Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
Temprano a la mañana siguiente, Ning Xi se puso un vestido rosa con un par de sandalias de tacón bajo. Luego se aplicó un maquillaje ligero y alisó su cabello con ondas naturales, de manera que caía sobre sus hombros. Como siempre, tomó el broche en forma de corazón y se lo colocó en la cabeza. En resumen, lucía exactamente como una buena esposa.
Lu Tingxiao estaba sentado en el sofá, leyendo el periódico. Sin embargo, su expresión se congeló por unos momentos cuando vio cómo estaba vestida.
—Tu vestido…
Si no atendía a ningún evento especial, Ning Xi usaba un estilo casual y simple. Esta era la primera vez que la veía con algo tan… femenino.
—¿Qué te parece? ¿Cómo me veo? —Preguntó Ning Xi, saltando de emoción frente a él—. ¿No luzco como la esposa de alguien?
—Demasiado —dijo él, dándole una mirada que tenía un significado más profundo.
La esposa de alguien…
Esas palabras eran increíblemente hermosas para sus oídos.
—Heh, ¡eso es bueno! No me engañarán si voy al mercado vestida de esta manera —asintió Ning Xi, satisfecha—. ¡Entonces, me iré ahora!
En el momento en que intentó dar un paso, descubrió que no podía mover su pie. Pequeño Tesoro estaba abrazándola con fuerza. Ella no supo si reírse o llorar al ver el “accesorio de pierna”.
—¡Cariño! ¿Por qué estás despierto tan temprano?
El niño frotó sus ojos adormecidos, y extendió sus brazos para indicar que quería un abrazo. Ning Xi no pudo resistirse ante tal apariencia.
—Solo iré a hacer algunas compras. ¡Volveré muy pronto!
El pequeño siguió colgado de su cuello, empeñado en no soltarla.
—¿Podemos ir contigo? —Preguntó Lu Tingxiao.
—Eh, ¿quieren acompañarme? —Repitió Ning Xi, parpadeando lentamente.
—Podríamos llevar a Pequeño Tesoro a una caminata —sugirió Lu Tingxiao. En cuanto a su hijo, él asintió con toda su fuerza.
—¡Por supuesto que pueden! —Dijo Ning Xi, rascándose la cabeza—. Es solo que el mercado podría ser algo sucio. El lugar al que voy no es un supermercado, es un mercado mojado[1], que es más grande pero está algo lejos. ¡La comida ahí es la más fresca!
—Está bien. Vamos —asintió Lu Tingxiao, bajando su periódico y tomando las llaves del auto.
De esta manera, el viaje solitario de Ning Xi se convirtió en una salida de tres personas junto con el bollo pequeño y el grande.
Cuando llegó al estacionamiento subterráneo, Ning Xi tuvo que tragar varias veces al encontrarse contra las hileras de autos de lujo. En especial cuando encontró al auto de sus sueños, “Xiao Bai”[2].
—¿Deberíamos llevarlo? —Preguntó Lu Tingxiao al verla fijar sus ojos en el auto deportivo Bugatti blanco.
—¡Por supuesto que no! —Exclamó Ning Xi, sacudiendo la cabeza y recuperando sus sentidos—. Vamos a ir al mercado mojado, un auto deportivo es demasiado excesivo. ¿No tienes alguno que sea más discreto?
Mirando por el estacionamiento, se dio cuenta de que no había ninguno.
¿Cómo es posible…?
—Sí tengo —asintió Lu Tingxiao, luego, presionó un botón que sacó de alguna parte y un auto negro apareció desde otra división.
Era un sedán negro que costaba cerca de 500.000 yuanes, y lucía completamente nuevo.
—¡Ese auto es impresionante! —Dijo Ning Xi, asintiendo emocionada al verlo. Sin embargo, ¿por qué Lu Tingxiao tenía un auto que lucía tan fuera de lugar con los demás.
—Fue preparado para ti en el momento en que llegaste —le explicó Lu Tingxiao, sabiendo lo que quería preguntar—. Pero nunca lo condujiste hasta hoy.
—Ah… —Así que este era el sedán que le había preparado en ese entonces.
Al ver la expresión ligeramente decepcionada del hombre, Ning Xi sintió que había cometido un gran error y se apresuró a explicarle.
—Eso es porque me es más conveniente tomar el subterráneo. ¡Para evitar el tráfico! —Luego, se apresuró a cambiar el tema—. ¡Vamos a apresurarnos e irnos! Si esperamos más tiempo, se llevarán todas las cosas buenas. ¡Si eso sucede, el resultado se verá afectado!
[1] Los mercados mojados son comunes en China, Hong Kong y Singapur. Son desordenados, sucios y húmedos.
[2] Xiao Bai o Pequeño Blanco, un Bugatti color blanco.