La Tierra está en línea – Capítulo 75: Tang Tang: pero yo soy gay…

Traducido por Shisai

Editado por Meli


A las seis de la tarde, el cielo estaba oscuro. Habían salido de Shanghai por la autopista llena de coches. Avanzaban muy despacio y recorrieron unas decenas de kilómetros en dos horas.

Fu Wenduo tiró del freno de mano, el todoterreno derrapó con un estridente chirrido. El vehículo quedó parado en medio de la carretera.

Tang Mo se sorprendió. No comprendía por qué se habían detenido. Tal vez porque era difícil ver por la noche, lo que los hacía más propensos a las colisiones o debido a la probabilidad de encontrarse con otros jugadores.

—En mi camino de Beijing a Shanghai, me encontré con tres grupos de personas —comenzó a explicar Fu Wenduo—. Me emboscaron desde ambos lados de la carretera. Siempre hay personas que quieren ir a casa y ver a sus seres queridos. Debido al largo viaje, la gente suele llevar comida, agua y armas. Es una buena decisión robarles.

Tang Mo solo había viajado a Suzhou y Shanghái que estaban muy cerca, pero hacía tiempo que suponía que habría jugadores de este tipo.

—Aparcando el coche así, ¿quieres fingir que un conductor desapareció de repente y perdió el control?

—Sí.

El frente del coche estaba contra la valla de la autopista y estaba aparcado de forma extraña, como si hubiese sido abandonado.

Fu Wenduo le cedió el asiento trasero del coche para que pudiera descansar. En tanto, él se acomodó en el del conductor y cerró los ojos.

Tang Mo se tumbó y miró hacia el techo. Sus ojos estaban tranquilos pero su mente estaba llena de pensamientos. El silencio era llenado por la constante respiración del polizón, sabía que no dormía. Con sus habilidades, incluso tres días de insomnio no significaban nada. Además, el cederle el asiento trasero significaba que pretendía vigilar toda la noche.

Tang Mo no podía hacer nada especial. Quería sacar su libro de habilidades, pero aunque su acompañante durmiera, lo despertaría al instante.

Sí, desde el momento en que recibió el arma de plata, había deseado una oportunidad para sacar su libro de habilidades.

Su corazón estaba en guerra. Él era un hombre muy hábil, su compañero de equipo y ahora su compañero de viaje, pero aún tenía algo de desconfianza por el poco tiempo que llevaba de conocerlo. Habían estado en contacto durante dos meses y hubo un largo periodo en el medio sin interacción.

Esperemos un poco.

Decidió que si al día siguiente, al consultar en el libro de habilidades descubría que tenía la habilidad de Fu Wenduo, no lo ocultaría más.

La noche pasó sin problemas aunque ellos permanecieron en vela, pero ninguno dijo nada. Una vez que se iluminó el cielo, ambos abrieron los ojos al mismo tiempo.

Fu Wenduo abrió la puerta y se puso delante del coche para apartar los tres vehículos que tenían delante. Cuando volvió, Tang Mo ya estaba de vuelta en el asiento del copiloto. Llevaba un mapa en la mano.

—Desde este lado, ve a la autopista Beijing-Shanghai. Después de diez kilómetros, deberíamos pasar por un área de servicio. Comprobaré si queda comida y agua.

—Hay una probabilidad de nueve sobre diez de que se lo hayan llevado todo —replicó el mayor—. Hace dos meses, cuando vine, los supermercados del área de servicio ya habían sido saqueados.

—¿Y si lo hay?

Fu Wenduo no respondió.

Continuaron el camino en silencio, con expresiones tranquilas.

Con su fuerza combinada, había pocos jugadores que pudieran hacerles frente. Sin embargo, aún estaba la posibilidad de que los otros jugadores no fueran el único peligro.

—Además de las instancias reales, Luo Fengcheng dividió las instancias de la torre negra en dos tipos: las de tipo S y las diferentes. Hace cuatro meses, participé en una instancia diferente y la torre negra se fijó en mí. Entonces me vi obligado a desafiar el juego de ataque de la torre —Tang Mo hizo una pausa—. Es el juego en el que usé el archivador por primera vez. Deberías haberlo oído.

—¿La de Mario y las cuadrículas?

—Sí…, ¿es posible que activemos una instancia mientras conducimos por la carretera? Podría ser una instancia real, de tipo S o una diferente. —dijo y agregó como para sí mismo—: Mi suerte no debe ser tan mala…

Recordó sus experiencias en los últimos cuatro meses y se quedó en silencio. Su suerte era muy mala.

—En general, mi suerte no es mala —declaró Fu Wenduo—. En mi viaje de Beijing a Shanghai, no encontré ninguna instancia.

Poco después, llegaron al área de servicio. Aparcaron en el estacionamiento y Tang Mo se dirigió al supermercado, tenía en una mano la pequeña sombrilla, siempre atento a los enemigos que pudieran estar escondidos dentro del local. Cuando determinó que no había nadie, comenzó a buscar.

El lugar no era grande y terminó de registrarlo en medio minuto, como comentó su compañero, era un desastre. Todo lo que se podía comer había sido robado, dejando atrás juguetes y libros inútiles. Sin embargo, para no irse con las manos vacías, se adentró para tomar un par de cepillos de dientes y un dentífrico. Una vez que su figura fue bloqueada por los estantes y no podía ser vista desde el exterior, extendió la mano y sujetó su libro de habilidades.

Pasó a la última página lo más rápido posible y miró la primera línea:

【Habilidad: Destruirte en nombre de las estrellas】

Tang Mo suspiró con suavidad. No era de lástima ni de decepción, sino de ligera expectación. Salió del supermercado con los cepillos y la pasta de dientes.

Fu Wenduo estaba apoyado en el coche y revisaba un mapa. Echó un vistazo a lo que había agarrado su compañero. Levantó una ceja y preguntó:

—¿Nada?

—Se lo han llevado todo —respondió con pesar.

—Agarraste pasta y cepillos de dientes. ¿Por qué no trajiste también toallas? —bromeó.

Ignoró el comentario y entró al coche, el otro lo siguió y continuaron su viaje.

Tang Mo sacó la pistola plateada y la examinó con cuidado. La luz del sol entraba a través de la ventanilla, haciendo que la fría plata brillara.

Él tenía la habilidad «Comer sin pagar» que consiguió hace cuatro meses y desde entonces había reunido muchas habilidades. La mayoría de estas estaban reducidas al usarse y el maestro de la habilidad no percibía cuando le era robada. Había dos formas de obtener habilidades: matar al jugador y aún no tenía claro el segundo método.

Aunque lo usó para adquirir «Dibuja un círculo para maldecirlo» cuando el jugador oficial Li Bin le entregó sin querer una linterna. Dedujo que debía quitarle algo al jugador y no darle nada a cambio si quería obtener la habilidad. Era «Comer sin pagar».

También quiso usar ese método para obtener la superinteligencia de Chen Shanshan, la de escupir llamas… Sin embargo, nunca consiguió la habilidad del gordito.

Durante la Noche Sorpresa del Circo Extraño, cuando apresaron a Wang Yinggui y al viejo Niao, les quitó la ropa y les aplicó una capa de aceite en el cuerpo para engañar a los otros jugadores, haciéndoles creer que los preparaban para comérselos. Así, cuando los rescataran, todos pensarían que los dos jugadores que faltaban en el recuento fueron comidos por los señores A y B. Había conseguido la ropa sin darles nada a cambio. Sin embargo, no consiguió sus habilidades.

Fu Wenduo le entregó su preciosa arma, pero no consiguió su habilidad.

Ocultó sus emociones en el fondo de su corazón mientras sus dudas crecían. Quería saber el método preciso para conseguir habilidades. Era una pena que ese libro barato no tomara la iniciativa de decírselo y tuviera que averiguarlo por su cuenta.

Tang Mo pensó en ello y suspiró, impotente.

—¿Te arrepientes de no haber agarrado una toalla?

Tang Mo se envolvió más la chaqueta.

—Hemos empujado muchos coches por el camino. Deberíamos parar y descansar. Calculo que mañana podremos llegar a Nanjing. No hay necesidad de apresurarnos cuando son las cinco de la tarde y quiero probar esta pistola.

—De acuerdo.

—¿Es importante para ti esta pistola? —Hizo una pausa antes de añadir—: He visto una letra en la parte inferior del arma. ¿Es tu nombre?

—En las fuerzas especiales, no nos llamamos por nuestros nombres reales para poder ocultar nuestras identidades. Mi nombre en clave es viejo V.

Tang Mo creyó que el significado era «victoria». Muchos arqueros olímpicos grababan la letra V en su arco largo para tener buena suerte. No esperaba que fuera un nombre en clave. Pero eso significaba que el arma era importante.

—¿No hay ningún problema en dármela?

El polizón conducía el coche con una sola mano. Ese tramo de la carretera era muy amplio y no había muchos obstáculos. Giró la cabeza y miró a su copiloto.

—No la necesito con mi habilidad y tengo accesorios mucho más poderosos. Ya no tiene sentido para mí.

La había conservado por costumbre y un poco de nostalgia

—¿Pero no la necesitas más que yo?

El ex bibliotecario no respondió. Se limitó a girar la cabeza y seguir observando el arma.

Fu Wenduo se rió y siguió conduciendo.

Tang Mo no sabía lo que ese hombre había descubierto, pero sería imposible para él averiguar la verdad mientras que no lo admitiera.

Unas gruesas nubes negras flotaban en el cielo, bloqueando la mayor parte de la puesta de sol. Iba a llover, así que Fu Wenduo se detuvo antes y aparcó el coche en el arcén. Tang Mo sujetó el arma mientras dejaba la carretera a lo largo. Se dirigió al costado del cambio y trató de levantar el arma.

Había buscado un poco de información sobre el manejo de armas de fuego. Abrió el seguro y tiró de la corredera. Contuvo la respiración mientras oía unos chasquidos nítidos. Levantó la mano y apuntó a un pequeño árbol situado a diez metros de distancia. Entrecerró los ojos y apretó el gatillo.

La enorme fuerza de retroceso hizo que sus ojos se abrieran de par en par y diera medio paso atrás. El brazo le temblaba, a pesar de su actual estado físico.

Miró hacia el pequeño árbol y vio que las ramas se agitaban y que algunas hojas caían al suelo, pero no había ningún agujero de bala en el tronco. Era obvio que no había acertado con su disparo.

Tang Mo apretó los dientes.

Se preparó una vez más, sujetó el arma con las dos manos y apretó el gatillo. Se oyó un rugido. Su visión dinámica apenas captó el rayo plateado que atravesó el tronco, pero el impacto estaba a más de treinta centímetros del lugar donde había apuntado

«Destruirte en nombre de las estrellas» es una habilidad con la que los proyectiles persiguen a su objetivo, sin embargo, con su imprecisión, podría querer apuntar a la cabeza del enemigo, pero le dispararía a los hombros.

Su expresión se hundió. Levantó el arma y disparó dos veces más al tronco. Uno quedó a veinte centímetros y el otro a medio metro de su objetivo. Quedaban cinco balas. Levantó el arma para volver a disparar cuando oyó una voz grave detrás de él.

—¿No has disparado antes?

—No. —Se giró para verlo.

—Ven aquí… —Fu Wenduo, de pie en la carretera, bebió agua antes de poner la botella de plástico vacía en la parte delantera del vehículo todoterreno. Luego puso una mano en la valla y saltó de la autopista.

—Me marea un poco —le dijo Tang Mo, cuando se acercó—. No me pasa nada en un coche, pero me mareo cuando juego a juegos de disparos en 3D. Por eso, rara vez los practico.

—Estoy hablando de disparar armas en el campo de tiro, no de juegos. —Lo miró con sorpresa.

—No, nunca he disparado un arma.

En la sociedad moderna, había mucha gente que acudía a los clubes para probar el tiro con arco y la puntería. Él había creído que Tang Mo tenía experiencia, después de todo, había deseado tener un arma.

Fu Wenduo tomó el arma y apuntó al árbol. Entrecerró los ojos al tiempo que abría el seguro y apretaba el gatillo. Fue tan rápido que su compañero no pudo reaccionar.

El ruido del impacto llegó a sus oídos, pero la enorme fuerza de retroceso parecía inexistente, ya que el mayor ni siquiera movió los dedos. La bala atravesó el centro del pequeño árbol, haciendo un leve agujero.

La precisión del mayor fue la de un profesional, algo que un principiante como Tang Mo podría conseguir solo con duro entrenamiento. Sin decirle dónde estaba el blanco, él había acertado al primer disparo, al punto exacto donde había estado apuntando.

—¿Cómo sabías que estaba apuntando al lugar donde faltaba la corteza?

—Los pocos disparos que hiciste fueron alrededor de ese punto… ¿No querías disparar allí?

Tang Mo se quedó sin palabras.

Fue una suerte que después de que la Tierra se conectará, la forma física de todos mejorara. De lo contrario, ni diez copias de su yo anterior habrían sido suficientes para enfrentarse al mayor Fu.

Fu Wenduo le devolvió el arma, la tomó y trató de imitar las acciones de su compañero. Al momento siguiente, una mano cálida cubrió la suya, llenándolo de sorpresa. Giró la cabeza y lo vio detrás de él.

Se sentía muy natural. Como a un recluta en formación, le ayudó a sostener el arma de forma correcta.

—No es difícil apuntar a objetos a diez metros de distancia con tu fuerza. Tus disparos no son precisos porque tus manos se mueven cuando disparas. Esta arma utiliza un freno de boca especial para debilitar el retroceso. Sin embargo, las balas son de producción especial y son muy potentes, por lo que el retroceso es bastante notable. Cuando dispares, mientras haya poca estabilidad, la influencia del retroceso facilitará que el tiro salga torcido. Inténtalo una vez más —le explicó en voz baja y lo miró.

El corazón de Tang Mo latió más rápido, pero lo controló rápidamente, se concentró en el árbol. Con suavidad, apretó el gatillo, mientras sus manos aún eran sujetadas por el mayor.

Esta vez, el error fue de cinco centímetros. Su bala dejó un pequeño agujero junto al de Fu Wenduo.

—Bien, deberías ser capaz de captar la sensación después de unas cuantas veces más. —No aflojó su agarre mientras hablaba, con la intención de aguantar otro disparo.

Tang Mo guardó silencio. Se sentía extraño.

No sería lo mismo si una chica le sujetase la mano, pero él era gay y la cercanía de un hombre lo ponía incómodo, incluso Fu Wenduo que parecía heterosexual.

Ya había identificado la forma de disparar, así que decidió que después de uno más, lo haría solo, pero el margen de error volvió a ser el mismo.

El polizón le tendió la mano para que hiciera otro disparo.

—Lo haré yo mismo —dijo con calma, Fu Wenduo lo miró—. Creo que he captado la sensación. ¿Puedo probarlo por mí mismo?

Se soltó con suavidad, pero en ese instante, la mirada de Fu Wenduo cambió. Le sujetó la mano y le rodeó la cintura para hacerlos girar ciento ochenta grados. Tang Mo se avergonzó, pero entonces él le susurró:

—¡Dispara!

No lo pensó, solo hizo lo que le ordenó. La bala se estrelló contra una gran roca en el campo, causando un pequeño agujero redondo.

Sin soltarlo, el mayor Fu estaba a punto de hacerlo disparar de nuevo cuando escuchó una voz femenina desde detrás de la piedra.

—¡No, no lo hagas! Somos inofensivos, somos inofensivos. Solo hemos oído los disparos y hemos salido a comprobarlo.

—No nos malinterpreten y nos disparen. Solo pasábamos por aquí. Solo pasábamos por aquí —dijo una voz masculina.

Las nubes oscuras fueron llenando el horizonte a medida que el sol se ponía. Dos personas levantaron las manos y salieron detrás de la piedra.

♦ ♦ ♦

La autora tiene algo que decir:

Viejo Fu: [Sujetando la cintura de Tang Tang, sosteniendo la mano de Tang Tang] ¡Esposa, dispara~!

Tang Tang: $%@&…

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