Traducido por Shisai
Editado por Shiro
—¡Ah, mi libro!
La niña corrió hacia Tang Mo a una velocidad inalcanzable para los humanos, agarrando El secreto detrás de la desaparición de la civilización maya y sosteniéndolo contra su pecho. Tenía la cerilla grande en su mano izquierda y el libro en su mano derecha. Después de determinar que sí era el libro que había perdido, corrió a las estanterías para sentarse y comenzó a leer.
—Mi madre me pondrá a prueba sobre el libro mañana. Tengo que leerlo rápido.
En esta biblioteca grande y espaciosa, el sonido de la niña leyendo el libro era resonante.
El rostro del vendedor ambulante se puso extremadamente pálido y sus labios se pusieron azules mientras miraba a la chica del mosaico con el libro en la mano. Parecía como si acabaran de sacarlo del agua. En solo unos minutos, su cabello se había empapado de sudor, tras lo que miró al otro y sonrió con amargura.
—Resultó ser ese libro. ¿Cuándo te diste cuenta?
Tang Mo se fijó en la mano derecha del vendedor ambulante que sostenía el palo. En el dorso, el patrón de alas de ángel blanco gradualmente se tornó negro y se convirtió en unas alas de demonio.
—Desde el momento en que te vi. —Su voz sonaba muy tranquila.
—¿Cómo puede ser? —Chen Fangzhi abrió los ojos, incrédulo.
La niña estaba sentada en el suelo leyendo el libro y no parecía escuchar ningún ruido. El juego terminó, por lo que se dirigieron al área de lectura de la biblioteca y se sentaron en las sillas.
Tang Mo miró a la chica del mosaico en la distancia. En toda esta biblioteca, probablemente ella era la única que tenía paciencia para leer en ese momento.
El tímido miedo de su compañero desapareció, el cual se sentó frente a él para comenzar a hablar sobre la verdad del asunto:
—Te metí en este juego.
El cambio le resultó sorprendente.
—Fue un accidente colarme en la biblioteca. Entré a hurtadillas antes de que entraras. Como sabes, muchos de nosotros, los trabajadores informales, pasamos tiempo en la biblioteca; y una vez que llega la hora de cierre, los guardias de seguridad nos encontrarán y nos sacarán. Sin embargo, los guardias de seguridad también pueden cometer errores. Tu biblioteca está demasiado cerca de la torre negra. Después de que se emitiera el mensaje «la Tierra está en línea», decidí observar la torre desde aquí. Luego, al tercer día, lo escuché hablar mientras leía un libro —dijo el vendedor ambulante.
Levantó los ojos y miró a Tang Mo con una expresión seria y fanática. Parecía estar viendo una gran existencia.
—Me dijo que el juego estaba a punto de comenzar —Su mirada obsesiva contemplaba el aire, y repitió—: ¡Fui elegido por él!
Tang Mo no conversó con él.
Todos los empleados de la biblioteca sabían que el vendedor ambulante era solo un lunático religioso, no un neurótico. Después de un rato, este se calmó, excepto por un ligero rubor en su rostro.
—El juego que me fue asignado fue un juego uno contra uno. No podía terminarlo solo. Estaba pensando en dejar la biblioteca y encontrar a alguien con quien empezar el juego cuando entraste. Te conocía, y después de pensarlo un momento, deliberadamente hice un sonido para traerte. Ahora creo que fue la decisión más equivocada que he tomado.
—¿Cuál es la penalización por fallar en el juego? ¿Qué es la eliminación? —le preguntó Tang Mo.
El vendedor ambulante negó con la cabeza.
—No lo sé, no lo dijo. Las palabras que escuchaste son las mismas que me dijeron. Nunca dijo nada adicional. Solo me dijo que el oponente del juego era elegido por mí, mientras que el objetivo del juego dependía de ti. Eso es justo. Antes de que el juego comenzara oficialmente, no sabía que era un juego de búsqueda de libros. Tal vez porque eres bibliotecario el juego eligió una temática acorde. —Luego hizo una pausa y lo miró con seriedad—. ¿Cómo me descubriste?
De hecho, este asunto fue muy simple.
—No es un loco ni un tonto. Su razón para colarse en la biblioteca no fue muy buena y cada actuación que le siguió a nuestro encuentro fue terrible. Dios… Señor Chen, usted es un fanático religioso; el hombre que me dijo que «la torre negra es Dios». Creo que después de tres días, no se sentiría asustado si la torre negra le seleccionara para un juego. En su lugar, lo disfrutaría.
El bastón del vendedor ambulante cayó pesadamente sobre la silla.
—Fue eso…
—Era solo una sospecha. No podía estar seguro de que así reaccionaría realmente —continuó.
—Entonces, ¿cómo supiste que era yo?
—Porque el juego es justo.
El vendedor ambulante miró al bibliotecario con confusión.
Tang Mo tocó las alas de ángel en el dorso de su mano.
—También me gusta jugar. Un juego al que juego a menudo puede considerarse uno de los juegos de cartas más bonitos del mundo. En el juego de bridge, las habilidades pueden ser más fuertes que la suerte. Mientras que en un juego como el stud, la suerte puede ser más fuerte que las habilidades. Pero estos juegos son equivalentes en el sentido de que son absolutamente justos para ambos lados del juego. Una vez que comienza el juego, la suerte también puede ser un tipo de fortaleza; ningún bando tiene desventajas en su fuerza, todo depende de quien tenga buena o mala suerte. El juego en sí es justo.
El otro no pudo entender sus palabras.
—¿Qué tiene esto que ver con nuestro juego?
Tang Mo lo miró.
—¿No cree que este juego es muy injusto?
—¿Qué?
—Solo hay tres reglas en el juego. Primero, la violencia está prohibida. Esto tiene un profundo significado, pero no hablaré de eso ahora. En segundo lugar, los ángeles pueden recibir una pista durante el día. En tercer lugar, el demonio puede quemar una estantería por la noche. Parece que el ángel tiene que encontrar un libro entre cientos de miles de libros. Eso hace que el juego sea muy difícil. Mientras tanto, el demonio tiene 3/23 de posibilidades de ganar el juego.
El vendedor ambulante comprendió de repente.
—¿Quieres decir que este juego es injusto para los ángeles?
—No. —Tang Mo sonrió y negó con la cabeza—. No es justo para el demonio.
El señor Chen parecía aturdido.
—En el juego, los ángeles tienen una forma de resolver el problema. Solo necesita encontrar el libro basándose en las pistas. Pero el demonio solo puede hacer una cosa: quemar los libros. No recibe ninguna pista que le indique dónde está el libro. Entonces el juego termina así: el ángel está jugando un juego de rompecabezas mientras el demonio hace una simple apuesta. El ángel puede confiar en la suerte y la habilidad para completar el juego. El demonio solo puede confiar en la suerte.
—Pero la probabilidad de que el ángel encuentre el libro es mucho menor que la del demonio —argumentó el vendedor ambulante.
—Se puede decir que después de que comenzó el juego, la suerte se convirtió en una especie de fortaleza. Si el demonio no quema el libro su suerte es cero, lo cual no es diferente del ángel. También existe la regla del juego de «la violencia está prohibida». Esto anula por completo cualquier posibilidad de que el demonio obtenga una pista por la fuerza, por lo que tendrá que encontrar pistas en otros lugares.
El vendedor ambulante tenía el rostro pálido y no podía hablar. Después de mucho tiempo, dejó escapar un profundo suspiro, riendo impotente.
—Debería jugar más juegos. Tang Mo, el juego de bridge que juegas a menudo debe ser divertido. Quizás debería jugarlo más tarde.
—Si se presenta la oportunidad, podemos jugar juntos.
El vendedor ambulante sonrió y asintió.
Los ojos de Tang Mo se entrecerraron.
—Si la persona con la que estaba jugando fuera «él», tal vez el resultado de este juego sería completamente distinto.
—¿Quién es él?
—Un amigo con el que suelo jugar al bridge. Es muy fuerte. Sería capaz de pensar en todas estas cosas y luego mentirme perfectamente. Al menos, él no cometería los errores que usted cometió. —Tang Mo sonrió.
—¿Qué errores cometí? Pensé que lo hice bien. Cuando te vi, pensé que encontrarías mis fallas y actué con miedo. Después, aproveché para hablar lo menos posible, sin hacer mucho y solo escuchando tus órdenes. —El vendedor ambulante no se sintió avergonzado, en cambio, humildemente buscó consejo.
—Pero aún cometió errores. Por ejemplo, cuando dije que no había nadie en la biblioteca excepto nosotros y que no sabía dónde estaba el demonio, respondió: «Se está escondiendo». Hay dos personas en el equipo ángel. Por lo que sería normal pensar de manera inconsciente que también hay dos personas en el equipo demonio y así engañar al oponente.
—De repente estoy muy interesado en este juego de bridge.
—Pensé que podía exponerle la primera noche, pero no esperaba que la estantería se quemara. Entonces pensé que quizás tenía una pareja. Pero eso no era factible. Si el equipo demonio contara con dos personas y el ángel en cambio solo tuviera una, sería injusto para este.
A menos que la torre negra considerara que dos personas eran equivalentes a mí.
Tosió y no dijo esas palabras.
—Lo pensé durante el segundo día. ¿Quién le ayudó realmente a prender el fuego? Había dos posibles respuestas. La primera es que mientras lo piense, la estantería se incendiará. Para esto no necesita a nadie que le ayude a controlarlo. La segunda posibilidad es que alguien le haya ayudado a encender el fuego. Nosotros dos y la niña somos los únicos en la biblioteca. Ella es la única que puede ayudarle a encender el fuego aparte de la torre negra.
—Ni siquiera sabía que ella me ayudaría a prenderle fuego.
—Es entendible. No olvide que la niña odia leer libros. Ella estaría dispuesta a ayudar si quiere quemar la estantería. Esta razón es plausible. Por cierto, miré su cabello cuando llegó. Las puntas de sus coletas estaban un poco quemadas. Tal vez se quemó accidentalmente al prender el fuego.
El vendedor ambulante se derrumbó en la silla.
—Estoy convencido de haber perdido.
Tang Mo originalmente quería decir más, pero negó con la cabeza y sonrió cuando vio la apariencia del otro.
Hubo muchas cosas que no notó, como por ejemplo el que Tang Mo lo engañara para que quemara la estantería H o los tres consejos de la niña, los cuales revelaron mucho tiempo atrás la identidad del vendedor ambulante.
Los tres consejos contenían muchas tonterías, pero había tres puntos principales.
Primero: «el demonio mentiría».
Esta era una indicación para el ángel: el demonio ocultará su identidad y permanecerá a tu lado.
En segundo lugar: «el ángel conoce el libro».
Esta pista parecía inútil porque Tang Mo conocía demasiados libros. Incluso entre los que había leído recientemente, había al menos unos cientos.
En tercer lugar: «el demonio conoce el libro».
Esto significaba que era un libro que conocían tanto Tang Mo como el vendedor ambulante.
Sin embargo, el alcance aún era muy amplio.
El vendedor ambulante había estado leyendo libros durante un año en la biblioteca. Había al menos mil libros que tanto él como Tang Mo conocían. No obstante, la dificultad de este juego no era tan grande. Si el juego no se podía pasar, ambos jugadores terminarían eliminados. Por lo tanto, la respuesta debía ser algo en lo que Tang Mo y el vendedor ambulante pudieran pensar.
De este modo, el primer pensamiento de Tang Mo fue: El secreto detrás de la desaparición de la civilización maya.
Este era un libro sobre el que ambos habían hablado antes del incidente de la torre negra. Por lo que, si se les preguntara: ¿qué libro era el más memorable? Era, sin duda alguna, este libro.
El vendedor ambulante no era tan estúpido. El hecho de que pudiera pensar en actuar con miedo y su desempeño realista ya era muy bueno.
Tang Mo pensó, de repente, que si se se hubiera tratado de Victor, este le habría arrebatado la iniciativa en el momento en que ambos entraran al juego juntos. Victor definitivamente no se pondría en una posición débil. Las acciones del vendedor ambulante fueron hacer que Tang Mo lo ignorara buscando cometer la menor cantidad de errores. Sin embargo, esto resultó en que perdió la capacidad de revertir las ideas de Tang Mo y engañarlo.
Si hubiese sido Victor, ¿qué habría hecho?
⧫ ⧫ ⧫
Al mismo tiempo, en la lejana capital, un hombre alto y guapo vestido con un llamativo uniforme militar entró en la sala de reuniones y tomó asiento en un rincón de la mesa de conferencias. Sus ojos eran como los de un águila mientras miraba al científico que estaba hablando y el texto en la pantalla grande.
—Hace tres días, la torre negra estaba en un estado fantasma. A esto lo llamamos espejismo tipo A. En los últimos seis meses, hemos realizado una variedad de experimentos para poner a prueba los datos relevantes de la torre negra…
En la sala de reuniones, los científicos discutieron el tema con ferocidad. Al final, el orador principal dijo:
—Hoy es el tercer día. ¿A qué conclusiones han llegado?
Todos los científicos guardaron silencio.
Fu Wenduo era la persona de menor rango allí, y se movió en silencio para mirar por la ventana.
En el cielo oscuro, había una gran torre negra, afilada como un cuchillo, que colgaba sobre los 21,72 millones de habitantes de Beijing.
Eran las 3:42 am del 18 de noviembre de 2017. Faltaban cuatro horas y dieciocho minutos para que terminara el período de eliminación de tres días.
⧫ ⧫ ⧫
En la biblioteca, el vendedor ambulante sudaba nerviosamente en su silla, sus labios temblorosos exponían la incomodidad en el interior de su corazón. En ese momento, nadie sabía lo que significaba ser eliminado. Quizás simplemente pierdan el juego, quizás algo más.
Entonces se escuchó el sonido de pasos desde las profundidades de las estanterías.
La niña corrió hacia Tang Mo con su libro. Las dos colas de caballo se balanceaban maravillosamente en el aire. Era difícil ocultar su alegría, y le entregó la cerilla grande a Tang Mo.
—Eres un ángel. Ya que encontraste mi libro, te daré esto.
Tang Mo se debatía entre reír y llorar cuando aceptó el gran fósforo.
—¿Eres la niña de los fósforos [1]? —No pudo evitar preguntar.
En un instante, el grueso mosaico en el rostro de la niña desapareció, mostrando un espacio. Tang Mo la miró con sorpresa cuando al descubierto quedaron los ojos de la niña, los cuales eran grandes como los de un pez muerto. Sin embargo, el resto de su rostro seguía oculto bajo el mosaico. Solo los ojos habían sido expuestos.
En ese momento, contuvo la respiración, receloso de este extraño cambio.
Los ojos de pez muerto lo miraron, llenos de profundo desprecio.
—Tío, aún no has crecido. ¿Has visto alguna vez a una niña tan encantadora vendiendo fósforos?
Tang Mo, quien pasó de hermano a tío, guardó silencio.
¿Quitó el mosaico solo para expresar su desprecio?
⧫ ⧫ ⧫
La autora tiene algo que decir:
Mosaico: Eres la niña de los fósforos. ¡Tu familia es la niña de los fósforos!
Tang Mo: Mi familia solo está formada por mí. ^ _ ^
Fu Wenduo, quien estaba a punto de formar parte de la familia: …
[1] La niña de los fósforos es un cuento navideño muy conocido. Para los interesados acá les dejo un enlace con el cuento.