La Legión del Unicornio – Capítulo 15: Conversaciones nocturnas

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Cuando el elfo y sus compañeros dejaron el palacio ya era bien entrada la noche.

—Caín, ¿crees que el duque todavía pueda estar en Elvira?

Para no dejar que el joven sireno escuchara esto, el elfo se acercó al caballero y le susurró.

—La posibilidad es baja. Está la orden de arresto y además se encuentra gravemente herido. No creo que se atreva a aparecer, al menos por un tiempo. Lo más probable es que se haya ido a esconder a alguna región remota. —El caballero parecía haber pensado en algo, estremeciéndose inconscientemente y respondió como si hablara para sí mismo—. Pero no te arriesgaría en esto… esta ciudad no es segura.

—Incluso si apareciera, quien está en peligro es Shelly —El elfo continuó—. Por lo que…

—Lo sé —El caballero sacudió la cabeza—. Lo correcto sería entregarlo al capitán y llevar a Shelly de regreso lo antes posible. Fui impulsivo.

—Nunca dije que lo que hiciste estuviera mal —El elfo frunció el ceño un poco preocupado—, sólo espero que si en un futuro sucede algo similar…

—Ellen. —El caballero giró la cabeza y miró a su amo—. Entiendo que en el futuro más personas se unirán a la legión. En el campo de batalla sabré discernir quién se encuentra en un mayor peligro, quién necesita más mi fuerza. Pero, no hay necesidad de que tome ese tipo de decisión en este momento —Miró directamente a los ojos del elfo—. Haré de protegerte mi máxima prioridad. No lo olvides, soy tu caballero. Elegí estar aquí, porque es donde estás tú.

—Lo siento, no debí haber dudado de ti —El elfo evitó su mirada un poco angustiado—. Tal vez necesito un poco de tiempo antes de acostumbrarme a esto.

—Ya, sólo han pasado tres días —el caballero respondió suspirando—. Pero se siente como si fuera mucho tiempo.

—Es cierto —El elfo asintió—. Tal vez porque ha sucedido mucho en estos días.

—Pero claramente eres el más productivo —el caballero sonrió de repente—. Tan sólo recibiste el ramo al mediodía y para el anochecer ya tienes una hija. ¿Cuándo te casaste?

—No te confíes tanto, tal vez la próxima vez Shelly diga que es tu hija —El elfo respondió impotente.

—No lo hará —dijo el caballero riendo—. Un humano de veinticinco años no puede tener una hija de quince. La edad es una espada de doble filo, admite la derrota, Ellen.

— ¿Te estás vengando? ¿Por esto? —El elfo hizo un gesto con la mano hacia su nariz y se volvió para mirar al sireno. Parecía satisfecho con su nueva apariencia, ya que aún no había cambiado de vuelta a su verdadera apariencia.

—No creo que él entienda eso, así que… —El elfo miró los profundos ojos azules de la chica y sus orejas redondas parecidas a las de los humanos, dándose cuenta de algo.

—Shelly —preguntó—. ¿Sabes que la hija de alguien con cabello claro y alguien con cabello oscuro será de cabello oscuro?

— ¿Eh, así? —El chico pensó por un momento, cambiando su cabello a negro. De esa manera, incluso el caballero podía darse cuenta.

—Entonces, ¿de quién es hija Shirley? —preguntó el elfo conteniendo una carcajada.

—De Ellen y Caín, por supuesto. —El sireno respondió de inmediato—. Ellen es el padre, Caín es la madre.

— ¿¡Por qué!?

—No hay razón, sólo lo hice así.

—Quiero decir, ¿por qué es él el padre?

—Escuché que un padre humano habla menos, la madre siempre regaña que no hacer esto o lo otro.

— ¡¿Quién te dijo eso?!

—Raymond.

—Dos contra uno, no tienes ninguna posibilidad de ganar, Caín. —El elfo dio término la batalla—. Admite la derrota.

—Ejem. —El caballero cambió de tema en cuanto vio la oportunidad—. Entonces, ¿qué dijo la reina?

—Dijo que si derrotábamos a algunos vampiros más, eso resolvería la crisis económica.

—Mirando sus aposentos, siento un poco de pena por ella… Realmente no deberías de haber destruido esos tapices en la habitación del duque.

—Además, conoce a un mago.

— ¿Un mago? ¿En Elvira?

—En la Academia de Magos —dijo el elfo con un poco de nostalgia—. Nunca pensé que tendría la oportunidad de volver allí.

—Oh, el misterioso castillo donde el sol se pone en tierras altas, los últimos restos de la Era Legendaria. —El caballero de repente recitó algunas líneas extrañas mientras posaba—. Con cientos de años de historia, hermosos paisajes, instalaciones completas, excelentes maestros, financiado por la casa real, comida y alojamiento gratis, pero cuando te conviertes en mago, ¿a quién demonios le importan estas cosas?

— ¿Qué es eso?

—Del Gran Maestro de no sé qué generación, Yang Wolfing, ha sido el eslogan de reclutamiento para la Academia Mágica durante cien años o más.

—Eso suena bastante atractivo.

—Sí, desafortunadamente escuché que los estudiantes ahora ni siquiera alcanzan una décima parte de los que había en la Era Legendaria.

— ¿Qué causó el cambio?

—Junto a la desaparición de las criaturas mágicas, la cantidad de personas que nacían con talento mágico son cada vez menos. —El caballero respondió con pesar—. Además la iglesia también toma algunos, como paladines o sacerdotes.

—Entonces, ¿podrías haber sido mago?

—Lo pensé —Sonrió el caballero—. Pero comparando las dos cosas, me gusta más la ocupación de caballero.

—Es cierto, no puedo imaginarte vestido con una túnica y agitando un bastón. —El elfo inclinó la cabeza, evaluando al caballero. Su paso era estable y ágil, los movimientos claramente aseguraban el encanto de un luchador bien entrenado.

— ¿Qué tal elogiar directamente que tengo una buena figura? —El caballero respondió entrecerrando los ojos.

—Una muy buena figura. —El elfo expresó su concordancia sin pensarlo—. Recuerdo que cuando usabas una armadura pesada aún podías mantener una buena velocidad, eso no es algo que un paladín normal pueda hacer. Aunque una armadura de peso mediano debería ser más adecuada para ti.

—Ah… sí. —Por alguna razón, el caballero se sintió un poco deprimido.

—Desde aquí hasta la Academia de Magos, incluso a caballo tomaría seis o siete días. Ese yelmo desperdiciaría demasiada energía, realmente deberíamos cambiarlo —murmuró el elfo—. También necesitaremos implementos para el viaje… Espero que no le causemos demasiados problemas al Ministro de Finanzas.

—No lo haremos… —respondió el caballero—. Con la precedencia de una recompensa tan grande, seguramente estará más que dispuesto a invertir.

Pasaron por el mercado y descubrieron que Buenos Días Petirrojo y varios otros puestos estaban sorprendentemente abiertos.

— ¿Podemos ir a tomar un aperitivo a medianoche? —El sireno avanzó unos pasos, usando el tono suplicante y la expresión de dama necesitada—. Por favor, señor caballero.

—Creo que el problema de los alimentos debería ser lo que más le preocupe al Ministro de Finanzas. —El caballero respondió suspirando—. Shelly, el hechizo de un caballero no puede rechazar a una dama necesitada, sólo se puede usar una vez por caballero, después ya no es efectivo.

El sireno asintió sin comprender completamente.

—Llévame a tomar un refrigerio de medianoche, papi.

—Solo en momentos como estos me llamas… No, no me llames papi, todavía no estoy casado.

—El que estés casado no tiene nada que ver, puedes tener hijos si cópulas.

— ¡Nunca he hecho eso tampoco! ¿No te dije que no hablaras de…?

—Oh —el sireno finalmente reveló una expresión de comprensión—. Caín es virgen. Por eso no puede tener hijos.

— ¿Y qué si soy virgen, está mal obedecer la disciplina religiosa? El matrimonio es muy sagrado. ¿Está mal que guarde mi primera vez para mi amor verdadero…?

—Caín. —El elfo posó una mano en su hombro.

— ¿Qué?

—Estás hablando demasiado alto.

Los pocos clientes sentados a un lado y el dueño de Buenos Días Petirrojo estaban mirando con expresiones de lástima y diversión.

El caballero se cubrió la cara y se arrodilló.

—Creo que nos olvidaremos de la merienda de medianoche. —El elfo le dio unas palmaditas en la cabeza al sireno—. Sé bueno, no molestes más a Caín, es muy sensible con este tipo de temas.

—Deberías haber dicho algo antes. —El caballero respondió a través de los dedos que cubrían su rostro—. Oh Dios, ¿cuándo nos vamos a la Academia de Magos? Nunca en mi vida quiero volver a aparecer en las calles de Elvira… Cuál armadura mediana sólo déjame usar el yelmo… No, no, simplemente encontremos a un mago para borrarme la memoria… o borrar las memorias de las demás personas.

—Yo no puedo borrar recuerdos —dijo el sireno de repente—, pero puedo intentar darte otro. Escuché que una escena excitante puede…

—Ellen, sálvame.


Kavaalin
La verdad, me hubiese sorprendido más que, siendo parte de la iglesia, sí tuviera experiencia. (.-.)

3 respuestas a “La Legión del Unicornio – Capítulo 15: Conversaciones nocturnas”

  1. 🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂😅😅😅😅😅😅😅😅🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤣😂🤣🤣😂 Caín me das vergüenza ajena. Shelly te pasas a veces y que yo sepa era extraño que un caballero sagrado no fuera celibo.

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