La Tierra está en línea – Capítulo 109: Recombinación genética

Traducido por Shisai

Editado por Meli


En el oscuro y estrecho almacén, Fu Wenduo miró, con los ojos muy abiertos, al joven que tenía delante. La mano que le tocaba la mejilla derecha estaba fría. Una ráfaga de viento helado entró por la rendija de la puerta, agitando el pelo de Tang Mo.

El ex bibliotecario nunca había visto esa expresión en el rostro de su compañero. No solo se veía conmocionado, había algo más que no podía explicar. Lo hizo sentirse cohibido.

—La habilidad de la mujer no se basa en un simple contacto físico —explicó, para aligerar el ambiente—. Cuanto más íntimamente toque a una persona, más fácil será obtener su habilidad. Por eso, cuando luché con ella, me tocó la cara y el cuello.

Si con tocar la cara descubriría la habilidad. ¿Por qué no iba a hacerlo con confianza?

—¿Te tocó la cara y el cuello? —preguntó Fu Wenduo, en ese momento, había luchado contra otro polizón y no se dio cuenta.

—Sí.

El polizón entrecerró los ojos.

—¿Tocar las partes íntimas acortará el tiempo necesario para conseguir la habilidad?

—Sí.

¿Existe tal habilidad?, pensó y su confusión se mostró en su rostro.

—¡Realmente es así!

Tang Mo estuvo a punto de mostrarle su libro de habilidades, pero al recordar lo que decía allí, se contuvo.

El polizón sonrió y no dijo nada más.

Permanecieron en el almacén. La mano de Tang Mo estaba muy fría, probablemente debido al clima. El joven necesitó cierto valor cuando decidió tocar la cara de Fu Wenduo. Sin embargo, después del primer toque, no parecía ser gran cosa, no había mucha diferencia con tocar su mano.

—No parece lo suficientemente rápido — se quejó Tang Mo luego de cinco minutos. Levantó su otra mano y la colocó en la otra mejilla.

Espera, esta pose…, reflexionó e instintivamente, apretó la cara en medio de sus manos.

Fu Wenduo hizo un gesto, pero no se quejó; inclinó la cabeza, como invitándolo a continuar. Tang Mo sonrió, dejando a su compañero sin palabras.

—Lo siento —se disculpó, en cuanto fue consciente de su acción.

—No es nada.

Tang Mo tosió.

—¿Cuántos años tienes?

—Tengo veintitrés. —Lo miró—. ¿Por qué?

—Ya veo, eres tres años más joven que yo.

Tang Mo no entendió por qué le preguntaba eso. Levantó de nuevo la vista y lo vio sonriéndole. El entendimiento tácito que les permitía cooperar en todos los juegos, le afirmó que lo había llamado infantil. Quiso replicar, pero concordó en que sus acciones fueron un poco inmaduras.

El rígido ambiente se relajó.

Sujetó el rostro del polizón otros cinco minutos, pero seguía sin tener éxito. Parecía que la habilidad de Fu Wenduo era aún más fuerte de lo que pensaba.

—Quizás tenga que tocarte un poco más. La mujer lo hizo durante diez minutos antes de obtener mi habilidad. Además, ella poseía la versión original. Al tener la copia, el efecto y las condiciones son más difíciles, lo que aumenta el tiempo de contacto. Aunado a ello, tu habilidad debe ser muy poderosa, lo que lo hace más complicado.

—Puedes tocar otros lugares —lo interrumpió Fu Wenduo.

—Por supuesto, es bueno que tu habilidad sea fuerte… —Su voz se detuvo y sus ojos se abrieron de par en par—. ¿Tocar otros lugares?

—Entre más íntima sea la parte, menor será el tiempo —Sonrió—. Mi cara es una zona más íntima que mi mano. Entonces… ¿Qué pasa si tocas una parte más íntima? —Tang Mo estaba perplejo—. No me importa si tocas otros lugares… Para comprobar mi habilidad.

Los ojos del polizón no abandonaron el cuerpo de Tang Mo mientras hablaba. Observó cómo sus expresiones cambiaron hasta que consiguió ahogar un acuerdo. Su reacción le pareció interesante y un poco tierna. Sin embargo, su sonrisa desapareció en el momento en que una mano se deslizó lentamente por su mandíbula hasta llegar a su cuello. La otra mano permaneció sobre su mejilla.

El toque frío, le hizo querer detenerlo, pero el joven siguió descendiendo la mano por su cuerpo. Sin inmutarse.

Aun a través del abrigo y la camisa, Tang Mo pudo sentir el encanto masculino puro de los músculos. Bajó hasta el abdomen y se quedó atónito. Miró a Fu Wenduo y la respiración de este casi se detuvo.

—¿De verdad tienes un paquete de ocho?

Tang Mo, que solo tenía un paquete.

—¿Por qué no puedo tener un paquete de ocho? —replicó.

Para Tang Mo, tocar el pecho y las abdominales eran su límite. No quería intimar más porque al ser gay, prefería mantener cierta distancia con un hombre. Sin embargo, la habilidad no le permitía alejarse lo suficiente.

【Habilidad: ¡No trates de esconder ni un centavo!】

【Propietario: Lin Yashu (Polizón)】

【Límite: Debes tocar a la otra persona durante mucho tiempo y necesitas tocar directamente la piel. Cuanto mayor sea el nivel de habilidad, mayor será el tiempo necesario para tocar a la persona. Tocar las zonas íntimas acortará este tiempo. Si el nivel de habilidad del oponente es muy superior al tuyo, el efecto del uso de la habilidad se reduce considerablemente. Se puede usar tres veces al día. 】

El joven sostuvo la mirada en el cuello de Fu Wenduo, delante de sus ojos. Permanecieron en silencio sin percatarse del tiempo. Entonces, el ex bibliotecario levantó la vista.

—¿Puedo meter la mano?

¿Qué dijo? ¿Oí mal?

—Debe haber contacto directo con la piel.

—De acuerdo —consintió el militar, después de un momento.

Fu Wenduo se desabrochó el abrigo y dudó un poco antes de sujetar los botones de su camisa. Sus movimientos eran muy rápidos, pero a Tang Mo le parecieron ir en cámara lenta. El sonido era muy fuerte en el silencioso almacén.

El polizón abrió su camisa y Tang Mo movió la mano.

En el momento en que su palma entró en contacto con la piel, Fu Wenduo se relamió y miró atentamente al joven que tenía delante. Este permanecía tranquilo.

Tang Mo podía ser gay, pero siempre mantenía una distancia adecuada con los hombres. Era una persona introvertida y le encantaba leer. Antes de la universidad, no se había enamorado. Desde que su compañero de cuarto le atrajo a la partida de bridge y conoció a Victor, este permanecía en su corazón. Una vez que le gustaba una persona, solo se centraba en ella.

Tang Mo levantó la cabeza hacia el hombre que tenía delante, cuando sus ojos se encontraron, desvió la mirada y no se atrevió a verlo de nuevo.

Su corazón latía muy deprisa, algo que solo había experimentado por Victor.

Fu Wenduo abrió su camisa y reveló unos músculos suaves y hermosos, haciendo que Tang Mo se sintiera un poco indeciso. Dejó de mirar los delgados dedos que desataban los botones para centrarse en el cuerpo que tenía enfrente. Colocó su mano sobre las abdominales del polizón.

Concentrado en ignorar la sensación que le provocaba tocar la piel del otro, se percató de inmediato de algo duro que tocaba sus muslos.

¿Qué es esto?, se preguntó. El firme músculo se presionó contra sus muslos y obtuvo su respuesta.

Fu Wenduo tosió y Tang Mo lo miró. El hombre no lucía preocupado, como si lo que ocurría con su cuerpo no tuviera nada que ver con él.

—Tengo que preguntar, mayor Fu… —Tang Mo, no pudo seguir en silencio—. ¿No eres hetero?

Una vez que habló, encontró la respuesta por sí mismo. Nadie dijo que un hombre heterosexual no pudiese reaccionar ante otro hombre. Era algo fisiológico.

Iba a disculparse cuando el otro declaró:

—¿Cuándo he dicho que no me gustan los hombres?

¡¿Qué?! ¿Le gustan los hombres?

Fu Wenduo miró la cara de sorpresa del otro. Quería hablar con él, pero estaba un poco avergonzado por la presencia del «pequeño Fu».

Permanecieron en sus posiciones un momento más, hasta que Tang Mo sintió que no podía continuar así. Se disponía a retirar la mano cuando oyó una voz asustada:

—¡¿Qué están haciendo?!

Los dos adultos, aturdidos, se giraron para ver al niño.

Pillado en la cama, pensó Tang Mo, pero se retractó de inmediato y se apresuró a explicar:

—Pequeño Sheng, estás pensando demasiado. Estoy copiando la habilidad de tu hermano.

Los ojos de Fu Wensheng se desviaron hacia el pecho desnudo y la mano de Tang Mo apretó el abdomen de Fu Wenduo.

¡Mentirle a un niño!

Fu Wensheng se percató que sus compañeros habían desaparecido al terminar de llenar las botellas de agua en la gasolinera. Esperó con paciencia, pero se preocupó cuando no regresaron.

Los buscó y encontró el pequeño almacén. La puerta no estaba cerrada, así que entró sin avisar, entonces vio la escena que nunca olvidaría en su vida: Tang Mo presionaba a su hermano contra la pared, tocando la piel que la ropa dejaba expuesta. Pero lo más aterrador fue cuando miró los pantalones de Fu Wenduo… ¡¡¡Su hermano estaba duro!!!

Mi hermano es gay, ¿él y el hermano Tang están en ese tipo de relación? No es de extrañar que vinieran juntos a Nanjing a buscarme. 

—Siento molestarlos.

¡No, no nos estás molestando en absoluto!, gritó mentalmnete Tang Mo, trató de retirar la mano, pero el otro hombre lo agarró, obligándolo a seguir tocando.

—Piensa un poco más —dijo Fu Wenduo.

Fu Wensheng se quedó sin palabras y levantó la cabeza con timidez.

Tang Mo iba a explicar, pero la palma de su mano brilló con una tenue luz blanca que iluminó el pequeño almacén. Era la misma luz que apareció al mirar la habilidad de Fu Wensheng.

Se oyó un sonido agudo, levantó la mano y emergió una esfera de luz. Tang Mo la agarró y miró en su interior. Su expresión se congeló y se giró hacia Fu Wenduo y Fu Wensheng.

—Esto… yo tampoco sé qué decir —expresó, confundido—. Mayor Fu, ¿puede echar un vistazo más de cerca? Es algo complicado.

【Habilidad: Recombinación Genética】

【Propietario: Fu Wenduo (Polizón)】

【Tipo: Genotipo】

【Función: Desconocido】

【Grado: 7】

【Límite: Desconocido】

【Observación: El último jugador con esta habilidad… ¡se desconoce!】

♦ ♦ ♦

La autora tiene algo que decir:

Mo Tang: ¡¿No eres heterosexual?!

Viejo Fu: ¿Cuándo dije que no era gay? [Pequeño Fu arrogantemente está de acuerdo].

Mo Tang: Mierda, no sé qué decir.


Shisai
ji, ji, ji
Meli
Ni tan pequeño, el pequeño Fu, si se hizo notar de esa manera. Ja, ja

Una respuesta en “La Tierra está en línea – Capítulo 109: Recombinación genética”

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