Matrimonio Oculto – Capítulo 24: Huluwa Huluwa [1]

Lu Jingli había metido demasiada información en su discurso. A Ning Xi le llevó mucho tiempo digerirlo todo.

—Pequeño Tesoro, ¿rompiste todas esas cosas sólo porque querías verme? —preguntó mientras miraba al pequeño bollo pegado a su lado.

Él asintió, y Ning Xi frunció el ceño.

—¿Sabías que está mal hacer eso?

El niño negó con la cabeza.

Ning Xi finalmente se dio cuenta de por qué Lu Tingxiao era tan estricto. Lo más probable es que este niño estuviera demasiado mimado en casa y pensara que era una cuestión de rutina que todo siguiera su voluntad.

La mirada de Ning Xi se volvió severa.

—Entonces, tía te lo va a decir: lo que hiciste estuvo mal, eso es lo que hacen los niños malos. No puedes volver a hacerlo, ¿entiendes?

Pequeño Tesoro asintió.

Era difícil describir la expresión en la cara de Lu Tingxiao.

Aunque Pequeño Tesoro era ingobernable, cumpliría su palabra siempre que hubiera aceptado algo.

El psiquiatra había intentado todo tipo de métodos para curar los malos hábitos de Pequeño Tesoro: tales como las huelgas de hambre, encerrarse a sí mismo e incluso romper cosas para salirse con la suya. Sin embargo, él nunca se había rendido.

Los dos ancianos eran demasiado blandos para probar métodos más contundentes. Solo habían persistido a medio camino antes de rendirse y seguir su voluntad cada vez que lanzaba una rabieta.

El impacto de Ning Xi en Pequeño Tesoro era mayor de lo que había imaginado. Por supuesto, él estaba feliz con respecto a este punto.

Después de que ella hubiera terminado de establecer las reglas, Ning Xi trató de convencerlo de que se durmiera en un tono suave.

—Uh, ¿qué tal una nueva canción para hoy?

Pequeño Tesoro asintió obedientemente con la cabeza. Ella tosió varias veces.

—Déjame pensar en qué cantar… ¡Cierto! Huluwa huluwa, siete flores crecen en una rama, sin miedo incluso en una tormenta, la la la la la la…

Lu Jingli se había apoyado contra la puerta y casi se cayó.

—¡Cómo pueden gustarle a Pequeño Tesoro tales canciones tan infantiles con su nivel de inteligencia!

Sin embargo, descubrió que el pequeño estaba escuchando felizmente. Aún más gracioso fue que su querido hermano también escuchaba feliz…

Ning Xi se estiró después de que finalmente convenció a Pequeño Tesoro de dormir.

—Casi he terminado de cantar todas las canciones infantiles que aprendí en mi vida…

Lu Jingli se quedó estupefacto.

—¿Por qué tienes que cantar canciones infantiles? ¡Está bien si cantas algo más! ¡Todas estas canciones de niños me están matando!

Ning Xi usó la banda elástica en su muñeca para atarse el cabello de manera casual. Sus brillantes ojos de fénix se levantaron ligeramente.

—¿Otras canciones? ¡Aparte de las canciones infantiles, todas las canciones que me sé no son apropiadas para niños!

Lu Tingxiao recordó su canto bajo la luz de la luna cuando terminó de hablar…

Lu Jingli estaba emocionado al escuchar eso.

—Jajaja, ¿en serio, en serio? ¿Qué canciones? ¡Canta unas cuantas para mí!

Lu Tingxiao casualmente le lanzó una mirada, y Lu Jingli se levantó de inmediato, asustado. ¡Su hermano era demasiado quisquilloso!

—¿Estabas cerca justo ahora? —preguntó Lu Tingxiao. De lo contrario, ¿cómo podría haber llegado tan rápidamente?

—No, estaba en mi apartamento. ¡Me apresuré aquí en la moto! Rápido, ¿verdad? —Ning Xi estaba orgullosa.

No es de extrañar que ella estuviera vestida así. Su atuendo era aún más impresionante que ayer. El día anterior parecía una pequeña hada conservadora, pero ahora era como un demonio salvaje y libre.

—Es muy peligroso —La cara de Lu Tingxiao estaba llena de desaprobación. Volvió su fría mirada hacia Lu Jingli, quien llamó a Ning Xi por su propia voluntad.

—¡No es nada, soy buena manejando! —Ella agitó sus manos despreocupadamente, y luego bostezó. —¡Me iré primero, ya que Pequeño Tesoro está bien ahora!

—Señorita Ning, tengo una solicitud pretenciosa —dijo Lu Tingxiao repentinamente cuando se preparaba para irse.

Como ya había sacado toda su ira, Ning Xi volvió inmediatamente a su estado normal.

—Señor Lu, por favor siéntase libre de hacer su solicitud. Intentaré cumplir siempre que esté dentro de mis capacidades —dijo respetuosamente.

La familia Lu también tenía un poder autoritario en la clandestinidad. El ‘Rey Demonio’ Lu era alguien que atacaría con una sola palabra desagradable.

Miró a su hijo acostado en su habitación con una expresión solemne.

—Pequeño Tesoro se ha visto afectado mucho más de lo que imaginaba desde que quedó encerrado accidentalmente en el almacén del bar. Espero que la señorita Ning pueda mudarse con nosotros y quedarse por un período de tiempo, ya que sólo usted puede calmarlo ahora. Solo hasta que el estado emocional de Pequeño Tesoro se haya recuperado.

Ning Xi se sorprendió después de escucharlo.

—¿Hah…? ¿Mudarme aquí… para quedarme…?

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[1] El título del capítulo es del tema de una caricatura infantil china “Calabash Brothers”. Huluwa = Calabaza bebé.