Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
Tarde en la noche, Ning Xi yacía en su cama con millones de pensamientos atravesando su mente.
Nunca había llevado chicos apuestos a su casa. De cualquier forma, todos ellos sólo intentaban pasar una noche con ella, y los que se pasaban de listos terminaban siendo golpeados en un callejón.
Especialmente cuando se trataba de hombres con anillos en sus dedos. A esos los golpeaba hasta que terminaban llorando por sus madres.
En cuanto a su vida sexual…
Hablando sinceramente, era una tragedia. La única vez que algo había sucedido fue esa noche hace cinco años…
Lo más probable es que esa sombra de su primera vez la afectara, provocándole molestia hacia el sexo.
Esa noche había provocado a Lu Tingxiao más allá de su límite. Sin embargo, no tenía otra opción. Eventualmente, debería traer el tema de su partida, ¿por qué no hacerlo e irse antes de que dejara de tener el control de la situación?
Irse primero, siempre era mejor que verlo dejarla cuando descubriera las partes feas de su pasado
Sus emociones inestables terminaron causándole todo tipo de pesadillas que interrumpieron su sueño.
En el nebuloso paisaje de sueños, varias voces le gritaban.
—Ning Xi, ¿qué derecho tienes para pelear conmigo? Además de estar relacionadas por la sangre, ¡sólo eres una buena para nada que sólo tiene su nombre!
—¿Todavía tienes las agallas para preguntar por ese bastardo? ¿Qué estás intentando hacer? ¿No me digas que pretendes darle a luz y criarlo?
—El niño nació prematuro y murió en el parto. ¡Ya me hice cargo del cadáver!
—Ning Xi, te lo digo. A partir de ahora yo, Ning Yaohua, ya no tengo una hija como tú. ¡Ya no estás relacionada con la familia Ning!
—Xiao Xi, lo lamento, pero rompamos. Aun así, no dejaré de preocuparme por ti, te trataré como a mi querida hermana menor…
Corrió con todas sus fuerzas, intentando dejar esas terribles voces atrás.
Corrió hasta el techo del hospital, donde se encontró con un abismo sin fondo, el cual parecía contener una atracción malvada, tirando de ella hacia adelante, paso a paso…
Finalmente, cerró los ojos y saltó.
En ese instante, en lugar de despertar, cayó en un sueño gentil y encantador.
Esta vez, no fue una pesadilla… sino un sueño lujurioso…
Solía tener este tipo de sueños en el pasado, pero siempre eran acompañados de un miedo abrumador e impotencia. Sin embargo, esta vez parecía diferente.
Uno por uno, hubo besos fríos llovieron sobre su cabeza, ojos, nariz, y sus labios… No sentía disgusto o como si estuviera sucia como siempre, sino que era tratada como si fuera lo más precioso en este mundo.
¿Quién… es…? Ah, eso dolió. ¿Por qué me mordió?
♦ ♦ ♦
Por más que Lu Tingxiao intentaba contenerse, finalmente no pudo resistirse y entró a su cuarto. A pesar de que sabía que no debía molestarla, sus acciones tomaron un tinte despiadado sin pensarlo.
Esta mujer… ¡siempre me hace perder el control con facilidad!
“Si me encuentro con algún hombre apuesto que sea de mi tipo, podría llevármelo por la noche”. Esa frase lo hizo sentir como si hubiera caído sobre un planeta a máxima velocidad, aplastando toda racionalidad.
Cuando sus labios y lengua se deslizaron hacia el suave cuello de la chica, ya no pudo contener la lujuria aumentando en su pecho. Mordió con fuerza, usando el primitivo método de las bestias para marcarla.
—Uh, eso…
En el instante en que el olor de la sangre llenó el aire, la débil voz de la mujer resonó en sus oídos. La espalda de Lu Tingxiao se estremeció, y todo su cuerpo se congeló. Era como si hubieran tirado una jarra de agua fría sobre él.
La cabeza del hombre seguía enterrada en el hueco de su cuello. El dolor que sentía casi provocaba que Ning Xi gritara con fuerza, pero sólo pudo soportarlo.
—Uh, eso… Estaba durmiendo, pero no era muy profundo… Tú, tus acciones son… No pude evitar despertar… —dijo incómoda.
Al principio, había pretendido hacerse la dormida, pero no pudo hacerlo hasta el final. ¡Fue demasiado doloroso!
En ese momento, los ojos imperturbables de Lu Tingxiao ya se habían combinado con la oscuridad de la noche. Levantó la cabeza con lentitud y sus ojos miraron los suyos fijamente, mientras sostenía su barbilla con su dedo. La acarició con gentileza, y su tono se pareció al de un íncubo salido del infierno.
—Mm, así que despertaste… ¿Y eso qué?
Al terminar de hablar, tiró de sus manos sobre su cabeza y usó su peso para presionarla contra la cama. Luego, bajó la cabeza y besó sus labios sin vacilar.
Me fascinó la novela. Espero q sigan actualizando los capítulos.