¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 13

Traducido por Yonile

Editado por Lugiia


Cuando bajo del carruaje, me encuentro con una gran luz deslumbrante.

Entonces…, ¡¿esta es la casa de Finn?!

Como se espera de los usuarios de magia de luz, nunca antes había visto una propiedad tan brillante.

Solo mirar hace que me duelan los ojos. Desearía, de verdad, tener unas gafas de sol, pero no hay forma de que existan en este mundo, ¿o sí?

—¡Al, Henry, Alan! ¡¡Bienvenidos!! —exclama un niño sonriente, corriendo hacia nosotros—. ¡Oh! ¡Alicia, gracias por venir! Quería una oportunidad para hablar contigo, así que le pedí a Alan que te trajera cuando viniera de visita —continúa Finn, con una sonrisa que ilumina todo su rostro.

Ahh, ese tipo de sonrisa probablemente es capaz de cautivar a todos los shotacon [1] del país. ¿Cómo puede la sonrisa de alguien brillar de esa manera?

—Muchas gracias por la invitación —respondo y le hago una pequeña reverencia.

Finn me dice que no hay necesidad de tales formalidades y que solo debería estar a gusto en la mansión, pero me limito a sonreír como respuesta. Después de todo, una villana debe estar alerta en todo momento; ella no puede bajar la guardia solo porque le han mostrado algo de hospitalidad.

Él nos guía a la habitación de invitados y, mientras caminamos, tengo la sensación de que esta no es la primera vez que mis hermanos visitan la casa.

—Después de ustedes —dice Finn, deteniéndose frente a una gran puerta y procediendo a abrirla para nosotros. Puede parecer solo un niño, pero aun así tiene todos los modales de un caballero.

Le doy las gracias y entro en la habitación.

En el interior, veo que ya están presentes Curtis, Eric, Gayle y Duke, sentados en grandes sofás alrededor de un escritorio en la parte trasera de la sala.

¿Quizás planean incluirme en su grupo hoy?

Qué preocupante. Las verdaderas villanas no tienden a unirse a grupos. Reunir seguidores, tal vez, pero nunca se convierten en miembros de círculos ya establecidos.

Mientras pienso esto, me doy cuenta de que hay un mapa abierto encima del escritorio. Pero ¿por qué un mapa? ¿Es posible que ya estén planeando exiliarme del país?

¿Hice algo lo suficientemente malo como para merecer tal trato? Si he realizado algún acto de villanía del que ni siquiera tengo ningún recuerdo, entonces, sin duda alguna, ya debo ser una villana espléndida.

Qué giro de acontecimientos tan inesperado.

—¡Pónganse cómodos! —dice Finn, dándonos otra sonrisa brillante; sin embargo, no hay forma de que me relaje en esta situación.

No obstante, antes de que alguien se mueva, escuchamos que alguien llama. Luego, la enorme puerta de la habitación se abre poco a poco.

En ese instante, siento que mi espalda se pone rígida y me congelo en el lugar, empezando a cuestionar mis propios ojos.

No cabe duda de que “esa persona” acaba de entrar en la habitación.

¿Qué podría estar haciendo aquí el rey de este país?

Tampoco creo que sea un impostor, definitivamente es el verdadero.

Quiero decir, esa aura de dignidad y esa cantidad de presencia no se pueden falsificar con facilidad.

Mis hermanos y sus amigos inclinan la cabeza y yo hago lo mismo, inclinándome un segundo después de ellos.

Espera, ¡¿fueron mis crímenes tan graves que el mismo rey tuvo que venir a desterrarme del país?!

—Pueden levantarse —dice una voz digna que resuena en toda la habitación. Ante sus palabras, todos levantamos la cabeza.

Aunque ya no es tan joven, sigue siendo bastante guapo.

Sus ojos son un poco más oscuros que los de Duke y, de alguna manera, dan la impresión de gran sabiduría e inteligencia.

—Así que, usted es Alicia —dice el rey. Aunque me ha estado mirando fijamente, de repente en su rostro se dibuja una sonrisa amable.

Como adulto, su expresión destila la confianza y la compostura que solo se obtienen con la edad, siendo el resultado bastante elegante.

—Buenas tardes, Su Majestad —respondo y me inclino, tal y como Finn había saludado antes.

—He oído muchas cosas sobre usted.

—¿Sobre mí…? —Asombrada por sus palabras, mi voz chilla mientras respondo.

—¿Le importa si le hago algunas preguntas?

Sin saber qué podría querer preguntar, respondo:

—Adelante, Su Majestad.

El rey camina y se sienta en uno de los sofás. Por otro lado, mis hermanos y sus amigos se sientan en los asientos restantes.

¿Eh? ¿Seré yo la única excepción?

Permanezco de pie, observando en silencio la situación.

El rey mira el mapa por un momento y luego levanta la cabeza para mirar en mi dirección.

Él entrecierra sus ojos llenos de sabiduría, como si tratara de ver a través de mí, e intenta adivinar lo que podría estar pensando.

—Alicia, según usted, ¿qué tipo de posición ocupa este país en el mundo?


[1] Shotacon: es alguien que tiene una preferencia romántica por los chicos pequeños, o chicos que parecen jóvenes.

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