mostró herido.

—Estoy bien, gracias por preocuparte.

¿Se dio cuenta de mi mirada? El Gran Duque de Kapmen respondió francamente mientras movía su mano, fue cuando me di cuenta.

—La poción ha perdido efecto.

Lo miré de nuevo asombrada, pero cuando respondió su voz era fría.

—Suenas como si estuvieras esperando mi partida, ¿tanto quieres que me vaya?

Sakuya
Yo sip ¬_¬

Le devolví la mirada sorprendida, mientras él suspiraba una disculpa.

—Lo siento, estoy emocionalmente inestable, es por eso que mal entendí tus palabras, espero que puedas entender.

—¿Entonces la poción todavía…?

—Sí.

Cuando lo miré con más detenimiento, noté que su mano estaba temblando mientras sostenía su sombrero, más preocupaciones vinieron a mi mente.

—¿La droga suele ser de tan larga duración?

—Eso es lo que me preocupa.

El Gran Duque Kapmen suspiró nuevamente, al mismo tiempo que alargaba el espacio entre sus pies y los míos, parecía como si quisiera mantener su distancia.

—Dijiste que la habías creado ¿no?

—Quería hacer algo para el mercado negro cuando estaba en la academia, la poción usualmente no funciona así…

El Gran Duque suspiró nuevamente y apretó las manos.

—¿Qué tan efectiva suele ser?

—Solo suele sentirse como la primera vez que te enamoras, no se supone que dure tanto, y el antídoto debió haber funcionado.

—¿Lo habían usado antes?

—Por supuesto, por esto te la dí. —Suspiró por tercera vez—. La droga tiene algunos años, su efecto es poderoso, pero ahora debe ser muy popular.

Eso era verdad, los síntomas del Gran Duque no eran obsesivos, sino que demostraban una envolvente y electrizante pasión, tal poción… debería tener muchos usos.

—¿Quizá es un efecto secundario?

Lo miré ansiosa, pero él no respondió mi pregunta

—Estoy dejando el imperio.

Esta vez fue una despedida.

En ese momento, mis ojos comenzaron a ver borroso, no era cercana al Duque como con el príncipe Heinley o Reina o la duquesa, pero mi corazón estaba sufriendo por las constantes partidas, comencé a hablar sin siquiera notarlo.

—¿Qué hay del tratado o las relaciones diplomáticas? Todo sigue en progreso, si te vas…

—El emperador no quiere.

—Yo estoy a cargo de eso.

—Pero mientras estés relacionada con él, no puedes decidir ni hacer tratos sin su aprobación final.

Mi corazón latió con fuerza, pero por una razón diferente, estaba molesta de que todo el esfuerzo que hice en establecer las relaciones diplomáticas con Rypt se derrumbaran como un castillo de arena, todo por los sentimientos de Soviesh.

Me quedé ahí con mis labios presionados para no gritar mientras el Duque apretaba las manos.

—No te enojes. Por favor, si estás enojada ahora, mi corazón dolerá mucho, por favor…

Él apretó su mano en el pecho, mirándome afligido, forcé una sonrisa para él, pero no funcionó, entonces dirigí la conversación hacia otro lugar.

—¿Entonces las relaciones diplomáticas se han acabado?

El Gran Duque de Kapmen levantó su mano de su pecho, como si estuviera checando detener sus sentimientos.

—Desde que no puedo formar una alianza con el imperio, tendré que buscar otros lugares, no importa cuáles.

—Entiendo…

Tragué el nudo en mi garganta, y le dí una sonrisa vacía mientras hacía una reverencia.

—Gracias por aclararme las circunstancias.

—También buscaré en otras naciones la cura para remover los efectos de la droga.

Cuando terminó de hablar mantuvo sus ojos en mí mientras le daba la bendición de despedida.

—Espero que tus alianzas vayan bien…

Se que él había trabajado duro, y deseaba que encontrara un mejor socio, pero al mismo tiempo, no quería eso, mi estómago estaba revuelto.

Creo que no estoy siendo completamente sincera.

El Gran duque de Kapmen agudizó la vista y rompió a reír, tanto que tuvo que limpiarse las lágrimas de los ojos, ¿la poción de amor incrementa su respuesta a mis palabras? No sabía porque estaba riendo tanto, pero comencé a sentirme nerviosa, sentía como si traicionara un deseo.

Debo tener algo tras de mí.

—Está bien, es lindo.

—¿Qué?

Me ofreció una sonrisa silenciosa, y no supe qué decir, algunas veces, la manera en la que habla es como si respondiera mis pensamientos, así que lo miré incomoda.

El Gran Duque Kapmen abrió la boca para hablar, pero luego hizo una pausa

¿No iba a decir adiós? ¿Le dolía tanto decirlo? Creo que será mejor si lo digo yo primero.

Lo recordaría como la persona que me enseñó cómo se siente ser amada, no es muy querido por mí como Heinley, pero disfruté mucho conocerlo en el tiempo que tuvimos, traté de despedirme primero cuando el duque hizo una propuesta inesperada.

—Vámonos juntos. Quiero que vengas conmigo, me encantaría que lo hicieras.

Sakuya
Vete tú solo, hum.

Lo miré con asombro, ¿qué?, estaba congelada en mi lugar, mientras él llevaba su sombrero a su pecho.

—Tu corazón solo se marchitará si te quedas, vamos al continente de Hwa, vivirás sin dolor, y estarás rodeada de las mejores cosas en el mundo.

—Gran Duque…

¿La poción estaba hablando nuevamente? Pero incluso aunque esperé, no corrigió sus palabras, me miraba sostenía sus manos temblorosas cerca de mí.

—Haré todas las preparaciones si me lo permites.

No podía creer lo que acababa de escuchar, por un momento casi me echo a reír, pero cuando vi los ojos del Gran duque de Kapmen la risa murió en mis labios, sus ojos hablaban y demostraban su ansiedad, un hombre que yo conocía por su seguridad, ahora demostraba miedo a mi rechazo, quizá era por la poción, pero en ese momento él era sincero, y un sentimiento de culpa se apoderó de mí, sin embargo, negué con la cabeza.

—No.

—Su majestad.

—Gran Duque Kapmen, piense racionalmente, está haciendo esto por la poción.

—Lo sé, lo sé, estoy bien.

¿Lo estaba? Fruncí el ceño.

—No, no lo está.

—Son mis emociones, es tu decisión rechazarlas, pero no trates mis emociones de manera cruel.

—Gran Duque, te conozco, lo sé, tú sólo estás proponiendo esto por la poción.

—Te sentirás culpable cuando el efecto desaparezca.

Hablé sonriendo deliberadamente, pero aun así la expresión del Gran Duque no aminoró, suspiré.

—Cuando la poción desaparezca, ¿cómo puedes estar segura que mis emociones volverán a la normalidad?

—Al principio no te agradaba, ¿recuerdas?

—No me agradan mis enemigos, solo me sentía frustrado.

El Gran Duque seguía con la misma expresión, pero algo en él deseaba salir, su oferta, sin embargo, no era algo que pudiera decidirse por simpatía o impulso, así que intencionalmente desvié la mirada.

—Gran Duque Kapmen, puedes encontrar mis acciones un poco frustrantes, pero esto no es algo difícil de manejar para mí. Admito que es doloroso ver al emperador enamorado de otra mujer mientras es frío conmigo, pero soy la emperatriz.

Dejé salir un pequeño sonido incomprensible y tiré mi cabeza hacia atrás.

—He vivido y aprendido para convertirme en emperatriz durante toda mi vida, este es mi sueño y mi realidad, no quiero perder mi vida solamente por el sufrimiento al que me está exponiendo mi esposo.

Cuando el Gran duque habló, su voz estaba cargada de arrepentimiento.

—Es un gran sueño, pero uno muy peligroso.

—¿Peligroso?

—¿Qué harás si tu esposo te pide el divorcio?

Eso no pasaría, pero no pude responder antes de que hablara nuevamente.

—Tienes una identidad y fuerte presencia como emperatriz, pero si te divorcias del emperador, ya no serás la emperatriz, temo por lo que pase entonces.

Negué sus palabras con determinación.

—Eso no va a pasar, el emperador no es tonto.

Era enserio, Soviesh no había perdido la razón y su juicio, sin embargo, el Gran Duque refutó mis palabras con frialdad.

—Él se convirtió en un tonto en el momento en el que se alejó de ti, las personas adictas al amor actúan impulsivamente y hacen cosas que no harían en otras circunstancias, como cuando golpeé a tu esposo.

Respiró profundamente, parecía que había más cosas que quería decir, pero no lo hizo, en su lugar hizo una pregunta.

—Antes de irme, ¿puedo abrazarte?

Un abrazo ligero era común entre los nobles, así que acepté, tan pronto como le di permiso, se acercó y me jaló hacia él, pero el abrazo que tenía en mi mente distó mucho del recibido, ¿dónde había quedado su actitud calmada y reservada?, el abrazo era fuerte y lleno de impaciencia, mi respiración estaba entrecortada ya que me encontraba aprisionada por sus brazos, su frente tocó mis hombros.

Esto… no es un simple abrazo.

—Gran Duque. Gran Duque Kapmen.

Pensé que esto era una mala idea, así que lo llamé por su nombre cuidadosamente, afortunadamente se retiró, cuando fui liberada pude ver su expresión, me dedicó una calmada y educada reverencia, se colocó su sombrero y caminó hacia la puerta, dando una última mirada antes de irse.

Colapsé en el sillón tan pronto como se fue, ¿podrían ser secuelas de su estado emocional? Me sentía entumecida, pero no fue por mucho tiempo.

—Su majestad, Lord Koshar está aquí.

A los quince minutos de la partida del Gran Duque, mi hermano mayor Koshar vino de visita.

—¡Navier!

Tan pronto como la condesa Eliza abrió la puerta para mí, mi hermano se lanzó a mi habitación, era tan fuerte como el Gran Duque, pero sus brazos eran más cómodos, todavía seguía sentada, por lo que mi hermano escondió su cabeza en mi hombro, ¿era natural para las personas altas hacer eso?

—Navier, tus hombros están mojados.

Lo observé confundida.

—¿De qué estás hablando?

—De que hay agua en tus hombros.

Tan pronto como mi hermano se alejó, toqué con mis manos el lugar donde el Gran Duque había puesto su frente, de verdad estaba mojado.

¿El Gran Duque había llorado? ¿Lloró y se fue con una cara tranquila? Bajé mi mano mientras mi corazón se hundía en el arrepentimiento y mi hermano me miraba de cerca.

—Luces triste, Navier, ¿es por tu marido y esa mujer?

—¿Qué?

—Cómo se atreve a hacerte sentir miserable.

Alcé mi mirada hacia mi hermano con sorpresa y vi como sus dientes se apretaban y sus puños hacían fuerza.

—Todo el pueblo habla de tu esposo y su concubina.

Entonces Koshar debe haber escuchado todo, miré al piso, sintiéndome insegura de mí misma, no quería que mi hermano escuchara nada acerca de mi esposo enamorado de otra mujer, claro que sabía que él se enteraría algún día, pero…

Tan pronto como bajé mi mirada, vi las bolsas de compra que estaban cerca de sus pies y deliberadamente cambie la conversación.

—¿Qué es todo eso?

—Regalos.

Mi hermano sostuvo delicadamente las bolsas para mí como si se trataran de bombas y las asenté en el sillón.

—¿Puedo abrirlas?

De todos modos, mi hermano no dijo que sí.

—Ábrelas más tarde, no voy a escaparme con tus regalos.

Se paró frente a mí.

—¿Dónde está viviendo esa mujer, Navier?

—¿Qué mujer?

—Oh mi astuta hermana, ¿estás pretendiendo no saber nada? Hablo de la mujer que está con ese imbécil.

—¡Hermano!

Rápidamente me levanté y cubrí la boca de Koshar.

—Cuida lo que dices, es peligroso.

El palacio tiene muchos ojos y oídos, todos aquí me respetan, pero recuerdo que la vizcondesa Verdi, una vez cercana a mí, incluso mis propias damas, podrían traicionarme dependiendo de las circunstancias, los ojos furiosos de mi hermano me vieron y rápidamente apartó mi mano.

—Todo el mundo sabe que mi personalidad es una basura, ¿dónde están, Navier?

—¿Qué estás planeando hacer?

—Voy a matar a esos bastardos.

Sakuya
Yo me uno, ¡quien más nos sigue!

Mi mano voló nuevamente a tapar la boca de mi hermano, dándole una dura mirada mientras que la condesa Eliza mandaba a las damas de compañía fuera del cuarto, cerrando la puerta con seguro para empujar a mi hermano en el sofá y reprenderlo entre susurros.

—Ten más cuidado, la gente puede encontrarse culpable de cualquier cosa que digas.

—Lo digo enserio.

Respondió firmemente mientras mostraba unos ojos afilados, tenía miedo de que mi hermano hiciera algo que no pudiera controlar.

2 respuestas a “La Emperatriz se volvió a casar – Capítulo 46: La propuesta del duque”

  1. El hermano es lo máximo, es justa la reacción que yo tengo con mi hermana, porque las hermanas son sagradas y ningún imbecil salido de la alcantarilla puede hacerles daño, todavía que no los ignoran y van de infieles

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