Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
—¿Ning Xi? ¿Dónde? ¿Dónde?
—¿Ning Xi está aquí? ¡Es imposible! ¡¿De verdad se atrevió a aparecer?!
—¡Por ahí, por ahí!
En un instante, todos los reporteros se alborotaron, levantando sus cámaras, listos para realizar el próximo encabezado. Ning Xi frunció el ceño.
Su primera reacción fue proteger a Pequeño Tesoro, y no dejar que lo asustaran. No estaba muy preocupada por ella misma.
Sin embargo, sin esperar a que ella cubriera al pequeño bollo, sintió que una gran palma la presionaba contra unos brazos cálidos. A continuación, la pequeña y suave mano del pequeño bollo tomó una de las suyas con fuerza, como para asegurarle que no tenía que tener miedo.
En cuanto a los reporteros, todos se detuvieron a diez pasos de ellos. Dos hombres altos y con gafas de sol habían aparecido de alguna parte, bloqueando el camino con expresiones fuertes.
—Hey, ¿quiénes son ustedes? ¡Fuera del camino! ¡Los buenos perros no bloquean la vista! —Uno de los reporteros estaba tan concentrado en obtener noticias jugosas que habló sin siquiera pensar.
Sin embargo, en la multitud había alguien astuto que de inmediato tiró de la persona que habló y le advirtió con una expresión terriblemente asustada, como si hubiera visto un fantasma.
—¡¿Estás loco?! ¡Esos son los guardaespaldas de la Corporación Lu!
—Lu… Lu… ¿No te estarás refiriendo a esos…?
—¡Obviamente! ¡¿Cuántos Lu conoces que estén en la capital?!
—¿Cómo puedes saberlo? ¡No es como si tuvieran una etiqueta de propietario!
—¿Eres estúpido? ¿No puedes ver el símbolo en los uniformes?
Al ser advertidos, todos se retiraron al mismo tiempo, dando tres pasos atrás. Aquellos que se habían acercado demasiado se apresuraron a disculparse.
—Hey, hermanos, realmente lamentamos eso. ¡Perdón! Fuimos demasiado ciegos para no reconocer el monte Tai. ¡Por favor, tengan piedad!
¡Cielos! ¿Estos eran los guardaespaldas privados de la familia Lu? ¿Entonces quiénes eran las tres personas detrás de ellos?
Los reporteros intentaron espiar, pero cuando sus ojos lograron ver más allá de los hombres con traje, todos retrocedieron con rostros pálidos.
El hombre alto, abrazando a una mujer, tenía una expresión gélida y lucía como un dios tirano. Sin embargo, su mirada era demasiado fiera ahora mismo, y su aura era opresiva. Los periodistas más experimentados eran buenos leyendo a las personas, por lo que supieron de inmediato que no sería bueno provocarlo. Por ello, se calmaron al mismo tiempo y se dieron cuenta de que la situación era algo extraña.
—¿Qué Ning Xi? Debiste haber visto mal. Son una familia de tres, ¿cómo podría esa mujer ser Ning Xi?
—¡Es cierto! ¿Enloqueciste de tanto pensar en conseguir una primicia? ¡Yendo por todos lados, pensando que cualquier extraño luce como ella!
—¡No se puede jugar con ese hombre! ¡¿Estás intentando que nos maten a todos?!
Todos los reporteros comenzaron a quejarse contra el que dijo haber visto a Ning Xi.
—Uh, es probable que fuera mi error. Pero de verdad se parece a ella, ¿no lo piensan, chicos…?
—¡¿Cómo podrían parecerse?! ¡Esa Ning Xi es una mujer cruel y vengativa! ¡Esa señorita tiene una atmósfera noble y refinada, y es claramente una buena esposa y madre! ¿Cómo podrían ser la misma persona?
—¡Es cierto! Luce como una dama dulce, además es muy linda. ¿Cómo podría ser Ning Xi, esa maldita bruja?
En ese momento, el elevador anunció su llegada con un tintineo. Los reporteros seguían lamentándose en el lugar, mientras la familia de tres desaparecía entre sus puertas.
—Wow, ¿vieron a ese niño de antes? ¡Era muy lindo! Lucía como si lo hubieran sacado del molde de ese hombre. ¡Definitivamente son padre e hijo!
—¿Qué relación tendrá con la familia Lu? ¡Su aura era demasiado aterradora!
—Sigo teniendo el sentimiento de que ese hombre es familiar… Uh, ¿por qué siento que… se parecía al mismo Dios de la Fortuna?
—Ahora que lo mencionas, sí se parecen. Ese niño… ¿podría ser el legendario príncipe?