La poseída hija del Duque – Capítulo 50

Traducido por Maru

Editado por Tanuki

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—Es casi la hora. Por favor, guardad los materiales de estudio.

Los estudiantes empezaron a guardar los materiales de estudio. Al ver que todos habían terminado de limpiar, el maestro comenzó a distribuir dos hojas grandes de papel en cada asiento.

La escuela realizaba tres exámenes en cada semestre, pero los dos primeros cubrían muy pocas materias. A cambio, comenzaban por la mañana y continuaban hasta el mediodía en un tramo. Luego, los maestros terminaban de calificar por la tarde y los resultados se anunciaban a la mañana siguiente.

En otras palabras, las dos hojas de papel que se distribuyeron a Lilia hace un momento contenían todos los problemas de este examen.

Buena suerte Lilia. ¡Lucha con fuerza, Lilia! ¡Ánimo, ánimo!

Sakura. Es ruidoso.

Sí. Estoy tratando de estorbarte.

Ya vale. Lo entiendo.

Ah, lo siento, solo estaba bromeando, ¡así que deja de lado los pensamientos del pimiento morrón en tu cabeza!

En el momento en que Sakura sentía una sensación de crisis con respecto a esto, siempre comenzaba a disculparse enérgicamente con lágrimas en los ojos. Lilia lo entendía bien y asintió con la cabeza mientras sonreía con ironía.

Silencio.

Ya, ya, señora.

¿Cuál debería ser la respuesta? Lilia inclinó la cabeza hacia abajo, dio la vuelta al papel al recibir la señal del profesor y comenzó a resolver las preguntas.

¿Cuánto tiempo había pasado? Todavía podía escuchar el sonido nítido de la escritura en los alrededores. Lilia pareció ser la primera en terminar. Al final de su tercera revisión, Lilia suspiró casualmente de aburrimiento.

Ah, Lilia. ¿Has terminado?

Sí. Es suficiente por ahora.

Salgamos. Inmediatamente.

Con un tic, Lilia movió las cejas. Sintiendo un poco de sospecha, frunció el ceño e hizo una pregunta.

¿Es necesario?

Sí.

Una respuesta rápida sin dudarlo. Lilia asintió y levantó la mano. Después de un rato, se escuchó la voz del maestro.

—¿Eh? ¿Qué pasa, Ardis? ¿Se te cayó algo?

Diciendo eso, el profesor caminó hasta allí. Cuando llegó frente a ella, Lilia habló.

—Ya que terminé, ¿está bien si salgo de la clase? Quedarme aquí es realmente aburrido.

El sonido desapareció de los alrededores. Todos miraron a Lilia con expresión de sorpresa, e incluso el maestro se quedó atónito. Después de que Lilia se aclaró la garganta, se recuperó de inmediato y mostró una expresión un poco avergonzada.

—¿Estás segura de que estás de acuerdo con eso? Aún queda más de la mitad del tiempo…

A pesar de que se sorprendió al escuchar que quedaba tanto, Lilia asintió con una sonrisa.

—Sí, está bien. He hecho una revisión sólida.

Después de decir eso, el profesor entrecerró los ojos con sospecha y tomó el guion de respuestas de Lilia. Después de atravesarlo, sus ojos se abrieron un poco.

—¿Hay algo mal?

—No… nada. Está bien, te permitiré que te vayas. No puedes volver… bueno, aun así está bien.

—Sí. Ciertamente.

El profesor se rio levemente de la confianza en sí misma de Lilia y regresó a la mesa con el guion de respuestas de Lilia. Lilia se dirigió hacia la puerta del salón de clases con su parafernalia. Se escucharon algunos susurros, pero fueron ignorados.

—Todos, por favor haced vuestro mejor esfuerzo.

Ella mostró una sonrisa mientras decía eso, cerró la puerta de la habitación.

Lilia regresó a su habitación y fue recibida por una sorprendida Arisa. Había dos tazas sobre la mesa. Al parecer, estaba tomando té con alguien. Mirando alrededor de la habitación, no había nadie, por lo que la otra persona podía imaginarse fácilmente.

—¿Es la chica espía?

—Sí, así es.

Lilia cuestionó a Arisa quien asintió obedientemente. Dirigiéndose a la mesa, Arisa preparó su té de inmediato.

Llamemos a la chica espía.

Vale. ¿Dónde está?

En el techo.

Según el plan, Lilia sonrió con ironía y golpeó la mesa dos veces. Mirando al techo, habló.

—Te daré permiso para sentarte en la misma mesa que yo. Baja.

Diciendo eso, volvió a golpear la mesa. Una parte del techo se desplazó y apareció la chica.

—Ah, esa es… la misma mesa… Me temo que es…

Lilia volvió a golpear la mesa sin decir nada. Inmediatamente después de eso, la chica tembló y bajó con una expresión de llanto, temblando. Quizás fue por la presión del silencio, pero se sentó frente a Lilia mientras temblaba. Alisa preparó su té mientras reprimía la risa.

—¿De qué estás tan asustada?

—Bueno, no, eso, eso, um…

Empezó a tartamudear y no se pudo pronunciar una palabra sólida. Lilia esperó un rato, pero se rindió y suspiró porque estaba demasiado impaciente.

—El otro día pudiste hablar correctamente, ¿no?

—Eso… Bueno, en ese momento, había recibido instrucciones directas, si no fuera por eso…

—Así es como es…

Lilia suspiró y bebió té. Ella asintió con satisfacción y luego golpeó la mesa hacia Arisa.

—¿Y cómo te llamas?

—Cynthia.

—Cynthia. Lo recordaré.

Respondiendo a eso, Cynthia la miró con ojos aterradores. Mientras se preguntaba por qué estaba tan asustada, hubo una voz de Sakura que parecía estar tratando de soportar su risa.

Si alguien te dice que recordarán tu nombre, no puedes evitar pensar que te espera un castigo.

¿Es eso así? No quise decir eso.

Se volvió hacia Cynthia. Cynthia miró discretamente en dirección a Lilia para discernir su expresión.

—Cynthia. ¿Me tienes miedo?

—No, eso…

—Entonces mírame directamente a los ojos.