Lucía – Capítulo 88: Te amo (1)

Habiendo recibido la confianza del duque que era un noble de alto rango, Fabian era el ideal para sus subordinados y un tema de respeto.

A Hugo le resultaba molesto instruir a la gente sobre todo, por lo que solía dejar las cosas en manos de menos personas. Por lo tanto, Fabian manejó un trabajo mucho más importante en comparación con su posición.

Aunque el duque de Taran daba mucho trabajo, él no era nadie para atormentar a sus subordinados. Era un maestro muy decente. Si le confiaba algo a alguien, no interfería en el medio y si uno cometía un error tolerable, lo reconocía y pedía perdón, lo dejaría pasar. Pero a cambio, no había una segunda oportunidad si sus resultados no cumplían con sus criterios. Simplemente sería relevado de sus deberes. Tal vez era aún más aterrador de esa manera.

En ese sentido, Fabian tenía talento para haber conservado su posición durante tanto tiempo. Y él era un jefe bastante infame. Se decía que si soportabas tres años bajo el mando de Fabian, obtendrías canas y arrugas en proporción a su mayor capacidad de trabajo.

Con las piernas sobre la mesa y medio recostado en su silla en una postura arrogante, Fabian recibió los informes de sus subordinados.

—No hay ningún problema con el objetivo —dijo uno de ellos

El objetivo del subordinado 1 era Anna, ex médico de la casa ducal. Anna estaba vigilada para ver si cumplía con el contrato de confidencialidad. Recientemente, Anna había estado ganando dinero con la producción de un medicamento para el dolor de cabeza.

Fabian asintió mientras miraba el breve informe sobre la rutina de Anna:

—Puedes irte ahora —el primer subordinado se fue y entró otra persona.

El objetivo del segundo subordinado era la condesa de Falcon. La mujer a la que a Fabian simplemente le disgustaba incondicionalmente. El día en que visitó a la condesa de Falcon para darle una advertencia en nombre de su señor fue simplemente refrescante.

—No hay movimiento específico del objetivo. Hoy en día, rara vez el objetivo corre por problemas comerciales. Ella se dedica a administrar los pocos bares que posee.

Fabian revisó el informe. No había nada notable aparte del hecho de que la condesa de Falcon prácticamente vivía en su bar desde la mañana hasta la noche. Mientras atraía a los clientes al ser una anfitriona activa, el bar estaba mejor que antes.

—Puedes irte ahora.

La siguiente persona que ingresó fue subordinado tres, y su objetivo era David.

—El objetivo se está preparando para salir de la capital pronto. Últimamente, no hay actividad notable aparte de detenerse en un bar todas las noches.

—Un bar, eh… ¿hay alguien a quien vea en este bar? —preguntó Fabian.

—Se va solo. No hay nadie que lo acompañe.

Fabian examinó el informe.

¿Está deprimido y ahogado en alcohol?

Después de leer la parte de David yendo al bar todos los días, Fabian frunció el ceño. El nombre del bar parecía familiar. Abrió el informe sobre la condesa de Falcon y comprobó el bar que ella tenía. Era el mismo bar.

¿Es una coincidencia?

La condesa de Falcon tenía talento para los negocios de licores. Tenía varios bares que manejaban a los clientes según los niveles determinados por su estatus y riqueza, y todos prevalecían. Las barras eran propiedad de la condesa, por lo que incluso cuando había perdido la inversión, no sufrieron daños. El bar que David visitaba con frecuencia era un bar de clase alta que era el favorito de los nobles. Sin embargo, algo era sospechoso.

—Averigua con quién está en contacto el objetivo en el bar. Informa sobre lo que habla con el personal también—ordenó Fabian.

—Sí, señor.

Después de eso, Fabian escuchó los informes de sus subordinados uno tras otro. Este fue el momento en que era más recompensado por su trabajo.

♦ ♦ ♦

Fabian se detuvo en la residencia ducal para dar un informe provisional sobre las personas a las que Hugo le había pedido que prestara especial atención.

David se había retirado oficialmente de su grupo y el vicepresidente del grupo, el barón Harry, asumió la presidencia y retuvo la asociación juvenil. Cambió el nombre del grupo a “Asociación de Jóvenes del Futuro” y permaneció casi idéntico al grupo establecido, excepto por algunos cambios leves, como la salida de algunos miembros.

Después de mirar el informe que documentaba la información personal de todos los miembros de la asociación juvenil, Hugo dijo:

—Ese bastardo todavía está apoyando al grupo.

David se retiró pero aun así financió la asociación juvenil de manera informal.

—Sí. Su ayudante se reunió con el objetivo y le entregó los fondos.

Parece que un perro nació de un tigre. No sabía cómo un hijo así salió del duque de Ramis.

—Creo que bajó al feudo Ramis —dijo Hugo.

—Sí. Se fue hace unos días —corroboró Fabian.

David regresaría a la capital un día, pero por el momento, había desaparecido, por lo que Hugo no planeaba prestarle más atención. Sería una pérdida de tiempo. Por ahora, iba a observar cuidadosamente las actividades de varias personas en el grupo, incluido Harry, quien lo dirigía. Si surgía una oportunidad, planeaba aprovecharla y deshacerse de ella por completo.

—Sigue observando las actividades del grupo y realiza un seguimiento de las figuras clave del grupo.

—Sí, Su Gracia. No incluí esto en el informe, pero tengo algo que informarle. Antes de que el objetivo bajara al feudo, visitaba un bar casi todos los días. Ese bar es propiedad de la condesa de Falcon.

Hugo volvió a revisar el informe y levantó la mirada. Una persona inesperada había aparecido.

¿La condesa de Falcon? Hugo ya se había olvidado de ella hace mucho tiempo. No había pensado en ella desde que ordenó que su inversión fuera retirada de su negocio.

Entre todas las mujeres que Hugo había conocido, la condesa de Falcon era la más fiel a su deseo. Ella reconoció que su encuentro se basaba simplemente en el deseo. Era una mujer que entendía poner distancia y no se volvía pegajosa. No había forma de que Hugo pudiera adivinar la oscuridad que estaba actualmente en el corazón de Anita debido a su resentimiento hacia la duquesa.

—¿Se encontraron?

—En lugar de una reunión privada, fue la relación entre un cliente y el dueño de un bar. Una característica del bar es proporcionar una habitación privada para cada cliente. Cuando llega el conde de Ramis, la condesa Falcon entra en la habitación durante aproximadamente una hora o dos antes de irse. No pude averiguar de qué se hablaba en la sala.

—¿Pasaron la noche juntos?

—No hubo tal caso. La condesa visitó todas las habitaciones donde la buscaba un cliente VIP o un habitual del bar. Había mucha gente que acudió al bar para conversar con la condesa. Aparentemente es una buena conversadora.

—Entonces, decir que no está en el informe, significa que no hay nada que informar.

—Sí.

Simplemente mirando la evidencia circunstancial, David y Anita eran solo clientes y dueños de bares. Una bruja dotada de personas hechizantes como Anita podría fácilmente consolar a David, que estaba molesto por ser enviado al feudo y convertirlo en su cliente habitual.

Los dos nunca se encontraron en ningún otro lugar que no fuera el bar. Según la persona con ojos agudos que se plantó allí, aunque Anita siempre entraba en la habitación de David después de su llegada, no había evidencia de contacto sexual entre los dos en la habitación privada. En realidad solo estaban hablando.

Antes de que Fabian pudiera intentar averiguar de qué estaban hablando, David se fue al feudo. No habría más visitas al bar. Además, Fabian no podía pensar en ningún complot que los dos pudieran estar armando.

Si Fabian supiera del enamoramiento que David sentía por la duquesa, o de los horribles celos en el corazón de Anita, podría haber ampliado el alcance de posibles problemas. Pero Fabian no sabía nada de eso. Como Lucía había rechazado la carta de amor de David en un pasillo sin nadie a quien ver, el incidente no se extendió y se convirtió en un rumor.

—Algo sobre eso debe estar molestándote —dijo Hugo.

—No hay una base racional, pero sí.

Hugo confiaba en la capacidad de Fabian. Aunque Fabian no sabía la razón por sí mismo, inconscientemente sintió que había algo allí.

Hugo recordó de repente que la condesa de Falcon había hecho una verificación de antecedentes de su esposa hace mucho tiempo. En ese momento, solo pensaba que era reprobable, pero no era algo que la mujer que él conocía como bien informada sobre cuándo retirarse limpiamente haría. No había nada malo en ser cuidadoso.

—Pon un seguimiento a los dos.

—Sí. Lo haré.

Fabian podía sentir la confianza que su señor tenía en él y estaba lleno de orgullo.

—¿Qué pasa con el artículo que estaba buscando? El colgante —preguntó Hugo.

La esquina de los labios de Fabián que se curvaba de alegría se dejó caer.

—Actualmente lo estoy buscando.

—¿Todavía? ¿Por qué lleva tanto tiempo encontrar un artículo?

—Me disculpo. Centraré aún más mano de obra en ello.

Su señor rara vez lo instaba después de darle trabajo para hacer. Fabian decidió que esto estaría en la parte superior de su lista de tareas pendientes, a partir de mañana.

♦ ♦ ♦

Después de la fiesta de coronación, Lucía se ocupó de sus actividades sociales solo en fiestas de té a pequeña escala. Luego, después de un largo intervalo, se celebró una gran fiesta en el Palacio Real. Fue una cena de caridad exclusivamente para mujeres.

El rey decidió extorsionar a los nobles con el fin de recaudar fondos para cuidar a los huérfanos que mendigaban en la capital. Fue la primera cena de caridad celebrada por el nuevo rey desde su adhesión. Iban a asistir muchos nobles, así que no había más remedio que abrir la bóveda.

El rey dejó la celebración de la fiesta a Katherine. El acuerdo podría ayudar al presupuesto nacional, y también ayudar a su hermana en sus actividades sociales. Estaba matando a dos pájaros de un tiro.

Katherine hizo arreglos con entusiasmo para la tarea que le había encomendado su hermano mayor. Con aspiraciones de celebrar una fiesta de la más alta escala, envió invitaciones a todos los aristócratas decentes de la capital. No hace falta decir que Lucía recibió una invitación. Una invitación sola no fue suficiente; Katherine envió a alguien para recibir una confirmación definitiva de asistencia de Lucía.

Antoine visitó la residencia ducal por la mañana para ayudar con los preparativos para la fiesta que comenzaría al mediodía. Esta vez, Antoine hizo el vestido con todo su esfuerzo. Fue el mayor desafío para ella hacer un vestido con “virtuoso” como criterio.

El vestido rojo claro era muy modesto para los estándares de Antoine. El escote era lo suficientemente alto como para cubrir la clavícula, y todo estaba cubierto hasta las muñecas. Era justo, el material para los hombros y los brazos estaban hechos de encaje semitransparente, lo que le daba al vestido una sensación algo sensual. Antoine pensó que este era un compromiso muy grande para sus estándares.

Lucía usó el vestido e hizo un último chequeo frente al espejo. Una doncella entró y se deslizó a su lado antes de hablar.

—El maestro está a punto de salir.

Poco después, Hugo entró en la sala de recepción.

Cuando apartó la vista del espejo para sonreírle, Hugo se detuvo. Hoy, ella parecía pura y al mismo tiempo atractiva. Era una pena que tuviera que ir a trabajar. Se acercó a ella, la abrazó ligeramente y la besó en la mejilla.

—Tengo que salir primero. ¿Cuándo te vas? —preguntó Hugo.

—En aproximadamente una hora más o menos.

Hugo bajó la mirada para mirar su vestido.

—Es un vestido nuevo de la diseñadora —dijo Lucía.

—Mmmmm…

Hugo hizo un breve sonido y se volvió para mirar a Antoine. Todavía sentía algo de amargura hacia la diseñadora de boca parlanchina. Tampoco le gustaba el vestido que llevaba su esposa. No tenía mucha exposición, pero extrañamente, evocaba un sentimiento sensual. Sin embargo, debido a que la fiesta a la que asistía su esposa era solo para mujeres, decidió dejarlo ir.

Mientras Antoine inclinó la cabeza en señal de saludo, explotó internamente con insatisfacción.

Si te atreves a decir que esto todavía no es modesto, voy a decir que el duque de Taran tiene celos delirantes.

Cuando el duque de Taran retiró su mirada sin decir nada, Antoine levantó la cabeza ligeramente aliviada. Observó a la pareja ducal preguntarse sobre sus actividades del día.

¿No volverán a verse esta noche? ¿Por qué están actuando como si estuvieran rompiendo para siempre?

Antoine miró a la criada solo para verla parada allí, completamente inmóvil y despreocupada, como si dijera que esto era algo cotidiano.

Desde la fiesta de coronación, Antoine había estado escuchando lo mismo sobre la pareja ducal de las mujeres nobles que visitaron su boutique. Las mujeres nobles refinadas dijeron que la relación de la pareja era íntima, las mujeres nobles expresivas dijeron que los ojos del duque eran tan dulces como la miel cuando miraba a su esposa, y las mujeres nobles que rumoreaban dijeron que el duque de Taran se había enamorado por completo de su esposa y se negaba a separarse de ella.

Los rumores deben escucharse con un filtro doble, pero el rumor exagerado de que el duque de Taran se ha enamorado por completo es correcto.

Ese fue el pensamiento de Antoine después de presenciar la pareja ducal de los rumores.

♦ ♦ ♦

—Bienvenidos.

Katherine saludó a Lucía de muy buen humor. Debido a que su gama de actividades era diferente, era difícil para ellos encontrarse fácilmente y Katherine estaba continuamente decepcionada.

Katherine se quedó con Lucía y la acompañó como si ella fuera una de las anfitrionas de la fiesta. Las mujeres nobles que conocían el temperamento espinoso de Katherine se asombraron y susurraron entre ellas. Condujo a la especulación de que la duquesa que ya contaba con el respaldo del duque Taran, ahora también estaba fortaleciendo su relación con la familia real. La gente que se acercaba a Lucía se volvió más persistente.

—Duquesa, se estás volviendo más bella cada día. El vestido que lleva debe ser el último trabajo de Antoine. No estaba en el libro de diseño.

El rumor de que Antoine era la diseñadora exclusiva de la duquesa ya se había extendido.

—Condesa, también está brillando hoy. Las plumas de su sombrero son muy encantadoras. Debe ser un artículo muy valioso.

Lucía dio una respuesta adecuada a la llamativa condesa que clasificaba a las personas por su vestimenta.

—Ojojo. Como era de esperar, la duquesa tiene buen ojo. En efecto. Esto es muy valioso. He molestado a mi esposo durante tres días y tres noches antes de que pudiera conseguirlo. ¿Quiere que le presente al comerciante de plumas, duquesa?

—Lo apreciaría.

Katherine tenía una personalidad fuerte y una manera feroz de hablar, pero debido a que estaba al lado de Lucía, su espinosa rosada se redujo. Las mujeres nobles fueron capaces de acercarse a Katherine más cómodamente que antes.

—Condesa. Creo que tu hija hizo su debut social no hace mucho tiempo. Ella tiene mucho que aprender —dijo Katherine.

El tono de Katherine era áspero, como si estuviera indicando que a la hija de la condesa le faltaban muchos lugares. La expresión de la condesa se tensó ligeramente y cuando la atmósfera comenzó a endurecerse, Lucía habló.

—¿Por qué no vino con ella hoy, condesa? Ella podría haber aprendido mucho. La experiencia es aprender. Incluso si no le hubieran enviado una invitación, la princesa habría recibido con gusto a la joven si hubiera estado acompañada por la condesa.

Katherine añadió principalmente a sus palabras.

—Por supuesto. Tráela la próxima vez.

La condesa sonrió encantadoramente y respondió.

—En realidad, mi hija quería venir conmigo hoy. La presentaré cuando haya una oportunidad.

La mirada de Katherine cayó sobre Lucía, que estaba hablando con alguien más, y una sonrisa agradable tiró de la esquina de sus labios.