raducido por Sharon
Editado por Ayanami
Desde que Ning Xi regresó, el pequeño parecía haber cambiado al Modo Sombra. La seguía a donde sea que caminara, sin querer darle siquiera un centímetro de distancia.
Mientras tanto, en el comedor del primer piso, Lu Jingli también había cambiado al Modo Sombra y seguía a Lu Tingxiao a todas partes.
—Hermano, hermano, querido hermano… Ustedes… ¿Qué hicieron toda la noche?
Lu Tingxiao abrazó una taza de café recién servido, y se sentó en el sofá.
—Charlamos.
Lu Jingli se atragantó, lo miró como un perrito decepcionado por no conseguir un hueso.
—Muy bien, hagamos como si nunca hubiera preguntado.
—¿Cómo está progresando la tarea que te encargué? —Le preguntó Lu Tingxiao. Su hermano cambió de inmediato a su modo apropiado.
—Ya está en progreso. En un mes, la propiedad de la Corona Real de Zhu Xiangcheng será eliminada de la capital.
—¿Qué hay del asunto de Ning XI?
Lu Jingli inclinó la cabeza antes de responder.
—El personal de producción detuvo la noticia de extenderse, así que no pude conseguirla a tiempo. Ahora mismo, el que comenzó todo el plan definitivamente no dejará que el asunto quede en silencio, así que intentará extenderlo por internet. Lo peor es que el director de utilería testificó en su entrevista que Ning Xi lo chantajeó para cambiar la utilería. Este ya no es un asunto de opinión pública. Si Ning Xueluo la demanda, Ning Xi podría ser llevada a la policía para investigarla.
Un aura viciosa surgió alrededor de Lu Tingxiao. De repente, lucía como el Rey Demonio sentado en su trono hecho de huesos en lugar de un sofá ordinario.
—Me gustaría ver quién se atreve a hacerlo —dijo, enunciando cada palabra con cuidado.
—No, no, no. La cuñada te tiene para apoyarla, ¿quién se atrevería a tocarle un cabello? —Dijo Lu Jingli, apresurándose a calmar su ira—. Hermano, no te preocupes. Ya conseguí a alguien para que instale trampas de alambre y cámaras en la casa del director de utilería. Definitivamente intentará contactar con la persona detrás de todo pronto. No hay necesidad de preocuparse, podremos conseguir evidencia. ¡Ya veremos quién termina arrestado al final!
Una sensación de insatisfacción apareció en el rostro de Lu Tingxiao, y comenzó a golpear la mesa con su dedo.
—Ineficiente.
—¡Este método es bueno! —Gruñó Lu Jingli, incapaz de aceptarlo—. ¿Cómo es ineficiente?
Lu Tingxiao sacó una pistola de debajo de la mesada del televisor, y se la arrojó. Su hermano lo miró, mientras las esquinas de su boca temblaban.
—¡Maldición! ¡Esto es demasiado simple y violento! ¡No tengo la habilidad!
Mientras los dos hablaban, escucharon pisadas acercándose desde arriba. Sin cambiar su expresión, Lu Tingxiao volvió a guardar la pistola, y miró a la recién llegada con una expresión gentil.
—¿Pequeño Tesoro está dormido?
—Sí, finalmente —respondió, pero se apresuró a agregar con una expresión ansiosa—: Uh, Lu Tingxiao, tengo algunos asuntos urgentes y necesito salir por un rato. Le dejé una nota a Pequeño Tesoro y cargué mi teléfono. Puedes contactarme en cualquier momento. Regresaré en tres horas como máximo. ¡Muy bien, no diré nada más! Adiós.
Y luego, huyó como una brisa. Lu Jingli se rascó la barbilla.
—Hermano, ¿por qué la cuñada se fue tan rápido?
Lu Tingxiao observó la dirección en la que la chica había escapado con una mirada inescrutable, antes de responderle.
—Encuentra a alguien para que la siga.
Definitivamente había algo más complicado detrás de todo, ya que Ning Xi se fue en un momento como este. Si pudiera dejar a Pequeño Tesoro solo en la casa, habría ido él mismo.
—No hay necesidad, iré yo mismo —aceptó Lu Jingli felizmente, regresó a su casa para tomar un auto negro poco llamativo. Luego siguió a Ning Xi, que estaba atravesando las calles como un huracán en su motocicleta.
Después de veinte minutos, se detuvieron en el pequeño apartamento en el que Ning Xi solía vivir. Mientras monitoreaba la situación, le reportó todo a su hermano en tiempo real.