La poseída hija del Duque – Capítulo 54

Al despertarse, Lilia miró distraída al techo durante un rato antes de levantarse poco a poco. Después de estirarse, se levantó de la cama. Al mirar a su alrededor, se sintió aliviada al ver color por todas partes.

Me pregunto si Sakura sigue sola en este mundo oscuro…

[L] ¿Sakura?

[S] ¿Sí?

[L] Um… Si te parece bien, puedo convertirme en tu compañera de conversación, así que… llámame cuando quieras, incluso de noche. 

Lilia esperó su respuesta, pero solo se hizo el silencio. Cuando ladeó la cabeza, preguntándose qué le pasaba. Sakura respondió con inquietud.

[S] Lo siento, solo con tus sentimientos me basta. 

[L] ¿Por qué? Debe ser aburrido estar sola. 

[S] No no, solo mirarte es interesante… Aah, no te preocupes por eso. 

[L] Te escuché bien, ¿sabes? Ahora en serio…

Pensó en dejarse llevar por ella, pero después de ver ese lugar no se atrevió a hablar tan fuerte. En vez de eso, suspiró, se recompuso y continuó.

[L] ¿Cuál es la razón? ¿Hay algo allí?

[S] Um bueno… Lilia, ¿cómo está la condición de tu cuerpo?

De qué está hablando de repente, pensó, frunciendo las cejas, y al final se dio cuenta. No puede ser.

[L] Ahora que lo dices, ha sido un poco duro pero… no puede ser…

[S] Sí, lo siento. La culpa es mía. 

Sin darse cuenta, los ojos de Lilia se abrieron de par en par y Sakura, al ver eso, volvió a hablar con voz sombría.

[S] Lo siento. Por no haberlo mencionado antes. 

[L] En realidad no me importa tanto pero… ¿qué significa esto?

[S] Umm si… no estoy muy bien informada al respecto pero… Puedes estar pensando que estoy haciendo todo tipo de cosas mientras duermes pero no es eso. Si tuviera que decirlo, es como si aunque tu cuerpo estuviera descansando, tu corazón siguiera trabajando. Por supuesto, como tu cuerpo está descansando tu resistencia se está recuperando. Pero, tu corazón que siempre está trabajando duro no puede recuperarse bien. Poco a poco, se agota y al final…

[L] Al final, ¿qué?

[S] Lo siento. No lo sé. 

La cara de Lilia se puso un poco rígida. Hemos llegado tan lejos ahora, pero esto es lo que viene huh, pensó. En esencia, no sabemos cuál es el riesgo final. Esa fue la conclusión a la que llegó.

[L] Muy bien entonces.

[S] ¿Eh?

[L] Hasta este momento, he estado bajo tu cuidado. Puedo permitir que me causes algunos inconvenientes. 

[S] Lilia…

La voz de Sakura empezó a temblar. Con una sonrisa amarga, Lilia se levantó.

[L] No llores por algo así. Si alguna vez te sientes sola, llámame cuando quieras. 

[S] De acuerdo… Gracias, Lilia. 

Al escuchar la voz de Sakura embargada por la emoción, comenzó a sentirse avergonzada. Mientras se aclaraba la garganta de una manera que parecía forzada. Ya es hora de irnos, pensó, y se dirigió hacia la puerta.

[S] Así que oye, una vez a la semana, una hora antes de cada día libre. ¿Qué te parece? 

Lilia se detuvo, con la mano puesta en el pomo de la puerta. Después de confirmar que Sakura había terminado de hablar, dejó escapar un suave suspiro.

[L] No me importa si es más tiempo. 

[S] Con eso es más que suficiente. Tú también, Lilia, si alguna vez se pone difícil dímelo cuando quieras. 

[L] Sí. Lo sé. Sakura, tú también, háblame cuando quieras. 

[S] Sí… soy feliz. Muchas gracias Lilia. 

Era inusual recibir estas palabras de gratitud llenas del corazón por su parte. Sintiéndose avergonzada, sus mejillas comenzaron a enrojecer, pero no podía ocultárselo, así que en vez de eso, se rió de forma sarcástica para disimularlo.

Al abrir la puerta, encontró a Tina y Kris sentados frente a frente en la mesa. Se sorprendió por la inusual combinación, pero se sorprendió aún más al ver a los dos riendo con alegría juntos.

—¡Señorita Lilia, buenos días!

Alisa, que se fijó primero en ella, se inclinó con respeto. Sin responder a su saludo, miró fijo a las dos sentadas a la mesa y habló.

—Alisa. ¿Qué es eso?

—Ah, um… Justo después de que la señora Lilia se tomara un descanso, vinieron… Dijeron que esperarían allí hasta que se despertara…

Dejó escapar un suave suspiro y se dirigió hacia los dos. Cuando se dirigió hacia ellos, se dieron cuenta de la presencia de Lilia y de inmediato se levantaron.

—¡Lilia! ¿Te encuentras bien? ¿Te encuentras mal por casualidad?

La que preguntó fue Tina, ella sacudió la cabeza con una sonrisa.

—No es nada de eso. Solo estaba descansando un poco. Por cierto, ¿qué haces aquí, Kris?

—Acompañaba a Tina. Aunque yo también tengo asuntos que tratar aquí.

—Ya veo. Déjame escuchar entonces. ¿Qué clase de asunto es?

—Bueno, entonces, no voy a ir sobre esto de una manera indirecta… Señorita Lilia. ¿Qué clase de trucos has usado?