Traducido por Lucy
Editado por Sakuya
Hola, soy la autora de la novela ligera Sakaki.
Ya hemos terminado el segundo volumen.
Ahora que lo pienso, en el momento de escribir este epílogo habrá pasado un mes desde el gran desastre del terremoto del este de Japón (aunque sospecho que para cuando este libro salga al mundo habrán pasado unos dos meses).
Como vivo en Kansai, los apagones y demás no me afectaron, y salvo preocuparme por mi hermano mayor, que vive cerca de la zona del desastre, y por varios colegas autores de los que hace tiempo no sé nada, mi vida ha sido más o menos la de siempre.
Sin embargo, he sentido varias repercusiones en el último mes.
En relación con el proceso de publicación, seguro la más acuciante sea la escasez de tinta y papel, sobre todo papel procesado PP, el tipo de papel liso y resbaladizo que se utiliza para la portada y las ilustraciones de las novelas ligeras. Además, escasean los colores especiales de tinta, como el “dorado”.
Bueno, aunque creo que, en comparación con una revista, las novelas ligeras utilizan mucho menos este tipo de material, parece ser que el departamento editorial tuvo que apañárselas para conseguir tinta y papel de repuesto.
Pero, justo después llegó la tempestad llamada “autocontrol”.
No solo se eliminaron las pocas obras cuyo contenido incluía catástrofes naturales, sino que los editores neuróticos incluso pidieron que se evitara el “contenido oscuro, como alguien que lucha a muerte por puro odio a su ponente”.
Así pues, me gustaría anunciar que, a partir de este volumen, Hitsugi no Chaika se transformará, sin contexto ni explicación alguna, en una alegre comedia de amor escolar. Espero ver cómo los destinos de Tohru, su hermanastra Akari y Chaika se entrelazan en un ambiente relajado y rejuvenecedor.
Bueno…, claro que es mentira.
Sin embargo, era cierto que tenía que contenerme un poco aquí y allá. Siempre me había disgustado el hecho de que, cuando ocurre un desastre natural, en la industria del anime es necesario abstenerse de emitir material de contenido similar, pero al parecer eso también es cierto en la industria editorial.
Siempre había imaginado uno de los conceptos centrales de Hitsugi no Chaika como “la gente que queda atrás al final de los días halagüeños” (aunque en este caso los “días halagüeños” eran una época de guerra). En realidad, en el mundo real, parece que hay una reacción instintiva en todo el país ante cualquier cosa que implique el “cambio” o el “fin” de la era pacífica y cotidiana que hemos tenido desde la Segunda Guerra Mundial… para gente como nosotros que nos dedicamos a escribir sobre lo “inusual e inesperado”, hay muchas cosas que nos vemos obligados a tener en cuenta.
Personalmente, tendría que decir que debemos mantener la tensión y el recuerdo de los fallecidos en nuestros corazones y apoyar a nuestros compañeros, pero hacerlo de una manera tranquila y hábil. Creo que estos días de normalidad, nuestra ancla debería preservarse para que todo funcione como de costumbre.
Y con esto, ¡hasta el próximo volumen!
Ichirou Sakaki, 15/04/2011