Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
Sentía como si el emperador, Lu Tingxiao, hubiera enviado a un importante oficial para ayudar a una pobre ciudadana llamada Ning Xi, con un caso del grado de un cerdo siendo robado…
—Solo por si acaso —respondió Lu Tingxiao sin cambiar de expresión.
Después de todo, cualquier situación en la que ella estuviera involucrada no era algo pequeña.
Ning Xi no quiso seguir hablando de ello. El Gran Rey Demonio siempre hacía cosas que superan el sentido común.
—¿Has terminado de leer el contrato que te pasé en la mañana? —Preguntó Lu Tingxiao.
—Era tan grueso, que me mareé solo de verlo —respondió ella, pasando una mano por su cabello—. De cualquier forma, le di una mirada a la mayoría y lo firmé. ¡Te lo daré más tarde!
—¿Confías tanto en mí? —Preguntó Lu Tingxiao, frunciendo el ceño.
Ning Xi se encogió de hombros. —Te ayudaré a contar los beneficios incluso si decides venderme.
Lu Tingxiao le sonrió con una expresión encantada.
¡Ow, mis ojos de perro soltero! ¡Voy a quedarme ciego ante estas muestras de cariño! Se está volviendo imposible vivir en esta casa…, pensó Lu Jingli al verlos.
—Si no surge ninguna sorpresa, podrás reportarte a la compañía pasado mañana. Mientras tanto, puedes descansar.
—Bien, eso suena genial —asintió Ning Xi.
Lu Jingli quiso golpear su cabeza contra la primera superficie que pudiera encontrar al escucharlo. ¿Pasado mañana? ¿Eso no significaba que solo tenía un día para convencer a Lin Zhizhi?
¡Hermano, eres demasiado despiadado!
Lu Tingxiao pareció ver a través de las quejas internas de Lu Jingli, y se giró hacia él.
—Después de que completes esta tarea, puedes irte de vacaciones.
—¡Muy bien! ¡Me iré de inmediato! —Exclamó Lu Jingli, recuperando su espíritu.
♦ ♦ ♦
Esa noche, en la habitación VIP en el Primer Hospital Público de Beijing, Ning Xueluo estaba observando, sin parpadear, a la mujer en la pantalla de TV.
Fuera del edificio de las oficinas Starlight Entertainments, a pesar de haber desaparecido por varios días, Ning Xi no lucía débil o maltrecha. Al contrario, lucía radiante, prácticamente brillando desde el interior. Rodeada por cinco guardaespaldas vestidos de negro, se enfrentó a los ataques de los reporteros con una expresión dominante.
—Para empezar, soy inocente por lo que no he venido a entregarme. Tampoco tengo razones para sentirme avergonzada. Segundo, la verdad del incidente con Jia Qingqing ya se ha revelado, por favor no intente oscurecer los hechos y engañar al público. ¡De otra manera, se les acusará de calumnia! Tercero, hace unos minutos he terminado mi contrato con Starlight Entertainments. Sin embargo, fui yo quien comenzó la conversación, ellos no me han despedido. Por último, ¡si quieren colocarme en la lista negra, me gustaría verlos intentarlo!
Cuando escuchó las últimas palabras de Ning Xi, Ning Xueluo arrojó la lámpara de escritorio contra la pantalla. Después del impacto, la imagen se distorcionó, y algo de humo comenzó a salir sobre la pantalla, antes de que se pusiera negro.
—¡Chang Li! ¿Qué significa esto? El estúpido error de Cui Caijing ya fue bastante, ¿pero ahora incluso tú haces esto? ¿Qué te dije? ¡Que no podías dejar, bajo ninguna manera, que terminara tu contrato!
Ning Xueluo era el tipo de persona que reaccionaba ante los problemas regañando a otros. Chang Li estaba acostumbrada a su personalidad, pero aun así, al escucharla, su expresión se volvió fea.
—Te lo dije hace tiempo. Con la apariencia de Ning Xi, si se las arreglaba para encontrar apoyo con dinero y poder, no podría mantenerla contenida por mucho tiempo. ¡Ya que la forzaste hasta este punto, este resultado es de esperarse!
—¿Entonces, estás diciéndome que la observaste mientras su fortuna cambiaba sin hacer nada? ¡Pagué un gran precio! ¡Incluso gasté 8 millones de yuanes por nada! —Ning Xueluo estaba histérica, incapaz de aceptar que sus planes volvían a fallar.
—Xueluo, no es tan malo como piensas. La reputación de Ning Xi ha sido completamente destruida, en el círculo del entretenimiento. Incluso si se las arregló para encontrar apoyo, no puede recuperarse de eso. Además, ¿quién se atrevería a usar a una artista que Starlight puso en la lista negra? ¿Cómo podría la familia Ning aceptarla? ¿Siquiera podrá regresar a la alta sociedad como es ahora?
Escuchando sus argumentos, la ira de Ning Xueluo por fin se calmó un poco.
—¿Enviaste las órdenes al ejército de agua?
—¡No te preocupes! Mientras esto sucedía, les envié varias instrucciones. Además, aunque no hagamos nada, esos reporteros encontrarán la manera de dejarla en una peor situación —dijo Chang Li con absoluta confianza.