Marietta – Capítulo 33: Primera noche juntos… (2)

Traducido por Maru

Editado por Sharon

Corregido por Aurora Blue


—¿Qué tal? ¿Se siente bien? Tu dulce miel rebosa sin parar.

—No… No, no lo pongas de esa manera…

Los sonido obsceno que salían de la estimulación de Belvant en su flor prohibida cautivaron sus oídos. Su esposo torturó con severidad su lugar secreto con entusiasmo.

Aunque estamos haciendo algo tan embarazoso, se siente realmente bien… ¿Qué debería hacer?

La nariz del General se frotó contra su sensible brote de carne; el cual, se hinchó de inmediato y se volvió duro, provocando una sensación agradable.

Marietta gritó mientras las entrañas de sus pétalos mojados goteaban.

—Puedes mostrarme sólo a mí este lugar secreto y embarazoso, ¿de acuerdo? Si se lo enseñas a otro chico, lo mataré, ¿entiendes?

Marietta asintió de manera frenética con los ojos llorosos.

—Buena chica. También empaparé con mi amor esta parte de tu cuerpo.

Separó los pliegues internos que cubría la sensible protuberancia con la punta de la lengua, luego la sostuvo  con sus labios y procedió a torturarla, intercalando entre lamidas suaves y un poco de succión de su boca..

A medida que el placer se esparcía por todo su cuerpo, Marietta no pudo contenerse más y elevó la voz para soltar un estrangulado gemido.

—¿Cómo se sintió  cuando lamí tu pequeña y linda perla?

La parte interior de la princesa palpitaba de manera dolorosa mientras el sensible brote era succionado, amasado y mordido de manera hábil por la boca de Belvant.

—¡Ahhh…! ¡Ahhh…!

—¿Te vienes? Está bien si lo sientes.

—!Ah! ¡Señor… Bel… vant…! ¡Me vengo…!

Cuando el General aspiró su capullo en flor y lo lamió con entusiasmo, él cerebro de Marietta quedó en blanco y los dedos de sus pies se enroscaron sobre las sábanas.

—¡Ahhh! ¡Me veng…! ¡Nghhh! —Su cuerpo convulsionó y su espalda se arqueó sobre la cama cuando  alcanzó el clímax. Belvant la besó de manera tierna, al tiempo que ella respiraba con dificultad con la cara enrojecida.

—¿Se ha mojado este lugar?

—Ah…

Insertó un dedo dentro del agujero de Marietta, internándose profundo en su zona intima.

—Todavía estás temblando.

Los dedos de Belvant se movían dentro y fuera de ella con lentitud provocando que sus caderas se sacudieran.

—Estás lo suficientemente mojada, pero usaré esto por si acaso.

Un sonido húmedo se escuchó cuando retiró sus dígitos del cuerpo de Marietta para tomar una pequeña botella que se hallaba sobre la mesa al lado de la cama. Seguido, derramó una cantidad sustancial del líquido en sus dedos e insertó dos de ellos dentro de la estrecha vagina.

—Ah… ¿Qué es eso? —preguntó la joven mientras jadeaba con aspereza. Sus entrañas fueron humedecidas con aquel líquido; al mismo tiempo que el placer se derramó por su cuerpo.

—Es una poción mágica que obtuve de River Link. Se supone que  disminuye el dolor del coito. Puede ser un alivio temporal, pero, siendo esta tu primera vez, no quiero que pases por una experiencia traumática.

—¡Oh! Gracias por tu consideración.

Belvant sonrió a Marietta, quien expresó su gratitud de manera honesta pese a estar en una situación tan vergonzosa.

—Quería esperar hasta que te mojes más que esto, pero parece que también estoy en el límite de mi resistencia.

Después de aplicar el ungüento, empujó su virilidad dentro de su lugar secreto. Marietta se aferró al cuerpo de Belvant tras la brusca invasión.

—Si duele, muerde mis hombros.

—Sí, querido esposo… ¡Ahhh! ¡Uuuh!

Su zona íntima, pese a la preparación anterior, todavía se mantenía estrecha. Su cuerpo nunca había recibido a un hombre; por tanto,  Marietta sintió como si fuera desgarrada por el miembro caliente y erecto de su esposo.

—Qué estrecho… Respira más profundo y relájate —aconsejó Belvant.

—¡Ahhh! ¡Nghhh…!

De alguna manera, Marietta logró soportar el sentimiento de opresión que le produjo la penetración. Su interior se sintió lleno, y las lágrimas se derramaron de sus pupilas azules en grandes gotas, confiriéndole a su rostro un aspecto frágil y vulnerable.

Belvant embistió varias veces intentando entrar más profundo, pero tuvo que detenerse cuando se encontró con un espacio estrecho en el camino.

—No se puede evitar… —gimió conteniendo el aliento—. Lo siento, pero lo insertaré de una sola vez.

—¿Eh…? ¡Ah…! ¡¡Aaaa!!

El General cubrió los labios de su esposa con su boca cuando esta gritó producto del dolor.  De a poco, su corazón se calmó producto de la suavidad del beso..

—Todo está bien. Ya está todo dentro. Respira

—¿Está dentro…?

Marietta trató de mirar hacia abajo mientras jadeaba con brusquedad por culpa del dolor. Con sus ojos empapados en lágrimas, miró hacia aquel lugar que los conectaba a ambos y observó como la enorme protuberancia de Belvant se enterraba hasta la base. El abdomen blanco y pálido de la princesa se apreciaba hinchado mientras era llenada por la virilidad del General.

Ella frotó con suavidad su estómago.

—Estoy feliz. La cosa del señor Belvant está aquí dentro, ¿verdad?

—Es así. De esta manera, puedo darte un hijo.

—¡Ahhh! ¡Estoy tan feliz! ¡Estoy realmente encantada!

El rostro de Marietta mostraba gran alegría; en cambio el de Belvant, parecía estar en una gran agonía. Su cara se había vuelto roja.

—Señor Belvant, ¿qué pasa?

—Se siente demasiado bien… estar dentro de ti…

¡Quiero desatar mi deseo y hundirme en ella una y otra vez!

Por temor a lastimarla, estaba resistiendo como podía su intensa lujuria.

—Señor Belvant, no siento mucho dolor gracias a la medicina. Por eso, por favor, hazlo según tus deseos.

—Entonces, me moveré un poco.

—¿Te vas a mover? Bueno.

Marietta inclinó la cabeza ya que no entendía realmente a qué se refería.

Belvant retrajo sus caderas y de manera lenta su miembro se deslizó fuera del interior de Marieta. La idea era que que ella no sintiera ninguna incomodidad. Sin embargo…

—Señor Belvant, no te vayas.

Las blancas piernas de la joven se enroscaron alrededor de su cintura impidiéndole alejarse.

—¿Qué?

—Por favor quédate dentro de mí, solo un poco más.

La expresión desesperada en los llorosos ojos azules de Marietta mientras trataba de evitar que se retirara lograron sacudir el razonamiento de Belvant.

—Marietta… Eres demasiado adorable…

—¿Eh?

—¡No hay manera de que me separen de ti! ¡Marietta! ¡Te amo!

—¡Ahhh!

El eje que apenas había salido de su zona íntima, se internó una vez más, martillando el interior de Marietta.

—Ahhh… Marietta, lo siento. ¡No podré parar ahora!

—¡Ah, ah, ah…!

Las caderas de Belvant embistieron en las entrañas de Marietta varias veces, el sudor perlado empapó su espalda, y su miembro erecto atormentó el interior de la muchacha de manera implacable mientras sus movimientos la llevaban a alturas desconocidas. El cuerpo de la princesa tembló, de sus labios de melocotón soltaron un gemido obsceno y seductor; el sonido de una mujer que maduraba a través del placer.

—¡Ah, ah…! ¡Ya…! ¡Ahhh…! Sir Belvant, me siento rara…

Mientras el sonido obsceno de ambos cuerpos uniéndose inundaba los sentidos de Marietta, de sus entrañas se desbordaba el jugo de su exitación; el cual, se derramaba humedeciendo aun más su interior.

—¡Ahhh, señor Belvant! ¡Se siente bien!

—Marietta, eso es bueno. Es increíblemente bueno.

El sonido pesado de la respiración de ambos resonaba dentro de la habitación, el cuerpo blanco y delgado de Marietta estaba siendo envuelto por los brazos gruesos y musculosos de Belvant, al tiempo que su vara marrón oscuro se introducía en sus entrañas como un arma letal… Era un cortejo intenso, más parecido al acto de torturar a un hada.

—¡Marietta, ya voy…! ¡Te derramaré toda mi semilla!

—¡Ah…! Sí, por favor…!

—¡Ya viene…! ¡Te dejaré embarazada!

—¡¡Aaah!!

Cuando Marietta alcanzó el clímax y recibió en su interior la finalización del placer de Belvant, su cuerpo se contrajo y una ola de ardiente deseo la llenó por completo.

♦ ♦ ♦

En el reino de Oltaire vivía un General que era apodado el “Dios Feroz en Oltaire”. Conocido como la deidad guardiana del país, era un estratega muy capaz y un guerrero que poseía un coraje intrépido; el grado de su ferocidad y fuerza combinadas era tan aterrador que mucha gente le temía.

Aquel guerrero tenía una esposa encantadora: una princesa que vino del país de Stellaus. Aquella joven era muy inocente y adorable; a tal extremo, que la llamaban “Princesa de las Hadas”.

Esta princesa se enamoró del General que la salvó del asalto de unos sinvergüenzas en cuanto lo vio, y se dice que formaron un matrimonio feliz lleno de armonía y amor por muchos años. En los momentos que el General de aspecto feroz estaba acompañado de su amada esposa, su aire intimidante se reducía en la medida en que solo se podía apreciar junto a ella a un hombre fuerte y bien parecido.

La pareja de esposos que eran amados por el dios de la batalla, Marigard, a quien ahora también se le conoce como la deidad del parto fácil, fueron bendecidos con muchos niños… La risa de aquellas hermosas criaturas a menudo se escuchaba dentro de la residencia del General.

Sharon
Y~ ¡se terminó! Bueno, no, en realidad faltan los extra todavía, pero este sería el capítulo final de Marietta. Ah~ Pensé que no llegaría a esta parte... En serio, por un momento creí que las partes, emm, interesantes, serían sólo de Sierra y Adlan (que tampoco me quejo, son una de mis parejas favoritas). En fin, espero que hayan disfrutado por fin de su noche de bodas.

11 respuestas a “Marietta – Capítulo 33: Primera noche juntos… (2)”

  1. ¿Fui la única que se dio cuenta, que Sierra no habló con Mary después de que hizo el delicioso con Adlan, creo que fue tan bueno que la verguenza no le permite compartirlo con Mary XD

    Hermosa historia s2

  2. Adsjasdjasdjasdjasdjsaas !!!!! El final fue muy hot, tanto que estoy transpirando 🤤🤤🤤🤤
    Me encantó!!!!a ver los extras ahora

  3. Muchas gracias por todo 💖💖
    Fue muy lindo y adorable jajahshshah y suculento 🤣🤣 esperaba un poco más pero aún falta leer los extra.

  4. Awwww muchos hijos no e.e sin duda no perdieron el tiempo 😏😏😏🔥🔥🔥🤭🤭🤭

    Muchísimas gracias por el capítulo y por tomarse el tiempo, dedicación y trabajo para traducirlo para nosotros 💜🌸💜🌸

  5. ¿Qué? ¿Ninguna mención de que Marietta no durmió por tres noches siquiera? Tsk.
    Sigo quitándome el sombrero ante Sir Belvant, el indiscutible dios del autocontrol. Aún no creo que pudiera mantenerse cuerdo hasta casi el final. Bien, Belvant.
    Muchas gracias.

  6. Primero no se como lo logro aguantar hasta el matrimonio xD
    Segundo me siento un poco estafado, esperar tanto para el acto y solo fue un misero capitulo le podian sacar mas no les costaba nada ajajajja

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